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Según el plan de Jess, el grupo esperaría hasta que los niños estuvieran en sus salones para entrar por la fuerza, encerrar a los maestros en algún salón sólo para que no fueran un estorbo y cuando lo sucedido llegará a los oídos del castillo, demandarian hablar con el príncipe y exigir que dejarán libres a los Omegas encerrados en el castillo como primera petición, después liberarian pequeños grupos de niños conforme se fuera haciendo lo que decían y de no ser como querían, lo que lanzarán serán los cuerpos muertos de ellos en señal de que no es una broma lo que están haciendo. 

Terminó de leer uno de sus guardias la carta entregada por Violet informando lo que estaban planeando. 

—¿Cuál es la orden capitán? —preguntó uno de sus guerreros.

—Cuanto ellos entren ya estará un grupo de seis de ustedes dentro, los demás los acorralaremos por fuera, encierren a los que se rindan y a los que no, matenlos. 

—¡Sí capitán!

—Partiremos en unas horas, los niños entrarán a la escuela a las ocho, estaremos dos horas antes, procuren estar listos para entonces.

Los Omegas que estarían en el interior esperando iban a vestir como las maestras, mostrarían que su papel de ser el factor sorpresa los llevaría a la victoria mientras que los de afuera llevarían sus armaduras y estarían listos para atacarlos si oponían resistencia. 

Jungkook observaba con orgullo a su Omega dar órdenes a sus guerreros, ver su determinación era algo que admiraba.

Dudaba poder estar más enamorado. 

Se encargó de tener las celdas listas para ellos, tenían que mantener alejados a los Alfas de ellos, queriendo evitar más conflictos entre ambos. 

Para mostrar el verdadero valor de los guerreros Omegas, el Rey ordenó que ningún guardia Alfa interfiera, de todas formas estaba seguro de que su Jimin era capaz de enfrentar ese problema sin dificultad, así que estaría esperándolo pacientemente. 

Y así fue.

El grupo de rebeldes no esperaba ser atrapados tan pronto, decidieron rendirse cuando notaron que sin alguna gota de titubeo, los guardias Omegas cortaron la garganta de los que se resistían.

La sonrisa y confianza de Jess se esfumaron cuando vio entrar al grupo cabizbajo y con manchas de sangre, imaginando que los que no estaban era porque fueron asesinados, no lo entendía.

¿Cómo fue que los descubrieron? 

Su plan era perfecto, no había forma de darles tiempo a los Omegas de hacer algo cuando ya estarían dentro de la escuela y el príncipe tendría que ceder ante ellos. 

Pero entonces la vio.

A la Omega dentro del grupo de guardias que sólo le sonrió y los siguió fuera del calabozo.

—¡Violet! —gritó enojada por la trampa en la que había caído, solo le quedaba esperar la decisión de lo que pasaría con ellos. 

Luego de encerrar al grupo de rebeldes en los calabozos y antes de que el Rey Kim partiera, se hizo el llamado para todo el pueblo, que se acercaron curiosos de ver que había un grupo de Omegas con armaduras enfrente de la tarima en la que estaban los príncipes junto a su padre, Jimin, Jungkook y Chanyeol, a la espera de escuchar lo que dirían sobre los Alfas y de paso averiguar sobre los Omegas armados. 

—Por órdenes del Rey Kim, a partir de este momento la nueva Guardia Real de este Reino será conformada por el grupo de guerreros Omegas, dirigidos por el capitán Park Jimin, Duque del Reino Kim —habló Jin. 

Las personas del pueblo veían impresionados a los guerreros, tanto Alfas como Omegas se sentían un poco intimidados por su presencia y a un lado del príncipe estaba Jimin, quién el pueblo pensaba, era la pareja del príncipe sin embargo, eso cambió con la llegada de Jungkook, al verlos juntos.  

—Nuestra misión es hacer prevalecer la paz y justicia, mostrar nuevas alternativas y que la venganza quede en el olvido, así como demostrarles a ustedes, cómo lucen los verdaderos guerreros Omegas. 

—Para esto, es importante mencionar que se discutió sobre la decisión a tomar respecto a las sanciones que se impondrán y se tomó la decisión de castigar a todo aquel que agreda, intimide o abuse de su rango, Alfa u Omega, a partir del inicio del reinado Kim aquí. 

Los rostros de disgusto en algunos Omegas no se hicieron esperar pero la decisión ya había sido tomada y después de mucho pensarlo era la opción más factible para no dejar sin Alfas al reino, cuando ahora no eran ellos los que agredían. 

Los nuevos guardias no tardaron en adoptar sus nuevas responsabilidades y empezar realizarlas, el Rey Kim volvió juntó a Chanyeol al Reino Kim y Jungkook decidió quedarse un día más. 

—Parece que tendrás mucho trabajo por hacer aquí. 

—Eso creo, ¿ya tienes que volver? 

—Si… me hubiera gustado que fuera contigo pero te necesitan más de lo que yo lo hago. 

—Lo siento… 

—No tienes porque hacerlo, me enamoré de un guerrero y eso significa aceptarlo con todo y sus responsabilidades. 

—¿Me esperaras? 

—No tengas duda de eso, trataré de venir seguido y continuaré por mi cuenta con el entrenamiento de los Omegas.

—Tal vez pueda enviar a alguien contigo que pueda ayudarte. 

—La ayuda la quiero del capitán en persona y si eso significa tener que esperar, que así sea.

—Empiezo a entender el plan de que así lo quieras —sonrió divertido. 

—Sólo las mejores enseñanzas para los Omegas de mi reino y si se pueden de ti, mucho mejor, mi interés por querer al capitán como mi pareja es aparte. 

—Claro —dijo divertido.

Aprovechando el buen proceso de adaptación de sus guerreros a las actividades asignadas, fueron a dar un paseo por el castillo, dónde le mostró a Kook todo lo que hasta el momento había tenido oportunidad de explorar y a los establos dónde se dedicaron a cepillar a los caballos mientras se daban pequeños besos antes de ir a cenar notando que ya todos estaban reunidos.

—Es una pena que ya debas irte. 

—El deber me espera, lo único que lamento es que por ahora, deberé regresar solo.  

—Lo siento Jeon, pero lo necesitamos más que tu —habló Tae. 

—Si, eso parece, asi que esperare pero vendré lo más seguido que pueda, así que no es una despedida. 

—Sólo espero que tu partida no afecte el desempeño de Jimin —se burló Jin y el rubio se sonrojo avergonzado. 

—Tonterías —replicó ofendido y los demás rieron. 

Pero a pesar de haber dicho eso, al día siguiente cuando el Omega de Jimin aulló con tristeza por la despedida de su Alfa se dio cuenta de que la ausencia de Kook la resentirá más de lo que había pensado. 

No era necesaria una marca en su cuello cuando ya la tenía en su alma y esa para su desgracia, era incluso más dolorosa, era como un fino hilo que los conectaba y tiraba con algo de dolor en ese momento que tenían que decir adiós, no compartía las emociones con su Alfa por suerte porque no quería que Kook sintiera que sin irse aún, ya lo extrañaba. 

—Cuando menos lo esperes volveré a estar entré tus brazos —le dijo abrazándolo, queriendo impregnarse lo más que se pudiera del aroma de Jimin, que sonrió al darse cuenta. 

—Si dejas de venir te aviso que le organizare a Jimin un baile de emparejamiento para que encuentre a alguien más —advirtió Jin.

—No te atrevas —dijo molesto por la simple mencion de la idea.

—No intentes lastimar ese corazón entonces, es mi condición. 

—Un solo día de retraso bastará para empezar a organizarlo —apoyó Tae a su hermano con la idea.

—Hecho.

—Qué exagerados —suspiró Jimin. 

—Sólo lo ponemos sobre aviso —se encogió de hombros. 

—Que tengas un buen viaje, nos veremos pronto, Alfa —dijo al salir del refugió del pecho de Kook. 

—Así será, mi guerrero Omega.

Con un roce de labios y pesar en sus corazones, se terminaron separando para que Jungkook subiera a su caballo, partiendo junto a sus guardias de regreso a su Reino, con la promesa de que su separación no sería por mucho tiempo. 

Y la creencia de que así sería. 

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