⚔20⚔
—Gracias Majestad, espero que todavía puedan brindarme la ayuda para el ejército Omega del Reino Jeon —dijo y buscó a su alrededor al rubio.
—Nuestro capitán no se encuentra en el Reino pero la oferta sigue en pie, aunque temo que puede tardar… surgieron algunos inconvenientes en donde se encuentra.
—¿Qué clase de inconvenientes?
—Entra, hablaremos de eso y sirve que descansas del viaje, el Reino Jeon queda a un buen tramo de distancia.
Él y sus guardias bajaron de los caballos mientras entraban, Jungkook se quitó la capa y se la entregó a uno de sus guardias y siguió a los mayores hasta el interior.
—Pero que agradable sorpresa —dijo la reina al verlo.
—Majestad —saludo con una reverencia.
—¿Tu padre aceptó que se entrenara a sus Omegas? —preguntó con sorpesa Jisoo.
—Asi es, tuve que insistir mucho hasta conseguirlo, en realidad ya estoy entrenando a mi hermano Yoongi y a las Omegas que atienden el castillo, aunque siento que me tienen un poco de miedo, a los Alfas se les grita cuando no hacen bien un movimiento, supongo que temen que haga lo mismo.
—Es una buena manera de comenzar —halago Chanyeol.
—Claro que unos consejos de su capitán me vendrían muy bien, aunque lamento escuchar que no se encuentra.
—No, él ahora se encuentra en el ex Reino Jung para ayudar a controlar el pueblo.
—Terminó siendo contraproducente su idea —suspiró Chanyeol.
—¿Qué idea? —preguntó confundido Kook.
—Jimin tiene un corazón muy bondadoso y un alma justiciera, castigó a los Alfas que abusaban de los Omegas y ofreció entrenamiento obteniendo una respuesta inmediata, siento que se dejó llevar por la emoción de lograr un grupo de veinte personas y no logró identificar a los que iban con dobles intenciones —empezó Chanyeol.
—Un Omega con deseos de venganza al que se le otorga un poco de poder es peligroso, empezaron a rebelarse contra él —continuó Jisoo.
—¿Jimin está bien?
—Lograron herirlo un poco, pero su desgaste mental es mayor que el físico, creo que tendremos que traerlo de regreso, sus intenciones no eran malas pero esta imprudencia hizo que ahora, irónicamente se tenga que proteger a los Alfas de que los Omegas no los asesinen porque están advertidos de que no pueden volver a tocarlos sin su consentimiento, el reinado Jung terminó y una nueva era comenzó, aunque el principio siempre es difícil.
—Jin envió una solicitud que estoy considerando, no he aceptado la idea de traer a Jimin aún —habló el Rey Kim.
—Pero Tao, Jimin no podrá evitar sentir que es su culpa… —habló Jisoo a su hermano.
—Es una oportunidad de enmendar sus acciones si lo quieres ver así, tiene que demostrar lo que es ser un guerrero.
—De todas formas iré para ver cómo se encuentra y llevaré conmigo al grupo solicitado que Yun me indique.
—¿Podría acompañarlo? —pidió Kook.
—¿Es tu ejército Omega la única razón? —cuestionó Jisoo —porque eso se lo podrías preguntar a Yun, es la mano derecha de Jimin.
—No, lo cierto es que mi Alfa se siente ansioso por verlo tanto como yo, al día siguiente de que partieran quise salir corriendo a buscarlo, pero tenía responsabilidades que atender después de poner al Reino en una situación complicada por mis imprudentes acciones. Tenía que demostrar que soy digno de tener el título de príncipe y para ser el Alfa de Jimin.
—En ese caso, partimos en una hora —avisó Chanyeol y Kook sonrió asistiendo.
Jisoo observó satisfecha al joven Alfa, ya le agradaba desde que Taehyung le había dicho que Jungkook habló con orgullo de su "Omega guerrero", ver su cariño reflejado en sus ojos al hablar del rubio terminó por confirmarselo.
Mientras Chanyeol y el Rey Kim se alistaban para ir, Jungkook ordenó a uno de sus guardias regresar para informar a su padre que su rumbo de viaje había cambiado un poco de dirección.
Su padre entendería o se resignaría a su decisión.
Le ofrecieron comer antes de partir ya que el viaje era un poco largo, vio a un grupo de al menos quince omegas subir a los carruajes y a una mujer dando órdenes.
—Es hora de irnos, volveré mañana, se que podrás hacerte cargo en mi ausencia, Nam.
—Claro padre, vayan con cuidado.
—Asegúrate de que Jimin está bien —pidió Jisoo —de lo contrario deberás traerlo.
—Lo haré, y si no acepta por las buenas aquí tenemos otra forma de convencerlo —miró a Kook.
Los tres subieron al mismo carruaje y emprendieron el viaje, el corazón del pelinegro latía con emoción por pronto poder ver al rubio.
—Noticias del Reino Kim —avisó Tae a Jin entrando a su despacho.
—Gracias —tomó la carta y empezó a leer —nuestro padre aceptó que los guardias sean omegas y preparará al grupo con ayuda de Yun.
—Esas son buenas noticias.
—También dice que vendrá junto al tío Chanyeol para ver como va todo.
—Esas no son tan buenas.
—Iba a suceder de todas formas, ya había tardado en hacerlo.
—Eso quiere decir que está enterado de todo, ¿de verdad dejó un espía?
—¿Lo dudabas? —se burló y suspiró —avisa a Jimin, es probable que su visita sea para hablar con él, ¿dónde está?
—Entrenando, supongo que libera el estrés de esa forma.
Jin no quería admitirlo pero estaba ligeramente preocupado, no recordaba ver tan inestable a su primo ni cuando se enfrentó a los Alfas de su manada para demostrar que un Omega no tenía que depender de un Alfa, recibiendo comentarios ofensivos.
Pero saber que tendría que enfrentarse a sus aprendices para evitar que hicieran daño a los Alfas era algo con lo que no imaginó tener que lidiar.
Lanzó un golpe más con la espada de madera sin medir el impulso y la fuerza haciendola golpear el suelo y romperse, gruño y lanzó los restos con el montón que ya había roto para tomar otra.
—Yo creo que esa técnica no te está funcionando para poder liberar tu molestia, en realidad creo que sólo aumenta.
—Tae —se detuvo y suspiró —¿ocurre algo?
—Nuestros padres vendrán —avisó y vio tensarse al rubio —el Rey aceptó que los omegas sean los guardias de aquí, quizá hablará contigo al respecto.
—¿Cuándo vendrán?
—No dice en la carta, pero seguramente en estos días lo haga, casi empiezo a hacer el recorrido de vigilancia, ¿quieres acompañarme?
—¿Puedo? —preguntó.
—No veo porque no, ve a cambiarte, le avisaré a Jin.
El rubio obedeció y con su armadura y espada camino junto a Tae por las calles, observando a los niños jugar y omegas caminar con más libertad, sentía las miradas de los Alfas sobre él pero no tenía miedo, sabía que sus miradas no eran de felicidad ya que estaban condicionados y muy seguido se hacía vigilancia para asegurar que no volvieran a intentar abusar de su rango.
Y ahora también para vigilar que los Omegas no tomarán justicia por su propia cuenta ya qué serían castigados, ver a un Omega ser ejecutado hizo que se mantuviera todo en una aparente calma, no había mucha conformidad por ambas partes pero al menos se toleraban en espera de una decisión, la cuál sería informada al presentar al grupo de Omegas que serían ahora los guardias del castillo.
Taehyung iba contando animado como le había ganado a un oso en sus primera salidas de cacería con su padre cuando era niño, Jimin recordaba haber salido corriendo al ver al gran animal aunque este ya estuviera muerto, se había escondido detrás de su padre, cada uno de sus primos cargaba en una carreta lo que habían cazado y mientras que Jin y Nam llevaron ciervos, Tae había conseguido vencer a un oso.
Era algo que a todos impresionó.
—¿Fue sencillo?, claro que no, pero no me rendí, mi vida dependía de eso junto a mi honor de Alfa, tenía que demostrar que ser el menor no me hace el más débil, así que agarre mi espada y lo ataque hasta hacerlo seguirme y guiarlo a una de mis trampas en la cuál cayó.
—También caíste en una ese día —recordó divertido.
—Rodié el lugar de trampas, no me juzgues —le dio un suave empujón— y ese no es el punto, sino que la cara de mi padre al ver al oso fue genial, dijo que no había ganadores ni perdedores, sólo se trataba de divertirnos pero es evidente que de ser una competencia yo habría ganado.
—Tus hermanos son conscientes de tu fuerza, eres tú quién se empeña en hacerse menos por creer que ser el más chico te hace inferior y debes demostrar lo contrario.
—Ser el mayor y el menor no es sencillo, envidio a Nam, es el segundo y nunca lo veo preocupado de nada, tampoco le exigen y podría hacer lo que quisiera ya que tiene un puesto cómodo.
—Yo no lo veo tan feliz…
—¿De qué hablas?, quizá ahora tiene un poco más de responsabilidades por estar ayudando a nuestro padre pero no es nada que no pueda manejar.
—De eso estoy seguro pero no siento que sea feliz… debe ser cómodo pero también puede que se sienta ignorado —explicó y Tae no pudo responder por el gritó que escucharon alertandolos.
—¡¿Qué demonios crees que estás haciendo maldito omega loco?!
—¡No me importa tener que ser un rebelde por matarte!, ¡estoy cansado de esperar a que decidan qué harán con ustedes!
—¡Baja esa cosa!, ¡está prohibido pelear!
Pero el omega no obedeció y levantó el cuchillo con intención de herir al Alfa, pero Jimin sacó su espada y detuvo el inestable ataque que terminó con el cuchillo lejos de ambos, Tae lo recogió.
—Por órdenes de su Alteza el príncipe Jin, atacar a Alfas u Omegas está prohibido, los castigos sólo son impuestos por el príncipe, cualquier otro que lo intente será sancionado.
—¡Eres un Omega también, deberías entender mi frustración!
—La entiendo, pero no considero adecuada tu justicia.
—Pensamos que tú nos protegerías, pero te estás poniendo del lado de los Alfas.
—Yo sólo estoy del lado de la justicia y atacar a un Alfa sólo por serlo no es algo justo a mi parecer.
—No soporto verlos andar tan libremente después de todo lo que nos hicieron, ninguno vale la pena y por su bien debería hacer algo, ya estamos cansados de esperar.
Tae vio a un grupo armado acercarse y rodearlos.
Ya se había formado un grupo de rebeldes.
—Jimin…
—Te lo preguntaré una vez, ¿de qué lado estás?, si tu intención es proteger a los Omegas como habías dicho, dejarás que nos encarguemos de ambos Alfas, de lo contrario… tendremos que hacerlo también de ti.
Jimin observó el rencor en los ojos de cada uno de los Omegas y suspiró con tristeza al ver sus almas ser consumidas por la venganza, el Alfa detrás de él estaba nervioso y a la expectativa de la decisión del rubio, dando un paso atrás al verlo poner un brazo de escudo para él mostrando su decisión.
—Sigo eligiendo la justicia, sin importar a quien deba enfrentarme.
Tae desenvaino su espada para protegerse y Jimin cubrió al Alfa en lo que escapaba, eran ocho en el grupo que empezó a atacar, reconoció a dos de los que entrenó y la culpa volvió a su pecho.
Esto no era lo que quería.
Su ardua lucha y esfuerzo estaban siendo utilizados de forma incorrecta, debido a la inexperiencia de los Omegas, no tardaron en desarmarlos y darles un golpe para hacerlos caer inconscientes, era una suerte que no hubiera alcanzado a entrenarlos lo suficiente para que se convirtieran en un verdadero peligro.
—Llama a los guardias Tae, debemos llevarlos al calabozo… ¡Ah! —gritó y por instinto pateo la cara del Omega que había logrado clavarle uno de los cuchillos en la pierna, gruño de dolor.
—¡Jimin! —gritó preocupado —maldita sea, es la segunda vez que te lastiman, Jin realmente ordenará mandarlos a la horca.
—Olvida eso y trae a los guardias rápido, esto no es nada —dijo ignorando el dolor, hasta ver la sangre salir por intentar retirarlo —creo que no es una buena idea hacerlo por mi cuenta…
No tardaron en llegar los guardias y llevarse al grupo de Omegas, Tae cargó a Jimin ignorando las quejas del menor y lo llevó al castillo dónde ordenó llamar al doctor, Jin salió al escuchar los gritos y observó con sorpresa y enojo la herida de Jimin.
—¡¿Qué demonios fue lo que sucedió?!
—Un grupo de rebeldes nos atacó, ya fueron enviados al calabozo, uno de ellos logró herir a Jimin.
—¿Cómo fue que permitiste que esto sucediera por segunda vez?, no estás actuando como el capitán que eres, tu mente está muy distraída —regaño.
—Lo siento… pensé que ya todos estaban inconscientes.
—Ese tipo de errores no están permitidos ahora que nos enfrentamos a un grupo de Omegas resentidos que empiezan a verte como su amenaza al no dejarlos hacer de las suyas.
Jimin bajó la mirada, sabía que no estaba dando su máximo últimamente y es que no le gustaba tener que luchar con sus aprendices, ver en lo que el rencor los convierte y sentir la culpa de sus imprudentes acciones, darles una probada del poder fue su peor error.
Jin salió del castillo enojado, Tae fue detrás de él dejando a Jimin con el médico y un guardia del Reino Kim cuidando de él.
—¡¿Jimin?! —gritaron en cuanto las puertas volvieron a ser abiertas, el rubio sintió su corazón latir con emoción y observó al pelinegro acercarse apresurado.
—Jungkook…
Una vez más reunidos🎉❤
Gracias por la espera😙
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