Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

⚔18⚔

Chanyeol no podía creer lo que sus ojos veían, estaba tan sorprendido por ver a su hijo entrenando a un grupo tan grande, que empezó a creer que era verdad y combatir con fuego era la manera de lograr un cambio ahí.

Lo primero que Jimin los puso a hacer fue calentamiento, seguido de ejercicio para poder tener condición, ya que estaba seguro de que ninguno tenía resistencia por la crianza que tuvieron y supo que tenía razón cuando notó lo cansados que estaban a la mitad de los ejercicios.

-Veremos que tanta determinación tienen para volver mañana, lo dejaremos por hoy.

-Usted es increíble, no tiene ni una gota de sudor -señaló Violet que estaba sentada en el suelo descansando junto al resto.

-Mi rutina es diferente y llevo haciéndola mucho tiempo, es normal que esto no me afecte.

-¿Cuánto tiempo nos tomará ser igual de fuertes que usted, capitán? -preguntó una de las omegas más jóvenes.

-Eso depende de ti, si te esfuerzas, no tardarás en incluso ser mejor.

La menor lo vio con sorpresa y sonrió entusiasmada, se fue con el resto, quedando sólo de nuevo y aprovechando para entrenar a su manera.

Más convencido de lo que sus acciones estaban haciendo en el pueblo, Chanyeol regreso al Reino Kim, con una mejor perspectiva de la situación y dejando que su hijo se quedará por más tiempo.

Su primo Tae empezó a ayudarle con los entrenamientos de los omegas mientras él hacía una lista con los nombres, debía llevar un registro de desempeño y vigilar la actitud de los omegas para asegurarse de que el objetivo de sus enseñanzas no fuera a cambiar y terminará saliendo un rebelde.

Ya había sucedido una vez, un omega lleno de rencor aprendió a luchar y mató al Alfa que le hizo daño, sólo que no se detuvo ahí, empezó a querer matar a cualquier Alfa que se le atravesara y tuvieron que encerrarlo.

Para Jimin no fue agradable enfrentarse a su aprendiz pero no pensaba permitir que su esfuerzo por convencer a los Alfas líderes de dejarlo entrenar y enseñar a más omegas a defenderse se fuera a la basura por omegas que no querían justicia, sino venganza y querer comportarse como los malos Alfas a los que detestan.

Sería más trabajo en ese reino por la misma razón, a todos esos omegas les faltan uno o dos dedos de los crueles castigos del anterior Rey, a excepción de los más pequeños, tenían razones suficientes para querer aprender a defenderse buscando venganza y tratará de convencerlos en caso de notar esas actitudes de obtenerla de una forma diferente.

Sin tener que manchar sus manos, él quería guerreros, no rebeldes.

-Era demasiado bueno para ser verdad que todo fuera tan sencillo -suspiró Jin.

-Es mi culpa, era muy pronto y yo decidí entrenarlos, tomaré la responsabilidad y aceptaré el castigo -hizo una reverencia.

-Levantate Jimin, esto no es tu culpa, éramos conscientes de esta posibilidad y tuviste las precauciones, pero no contamos con que fueran buenos ocultando su despecho, no se si sea un consuelo que sólo asesinaron a quienes les hicieron daño, sólo querían... Su propia justicia.

-No llegue a tiempo para evitar que se ensuciaran las manos.

-No lo ibas a hacer sin importar tu esfuerzo porque su objetivo era ese desde el comienzo -habló Tae -de todas formas tienes suerte que de tus casi treinta aprendices solo tres se revelaran.

Dos meses de entrenamiento era lo que llevan los omegas al cargo de Jimin, siguió entrenando al grupo y de forma sorpresiva incrementó un poco más, apenas les estaba enseñando la forma correcta de luchar con espadas, aunque sólo les daba de madera para practicar, sin dejar de observar cómo se comportan con un arma en sus manos.

Pero el día anterior al terminar, uno de sus aprendices se ofreció a ayudarlo para guardar todo lo que habían ocupado, como nada tenía filo, no le vio problema, notando mucho después que su baúl personal con candado había sido saqueado, faltaban varias de sus dagas, avisó a Jin y los tres subieron a sus caballos y se encaminaron a la casa del omega que se había quedado al final.

Encontrando que había asesinado a su propio padre, un Alfa que después supo, prostituía a su hijo cuando el Rey Jung vivía, cuando se resistió fue castigado y sus dedos meñiques de ambas manos fueron cortados por él, se había calmado con la llegada del príncipe Jin, pero el rencor en el omega no había desaparecido.

Cuando vio llegar a Jimin mostró la daga y bajó la mirada en señal de rendición.

-Lamento defraudarlo capitán, pero intento tocar a mi hermana menor y sólo tiene diez años, sino lo asesinaba pronto... no llegaría a tiempo la próxima vez.

-¿Dónde están las demás?

-Las tienen otros omegas que tenían las mismas intenciones que yo.

-Llévame con ellos -ordenó y el omega asintió, entregó la daga y corrió guiandolos.

Encontraron a todos en las mismas condiciones, con las dagas de Jimin manchadas de sangre, fueron los últimos tres quienes miraron al rubio con seriedad y se negaron a entregar las dagas.

-Ya asesinaron a quienes les hicieron daño, es momento de entregarlas -habló firme bajando del caballo y esperando que obedecieran.

-Todavía no capitán, faltan muchos Alfas por castigar y depende de usted decidir si los protege o podemos hacer justicia.

-Tu justicia no es correcta, deja que seamos nosotros quienes nos encarguemos de darles el castigo apropiado.

-¿Que castigo será?, ¿otra advertencia? ¡Eso no es suficiente!

-Debe correr su sangre para que se obtenga la justicia.

-Nos enseñó a pelear para eso, ¿no es así capitán?, dijo que teníamos que defendernos y hacer lo mismo con el resto, protegernos entre nosotros de los Alfas abusivos, eso es lo que haremos.

-Proteger significa que defiendan al débil y avisen a los guardias para que sea encarcelado.

-¡Los guardias también abusaban de nosotros!, ¡¿cómo se supone que confiemos en ellos?!

-Ellos merecen la muerte, no basta con cortarles las manos.

-Yo les di mi palabra...

-La palabra de un omega que lo ha tenido todo no es de valor para nosotros, es evidente que no ha sufrido así que no se puede comparar.

-¿Que no he sufrido? -repitió incrédulo y su mirada se endureció -¿porque crees que empecé esto?, vi morir y ser abusada a una persona importante para mí para protegerme cuando sólo era un niño, viví con miedo después de eso y nunca deje que nadie me tocará, pero ese odio y rencor se transformaron en fuerza y determinación para no permitir que nadie más pasará por lo mismo, su sed de venganza los está cegando y no pienso dejar que se destruya todo lo que e luchado, si hacen lo que piensan no serán guerreros, sino rebeldes, la misma basura que tanto desprecian.

-Que así sea -declaró uno de los tres omegas y atacaron a Jimin al mismo tiempo, alcanzó a sacar dos de las dagas que le habían entregado y detuvo el ataque que iba a su cuello y a su pierna pero fue herido en su costado, sin embargo...

Así como se lanzaron sobre él, fueron apartados y sometidos por el príncipe Jin y Tae, el tercero fue por el omega que los había guiado.

-Ninguno de ustedes tocará al Duque Jimin, en mi presencia, ustedes dos serán encarcelados por rebelarse y el que lo hirió será asesinado -declaró Jin.

-Jin...

-Es mi última palabra -habló firme.

El peso de la responsabilidad por esa vida que sería ejecutada cargaba sobre sus hombros, su olor demostraba tristeza pero no detuvo a Jin de castigar al omega, lo más duro de la situación fue tener que presenciarlo.

-Este omega será ejecutado, por herir al Duque Jimin, su capitán, en este pueblo no se toleran las injusticias, de Alfas y omegas, cualquiera que lo cometa recibirá el castigo respectivo por ello -dijo y levantó su espada- ¿te arrepientes?

-Sólo de no haberlo matado a él ni a todos esos malditos Alfas, ¡todos merecen morir, se irán al infierno! -gritó y Jin cortó su cabeza, el pueblo quedó en silencio, Jimin había mantenido su mirada al frente en todo momento.

-Era lo mejor, de lo contrario sonsacaria a más omegas para acompañarlo en sus malas acciones, tu entrenas guerreros, no rebeldes -habló Tae.

-Si se castigara a los Alfas abusivos... ¿sus corazones estarían tranquilos?

-No si son rebeldes que guardan odio en su interior hacía los Alfas en general, no sólo al que les hizo daño.

-Aquí tienen razones para odiar a los Alfas, casi todos son iguales.

-¿Por qué castigará a los Alfas por hacer algo que antes era permitido? -habló un joven Alfa tras de Jimin, el rubio volteo a verlo -ya no están haciendo daño a nadie.

-No perdona el daño que ya hicieron y la prueba es ese omega que no pudo olvidar.

-El pueblo se quedaría sin Alfas si hiciera eso, ¿tiene que ser la muerte el castigo?

-Las celdas se llenarían por meter a medio pueblo dentro entonces.

-¿Y esa es la excusa para ejecutarlos?

-Todavía no se decide que hacer respecto al castigo de los Alfas abusivos, por la misma razón que tu dices, pero los omegas quieren justicia y si no se les cumple terminaran matando ellos mismos a sus objetivos y podría todo terminar muy mal -respondió Tae.

-No debió enseñarles a pelear.

-¿Y que todo quedará como siempre? -cuestionó.

-No, pero era obvio que ellos no estaban listos para ser entrenados cuando todavía albergan malas emociones en su interior, primero deben ser sanados y darles la justicia que tanto quieren, aunque todavía falta que sea suficiente para ellos.

-Tus palabras son escuchadas y te prometemos encontrar una pronta solución a esto -aseguró Tae.

-¿Tu padre es también uno de esos Alfas abusivos? -no pudo evitar preguntar Jimin -prefieres verlo encerrado que muerto.

-Sé que no fueron buenas sus acciones pero no fue un mal padre, aunque sea difícil creerlo.

-¿Tienes omegas en tu familia?

-No -confesó y bajó la mirada -pero es todo lo que tengo...

-La última palabra es del príncipe.

-Pero usted es su omega y siempre lo escucha, se que puede influir en su decisión, así que le suplico por favor, que no permita que sean ejecutados.

Jin bajó y ofreció su brazo a Jimin para salir de ahí, el rubio aceptó el gesto.

-Haré lo que pueda -se limitó a decir y camino con sus primos al carruaje -dejaré de entrenar a los omegas.

-Creo que es lo mejor, lo siento Jimin, pero no están listos, usarán tus enseñanzas para propósitos distintos al tuyo y no quiero que te culpes por eso -habló Jin.

-El verdadero reto apenas empieza, íbamos muy bien porque olvidamos que el poder es peligroso en las manos equivocadas -Tae suspiró.

-Es...

-No es tu culpa -hablaron ambos hermanos al mismo tiempo sabiendo lo que el rubio diría.

-Iba a decir que es momento de pensar en una solución, dejarlos de entrenar es el primer paso pero muchos ya saben tomar un arma y si no hay una justicia pronto, lo harán por su cuenta.

-Encontraremos una, juntos.

Declaró Jin y los menores asintieron, combatir fuego con fuego resultaría más peligroso de lo que pensaron.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro