Capitulo 2: Un viaje inesperado.
Querida Itziar:
Mi madre ha estado preguntándome sobre ti múltiples veces recientemente, le he dicho que te encontrabas bien, igual de hermosa que una rosa bajo el rocío. Yo me encuentro perfectamente bien, gracias por preguntármelo en tu última carta.
Las flores están comenzando a florecer junto a la llegada de la primavera, te envío una campanilla lila que crecía en las afueras de la aldea y que me recordó a ti.
Espero nuestro reencuentro.
Aaron.
Itziar terminó de leer la carta de Aaron con una sonrisa y sintió el aroma de la pequeña flor seca. Guardó la carta y la flor dentro del sobre y se recostó sobre su cama para escribir una respuesta al elfo. Sobre el borde de la ventana se hallaba parado Rafiki que de vez en cuando revoloteaba alrededor de la habitación de madera y se posada sobre el barandal de la cama para picotear los pies de su dueña.
Por otro lado, Aileen, aún en la biblioteca, rompió el sello del sobre para abrir la carta. El cuervo graznaba sin descanso a su lado como si la apurara para que leyera el contenido del papel.
La tinta de la carta se encontraba levemente esparcida en algunas palabras, como si la persona que la había escrito estuviera en un apuro. También se podía notar que se habían escrito otras cartas iguales encima de aquella por las desigualdades de profundidad del papel que formaban palabras.
Aileen no se detuvo a pensar demasiado sobre esos aspectos mientras leía la carta, sus emociones cambiando rápidamente a desconcierto y preocupación.
Salió apurada de la biblioteca, chocando con Ice en el proceso.
—Aileen, cálmate ¿Qué sucedió? — preguntó Ice sosteniendo a su amiga por los hombros.
—Hay un reino cercano que dice estar en problemas, podrían haber sido atacados, debo ir a averiguar—
Aileen trató de seguir su camino, pero fue detenida otra vez por la chica albina.
—Cuéntame todo lo que sepas, te ayudaré—
Aileen no gastó su tiempo, le extendió la carta con información a Ice y la arrastro hasta su habitación. Ambas chicas se separaron para reunir unas pocas pertenencias, apenas un cambio de ropa y comida suficiente para dos días.
Bajando las escaleras se vieron sorprendidas por el resto de los elegidos que se hallaban en la sala de estar, esperando por ellas. Itziar estaba en un sillón abrazando a Boreal que estaba dormida, Leonoro y Aren se encontraban en una esquina del lugar charlando en voz baja. Por otro lado Sagitario se encontraba imponente en medio de la sala, su rostro denotaba seriedad, y con una sola pregunta logró que Ice y Aileen se sintieran como dos niñas regañadas.
—¿Se puede saber a donde están yendo? —
—Un reino vecino está en peligro, tenemos que ir a ayudarlo— contestó Aileen levantando la voz levemente.
—¿Y no planeaban decírnoslo? — cuestionó Sagitario mirando a ambas chicas de forma acusadora.
—No tenemos tiempo para esto, esas personas podrían estar en peligro— dijo Aileen dando un par de pasos en dirección a la chica de pelo color castaño.
Ice se interpuso entre ambas amigas para detener la discusión, tomó la muñeca de Aileen y la arrastro lejos de aquella escena con una mirada de disculpa para Sagitario.
Una vez en el jardín de la mansión Sagitario volvió a detener a Aileen al abrazarla, le susurro algo en el oído y la dejo ir.
Ice fue levantada por su amiga rubia y se sostuvo a su cuello sabiendo cual sería el próximo movimiento.
Aileen extendió sus alas y desapareció del lugar en cuestión de segundos. Apenas las nubes cubrieron todo rastro de las dos chicas Itziar salió de la mansión cargando a Boreal, quien aún estaba dormida, en brazos.
—Es Aileen, nada malo le va a pasar— aseguró ella en voz baja.
En verdad Aileen no era alguien que tomara desiciones sin pensar, pero la mente humana podía funcionar mal ante una situación de pánico.
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