capítulo 69
"Primer golpe"
La visita de Mükerrem y Dilruba a sus hermanos habían acabado, estaban felices de haberse visto, se extrañaban y habían prometido verse pronto.
"Duele tanto una despedida, pero duele más no despedirse"
Şivekar miraba la calida noche desde su balcón, siempre iba al mismo lugar para ver las estrellas, le recordaban tanto a su amado hijo Korküt, anhelaba verle una vez más y decirle cuanto lo amaba y sobre todo decirle que sentía tanto que su vida terminará de esa manera.
—Siempre vengo aquí con la esperanza de verle una vez más—dijo viendo el cielo.
—El siempre estuvo feliz de haberla tenido como madre—susurró Huricihan.
—¿Como está tu madre?
—¿Bien?—la miró — hay miles de formas de afrontar el dolor, y ella lo hace olvidando.
—No merece eso.
—Nadie lo merece.
—¿La pasaron bien?—sonrió Nur a sus hijos.
—Si madre, la extrañaba— sonrió Mustafa.
—Está cena es especial, celebramos el nacimiento de Aysel, mi hermosa hija—sonrió Bayaceto
—¿Y Nurbanu?
—Está con su esposo, no tardan —sonrió Nur—hay que comenzar sin ella.
Los dos príncipes se vieron y comenzaron a comer la deliciosa codorniz que les había preparado ömer, Nur les sonrió, recordó cuando los tuvo por primera vez en sus brazos, las sonrisas que le sacaron y las lágrimas que derramaron al no ver a su padre ahí.
Mentiría si dijera que no tenía esperanzas de ver a sus hijos en el trono, lo anhelaba, pero anhelaba más verlos felices y ver crecer a sus nietos.
—Siento raro esto—dijo Bayaceto tocando su cuello y Mustafa comenzó a vomitar sagre, Nur comenzó a gritar y Nurbanu ingresó alarmada a sus aposentos.
—¿Madre?
—Llamen al doctor, ayuda, por favor—gritó desesperada y Türgul paşa corrió en busca del doctor.
—Madre, hermana—susurró Mustafa—son lo mejor que me ha pasado.
—No pasará nada, nada—dijo Nurbanu tomando su mano
—Ya es tardé para nosotros—dijo Bayaceto sangrando de la nariz— hubiese deseado poder verte siendo madre.
—Las amo—susurró Mustafa y cerro sus ojos, el gritó que emitió Nur se escucho hasta el harén dónde otro alboroto se llevaba, también sus pequeños hijos fueron envenenados.
—Tu no Bayaceto, no me dejes sola, Hümaşah lo hizo, tu no—sollozo Nurbanu.
Al llegar el paşa con los doctores fue demasiado tardé, la crueldad de Gevherhan se había llevado a dos miembros más de la dinastía.
—Allah, que hice para merecer esto—gritaba Nur abrazando a Mustafa.—¿que hice yo de malo? ¿cuál fue mi pecado? Aaaahhh, Mustafa, Bayaceto.
—Madre, envenenaron a Bayaceto y a Mustafa, junto a sus hijos—dijo Mükerrem y Şivekar la miró con tristeza.
—¿Cuántos más allah?—negó —encargate de todo, iré con Nur.
—¿Nur?—susurró Muazzez
—¿Por que Muazzez?—sollozo viendo a sus hijos.
—No lo se—la abrazó—sólo deseaban ser felices, y ella les arrebato la sonrisa.
—Esto no se va a quedar así—negó y Mihrimah llegó a su encuentro, Muazzez se acercó a Nurbanu quién estaba hecha un ovillo en un rincón viendo a su hermano.
—No quiere despertar—susurró y Muazzez la abrazo.
—Ahora descansan en paz—le susurró—están en un lugar mejor, lejos de este odio, de la crueldad.
—No merecían morir así—sollozo— no así, no. —gritó y se aferró a los brazos de la rubia.
En la capital otra persona recibía las noticias con una gran sonrisa, ese día hubo un gran festejo, todas se preguntaban el por que, pero su única respuesta fue: por que me siento feliz.
La noche cayó en Bursa y con ello el dolor aumentaba, Nur que no había podido descansar alzó la daga que siempre la acompañaba en Topkapi y salió a hurtadillas del palacio hacía los establos.
Ya no había cadenas que la detuvieran.
Lo siento 💔
Dedicado a Schreave13
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