Capítulo 4

Houjo fue el primero en notar la presencia de la azabache-"¡Higurashi!"- llamo su atención moviendo la mano en el aire, los demás ayudantes también fueron a recibirá

Ayudaron a Aome a descargar el equipaje y llevarlas a su cabaña.

"Tienes suerte de que hubieran estas casas cerca, no son la gran cosa pero estarán más cómoda que en un carpa"- Houjo comento a los recién llegados

-"¿Es la única?"-pregunto mirando el interior consistía de dos habitaciones una pequeña cocina, toda la cabaña era hecha en madera.

-"Hay dos más, las cueles decidimos compartir con los demás, están a unos metros en esa dirección"-dijo señalando a la derecha- "ha y como las cabañas no tienen baño debes ir a un lago que esta aun lado de la excavación, lo hallaras enseguida"

Aome suspiro desanimada, al escuchar esto último-"¿y la excavación ya has ido a verla?"

"Sí, pero esta poco más adelante para llegar haya debemos usar el Yeep, el camino es algo desliñado"- dijo rascándose la nuca-"¿quieres que te lleve?"- pregunto mirándola

-"Sí, quiero detallar algunas cosas antes de comenzar ¿o ya han adelantado algo?"

- "No jefa estábamos esperando por usted"-

-"Bien, y Houjo no me llames así"- respondió ella resoplando molesta

- "De acuerdo jefa"- dijo una vez más y Aome rodo los ojos- "iré a encender el auto"

Una vez que este se fue llamo a sus hijos-"¡Shippo, Rin vengan un momento!"- segundos más tarde los pequeños aparecieron- "¿Iré a la excavación quieren acompañarme?"

-"¡Si!"

-"Bien, pero prométanme que no tocaran nada, especialmente tu Shippo"- ella dijo mirando al nombrado, este resoplo pero acepto finalmente lo que su madre pedía.

-"Está bien, lo prometo"- respondió cruzando los dedos.

"¿Pregúntale a nana si quiere ir con nosotros rin?"- ella asintió y se fue a la cocina, para regresar en seguida

-"Ha dicho que otro día ira, porque hoy quiere arreglar las maletas"- anuncio.

Aome se encogió de hombros, hecho un suspiro Kaede aun estando prácticamente de vacaciones, no dejaba de trabajar y se dirigió a donde estaba ya esperándolos Houjo, se subieron al auto y marcharon hasta la excavación, alrededor de 10 minutos después finalmente habían llegado, los ayudantes estaba ahí esperando por ella.

-"Ayame"- Aome saludo a la pelirroja que se acercaba, esta le entrego un cuaderno con toda la información que ella pudiese necesitar.

-"Parece estar todo en orden, no hemos tenido incidentes Aome, es un lugar tranquilo"-ella comento mientras miraba a los demás que se encontraban por ahí

-"Ya veo, bueno quisiera ver el interior de la cueva antes de empezar"

-"Es por aquí"- la condujo por una improvisada escalera.

-"Niños, quédense ahí enseguida regreso, Houjo por favor cuida de ellos"- grito desde el interior del cráter y de ahí Ayame la llevo hasta donde se encontraba la entrada de la cueva.

-"Solo por si acaso"- le entrego un casco y una pequeña linterna-"Y también te traje esta"- mostrando una cámara fotográfica.

Apenas camino un par de metro y ya vio algo que llamo su atención-"Esas marcas en las paredes..."- la azabache comenzó diciendo, mientras tocaba con una de sus manos las escrituras muy antiguas-"podrían tener más de 500 años, el tiempo las ha degastado, no puedo saber exactamente lo que dicen, tal vez sea hora de poner luces aquí dentro"- le dijo a su compañera, antes de tomar unas cuantas fotografías.

Sentía que estaba cruzando a través de una especie de pasillo, antes de encontrar la razón de este largo viaje-"Parece ser una tumba..."- ella murmuro mirando detalladamente aquel ataúd de piedra justo en el centro, con la estatuilla de una legendaria deidad a sus pies, si mal no recordaba, aquella figura era la de Kaguya-"¿Por qué estaría un ser místico e ese lugar, que relación tendrá con quien sea que este enterrado ahí?"- tantas preguntas, sin respuestas.

Otras fotografías fueron tomadas, y Aome se acercó hasta quedar frente al ataúd, saco lo que parecía ser un pincel, de entre sus herramientas, para seguidamente limpiar con este la superficie una vez que quito toda la suciedad, noto que al igual que en las paredes había algo escrito- "Era alguien importante, no cabe la menor duda..."- fotografió el grabado, camino alrededor buscando algo imaginario, tal vez un pequeño detalle que se le había escapado.

Ayame solo miraba a su jefa hacer su trabajo, no la interrumpía y no ofrecía ayuda, pues sabía que Aome era una experta, aprendió del mejor.

Toco cada esquina, absolutamente toda la superficie tratando de encontrarlo. Había algo que no le cerraba, principalmente aquella estatua, y sobre todo el raro ambiente que ahí sentía. Era como un rompecabezas con piezas faltantes. Luego se giró mirando a las paredes.

-"¿Puedes notar algo extraño Ayame?"-pregunto sin verla

Esta miro a su jefa, casi sin entender-"No"- respondió sincera.

-"Puedes ver algo aquí sobre esta pared"- señalando al frente

Centro toda su atención en dicho objeto, hasta entrecerró los ojos, pero era inútil ella no veía nada-"No, no noto nada extraño"

-"¿Cómo explicas el hecho de que estas dos"- señalo a sus costados- "Tengan pinturas y grabados, y esa en cambio esta tan limpia?"- finalmente comprendió lo que su jefa quiera decirle, ¿cómo algo tan grande y obvio podía pasársele de esa forma?-"Hay algo tras esta pared, te lo puedo asegurar"- apoyo el oído sobre ella, y golpeo suavemente-"Hn"

Ayame solo abrió y cerró la boca de golpe.

-"Se dice que lo esencial es invisible a los ojos"

-"¿Cómo no pude notarlo?"

-"A veces solo buscamos ciertas cosas, como una gran X señalando el tesoro"- la azabache sonrió, mirando a su amiga- "Dile a los demás que derriben esa pared pero antes quiero que lleven esa estatua a mi cabaña..."- ordeno mientras caminaba de regreso al exterior.

-"Ella es sorprendente"- dijo la pelirroja para sí misma.

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-"¡Muy bien muchachos no están de vacaciones es hora de trabajar!"- ella anuncio una vez ya estando fuera, su rostro se mostraba tranquilo-"Quiero 6 hombres adentro y los demás encárguense de afuera"

-"¡Si, jefa!"

-"Entendido"

-"Claro"

Fueron algunas de las respuestas que ella recibió- "Houjo te dejare a cargo por un momento"

Se acercó a sus hijos quienes estaban mirando entretenidos el lugar-"Debo llevarlos a la cabaña"

-"Pero yo quería ver el oro"

Sonrió por tan absurda idea-"Rin no hay oro ahí dentro"

-"¿Entonces qué es lo que hay?"

-"Aún no lo sé, pero cuando lo descubra prometo que les mostrare"- se agacho y acarició los cabellos de ambos

-"Está bien mami"- aceptaron a regañadientes, los subió al auto para llevarlos de regreso a la cabaña, unas ves que los dejo, regreso con su equipo.

-"Bien Houjo es hora de trabajar"- dijo a su amigo mostrando una sonrisa, tomo sus herramientas e ingreso al interior de la cueva-"Ayame ¿Qué han encontrado?"

-"Como usted dijo jefa, ahí otra habitación tras la pared"- respondió esta, Aome se acercó a para ver a través del orificio que habían hecho sus demás ayudantes-"Continúen, lo quiero suficientemente grande para pasar por el"- sin perder más tiempo su pusieron en marcha-"Houjo ven, quiero que me ayudes a abrir esto"- con una palanca de fierro lograron mover de apoco la enorme piedra que tapaba la entrada del ataúd, sin duda eran demasiado pesada así que llamo a otro de sus ayudantes para finalmente poder quitarla por completo.

Una gran nube de polvo negro se alzó ante ellos, perdiéndose en el acto, Aome sintió un gran escalofrío recorrerle el cuerpo pero no le dio importancia, estaba demasiada entusiasmada, ante sus ojos parecía estar el cuerpo de una persona-"Está muy bien conservada..."- murmuro asombrada.

-"Parece ser una mujer"- comento Houjo notando el largo cabello que esta tenia, y también por su apariencia física.

Con su linterna y unas pinzas detallo el rostro-"Al parecer murió bastante joven tal vez tenía unos 20 años o más..."

-"Me pregunto ¿Quién era?-

-"Tal vez una guerrera"- Aome murmuro, ya que tenía una armadura cubriendo su pecho

En ese momento Ayame se acercó a ver, noto las ropas que esta tenia-"Era una sacerdotisa, ve sus prendas... son las de una miko"

La azabache acredito la nueva información, y saco una nueva conclusión-"Eso explicaría la estatuilla, según se creía hace más de 500 años atrás, el ser enterrada en presencia de una deidad era signo de poder o de una valentía extraordinaria. Ayame ve si puedes hallar su nombre"

-"Si"

-"Bueno sabemos que es una mujer de unos 20 y tantos años, que aparentemente era una miko"- Houjo enumero los detalles que hasta ahora habían encontrado-"Solo nos faltaría saber de qué murió y podemos volver a casa..."- dijo soltando una sonrisa, sabiendo que era absurdo pensar que Aome se marchara con tan poca información

-"No seas tonto aún hay mucho por descubrir"- ella lo regaña pero sin dejar inspeccionar el cadáver.

-"Si, jefa como usted ordene"

-"Que no me digas así Houjo"

-"Está bien jefa"

-"Eres un caso perdido"- susurro por lo bajo, se aventuró a quitarle la armadura y gracias a eso descubrió algo realmente importante.-"Está intacta parece no tener ninguna herida"

-"Entonces si no la mataron ¿Por qué se murió?"

-"¡Midoriko su nombre es Midoriko!"- Ayame entro prácticamente corriendo y gritando aquel nombre a los cuatro vientos.

-"¿Solo eso encontraste?"

-"Hm, bueno logre descifrar algo de una batalla, y al parecer ella murió ahí..."