Capítulo 10

Aome había aprendido a predecir el tiempo, podía identificar cuando sería un día lluvioso, o si aria frío, pero sobre todo reconocer las horas que el sol le concedería para llevar a cabo su expedición, necesitaban suministro y la única manera de obtenerlos era revisando las zonas aisladas, aquellas que estaban sepultadas por escombros, vegetación y alimañas. No le agradaba la idea de exponerse a ella y a sus hombres de esa forma, pero los alimentos, las medicinas y las balas comenzaban a escasear.

Ellos caminaban a través de un cementerio de autos, y si Aome estaba acompañada como siempre por Akira y por supuesto también los tres integrantes nuevos, en cuanto a Ayame, Sota y Hakaku, estos debieron quedarse, tenían otros asuntos que arreglar.

-"Jamás he dudado de tu buen juicio Aome, pero estos sujetos no me inspiran para nada confianza"

La morena suspiro, deslizando la mirada hacia atrás, donde las tres presencias-"No tenemos otra alternativa"-murmuro-"Y trata de no insultarlos, estoy segura de que pueden oírnos perfectamente"-el siguió la dirección.

Y como si, hubiera sido descubierto Inuyasha frunció el ceño a lo lejos.

Akira le devolvió el gesto-"No es para menos con esas orejas"-farfullo, brindándole una sonrisa divertida.

Aome rodo los ojos, ella les entrego un radio enseñándole a Miroku como usarlo, y también había ofrecido un cambio de ropa, solo el monje acepto, ahora el llevaba un traje estilo militar y un chaleco antibalas.

En cuanto a los dos demonios, ella pensó en algo mejor, las modificó adecuándolas al tiempo actual, de esa forma llamarían menos la atención, aunque al demonio no le hizo ninguna gracia Aome prefirió no hacer grandes cambio con él, también les sugirió que no usasen la fuerza bruta al menos que fuera estrictamente necesaria,-"¿Dónde están los demás?"-inquirió pensativa, pasando la vista alrededor.

-"En el parque viejo"-respondió señalando con la barbilla la dirección-"Ya están informados, me costó convencerlos, pero al final se rindieron"

Ella se detiene cruzando los brazos sobre el pecho-"¿Y lo otro?"

Akira se inclinó hasta quedar a centímetros de su oreja-"No dirán nada"-susurro, a lo que la mujer asintió y retomo la marcha.

Minutos después, ella distinguió las figuras de Ginta, Renkotsu, Hakudoshi y Suikotsu, el aspecto de estos caballeros no asimilaba para nada lo que eran soldados, ellos lucían más bien como mercenarios, rudos y peligrosos, Aome no los culpaba, después de todo en el pasado fueron personas comunes, un médico, un abogado, un futbolista, quizás el único con servicio militar fue Ginta y su hermano Hakaku.

Ellos habían aprendido a sobrevivir, a través de desgracias.

-"¿Están listos?"

Los hombres asintieron, pero a pesar de esto ninguno la estaba mirando a ella, sino que estaban al pendiente de Sesshōmaru e Inuyasha quienes se mantuvieron a una distancia prudente, al contario de Miroku quien les dedico un saludo de cabeza con una afable sonrisa.

-"Por cierto Aome, el general le envía esto"-Ginta se acercó y le entrego una bolsa lo bastante grande y pesada, Aome la miro inquisitiva él se encogió de hombros, realmente no sabía que había dentro.

Finalmente lo abrió y sus ojos casi se salieron de sus cuencas.

-"Puta Madre!"-gimió Renkotsu

-"Eso sí que es un arma, no como la que tengo en casa"-agrego Hakudoshi.

Aome se congelo, la mano le temblaba mientras sujetaba el MSR Remington, que el general Kai le había obsequiado, después de tanto tiempo buscándolo, finalmente lo tenía por fin podía poner a prueba su destreza como francotiradora, no era la mejor pero tenía buena puntería.

Así es, Aome estaba deseando encontrar a alguien para dispararle, ajenas a la excitación los nuevas presencias estaban en un plano aparte, sin comprender la emoción de la joven azabache. Los demonios tenían curiosidad pero su orgullo era más grande.

La boca de Miroku formo una O, detallando el objeto desde su lugar-"¿Qué es eso?"-inquirió sin querer ser escuchado.

Sin embargo los mercenarios se giraron para verlo, con un claro gesto de "No me lo creo" o de "No debes hablar enserio"

-"Es un arma ¿nunca han visto una?"- Renkotsu dijo, sacando del bolcillo delantero un cigarrillo, lo encendió y dio una gran colada.

-"Es un tipo de arma muy extraña para mí, nuestros tiempos son diferentes"-respondió el monje con calma, mirando los círculos de humo que emanaron de su boca, flotado en el aire.

-"Es un fusil... de francotirador es un tipo de de precisión, que permite el disparo a objetivos a muy larga distancia"-explico brevemente Ginta, lanzando una inquisitiva mirada a los demonios, quienes estaban en completo silencio-"Se busca la mayor precisión posible en el disparo, para lo cual va equipado con una y utiliza munición específica para el arma que permita alcanzar largas distancias sin perder precisión de tiro"- finalizo.

Aome sonrió, mientras caminaba hacia los seres para enseñarles-"El MSR, es un arma de cerrojo accionado manualmente con un perno de bloqueo giratorio"-ella señalo con el dedo, cero y abrió la abertura un par de veces, el monje la veía asombrado-"Para facilitar el cambio de calibre, el cerrojo está equipado con cabezas de los tornillos extraíbles, con el las caras del perno ajustadas para calibres adecuados"-aunque no lo aparentaban los hermanos Taisho estaban concentrados en cada palabra que decía-"Las cabezas de los pernos tienen tres dientes de cierre radiales. El rifle MSR se basa en un "chasis" de aleación de aluminio"-golpeo suavemente la estructura, haciendo un sonido-"Que recibe un receptor compacto, unidad de disparador ajustable, empuñadura de pistola y culata plegable lateral totalmente ajustable"-ella lo hizo, le enseño cada parte del arma-"Los barriles de cambio rápido son de libre flotación en el interior del guardamanos tubular que está provisto de un número de carriles de accesorio instalables por el usuario del tipo Picatinny"-ella finalizo la explicación tomando una gran bocanada de aire, mientras una sonrisa de orgullo rompía en sus labios, Aome había pasado gran parte del tiempo estudiando, el arma era su favorita.

Parecía una niña en la juguetería.

-"Y no te olvides de la parte superior del receptor también está equipado con carril Picatinny monolítico utilizado para instalar equipos de observación (miras o visores de telescopios de visión nocturna)..."-Agrego Hakudoshi-"Ha y el equipo adicional incluye bípode plegable desmontable, y un silenciador rápido-"Desmontable que se instala sobre el freno de boca especialmente diseñada"-Aome rio, realmente dudaba si el monje había entendido algo de lo que dijo.

El no lucia confundido, pero tampoco relajado.

-"Sera mejor irnos"-ella dijo sin perder la sonrisa, mientras colocaba el peso del arma sobre su hombro y espalda, además contaba con una vieja pero resistente mochila Woodland desgastada.

...

La azabache suspiro, durante la mañana solo lograron encontrar algunas latas de comida de las cuales se podían distinguir sopas de tomates y judías, en cuanto a la medicina se tratase estaban en baja, solo hallaron pocos vendajes y una botella de alcohol.

Pero balas... ninguna.

La próxima vez tendrían que cambiar de zona.

-"¿Encontraron algo?"-cuestiono Ginta por el radio, pasaron unos segundos de estática antes de oír una segunda voz.

-"Perímetro Norte limpio"-Era Hakudoshi-"Voy en camino"

Se acentuó un breve lapso de sonidos entrecortados-"No, nada"-fue Miroku.

-"También el Sur"- agrego Akira.

Otros segundos de silencio-"Oigan muchachos, creo que encontré algo"-anuncio Suikotsu a través del radio.

-"¿Dónde estás?"-Ginta pregunto, mientras observaba el rostro de Aome, esta cargo su arma y la devolvió a su estuche.

-"Eh"-silencio-"Parece ser un centro comercial, es fácil de Hallar había un tanque en la entrada"-recordó-"Aunque esta algo oscuro"

-"De acuerdo, quédate donde estas"-esta vez Aome quien dio la orden.

No pasó mucho tiempo hasta que hallaron la edificación, para entonces ya se le habían unido Hakudoshi y Akira, Miroku ya se encontraba en la entrada del edifico semi-destrido en el cual estaba Suikotsu.

Ella observo al demonio por un par de segundos, él se percató y le devolvió la mirada, Aome debía admitir que el tal Sesshōmaru le causaba mucha intriga.

Fue la primera en atravesar, la enorme abertura que tenía por puerta, quizás fue producto de alguna explosión, sus pies tropezaron con una montaña de escombros, suspiro, la visibilidad era casi nula, por lo que encendió su pequeña linterna sujeta en la tira d su mochila.

Tal como lo imagina, absolutamente destruido, la madera mohosa incluso la de los muebles o sillas, ventanas rotas con pequeños restos de vidrio regados por el suelo a tan solo pasos de ellas, algún que otro objeto de utilidad, como sillones, telas, botellas de licor.

-"Suikotsu"-llamo a través del radio-"Ya estamos aquí".

Silencio absoluto.

-"¿Suikotsu?"-ella le dedico una mirada de total desconcierto a Akira, este le devolvió una desconfiada-"No responde"-susurro lo obvio.

El monje camino hacia ella-"¿Ocurre algo malo?"-inquirió con cierta preocupación.

Varios Clic-Clic llenaron el ambiente, Miroku vio con asombro como cada una de las armas fueron cargadas de inmediato.

-"Espero que no"-Le respondió Renkotsu sincero.

-"¿Inuyasha puedes usar tu audición?"-el hanyou le lanzo una profunda mirada, él no tenía intenciones de mezclarse en estos asuntos, el solo quería matar monstruos, Miroku lo observo con insistencia y no solamente el, sino que todos los demás sujetos e inclusive su propio hermano.

Bufo, pero sus orejas se movieron, hacia la izquierda-"En esa dirección, detecto algo"-casi gruñendo las palabras.

Aome dio la señal con un movimiento de cabeza-"Adelante y tengan los ojos bien abiertos, no sabemos quiénes están aquí"-Akira ordeno, mientras tomaba la delantera.

Ella se colocó frente a los tres y sonrió-"Gracias"-les dijo tanto al monje, como al mestizo.

Únicamente recibió una sonrisa por parte de Miroku, eso fue suficiente para dejarla satisfecha y regresar con los suyos.

-"Huele a humano aquí"-murmuro Inuyasha para su hermano, este simplemente asintió.

-"No interfieras"-demando-"Sus asuntos no son de nuestro interés"

Inuyasha asintió aunque no estaba del todo de acuerdo, el conocía la magnitud que la crueldad humana podría a llegar a provocar.

Luego de un rato de estar dando vueltas y llamando a su amigo, ingresaron a lo que podía diferenciarse como una cafetería, Aome sabía que Suikotsu aun estaba con vida, porque no había hallado ni sus pertenencias, ni ningún tipo de sangre o huella que les advirtiera de un posible peligro.

El lugar estaba libre de criaturas.

Inuyasha gruño y Sesshomaru frunció las cejas irritadas.

-"Miren nada más, la zorrita entrando al gallinero"-anuncio Hiten con burla, mirando desde luna saliente, al instante las puertas del local fueron bloqueadas, desde el exterior.

Aome le dedico una mirada de total desprecio.

-"¿Qué haces en mis dominios perra?"- Gruño el moreno, para seguidamente dar un salto y caer frente a ella.

Sesshōmaru frunció aún más el ceño.

La perra levanto una fina ceja-"¿Dónde está Suikotsu?"-ella ignoro sus insultos, lo cual molesto aún más a su contrincante.

-"¿Acaso no escuchaste?"-Acerco su rostro con la intención de intimidarla-"¿Qué haces aquí?"-Repitió apretando los dientes.

-"Fue una coincidencia"-se atrevió a decir Hakudoshi, pero Hiten le dedico una mano alzada, callándolo de inmediato.

Aome, no se movió, ni si quiera parpadeo-"Solo entrégame a Suikotsu y nadie saldrá herido"-siseo perdiendo la paciencia.

Hiten ladeo el rostro con el ceño fruncido-"¡Haru!"-gruño y de inmediato el tal Haru y otros dos más, cargaban el cuerpo inconsciente y magullado de Suikotsu.

Aome suspiro aliviada, solo estaba golpeado.

-"¿Y tú que mierda me miras?"-apunto con uno de sus dedos, la dirección donde Inuyasha y Sesshōmaru se encontraban.

El mestizo rio-"Te partiría en dos, mucho antes de que te diera cuenta"-gruño enseñando sus garras, están brillaron peligrosamente a través de la opaca luminosidad.

La azabache los miro de soslayo-"No, no interfieras"-gimió.

Una ligera sensación de terror lleno el cuerpo del moreno, pero se las ingenió para verse irrefutable-"No sé, que putas eres, pero no juegos conmigo"-amenazo, y luego su vista se fijó sobre Aome le sonrió ladinamente-"Quiero algo a cambio"-espeto.

Y Aome le lanzo una mirada de absoluto asco.

-"Infeliz, ni si quiera lo intentes"-siseo Akira, levantando su arma, pero fue detenido por la mano de Renkotsu, con un gesto de "Mira a tu alrededor".

Este rio-"Atrévete a dispararme y nadie saldrá vivo de aquí"-anuncio levantando los brazos, y de inmediato se vieron rodeados por varias docena de hombres, armados hasta los dientes.

-"No"-Aome susurro, maldiciendo internamente, su cuerpo vibraba por matar al maldito, no era una buena idea, no estando tan desprotegidos.

Hiten sonrió, y apretujo la barbilla de esta con fuerzas, la acerco hacia su rostro mientras le sonreía con perversidad, su lengua recorrió el largo de la mejilla de la joven y este acto enfureció a todos sus acompañantes.

El estómago de Aome se contrajo con asco, se separó con brusquedad, lanzándole un fuerte puñetazo al rostro.

Hiten, limpio un hilo de sangre que se escurría a través de sus labios, soltó una carcajada, mientras la miraba con los ojos brillantes de furia y algo más intenso-"Te gusta jugar rudo, he"-rio entre dientes.

Ella limpio el rastro de saliva con ayuda de sus manos-"Vuelve a tocarme y te parto la puta cara"-gruño.

Una nueva carcajada, lleno el ambiente-"Eres tan excitante, pequeña perra"-Aome le lanzo otro golpe, pero Hiten logro esquivarla moviéndose a un lado, se las ingenió para atraparla ente sus brazos, quedando cara a cara.

Y luego, los labios del moreno estaban sobre los suyos...

Sobre los suyos... y ella estaba paralizada, con los ojos abiertos, en toda su capacidad.

Y luego... un fuerte tirón la saco de su encierro, Hiten fue lanzado varios metros, hasta que fue recibido por la pared de concreto.

Aome gimió por la sorpresa de ver al Inu youkai parado a su costado, mientras la sujetaba del brazo. Su mente estaba tratando de procesar lo ocurrido, pero al parecer no fue la única sorprendida, el mestizo, el monje y todos sus hombres, estaban estupefactos.

Sus ojos se encontraron y ella se estremeció, lucia muy, verdaderamente molesto.

Con suerte Hiten no quedo inconsciente pero si mal herido, un sabor metálico lleno su boca parpadeo varias veces para sentarse en quien lo había arrojado.

El medio lleno su cuerpo por completo-"Toma tu mierda y sal de aquí"-bramo, escupiendo la sangre al piso.

Esa cosa no era humana.

Aome asintió saliendo de su ensoñación, con ayuda de Akira y Ginta tomaron al inconsciente Suikotsu, saliendo de ahí rápidamente.

Ella se detuvo de repente su respiración era agitada, tenía el ceño fruncido y sus manos estaban fuertemente apretadas a ambos lados-"¿Qué sucede contigo?"-­inquirió alzando las cejas, el demonio la miro fijamente­-"Pedí que no intervinieran"-recordó.

-"Malagradecida"-murmuro el hibrido soltando un gruñido.

-"Pues yo estoy feliz de que lo haya hecho"-Respondió Renkotsu cruzando los brazos por el pecho, Ginta también asintió de acuerdo.

-"Ese desgraciado se merece la muerte"­-Mascullo Hakudoshi entre dientes, sintiendo su sangre hervir-"Mira como dejaron a Suikotsu"-señalo, al susodicho quien comenzaba a recobrar la conciencia.

Aome bufo -"Ese no es el punto, este asunto no les concierne"

-"¡De acuerdo niña la próxima vez dejaremos que ese desgraciado haga lo que quiera contigo!"-grito Inuyasha exasperado, como odiaba la actitud altanera y arrogante de esta mujer.

-"No entiendes"-la morena negó, una dos, tres veces con la cabeza-"Puedo defenderme por mi misma"-la mirada de ambos se encontró, pero él no estaba diciendo nada y eso la enojaba -"¿Por qué te expusiste de esa forma?"-cuestiono.

El estrecho los ojos, y su boca paso a ser tan solo una línea-"Solo estabas perdiendo el tiempo"

Akira suspiro, en cierto modo debía darle la razón a ambos, pero la morena tenia cientos de motivos para estar molesta.

-"¿Sabes que lo acabas de hacer? Le diste un motivo para empezar una guerra"-ella dijo mientras pasaba una mano entre sus cabellos con frustración-"Siempre ha sido así, siempre hemos arreglado nuestras diferencia de esa manera"-ella estaba hablando, se estaba confesando lo que nadie más sabia y no le gustaba la forma en que la veían, juzgándola -"Es la única manera de mantener el orden y de proteger a las personas que quiero"-susurro-"Tal vez no te importe porque estoy segura de que jamás te has preocupado por alguien más, que no seas tú mismo"

-"No puedo creerlo"-Susurro Ginta, mirándola con una mezcla de asombro y enfado, Aome lucho por mantener su rostro limpio de vergüenza.

Las cosas que hacía, lo que había echo. Era para protegerlos a ellos.

-"Tú no sabes nada de mi humana"-siseo sin perder su serenidad, sin embargo el tinte de molestia en su voz era notorio.

Inuyasha gruño enseñando los dientes-"Debería asesinarte"-dio un paso adelante.

La morena se movió lo suficientemente rápido, para desenfundar el arma-"Ni se te ocurra, podrás ser una bestia pero esto"-refiriéndose al rifle-"Te va a doler"-finalizo apuntando directo al corazón del mestizo.

-"Calma. Calma Señorita"-Miroku intervino poniéndose en medio de ambos-"Por favor muchachos, ya hablamos sobre esto"-agrego sereno, Inuyasha bufo y le hizo un deprecio.

-"Porque tendría que ayudarla. Ya ves que no necesita de nosotros"-se quejó.

Aome lo miro molesta, aun sin guardar su arma-"No es verdad, solo les pedí que no intervinieran en asuntos humanos"-aclaro-"Cuando esas cosas parezcan podrán hacer lo que quieran"

-"Fhe, tonterías"

-"¡No lo es!"

-"¡Si lo es!"

-"¡No!"

-"¡Sí!"

-"Suficiente"-la voz del Inu retumbo en el sistema auditivo de todos, haciéndolos estremecer de miedo, a unos más que otros.

-"Fhe"

-"Ya Inuyasha, tratemos de guardar la calma y llevarnos bien ¿Si?"

El mencionado frunció el ceño-"¿Por qué debería?"-pregunto.

-"Porque de ella depende el que regresemos a casa"-recordó el monje con seriedad.

Continuara...

*Ahisssss*

*Este Sesshomaru si que es complicado de entender,

Ufff, ufff

dice una cosa, pero el hace otra*

*Aome tiene mas secretos de lo que imaginan*