Pasan dos meses desde entonces, Evan tuvo que acostumbrarse a tener voces en su cabeza que hablaban con él o discutían entre ellos y el tenia que escuchar y sin poder hacer nada porque una de las voces tiene tendencias homicidas y el otro es más formal y razonable, ¿a quién se le ocurriría combinarlos? Fue lo que se preguntó Evan.

Pero un día Evan decidió usar el traje simbiótico de Hybrid para vencer criminales, primero empezó con unos ladrones normales y se forjo una reputación, pero claramente nadie sabía quién era el, porque el simbionte rojo lo cubría por completo, aparte de protegerlo de proyectiles, balas, etc, también podía hacer armas filosas con la masa de su cuerpo y cualquier cosa que imagine, también dándole super fuerza, velocidad, agilidad, salto y de paso hacia el trabajo que la policía no hacia porque eran inútiles.

Ahora mismo hay un robo en un supermercado que se estaba llevando a cabo, los dos tipos tenía un pañuelo cubriéndole la mitad inferior de la cara.

Ladrón: Danos el dinero, rápido. (le apunta con la pistola)

El cajero muy asustado mete el dinero en la mochila.

Ladrón 2: rápido idiota, eres muy lento. (se acerca y lo golpea en la cabeza con su pistola)

El cajero cae al suelo con una pequeña herida en la frente.

Ladrón 2: quédate ahí, maldito. (le apunta con la pistola en una mano y con la otra sacaba el dinero)

Ladrón: después hay que golpear a este idiota por lento.

Ladrón 2: si, se lo merece.

????: ¿eso les gusta?

Una voz se escucha, pero los ladrones solo ven a unos cuantos clientes asustados.

Ladrón: ¿Quién de ustedes hablo? ¡díganlo!

De la nada desde el techo cae el mismo Hybrid, con Evan tomando el control desde dentro del simbionte.

Ladrón: (le apunta con su pistola) ¿Qué? ¿Quién eres tú?

Hybrid: ¿les gusta ver el miedo en sus caras?

Rápidamente agarra la mano del ladrón donde tenía el arma.

Ladrón: déjame o disparo.

Hybrid: ¿ah sí? (le tuerce la mano, rompiéndola)

Ladrón: ¡AAAHH!

Luego Hybrid lo lanza contra los carritos de compras, entonces recibe disparos en la espalda que no le hacen nada por estar protegido con el simbionte.

Ladrón: (disparando) maldito, maldito seas.

Hybrid: no seas tonto, chico. (convierte su mano en un largo tentáculo)

Y con ese tentáculo agarra la pierna del otro ladrón para luego lanzarlo contra unos estantes de productos, el segundo ladrón se levanta y le dispara también, Hybrid se acerca rápidamente, convierte su otra mano en una cuchilla simbionte y con ella corta el cañón del arma, para después agarrar del cuello al ladrón y estamparlo fuerte contra el suelo, haciéndolo escupir un poco de sangre de la boca, pero de nuevo el otro ladrón se levanta y le dispara.

Hybrid: ¿es enserio?

Corre hacia el malo, da un gran salto y con sus dos puños le da un potente golpe al ladrón, dejándolo en el piso muy lastimado. Pero una de las voces toma el control, agarra a ladrón de la ropa y lo levanta.

Hybrid (voz 1): te encanta ver el terror en ellos ¿verdad? ¿te sientes un monstruo? (habla con una voz aguda)

Pero luego Evan vuelve a tomar el control.

Hybrid: ¿Qué haces?

Cambia a la segunda voz.

Hybrid (voz 2): ya empezó otra vez este psicópata. (dijo con acento formal)

La gente asustada lo veían como cambiaba de personalidad y de voz tan rápidamente.

Hybrid (voz 1): este infeliz y su amigo merecen un castigo por sus crímenes y ya se cual será.

Vuelve a cambiar.

Hybrid: ya basta, déjalo.

Cambia de nuevo.

Hybrid (voz 1): debe ser castigado y yo sé cómo. (aun manteniendo sujetado al ladrón de la ropa)

Ladrón: (se mueve desesperado) no, suéltame, por favor.

Hybrid (voz 1): nunca, aquí no...

Siente a alguien acercándose detrás de él, con su otro brazo convertido en varios tentáculos agarran con fuerza al segundo ladrón que venía detrás de el con el hacha de emergencia y a este sujeto también lo levanta.

Hybrid (voz 1): ahora voy a ver en cuántas partes puedo romper sus columnas vertebrales, luego pasaré con sus brazos, luego con sus piernas y por último...

Evan toma el control otra vez.

Hybrid: ¡ya basta! Voy a bajarlos.

Cambia otra vez.

Hybrid (voz 1): Agh, nunca me dejan divertirme. (arroja a los dos ladrones por la ventana, rompiéndola en el proceso)

El héroe simbionte sale afuera y los dos malos huyen muy asustados y lastimados.

Hybrid: ¡y no vuelvan!

Voz 1: debiste dejarme jugar al cirujano con ellos.

Hybrid: ¿que hablamos de tus tendencias homicidas?

Voz 1: que las use contra quienes de verdad se lo merezcan.

Hybrid: eso es.

El héroe voltea y ve a gerente llegar.

Gerente: muchas gracias por ayudarnos.

Hybrid (voz 2): no fue nada, es el trabajo de todo héroe.

El agita su cabeza.

Hybrid (voz 1): ¿Qué? tu no hiciste nada.

Agita la cabeza otra vez.

Hybrid: aahh, discúlpeme.

Gerente: aaahhhh ¿ok? (confundido por su cambio de personalidad) ¿puedo hacer algo por usted como agradecimiento?

Hybrid: no hace falta, no hago esto por los premios...

Voz 1: tengo hambre.

Hybrid: ..... aammm, de hecho, si hay algo.

Mas tarde, vemos a Hybrid en la cima de un edificio mirando la ciudad con muchas barras de chocolate a su lado, junto con algunas envolturas de estos.

Normalmente la cara de Hybrid no tiene boca, pero cuando quiere una boca se abre en el lugar que corresponde para que el simbionte coma.

A veces una de las dos voces podía tomar el control del cuerpo sin avisar, pero como ya dijeron, solo lo pueden hacer cuando Evan está cubierto por completo en el traje simbiótico.

Luego de terminar todos los chocolates, Hybrid de levanta para irse de vuelta a casa, pero su celular empieza a sonar.

Hybrid: ¿ahora quién es? Debe ser algún trabajo al que postule.

Cambia otra vez.

Hybrid (voz 1): si no te aceptan, deja que les arranque la cabeza y les coma el cerebro con una cuchara.

Evan recupera el control.

Hybrid: no, jamás (descubre solo su cara y contesta) ¿hola?

En la llamada:

????: ¿hola? Evan, ¿Cómo estás? (habla una voz femenina)

Voz 1: ¡es Angie! ¡es Angie! (grito emocionado en la cabeza de Evan)

Voz 2: porfavor Evan, no la cagues.

Evan: (fastidiado por sus voces) holaaa... ha pasado tiempo.

Angie: ¿estas bien? Te oyes molesto.

Evan: no, no, es porque... emmm... estoy arreglando unas cosas en mi departamento.

Angie: aahh, debe ser estresante.

Evan: no tienes idea.

Angie: emmm...

Evan: yyyy....

Angie: ¿podríamos vernos en el restaurante en el que nos vimos la última vez? ¿recuerdas donde era?

Evan: si, aún recuerdo.

Angie: ¿estás ocupado?

Evan: aammm (mira su cuerpo aun cubierto con el simbionte) no, no, estoy libre.

Angie: ah ok, genial, nos vemos ahí a las 3:00.

Evan: si (sonríe) lo que digas.

Angie: ok, adiós.

Evan: hasta luego. (cuelga)

Fin de la llamada.

El suspira luego de colgar.

Voz 1: ¡al fin nos dará otra oportunidad!

Voz 2: será mejor que Evan no lo desperdicie.

Evan: que quede claro que no lo arruine, si mal no recuerdan, ella ya no quiso salir con nosotros porque estaba ocupada en su trabajo.

Voz 1: que importa, vamos de una vez.

Evan: dijo a las 3:00, aún son la 1:00.

Voz 1: que importa, a las chicas les gusta la puntualidad.

Evan: ¿tú me vas a hablar de chicas?

Voz 1: soy tu casamentero.

Evan: ¿un casamentero que casi le rompe el cuello y bebe la sangre de las arterias a un sujeto que trato de coquetear con ella?

Voz 1: que tiempos. (dijo orgulloso)

Voz 2: bueno, ¿Cómo mataremos el tiempo?

Evan: pues...

Estaba en la cima de un edificio y abajo ve a unas patrullas de policía persiguiendo a unos ladrones de un banco que escapaban en un auto.

Evan: creo que ya se cómo.

Voz 1: déjanos comer sus cerebros.

Evan: no, el chocolate fue suficiente.

Voz 1: grosero.

Evan: muy bien, a matar el tiempo. (su cara vuelve a ser cubierta con el simbionte rojo)

Luego salta en picada para ir directo hacia los ladrones.

Horas más tarde, luego de acabar con los ladrones y evitar que la personalidad psicópata de Hybrid les arranque la cabeza a los ladrones, Evan llega al restaurante vestido con unos pantalones jean normales y una chaqueta de cuero.

Voz 1: recuerda elogiar cosas de ella como su cabello, sus ojos, su ropa, a las chicas les gusta eso.

Voz 2: se respetuoso, pararte erguido y deja que ella tenga en cuenta que eres de los que escuchan.

Evan: (murmura) no como ustedes que no me escucharon antes cuando les dije que no hablaran a la vez.

Voz 1: dile que serias capaz de matar por ella a cualquiera.

Evan: no hare eso, ya cierren la boca.

Voltea a su derecha donde una pareja esposos lo miraban raro.

Evan: ah, no era a ustedes, lo siento. (camina rápido)

Pasa entre las mesas hasta que ve a Angie sentada casi al centro del restaurante, ella tenía el cabello castaño oscuro recién lavado y todo estaba puesto sobre uno de los hombros, llevaba puesto un vestido negro que se apegaba a su figura perfectamente.

Voz 1: ahí está, recuerda, no lo arruines o juro que nos arrojare por un precipicio.

Evan: (murmura) tranquilo, yo me encargo.

Se acerca y llega hasta ella.

Evan: holaaa, Angie.

Ella lo ve y sonrie.

Angie: hola, que bueno que llegaste.

Evan: dije que lo haría ¿no? (se sienta frente a ella)

Angie: siempre fuiste de los que cumplen su palabra.

Voz 2: aww nos conoce muy bien.

Evan: ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos.

Angie: si, fueron 3 meses muy productivos para mí.

Evan: ya lo creo, y te vez muy...

Voz 2: divina.

Voz 1: sexy.

Evan: .... muy bonita.

Angie: gracias (sonrie tímidamente) también te vez bien.

Pero de la nada llega alguien más, interrumpiendo el momento.

????: ahí estas Angie, disculpa por demorar.

El sujeto se sienta al lado de ella.

Voz 1: ¡¿Quién carajos es este idiota?!

Evan: (discretamente se cubre la boca con la mano) ¿recuerdan que les hable de mi amigo Jeremy? ¿el que conocí despues de retirarme del ejercito? Pues es su hermano.

Voz 2: disculpa mis palabras, pero eso es una mentira, es muy bonita.

Evan: (murmura con la mano sobre la boca) pues créanlo.

Jeremy era de la misma edad que su hermana, ella tenía 23.

Jeremy: ¡Evan! Hace mucho que no te veía.

Evan: también es un gusto verte.

Estrechan las manos.

Jeremy: ¿Angie ya te dijo?

Angie: iba a hacerlo cuando interrumpiste. (dijo un poco molesta viéndolo de reojo)

Evan: ¿decirme que?

Angie: ¿ya has encontrado algún trabajo?

Evan: no, he tenido muy mala suerte con eso.

Angie: pues resulta que mi madre busca un trabajador para que haga algunas cosas en nuestra casa, como el jardín, la cochera y esas cosas, sé que suena que serás algún tipo de empleado, pero creo que es un buen primer empleo.

Evan: ¿De verdad?

Jeremy: claro que sí, amigo mío. (dijo con una amplia sonrisa)

Evan: Wow, esto... esto es inesperado, gracias por la oferta, definitivamente la tomare.

Angie: genial, vienes a nuestra casa mañana ¿ok?

Evan: ok, gracias.... Yyyy... ¿eso era todo?

Angie: si ¿Por qué?

Evan: aaahhh por nada, solo digo estupideces (se levanta de la silla) nos vemos mañana.

Angie y su hermano solo lo ven irse. Mientras se aproximaba a la salida, la voz formal y caballerosa habla en su cabeza.

Voz 2: ella quiere estar con nosotros.

Evan: ¿Por qué dices eso? (caminando hacia la salida)

Voz 2: ¿no viste como venía vestida? El vestido hermoso, el cabello recién lavado y arreglado de esa forma, incluso unos pendientes brillantes ¿Quién se arregla tanto solo para ofrecer un trabajo?

Evan: no es cierto.... Espera ¿tú crees? No, no me importa. (dijo tratando de actuar neutral)

Habla la voz aguda y loca.

Voz 1: tu pulso se aceleró.

Evan: solo cállense. (se va del lugar)

Mientras tanto en la base militar que mantenía prisionero a los simbiontes.

Claire: ¡¿Cómo que aún no lo han encontrado?! ¡¿no ven las noticias?! ¡hay un sujeto vestido de rojo que hace tentáculos y esas cosas?! ¡es obvio que es el simbionte!

Soldado: es muy escurridizo, si supiéramos quien es el huésped, iríamos tras él.

Claire: ¡basura! ¡tienes suerte de que tengo a un colega en la ciudad que me ayuda con mis experimentos, porque si no, estaría más estresada de lo que estoy ahora!

Entonces llega un científico.

Científico: doctora Claire, la simbiosis funciono.

Claire: al fin una buena noticia.

El científico guía a la doctora hacia una ventana donde se veía una habitación con un soldado con armadura negra, algunas partes de la armadura aún se movían con viscosidad.

Claire: (sonrie orgullosa) lo logre, fue una unión forzosa, pero lo logre, otro éxito.

Científico: pero usted solo estaba quejándose casi todo el tiempo.

Claire: y tú eres muy chillón (lo empuja) ahora vete y déjame ver mi triunfo.

Se aproximaba un ejército de simbiontes de los militares.

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