Ingeniería
El reloj marcaba las diez con veinte minutos de la mañana, Youngjae termina de acomodar sus ropas, algo cómodo pero que lo hiciera lucir atractivo, nada fuera de lo normal. La ducha en la habitación aún se escuchaba abierta, lo que le provocó un suspiro, rodando sus orbes mientras toma su crema facial, alzando su voz al hablar.
“Amor, si el recibo de agua llega más alto este mes, ten por seguro que te haré pagar todo sólo” Soltó, masajeando su rostro y dejando que el hidratante se absorba. La puerta del baño se abrió, dejando ver al abogado entre los dos, quien soltó una risa divertida. Youngjae frunció su ceño. “No me hace gracia, ¡deja de gastar tanta agua!”
El pelinegro que apenas tenía una bata cubriendo su amiguito se volvió a reír, sacando la toalla y comenzando a secar su cuerpo, importándole muy poco su desnudez.
Bueh, cinco años de relación y dos de convivir juntos da demasiadas libertades.
“Mi amor, literal duré tres minutos con cuarenta y siete segundos” soltó con seguridad.
El rubio ahora aplicando una capa ligera de base en su rostro bufó una risa burlona.
“¿Cómo estás tan seguro?”
Juyeon caminó hasta él, apenas con su ropa interior ya en su lugar, dejando un sonoro beso en los belfos rosados de su novio.
“Porque es el tiempo exacto que dura la canción Simplemente amigos de Diosa Gabriel”
Youngjae no pudo evitar reírse, frunciendo después ligeramente su ceño cuando la alarma de su celular sonó, informando que faltaban quince minutos para las once de la mañana. Iban a llegar tarde.
Apenas colocó rimel en sus pestañas y un hidratante en sus labios, colocando su mochila con rapidez, no dándole tiempo a su novio de quejarse.
“Iré sacando el auto, si no estás dentro de él en treinta segundos, me voy sin tí, amorcito”
Juyeon bufó, prácticamente corriendo, porque su amorcito hablaba muy en serio.
Apenas tuvo tiempo de escuchar el motor rugir.
“¡Ingeniero de cuarta, espérame!”
♡♡♡
Deteniendo el auto frente a las afueras de la facultad de derecho, Youngjae no hizo más que mirar al frente, esperando con paciencia que su amorcito a.k.a traicionero saliera de su bebé. Dicho traicionero se pegó más que nunca a su asiento, mirando a su pareja con insistencia, ganándose luego de varios segundos, una mirada profunda y seria.
No pudo aguantar su risa, haciendo que el ceño ajeno se arrugara de más.
“¿Qué te causa tanta gracia, idiota?”
Ante el tono tosco del rubio, Juyeon tapó su boca, negando. Era demasiado gracioso.
“¿Te molestaste porque te llamé ingeniero de cuarta?”
No tenía que esperar para saber que efectivamente, eso había puesto a su novio de mal humor.
Y es que, ellos estaban más que conscientes de la rivalidad de sus facultades, y aunque fuera ligeramente tonto, no evitaba que de vez en cuando ellos tuvieran unos debates del por qué su carrera era mejor que la contraria, por ello, es más que obvio la razón de la molestia de Youngjae a.k.a ingeniero de cuarta.
El susodicho rueda sus orbes, con su lengua golpeando el interior de su mejilla.
Ugh.
“Ya salte de mi auto, corrupto”
Juyeon estaba por soltar una risa, colando su expresión seria. Ugh, cualquier broma menos esa.
El día parecía genial, pero todo indicaba que sería gris.
Aunque era el que más se controlaba en ese tipo de bromas, Youngjae sabía que había un límite, y cruzó dicho límite, por ende es el turno del abogaducho de pelear.
Este soltó un bufido en alto, abriendo la puerta del auto antes de soltar con su voz gruesa y seria:
“Al menos yo soy útil, ingeniero de cuarta”
Y aunque cerró la puerta y dió un par de pasos lejos del auto, Juyeon fue capaz de escuchar lo que su pareja le soltó.
“Hijo de puta, averigua si tu utilidad te dará un techo donde pasar la noche”
Y con su mandíbula marcada por la presión que ejercía, dió media vuelta, sonriendo falsamente a su novio, susurrando un “yo también te amo” que supo, su novio alcanzó a leer de sus labios, porque el dedo del medio que se le regaló se lo dejó más que claro.
Demasiado amor, pero parece que la rivalidad es cosa seria.
♡♡♡
Quedó claro que ese día ya era una mierda, ¿no? Porque de no ser así, Youngjae lo termina de confirmar, cuando llegando a su salón, el alboroto que había era increíble, y todo le decía que iba a empeorar.
Tan pronto se hizo notar, sus compañeros y amigos más cercanos llegaron corriendo hacia él, con sus manos detrás de sus espaldas como si le ocultaran algo.
Arrugó su ceño y sus orbes se entrecerraron. Ese día no podía empeorar, no, no.
“Suelten lo que sea que me ocultan”
Y aunque eran obvios, sus compañeros se vieron entre sí.
“¿Qué pensarías si otra facultad nos roba cien cascos?” Su mejor amigo Sunwoo es quien soltó esto, con su rostro serio pero lleno de algún aire extraño, sed de venganza quizá. Youngjae abrió sus orbes en grande, mas no lo dejaron replicar, porque inmediatamente otro de sus amigos agregó:
“¿Y qué pensarías de robarles sus mesas de ping-pong por venganza?”
No tenía que ser demasiado listo para entender esa indirecta muy directa. Iba a asesinarlos.
Sintió su rostro hervir, maldita sea.
“¿Quiénes fueron?” Es lo único que dice, sintiendo su celular vibrar en su bolsillo, mismo que ignora en totalidad.
Sus amigos se vieron entre sí antes de hablar.
“Los corruptos”
Y oh, jamás tuvo tanta sed de venganza.
Esta vez sí le echó un vistazo a su celular, apretando sus puños de la rabia, chasqueando su lengua ante el texto de su pareja.
♡Amorcito♡: Sea lo que sea, ni lo intentes
Antes de contestar, alzó su mirada, conectando ésta con sus amigos, sonriendoles con sus orbes chispeando.
“Hagamos a esos hijos de puta hablar por algo”
Y emprendiendo camino hacia su venganza, texteó una respuesta, no importando cuánto odió por mucho tiempo la rivalidad que se creía, tenían ambas facultades. Ahora quería vengarse.
No lo pensó demasiado.
Mi ingeniero fav♡: Intenta detenerme
Ah, el amor…
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