#4

— Espera Emilia— Grita Eros detrás de ella, pero era inútil ella no dejaba de correr.

— Déjame Eros, vete no te quiero ver— grito sin dejar de correr.

— Por un simple beso.

Emilia deja de caminar, se sienta en una banca que pegaba la sombra de un árbol enorme, enseguida Eros se sentó con ella.

— ¿Qué te sucede Emily? ¿Te da miedo un beso sin importancia?

— ¿Por qué me besaste Eros?

— Simple, tengo mucho tiempo deseándolo y hoy tuve la oportunidad y lo hice.

— Sínico.

— Hermosa.

—Bobo.

— Bonita

— Idiota.

— Frágil.

— Te odio Eros.

— ¿Por qué me odias? Según yo nunca te hice nada, simplemente te hacia enojar porque era la única manera que me hicieras caso.

— Deja de mentir Eros, Te conozco y se la clase de fichita que eres, no trates de verberarme, solo porque te quieres acostar conmigo.

— ¿De dónde sacas tanta tontería? Jamás he intentado nada contigo, mucho menos quiero hacerme el bueno para acostarme contigo, ni coquetearte.

— Bueno entonces porque andas diciendo cosas buenas de mí.

— Emilia no te entiendo la verdad, desde que estamos pequeños me odias.

— ¿Quieres saber porque te odio desde pequeña Eros Douglas? Te haces el inocente o que no te acuerdas que me trozaste mi muñeca preferida que me regalo mis padres, fue el último regalo de mi padre antes de morir.

Eros se ríe, Emilia solo lo mira sacada de onda, no entendía el comportamiento de él.

— ¿Por qué te ríes baboso? No me causa gracia, te la pasabas haciéndome la vida imposible.

— Éramos unos niños Emily, no puedes guardar rencor por cosas de niños, yo te molestaba porque te veías hermosa enojada, yo estaba enamorado de ti por eso lo hacía.

— Enamorado de mí y molestándome que tonto.

— Era un niño pequeño tonto e ingenuo que creía que así me ibas a pelar y si lo hacías te hacia enojar pero siempre estabas pensando en mi o inventando un apodo o insulto nuevo para mí. Era ganancia para mi Emilia.

— Además tú también me hacías muchas cosas, te acuerdas la vez cuando me robaste mi ropa deportiva.

— Era venganza, tú me has hecho cosas peores Emilia, comentaste a todos que era gay, publicaste mi número de celular me hablaron mujeres, hombres, viejas mayores, de todo y para quitármelos de encima, batalle demasiado, fuiste mala y cruel para hacerme esa broma.

— Te lo merecías bicho.

— Dices tú, dime algo.

— ¿Qué quieres? Echarme más mentiras.

— ¿Te gusto el beso?

— No

— ¿No? — Pregunta algo confundido, alzando las cejas y cruzando sus brazos recargándose en el árbol, mientras se paraba rápidamente.

— No me gusto, te pido por favor que jamás me vuelvas a besar ¿Sabes Porque?

Eros señala con la cabeza esperando su respuesta.

— Porque me das asco Eros.

— ¿Te doy asco? — Emilia asiste con la cabeza duramente con su mirada fuerte.

Eros se ríe, sacando de orbita a Emilia que solo bufaba mirándolo.

Eros se acerca a ella, le roba un beso mientras le metía la lengua a dentro de su boca, pero lo mejor de todo es que Emilia lo estaba disfrutando o bueno eso demostraba a simple vista.

Emilia rápidamente lo empujo molesta.

— Te dije que no me volvieras a besar, no entendiste que me das asco.

— no me parecía unos momentos antes cuando me respondiste el beso.

— Cállate, Calla tu boca.

— No me callare Emily, te hare enojar toda mi vida si es necesario, eres mi mayor pasatiempo.

— ¿Estás enamorado de mí? Sigues enamorado de mi noes así Eros, lo siento pero no siento lo mismo por ti, perdiste en esta ocasión pero hay muchas mujeres en este mundo, puedes tomar a otra para plato de segunda mesa.

— no digas tonterías, jamás sufriré por ti niña tonta, cuando era pequeño era ingenuo pero esta vez elijo muy bien a quien darle mi corazón no a cualquier persona idiota.

— Que bueno porque ya me estaba sintiendo mal por batearte.

Eros solo la miro negó con la cabeza para seguir su camino dejándola sola, lo cual provoco que Emily se sacara de onda.

Ella estaba acostumbrada que Eros siempre la perseguía para molestarla o decirle algún podo que la molestara, pero en esta ocasión no fue así.

— Eros — le grita Melissa a verlo preocupada. — ¿Qué fue eso? ¿Por qué la besaste?

— No lo sé Melissa, solo fue un impulso me dieron ganas y lo hice.

— ¿Te gusta?

— No lo se Melissa, es complicado cuando era niño estaba muy enamorado de ella, siempre la molestaba porque quería que ella me pelara y así fuimos acercándonos más siempre era para pelear o decirnos algún apodo o sobrenombre que se nos ocurriera en el momento para hacernos daño, nos hacíamos bromas para vengarnos de lo que nos hacia el otro, llegaron a hacer algo fuerte, cada vez fueron más y más hasta llegar el punto que nuestros padres nos castigaron y decidieron ponernos un castigo estar juntos todas las vacaciones teníamos 11 años, ahí le robe su primer beso y ella me odia por eso según ella porque le quite lo más preciado que podía haberle regalado al amor de su vida y en ese momento yo le comente que yo era el amor de su vida, ella solo se enojó más y me tiro agua sucia en mi cabeza mojándome completo, convivimos todas las vacaciones por dos meses pero solo logramos que nos odiáramos mas no pudimos llevarnos bien. Pero siempre tenemos esa rivalidad tirándonos indirectas.

— Eros deberían dejar de pelear y tratar de llevarse bien, ella si te conociera se enamoraría de ti eres muy bueno, amable, atento y caballeroso.

— Me la voy a creer si sigues diciéndome cosas bonitas.

— Sera la única que te diga cosas bonitas, porque le apesta la boca— menciona Emilia detrás de ellos escuchando la conversación. Eros solo la mira asustado que hubiera estado escuchándolos platicar.

— Escuchar conversaciones ajenas es de mala educación, pensé que eras muy correcta y hacías caso de todo lo que tus papis te educaron.

— Cállate Eros, no debiste mencionar nada sobre el beso que me robaste, lo bueno que no le has dicho lo peor.

— Lo peor— se queda pensando tratando de adivinar qué quiere decirle.

— Ahora no te acuerdas.

— Prima cálmate, solo fue un beso inocente de niños, el beso que se dieron ahorita ese sí que no fue nada inocente se veía mucha pasión entre ustedes dos, se nota que ambos lo deseaban desde hace mucho tiempo.

— Deja de decir bobadas, Eros moría por besarme pero yo no quería hacerlo le huele la boca.

— No le apesta nada Emilie— Menciona Melissa para hacer enojar a Emily la cual solo se quedó callada alzando la ceja con los puños cerrados con el impulso de tirarla y decirle que ese hombre era de ella pero se contuvo.

— Caíste en su trampa, otra que cae contigo Eros ya has de tener una colección de mujeres con la que has estado.

— No seas celosa, si quisieras solo fueras tú la dueña de mi corazón pero te chiqueas mucho.

— Hoy andas desatado con tus tonterías, es una más de tus bromas, ¿Dónde está la cámara? — Menciona alterada mientras le sudaban las manos.

— No es ninguna broma Emilie, claro que me acuerdo de eso como si hubiera sido ayer, nunca olvidare ese día será nuestro secreto para siempre.

— Que misteriosos, Emilia si no quieres a Eros regálamelo, yo si lo quiero para mí, me volvería loca con un hombre como él. — Lo mira con deseo mientras Emilia solo la mira seria con la mirada penetrante.

— Lo lamento pero el — Pero la interrumpe Eros.

Eros le roba un beso a Melissa, mientras observa la reacción de Emilia la cual no los ha dejado de ver seria y callada, solamente se les queda viendo pero al ver como Eros empieza a manosear a su prima no lo soporta.

— Basta dejen de besarse delante de los pobres, si se quieren comer váyanse a un hotel o a un cuarto pero largo de mi vista— les grita sin mirarlos.

— Sientes algo por mí no lo niegues, lo que vivimos tu y yo nunca lo vamos a olvidar es algo que yo nunca lo he hecho.

— Deja de repetir eso maldita sea— explota para después marcharse enojada. Eros la ve irse preocupado él siempre la ha querido.

— Algo que me tienes que contar amigo, debo conocer la historia para darte consejos porque ambos son unos idiotas para el amor, no dan una— suspira cansada de la situación de ambos, están enamorados pero no lo aceptan y disimulan que se odian.