Jerrie
Cuarto Beso: Jerrie.
Palabras: 600
Titulo: Noche de Películas
Perrie y yo acostumbrábamos todos los viernes quedarnos en casa para ver películas y platicar. Ambas compartimos departamento, su madre y la mía suelen ayudarnos a mantener el lugar en orden, éramos menores de edad pero ganábamos lo suficiente para ser independientes. Llegamos a embriagarnos un par de veces, pero nuestra maldad no sobrepasaba ese límite. En ocasiones, también nos acompañaban el resto de las chicas, sin embargo no las dejaban siempre ya que no vivíamos en la misma cuidad.
Una de las noches, todo parecía indicar que sería otro viernes tranquilo, pero pasó algo inesperado: no rentamos ninguna película. Sí, era algo catastrófico porque alrededor de ella se centraba casi toda nuestra diversión. Teníamos dos bolsas de palomitas y demás golosinas (era el día que nos dábamos la oportunidad de romper nuestras rigurosas dietas) y ahora ya no podríamos comerlas. Resignadas, encendimos el televisor y empezamos a buscar entre la programación algo de nuestro interés.
De pronto, Perrie se detuvo en un canal y ambas nos quedamos con la boca abierta: Eran dos chicas haciendo cosas.
Estábamos completamente petrificadas.
La pantalla nos ofrecía a un par de mujeres mayores (una rubia y una pelirroja), con cuerpos espectaculares —ya quisiera yo estar así, Sam no se resistiría a mí— que se acariciaban muy… muy íntimamente. Estaban completamente desnudas. Perrie y yo no pudimos despegar nuestra mirada de la televisión, nuestra curiosidad no nos lo permitió.
Cuando por fin salí de mi trance, busqué el control a tientas por la cama de Perrie, pero ella me detuvo.
—Espera… jamás había visto algo así.
Yo la observé extrañada, pero obedecí.
—¿Crees que Sam vea estas cosas? —musité apenada.
Sam es un famoso bailarín de Londres, nos conocimos hace poco, intercambiamos números, hemos salido varias veces pero todavía no hemos llegado a nada. Ni siquiera un beso, siento que estoy lista para tener un noviazgo con él pero tengo miedo. Nunca he tenido novio antes... pero el me gusta mucho, en serio.
—No lo sé, Jade —respondió mi blonda amiga, encogiéndose de hombros.
Continuamos viendo aquella película.
De pronto, sus jugueteos subieron de tono. La habitación se llenó de los quejidos provenientes de la televisión. Algo en mi interior comenzó a despertar. Mis bragas empezaron a humedecerse, pero no tenía ganas de orinar. No, era distinto, como una especie de cosquilleos ahí. La cara de Perrie era de pura concentración en la pantalla. Tuve ganas de preguntarle si a ella le estaba pasando lo mismo que a mí, pero me dio mucha vergüenza. Quizá yo era la loca y ella se burlaría.
Perrie apagó la televisión y yo le dirigí una mirada de confusión.
—Jadey, yo… —comenzó titubeante— me cansé.
—¿Te cansaste? —Repetí sorprendida— ¿De qué?
—¡De todo! —Exclamó angustiada— De esperar, de Sam… de ti.
—¿De mí? —Inquirí enfadada— ¡Yo no he hecho nada!
—Sí, has hecho mucho… —se acercó a mí y me besó.
Yo abrí los ojos como platos ¿Qué demonios estaba haciendo? Éramos amigas, pero en especial… ¡Éramos mujeres! Sí, las dos. Eso no era normal. No, no estaba bien. Intenté zafarme, pero ella me agarró más fuerte. Jamás había besado a alguien, porque estaba esperando que mi primer beso fuera con Sam. Y ahora… ¡Ya me lo había dado Pez! Apreté mis puños con coraje, no era justo. Ya no podría darle la cara a Sam.
¡Era impura para él!
Sus suaves labios presionaban a los míos. Tenía que admitir que… ¿Qué? ¿Qué me gustaba? Pues, bueno… la verdad es que sí. Empezaba a agarrarle gusto. Perrie besa bien.
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¡Al fin, Jerrie! Espero que sea de su agrado, se que hay muchas lectoras que tienen este ship como predilecto.
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