Harry se encuentra en una sesión de fotos donde esta utilizando un traje que probablemente cuesta más que la casa de algunas personas, sonríe para la cámara y sostiene las solapas del traje negro satinado, vuelve a hacer otra pose y mira de forma seductora a la cámara, su cabeza esta procesando las cosas que ha aprendido en estos años. La manera de pararse, la forma en que debe contar cada pose, las miradas que sabe hacer, lo que pretende que ama tener, como su sonrisa debe decir "este traje es lo que mereces porque es el mejor y tú también lo eres". El fotógrafo sonríe y separa la cámara dando a entender que ha acabado por hoy.

Harry se cambia a su ropa norma y se pregunta si hoy realmente me gustaría ir a esa fiesta, si en verdad esta preparado para más sonrisas hipócritas y caras falsas, sabe que no pero también sabe que de cualquier forma tiene que ir, porque prácticamente fue Mark Tomlinson quien lo puso donde esta ahora, así que si, se lo debe.

...

Louis se mira una última vez en el espejo y ladea la cabeza preguntándose que esta mal, como es que su padre se convirtió en lo que es, como dejo de ser la persona que él conocía y se volvió este... Este hombre de negocios. Como se volvió el hombre que tuvo la osadía de engañar a su madre y luego dejarla como si fuera un mueble viejo, un mueble que ya no le gusta o que ya no hace juego con el resto de la decoración, Louis aún no termina de entender que esta mal, que hizo falta o que estuvo de sobra. Tal vez más amor, tal vez menos negocios. Tal vez no haber conocido a Harry Styles.

Louis rueda los ojos mientras su mente le recuerda a aquel chico polaco que llegó tembloroso a la oficina de su padre. Pareciendo tan patético, incluso dando más vergüenza que el resto de los imbéciles ilusos que se encontraba aquella tarde en ese reducido espacio, su padre era un reclutador de Gucci, básicamente alguien a quien le gritaban cada vez que algo salia más. Lo disfrazaban como "agente de relaciones públicas", Harry Styles había sido una luz al final del túnel para Gucci, lo que estaban buscando. Louis lo seguía viendo como el chico patético de veinte años que sólo había tenido suerte. Pero había sido el primer grano de una montaña de arena que desencadenó terribles consecuencias para su familia. El poder que Harry le entregó a su padre fue el segundo de esos granitos de arena, ahora había una enorme montaña de idioteces en la que Louis debia mantenerse pretendiendo que le divertía, que le gustaba.

...

Harry camino por la casa, un montón de gente lo saludaba y él apenas y recordaba sus nombres, camino hasta el rincón más escondido y se paro a esperar que una tormenta lo sacará de ahí, cualquier desastre natural estaría bien en realidad.

- Estas en mi escondite, consigue el tuyo Styles - el rizado se sobresalto y miro hacia atrás encontrándose con el peor de los desastres

- Louis ¿Que haces aquí? ¿No deberías estar con Mark?

- Esta presentando a su nueva familia, yo soy viejo en esta casa así que...

- Sigues siendo su familia

- Una compatibilidad en el ADN no significa que él siga siendo mi padre ¿no te enseñan eso en Polonia? No, claro que no lo hacen, ahí solo hay futuras prostitutas y sueños rotos - Louis miro hacía otro lado - Claro que ahora se agrega a la lista modelos homosexuales patéticos - el castaño se alejo con esa sonrisa que Harry odiaba y que lamentaba haber idolatrado hace algún tiempo, la sonrisa engreída de Louis Tomlinson.

||Un año antes||

Harry se removia nervioso en el asiento, mirando hacia todos lados, observando a todos los chicos ahí. Todos siendo mejores que él, más bonitos, más lindos, con mejores sonrisas, mejores cuerpos, mejor autoestima.

Bajo la mirada y volvió a morder su labio ¿Que estaba haciendo? Esto no era lo que le habian enseñado, esto no era lo que debia ser, debia parecer pretencioso, confiado, seguro de si mismo, ni este chico tembloroso y avergonzado de si mismo. La puerta se abrió y de ella salio un chico de cabello castaño y hermosos hijos azules, llevaba puesta una playera de Adidas y pantalones negros, parecía molesto, tal vez algo cansado.

- Harry Styles - el rizado se levantó y camino hasta quedar frente al chico quien lo miro y sonrió - Es tu turno, no lo arruines - el chico lo guió hasta una habitación con paredes blancas y un enorme papel blanco en una pared, lo rodeaban luces y al frente una cámara.

Harry posó lo mejor que pudo y se sintió en su elemento, en su hogar, haciendo lo que le gustaba. Haciendo para lo que había nacido, el chico se quedó toda la sesión, sonriendo y alzando la ceja algunas veces, Harry pudo sentir su mirada cada minuto de aquel día, pudo sentir incluso cuando lo siguió hasta la salida.

Esa fue la última vez que vio a Louis sonreírle de esa forma.

Ojos azules y cabello rubio fue lo que lo devolvió a la realidad, un chico lo estaba mirando mientras sonreía, Luke Hemmings, Harry rodo los ojos mientras pretendía estar cómodo con el chico frente a él.

- Hola Luke

- Hola Harry, ignora a Louis, él es un idiota

- Lo sé - Harry sonrió mientras mordía su labio

Luke Hemmings era ¿Como podría llamarse? Ah si, un estorbo visual para Harry, siempre apareciendose frente a Harry en los momentos menos oportunos, sonriendo en un vano intento de parecer coqueto, para Harry era como ver a un niño de secundaria todo hormonal e inexperto, absolutamente no siendo Louis. Oh ahí estaba otra vez, Louis Tomlinson en su cabeza, siendo la razón de noches interminables de culpa y enojo, haciendo parecer a Harry como una chica de secundaria confundída, incluso ahí Louis Tomlinson tenia que ser mejor que su hermanastro, Harry quería llorar.

- Luke tengo que irme, si me disculpas - el ojiverde sonrió y se alejo sin esperar respuesta alguna, alguien lo tomo del brazo

- No pretendas que te alegra verlo - Harry mordió su labio y miro a Louis - esas sonrisas sólo me las das a mi ¿Que da claro? - el rizado asintió sumiso y se despegó del toque

Ahí estaba el Louis que aprendió a obedecer. Realmente era un enigma, siendo un imbécil desgraciado primero y luego un idiota celoso, Harry realmente se preguntaba si así de cambiante sería con todo mundo o si sólo él era el jodido problema.