01
Cuando Harry era pequeño veía a todas esas lindas chicas sonreír y caminar en las pasarelas, con ropa cara y extravagante, con sonrisas de um millón de dólares y brillantes accesorios, con enormes tacones y esa condescendencia engreída de quien sabe que tiene el mundo a sus pies.
Cuando cumplió quince años le pidió a su madre que lo inscribiera en una escuela de modelaje, su bella, cansada y desgastada madre que solamente le sonrió y acarició su mejilla.
Tres días después Harry comenzó con las dichosas clases, siendo el que más rápido avanzaba en todo, desde la forma de caminar hasta las clases de modales, pasando por el departamento de maquillaje y adorando las sesiones de fotos.
Harry sólo era un chico de dieciocho años cuando tuvo que dejar Polonia con una pequeña maleta negra en la que no cabían ni la mitad de sus sueños, cuando su madre murió tuvo que vender la casa para poder pagar un lugar donde descansará su inerte y frío cuerpo, con el poco dinero que le sobró consiguió un boleto hacía París, la ciudad de la moda donde conoció a Madame Leduc. Una señora que clase alta que se aproximaba a los cincuenta a la que ayudaba en los quehaceres de la casa a cambio de techo y comida. La mujer era una amante nata de Channel y Dior quien le enseñó lo necesario y lo ayudo.
Hoy Harry se encuentra vomitando en su apartamento mientras se arrepiente de haber comido ese último pedazo de queso. Y mientras vomita su almuerzo, se cuestióna que pensaría su madre o Madame Leduc de él ahora ¿estarían orgullosas de él? Probablemente no. Pero esta es la vida que eligió.
...
Louis rodo los ojos mientras veía a las personas en la mesa, su padre en la cabecera pareciendo imponente y arrogante, sosteniéndo la mano de su nueva esposa con orgullo, como si esa zorra fuera un trofeo. Del otro lado su estúpido y bien portado hijo con ese maldito peinado barato y su sonrisa de autosuficiencia, pareciendo menos idiota de lo que en realidad es.
Louis no estaba feliz, no estaba de acuerdo con ser parte de esa farsa pero debia pretender que le gustaba. Que era agradable, porque esa es una consecuencia de no acabar la universidad, terminas dependiendo de tus padres y de su disposición para ayudarte, incluso si eso significa sonreírle amablemente a la perra que provocó el divorcio de tus padres, incluso si eso significa actuar como el niñero de tu estúpido hermanastro.
Así que esa es la razón por la que Louis esta aquí, sentado rodando los ojos cada dos minutos y maldiciendo a ese trío de idiotas con palabras que nadie podría imaginarse que existían.
Es miserable y se pregunta si tal vez, en algún lugar existe alguien igual de miserable que él
...
Aquí el primer capítulo espero que les guste y perdón por haber tardado tanto. Los jamo
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