《Capítulo 2: Negocios》
Se estaba hundiendo. Quería nadar hacia la superficie pero algo se lo impedía. Estaba cayendo hacia el abismo negro del océano. Bajaba y bajaba, haciendo que la oscuridad aumentase a su alrededor. Ella llegó hasta el fondo, la presión que sentía en la espalda se lo indicaba, pero por alguna razón extraña, no perdía el aire, ni siquiera respiraba.
Miró hacia todos los lados, sólo percibiendo la nada, pero sintió una presencia extraña, que fuese lo que fuese, la estaba observando. De pronto, un ojo rojo, enorme y brillante, apareció en medio de aquella oscuridad para luego otro de igual forma manifestarse, ambos con una X como pupila.
Lo que resultó ser una bestia emergió a la superficie con gran velocidad. La chica estaba paralizada de miedo. Debajo de ella, ascendió una plataforma, llevándola a la superficie, y estando ya arriba, se levantó y miró a su alrededor. El cielo lucía gris, destellos de luz se daban entre las nubes, y aviones en llamas caían en picado al océano, que lentamente se teñía de un color rojo sangre.
No muy lejos de lo que resultaba ser una batalla en los cielos, había una ciudad que sufría la destrucción masiva de aquel monstruo gigante.
Mientras estaba distraída observando aquella escena de caos, alguien se abalanzó contra ella y agarró su cara, estampándola contra el suelo y haciendo que saliese un poco de sangre de su frente. Notaba algo puntiagudo lastimando su rostro, las garras de la criatura parecían luchar por no clavarse del todo al presionarla contra el suelo. Esta tenía cuerpo humano, y sólo distinguía que sus brazos, su pierna izquierda y la mitad de su rostro, estaban hechos de una materia oscura. Ella quiso ver el resto de la cara, pero la mano sujetando su cabeza le impedía ver. Sin embargo, podía ver su sonrisa, que revelaba un aspecto demoníaco a la vez que lágrimas brotaban de su único ojo visible. La criatura se disculpó, acentuando ese carácter sobrenatural al mostrar su voz. Alzó su otra mano contra ella, a punto de desgarrar su cara.
Pero pudo despertar a tiempo. Se sentó sobre la cama, agitada, como si hubiera corrido un maratón. Sentía cómo su corazón intentaba salir de su pecho. Abrazó sus piernas y bajó su cabeza.
(...)
David aún estaba dormido, incluso babeaba en su almohada. El día anterior su hermano lo había despertado para que le ayudara a sacar las cosas de las maletas. Estuvieron ordenando hasta la noche, y eso obviamente cansó al chico perro, que apenas tocando la almohada ya se había dormido.
Ya era de mañana y despertó, dando un largo bostezo. Por su audición aguda, pudo escuchar cómo su hermano mayor preparaba el desayuno mientras escuchaba música. De un solo movimiento se levantó de la cama para luego calzarse sus pantuflas con cabeza de akita inu.
Se dirigió a la cocina mientras procesaba su entorno. Estaba tan cansado el día anterior que no le prestó atención a lo que tenía a su alrededor. Vio cómo su hermano desayunaba, mientras que a uno de sus lados estaba su laptop reproduciendo una canción. Como era costumbre entre ellos, no se decían buenos días.
Nikyel, al ver a su hermano llegar, bajó un poco el volumen.
- Si mamá estuviera acá, ya te estuviera gritando por levantarte tarde - Comentó mientras ponía las tazas con mate cocido en la mesa - Hoy te preparé el mate cocido ya que nos despertamos tarde, para la próxima hacételo vos solo.
David hizo un gesto de queja hacia su hermano y se sentó en la mesa. La hora del desayuno no fue de mucha charla, ellos dos no conversaban mucho a la mañana. En esos momentos, sólo hablaban de las novedades de juegos o películas, y justo cuando hablaban de teorías de lo que sucedería en la próxima película de Star Wars, alguien hizo sonar el timbre de la casa. Nikyel señaló a su hermano y éste hizo lo mismo, pero otra vez lo volvió a señalar su hermano y éste también lo hizo otra vez. Luego de varias señaladas, Nikyel perdió el combate y fue a atender a la persona que estaba en la puerta. Al abrirla, además de cegarse por la luz mañanera, vio a una chica con un portafolios entre sus brazos y con una sonrisa brillante. Parecía ser ligeramente menor que él.
- Buenos días, mi nombre es Isabella mucho gusto - Saludó de una manera amigable y con gran sonrisa la joven.
- Uh hola - Correspondió con total naturalidad.
- Lamento molestarle pero... - Sacó un bolígrafo y su cara se iluminó por la emoción - Quiero avisar sobre algo.
- Uh claro... - Dijo mientras se rascaba la nuca.
- Bien, el alcalde de Lekter City, en unos días organizará una fiesta para los nuevos usuarios que se integrarán este año a esta ciudad, y como usted y su hermano son nuevos aquí, recibirán la invitación a esa fiesta y si quiere con otros acompañantes - Terminó de explicarle.
Nikyel trataba de escuchar todo lo que ella decía, pero se distraía con lo que pensaba dentro de su desordenada mente. Nunca podía estar en blanco, constantemente estaba pensando en nuevas ideas o en perfeccionar viejas. Era muy distraído.
- Y bueno eso sería todo. ¿Quieren ir a la fiesta?
- Eeehh... - Otra vez sus nervios entraron en acción - Eh... ¿T-te lo puedo decir después? N-no estoy... Ya sabés... No... Eh...
- Je je claro, si necesitas confirmar que vas a asistir, tienes que ir a las oficinas del edificio más grande de la ciudad.
El chico de rulos intentó agradecerle, pero su tartamudeo no le ayudó a decir una palabra. Ella se rió un poco al entender lo que pasaba y se despidió de él con una sonrisa y dándose la vuelta. Algo en ese joven le resultaba familiar.
Nikyel cerró la puerta y apoyó su espalda contra esta, para luego dar un suspiro de alivio. Al alejarse, vio cómo su hermano estaba al costado de la puerta, viéndolo con una cara de picardía.
- No lo digas - Le advirtió.
- Bueno, te dejaré tranqui... con tu novia.
En ese momento Nikyel intentó darle un golpe en la cabeza, pero fue esquivado con facilidad. Doge intentó burlarse de él, y de la nada misma su hermano tenía un cojín en la mano, proporcionándole un golpe en la cara al chico perro y luego dándole varios golpes consecutivos con la misma. Quedó tirado en el suelo, mientras su hermano mayor lo miraba enojado. Luego este último miró la ficha que apareció en la pantalla de su DMA.
------------------------------------------------------------
Nombre de usuario: SunBellGM
Nombre real: Isabella
Edad: 17 años
Altura: 1, 65 m
Nacionalidad: Mexicana
País natal: México
Apariencia: Su cabello lo lleva suelto o atado. De color castaño, lo tiene ondulado y al parecer le gusta adornarlo. Complexión equilibrada, tez medianamente blanquecina con muchos lunares, ojos color café y pestañas largas.
Después de presentarse con una sonrisa, la mayoría del tiempo lució seria. Sin embargo mostraba muy buenas maneras y se veía respetuosa.
------------------------------------------------------------
(...)
- Ah perro traes el omnitrix.
- Tío pero si ese meme ya pasó de moda - Dijo seria mientras tomaba un sorbo de su zumo - Hace mil años... Literalmente.
- Para mí sigue siendo gracioso Mid... - Respondió de mala gana, dando un bostezo mientras caminaba con pesadez.
- Voy a añadir en tu ficha que te van los memes mierderos - Dijo de broma mientras buscaba la ficha de su amigo en el DMA.
------------------------------------------------------------
Nombre de usuario: Kalamardo_guapo
Nombre: Belgor
Edad: *Clasificada*
Estatura: 1,57 m
Nacionalidad: *Clasificada*
País natal: *Clasificado*
Apariencia: Un niño de pelo castaño algo desordenado, ojos muy oscuros y piel morena. Nariz recta, muy levemente ganchuda, ojos castaño claro y almendrados.
A este pendejo le gustan los memes mierderos, como sus gustos en todo muajajaja.
------------------------------------------------------------
Ambos caminaban por la plaza, que estaba ubicada justo en el centro de la ciudad. El sitio tenía una gran variedad de árboles, diferentes juegos para niños y puestos de vendedores. El color blanco predominaba en el lugar, siendo de este color el suelo, bancos, y fachada de algunos establecimientos.
- ¿Sabes? A Sun la eligieron como organizadora de la fiesta para los nuevos usuarios - Comentó la chica mirando al frente.
- Oh guau, eso es maravilloso - Dijo con una voz monótona - Espero que le vaya bien, seguro lo hará genial.
- Sí, eso espero... - Al terminar de hablar, le dio un último sorbo y le ofreció a su amigo - ¿Quieres lo último?
De la nada, un cerdo mordió el brick de zumo de la chica y se lo comió. Ella empezó a regañarlo por su falta de respeto mientras Belgor se reía un poco. El animal pareció no escuchar a la chica y siguió masticando. Mientras lo hacía, se fue al lado de su dueño. Ahora ella le decía de una manera seria a su amigo, que tenía que educar bien a su mascota. Él la ignoró, se sentó sobre una nube que apareció de repente a su lado, a ras del suelo, y esta comenzó a flotar. Midnight se enojó por no escucharla, pero intentó calmarse antes de que algo peor sucediese. Miró al cielo en busca de tranquilidad... Miró el pequeño estanque en busca de paz... Estaba logrando calmarse de su fulminante enojo. Pero un empujón, que sintió en su brazo, la hizo volver a su enfado. Un hombre con traje pasó muy apurado, tanto que empujó a varias personas, y entre ellas estaba Midnight.
- ¡Joder! ¡Ten más cuidado hijo de puta! - Al ver al hombre no voltearse y disculparse, como si no le importara, otra vez le gritó enojada - ¡Que te den! - Exclamó mientras mostraba su dedo medio.
Belgor empezó a reírse de la situación. Midnight respondió con una mirada fría al contrario, al que no le hizo falta ni verla para darse cuenta y detenerse. No quería recibir un golpe por su parte.
La chica dio un leve suspiro e iba a reanudar su caminata, pero en el primer paso que dio, sintió que pisó algo. Deseaba que lo que fuera que pisó no fuera un chicle o heces de perro. Bajó su mirada al suelo, y lo que vio no era para nada lo que esperaba, sino un portafolios color negro con un símbolo en el costado. Un águila que estaba sosteniendo el mundo y que a su vez tenía un símbolo de dinero.
Belgor se acercó con curiosidad para observar aquel peculiar objeto.
- ¿Se lo vas a devolver?
- ... Bah no, que se joda, eso le enseñará a respetar a las personas.
(...)
Estaba mirando al vacío mismo. Tenía todo listo, el holograma de escritura, la trama de la historia, los personajes y su taza con cafecito, esta con forma de oveja. Lo tenía todo listo. ¿Qué era lo que le impedía al chico argentino hacer su historia? Fácil, no sabía cómo iba comenzar. Su mente imaginaba la trama, no el comienzo de la historia. Se apartó un poco de la mesa y miró hacia el techo. Quedó por unos pocos minutos así, hasta que una basurilla entró en su ojo y quedó ciego de ese por un buen rato.
Decidió salir de la habitación para ver qué hacía su hermano y para inspirarse sobre cómo sería el primer capítulo.
Al llegar al salón, vio a su hermano con el celular y sentado cabeza abajo de una manera ridícula. David, al darse cuenta de la presencia de éste, se sentó como debería sentarse una persona. Nikyel torció la mirada con hartazgo para luego ir a la cocina. Se quejó al ver que la basura estaba aún ahí.
- Lo voy a matar - Pensó irritado - ¡David, te dije que sacaras la basura!
El chico perro se golpeó la cara a modo de autorreproche y dejó el celular para ir a la cocina. Se quejó un poco y agarró la basura, procediendo a salir de la vivienda.
Luego de, literalmente, lanzar la basura al contenedor de mala gana, vio a un gato. Ambos animales empezaron a acercarse con una mirada intensa. El gato sacó sus uñas, el perro mostraba sus dientes. Eso habría acabado en pelea si no fuera porque alguien les interrumpió.
- Felipe, ven aquí, no vas a pelear con ese... eh... ¿Huma-perro? - No estaba muy seguro de cómo llamarlo.
------------------------------------------------------------
Nombre de usuario: Fn4F-WHITEREDBONNIE
Nombre: Randy
Edad: 15 años
Altura: 1,65 m
Nacionalidad: Peruano
País natal: Perú
Apariencia: Cabello castaño, un poco largo y desordenado, piel morena, varios lunares especialmente en la parte derecha de su cara. Nariz alargada y algo respingona, con labios delgados y ojos color café. Complexión delgada. No se ve muy fuerte.
Se acercó con actitud amigable, aunque pareció bastante confuso al verme...
------------------------------------------------------------
- Je je no íbamos a pelear. ¿O no gato? - Decía con una sonrisa fingida.
- A bueno pe - Dijo para luego agarrar su gato. Al hacerlo lo miro a él - Oh espérate, son los nuevos. Yo también soy nuevo acá.
- ¿En serio amigo? Re piola - Dijo David emocionado y feliz, moviendo la cola.
Nikyel salió de la casa y vio a su hermano con alguien. Parecía que ya estaba haciendo un amigo, típico de su hermano. Decidió no darle mucha importancia ya que tenía que hacer algo más importante, ir a comprar para la cena.
Gracias al GPS de su DMA, podía orientarse para encontrar la tienda más cercana. Al entrar le sorprendió que el establecimiento fuese bastante parecido a los del otro lado del portal en lo que a futurista respectaba. Sólo cambiaba en la estética, con un diseño más de neón. Agarró una canasta de la tienda, y en ese momento ocurrió, lo que para otras cosas no le pasaba, lo más molesto para él. Al momento de elegir qué comprar, su mente quedó en blanco. Estaba tan vacía como un desierto. Aun así avanzó hasta llegar a la sección de alimentos. Se debatía entre milanesas de pollo, tortilla de papa o un guiso. Estuvo parado frente a los estantes por varios minutos, y como no quería que lo vieran como si tratara de robar algo, apartó la vista y tomó lo primero que tocaron sus manos. El resultado fue un paquete de salchichas. No era ninguna de las tres opciones pero no se quejó. Luego de agarrar el pan y la mayonesa, caminó hacia la caja registradora.
Como el destino insistía en molestarlo, hizo algo inesperado. De repente, el local empezó a temblar como si una bomba acabase de explotar. Nikyel, al no poder mantener el equilibrio, se sujetó de algo... o más bien de alguien. Era una chica. Nikyel, al darse cuenta de esto, maldijo al destino un millón de veces. Pero no era hora de ponerse nervioso por una chica, era de ponerse nervioso por la repentina situación. La chica sintió las manos de aquel chico en sus hombros, no le dio mucha importancia. Ambos jóvenes se agacharon un poco. El temblor paró y Nikyel suspiró de alivio. Miró a la joven y vio que buscaba algo, unos anteojos tirados en el suelo, entonces los agarró y se los dio en la mano.
Ella muy agradecida, se los puso y miró a su alrededor para luego encontrarse con la mirada de aquel chico. La chica de pelo castaño sonrió en gesto de agradecimiento. Éste se ruborizó un poco y también sonrió. Ambos se levantaron y se dirigieron a la caja.
- M-mi nombre es Nikyel - Se animó a decir con cierta timidez.
- Oh... Mi nombre es Gastby - Respondió seria.
------------------------------------------------------------
Nombre de usuario: M_Gamez
Nombre: Gastby Gamez
Edad: 21 años
Altura: 1,75
Nacionalidad: Costarricense
País natal: Costa Rica
Apariencia: Cara un poco redonda, ojos grandes y adormilados con un tono avellana y con un poco de ojeras. Piel clara, cabello castaño muy claro, liso y largo con algunos mechones mal cortados. Un mechón de pelo le cubre el lado izquierdo de la cara. En cuerpo se puede decir fuerte o con curvas, con complexión normal. Tiene buen busto pero nada en la parte de atrás.
Es tranquila y fría. Parece simpática aun así.
------------------------------------------------------------
- ¿Eres nuevo? Porque nunca te había visto - Comentó aún seria, sin dejar de caminar.
- Uh... Sí sí, ayer me mudé a esta ciudad con mi hermano - Respondió dejando a un lado su timidez y algo de su miedo.
Luego de pagar las cosas que iban a llevar, salieron del local y se despidieron, para luego irse por diferentes direcciones. El chico de cabello desordenado se sentía satisfecho de que por lo menos habló con alguien sin sonar como un tonto.
(...)
Caminaba tranquilo por la calle mientras el sol se ocultaba dando paso a la noche. Estar en esa ciudad era algo fantástico y emocionante, pero eso no significaba que no extrañase el lugar donde pasó la mayor parte de su vida. Extrañaba los momentos en que su madre le enseñaba a cocinar, en donde en familia compartían una película, el cariño que se daban... Los ojos de aquel chico se humedecieron, haciendo que se escapase una sola lágrima antes de secarse la cara. Lastimosamente también estaban los malos recuerdos. No importaba lo que hiciese, nunca olvidaría ese momento.
Un sonido lo hizo volver a la realidad. Era algo metálico. Como un metal chocando contra otro. Al parecer provenía de unos pastizales. ¿Qué hacían unos pastizales en un entorno completamente urbano? No tenía ni la más remota idea, pero algo dentro de él le decía que entrara e investigara qué era aquello. Dejó las bolsas de compra en un lugar escondido para que no se las robaran y se adentró en ellos, dudando un poco de su decisión. Aun así la curiosidad lo alentaba. No fue tan lejos cuando encontró un árbol enorme en medio del lugar. Lo observó, parecía ser muy viejo, y una vez más, escuchó ese sonido. Provenía de dentro.
Caminó alrededor de éste en busca de algún agujero o abertura para entrar y efectivamente pudo encontrar un pedazo de madera que sobresalía, dando a entender que estaba hueco. Con mucho esfuerzo, pudo romper esa parte del árbol y entrar, alcanzando a ver unas escaleras en su interior que bajaban en forma de espiral. Con el valor que le restaba para seguir adelante, bajó por ellas.
Mientras más descendía más oscuro se volvía todo, así que tuvo que prender la linterna de su celular. El sonido de los metales se repetía y llamaba más la atención de aquel muchacho.
Al terminar de bajar, vio una puerta de piedra que parecía muy antigua, con enredaderas y musgo a su alrededor. Se acercó con curiosidad y cautela, observando cada detalle. Líneas curvas que luego terminaban en forma de espiral la tallaban. Al tocarla levemente con su mano, se abrió lentamente por un costado. Nikyel se sorprendió ante lo que veía. Un lugar muy amplio, todo hecho de roca con más maleza, estatuas de caballeros hechas de piedra. Las líneas que marcaban el suelo estaban hechas de esmeralda, oro, diamante y rubí, y en el centro de aquel lugar, había un círculo tallado en el suelo, que gracias a las hundiciones del propio tallado parecía estar desprendido del mismo. Entró al lugar con precaución, ya que basándose en las películas, esos lugares estaban plagados de trampas.
Otra vez ese sonido, solo que ahora se oía más cerca de él. Otra vez sonó, esta vez escuchándose en el círculo. El chico se acercó y se detuvo justo encima de un símbolo que parecía representar fuego. Otra vez sonó. Lo escuchó justo donde estaba él, aunque lo dejó desconcertado. No estaba debajo ni encima, ni a la izquierda ni a la derecha, sino justo donde estaba él. Una vez más sonó, y esta vez tan fuerte que dejó aturdido y casi sordo al joven. De la nada, imágenes misteriosas aparecían y desaparecían ante sus ojos. Una "x" roja, sangre derramada en la pared, una esfera color gris, personas de ese mismo color, con ojos grandes y oscuros... y una sonrisa perversa apareció.
Por alguna razón que no logró explicar, tuvo que usar todas sus fuerzas para poder retroceder. Su corazón latía muy fuerte, como si éste tratara de salirse de su pecho. Su respiración era agitada, y cuando el símbolo que estaba debajo de él se iluminó a un color rojo candente, sin dudarlo corrió hacia la salida.
(...)
Varios hombres entraban en una habitación bastante amplia, con una mesa rectangular y larga, para comenzar la junta. Estos vestían trajes anaranjado chillón, aunque había uno en particular que destacaba sobre los demás. Además de usar el traje anaranjado, llevaba un sombrero de gala que tenía un pequeño molinete. Su cabello era blanco y tenía una ligera heterocromía, siendo un ojo anaranjado, y el otro del mismo color pero más fuerte. Era el divertido y respetado alcalde de Lekter City.
Por otro lado, había alguien que no estaba vestido como los demás, usando un traje oscuro. Era el Señor Res.
- Bien, comencemos con esta reunión - Dijo emocionado el alcalde - Y bien, alcalde de Lahnom City. ¿A qué se debe esta reunión?
- Bien, hoy hablaré de un tema bastante... serio.
El ambiente no era para tomarse algo en serio en lo absoluto. El lugar estaba decorado con algunas plantas exóticas de colores muy llamativos, junto a adhesivos bastante infantiles. Eso le parecía irritante al Señor Res. Le daban ganas de quitar esos stickers él mismo. Tal vez lo hiciese luego.
- Como sabrán, yo me dedico a preparar muy bien a aquellos jóvenes que quieran dedicarse a trabajos formales, dignos de personas serias y maduras - Empezó a explicar con cierta retranca por la decoración, mientras caminaba alrededor de todos - Los jóvenes consiguen los mejores puestos de trabajo gracias a mí.
- Uh claro amigo mío, gracias a ti tenemos a los mejores en mantener la economía de varios distritos de la ciudad - Decía con una sonrisa.
- Sí, pero eso no me es suficiente - Dijo cerrando los ojos y preparando un cigarrillo - Nuestro mundo, fuera de este mugriento mundo de fantasía, es un caos. El dinero se reparte de una manera desigual para los diferentes países, la economía está a punto de colapsar en diferentes regiones - Al terminar de decir esto, abrió los ojos y sopló el humo de su cigarrillo - Últimamente no estoy recibiendo muchos estudiantes.
- Oh, es una pena... - Dijo sinceramente apenado por su situación.
- Es por eso que necesito su ayuda y algunos de tus espacios - Al ver la cara de confusión que puso el contrario, sacó un dispositivo plano y gris de su bolsillo. Lo puso en la mesa, y con un chasquido, éste se encendió, desplegando un holograma con fotos y mapas geológicos - Nuestros mineros encontraron justo debajo de esta ciudad, un mineral que podría ayudar en la economía de nuestro planeta. Sólo quiero los permisos para destruir algunos establecimientos. Le prometo que le daré la mitad de lo que gane - Su voz expresaba confianza, pero en verdad no tenía la intención de destruir sólo algunos...
- Pero... - Enseguida su expresión se tornó seria, y todos sus empleados al notarlo hicieron lo mismo, ya que no era común que él tomase esa actitud - Esas personas se esforzaron en construir esos lugares.
- Señor Walter, le haré una pregunta... - Su tono de voz parecía el de alguien hostil, pero eso no le daba miedo al alcalde - ¿Prefiere que la economía del mundo se repare o que quede arruinada sólo por no sacrificar simples puestos de trabajo? ¿Qué me dice? ¿Eh?
El contrario enseguida se levantó de su asiento y caminó hacia la ventana más cercana. Recordó la panadería que tenía con su abuela, que había pasado de generación en generación.
Entonces suspiró y miró con seriedad hacia el hombre.
- Perdón Señor Res, pero no puedo permitirle eso. Sólo le daré permiso para que pueda hacerlo fuera de la ciudad. Sé que tardará, pero prefiero que los ciudadanos estén contentos en donde viven - Dijo terminando con una sonrisa.
Sin razón alguna, el alcalde contrario empezó a reírse. Él no había contado ningún chiste. ¿Se habría vuelto loco? Del bolsillo, vieron que sacó una esfera metálica.
- Ay Señor Walter, es tan... inmaduro - Dijo realmente enojado - Déjeme mostrarle algo.
En cuanto terminó de decir esas palabras, lanzó aquel objeto hacia ellos. Éste titiló una luz roja, haciendo que todos los presentes se asustaran. El Señor Res les cerró las puertas de la sala y rompió el pestillo.
- ¿Aceptaron señor? - Preguntó curioso su asistente.
- Parece que sus mentes necesitan aclararse... - Decía con seriedad mientras se escuchaba a los hombres toser y tratar de escapar del gas que producía el pequeño dispositivo.
Dos guardias que estaban cerca, vieron todo lo que pasaba ahí e intentaron apresar al gran hombre. Su intento falló, ya que éste azotó sus manos contra el suelo, creando una onda expansiva y haciéndolos volar hasta una pared, dejándolos inconscientes.
Minutos pasaron hasta que el gas desapareció en su totalidad. Ambos hombres entraron a la sala. Las personas que habían quedado dentro parecían zombies sacados de una película en blanco y negro. Sus pieles eran grises, tenían los ojos muy abiertos y oscuros, sus miradas vacías y sin ninguna expresión.
- Bien... ¿Están de acuerdo en darme el permiso?
Todos los presentes asintieron al mismo tiempo, dejando un ambiente aterrador. Esa fue la junta más corta que tuvo el Señor Res.
Continuará...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro