Lathrodectus Mactans Web Log

24 de Diciembre del 2020, 9:11 p.m.

Los jóvenes han tenido un buen rendimiento el día de hoy, desde que Lyla se ofreció a enseñarle a los otros algo de parkour, han practicado en su tiempo libre. El terreno que ellos mismos liberaron se volvió en su área de práctica favorita. Son ágiles, aunque aún necesitan mejorar sus esfuerzos de combate a pesar de que pueden planear escapes con facilidad. A este punto ya se han acostumbrado a los efectos que el experimento les dejó, estamos a nada de los 100 días, hemos descartado que sus habilidades se disuelvan con el paso del tiempo. Las habilidades se han vuelto definitivas.

Para complementar sus estudios, les hemos conseguido material educativo variado y Ava se ha ofrecido a ayudarles algunas veces. Sin embargo, hemos anulado cualquier comunicación extraoficial, por ello no hay líneas telefónicas, ni de internet. No podemos arriesgarnos a que nos espíen desde SoftWeb, aunque desde que Max tomó posesión de la compañía se han vuelto casi obsoletos funcionalmente. Reitero, no pueden haber riesgos.

Lyla sigue siendo una líder innata por su ímpetu y capacidad de análisis. Sus exámenes semanales lo demuestran, no sólo es un tanto perfeccionista, también busca el bien sobre todo lo demás.

Lance ha mejorado notablemente cada día desde la ayuda que recibió de sus compañeros, además su conocimiento de cultura geek enriquece al grupo para comprender qué pueden o no hacer. Su esfuerzo para alcanzar a sus compañeros ha rendido frutos.

Lark ha explorado nuevos límites con su poder y, aunque juega demasiado todavía, es el factor sorpresa el que estará de su lado. Presiento que él, así como los demás, aún tienen más por explotar.

Han pasado 91 (noventa y un) días desde que despertaron, pero aún no es tiempo de dar el siguiente paso.

Doctores Aaron G. Kane y Ava K. Lives.

L A N C E

Casa de Reserva,

Sala de estar.

El reloj marca las diez de la noche, pero no hay apuro alguno por dormir. La sala está adornada con un modesto pero, a mis ojos, cálido y hermoso pino de navidad. Usualmente estas fechas eran para alardear de los logros anuales de mi hermano, soportando a familiares lejanos preguntándome por deportes, bolsa de valores y muchas cosas que desconozco, como esas personas a mí. Sin embargo, aquí estoy, hoy estamos todos en la sala, compartimos una bolsa de frituras y un refresco entre todos. Dejo de observar al reloj y centro mi atención en el Doctor Kane nuevamente.

—Sé que al inicio de esta locura extraña tuvieron muchas dudas sobre los orígenes y materias primas de la sustancia con las que el elixir fue creado —dice y observo con atención como observa a Ava antes de continuar—. Básicamente les dijimos que el material principal fue la decodificación del código genético de un gato. Pero lo que desconocíamos era qué tan especial este felino: su nombre es Nadie, según la placa que tenía. Y, tras meses de estudio, descubrimos que no proviene de nuestra dimensión.

La sala se queda en silencio y no puedo evitar sentir emoción, terror y nervios al escucharlo, ¿existe un multiverso?

—Como... ¿una dimensión alterna? —me animo a preguntar.

—Sí, más o menos —responde Kane asintiendo—. Aparentemente esta criatura tiene la habilidad de viajar en el espacio, teletransportarse, también suponemos que puede viajar entre líneas temporales. En el laboratorio discutimos mucho al respecto porque parece imposible, por mi parte dejé de limitarme a lo real desde hace mucho, francamente creo que esto es real. 

—¿Y qué pruebas tienen para asegurarlo? —pregunta Lyla, curiosa.

—Primeramente comparamos su anatomía y radiografías con las de un gato de su clase de nuestra dimensión —responde la Doctora Lives esta vez—. Los resultados arrojaron una pretuberancia en su estructura craneal; además de mostrar un cerebro de mayor tamaño, tiene mejores reflejos y control de sus articulaciones que un gato común. También descubrimos residuos terrenales entre sus patas y cabello, el contenido resultó ser altamente radioactivo. Las muestras fueron comparadas con Hanford Site y las playas de Somalia pero fueron no relacionables, ni siquiera con Chernóbil —detalla moviendo sus manos para denotar confusión.

—Y, ¿Qué hay del dueño? —cuestiona Lark—. Si Nadie tiene placa, es porque el dueño no quiere perderlo.

—Lo intentamos —responde Ava—. Pero los datos de vivienda le pertenecían a alguien con los mismos apellidos pero distintos nombres, y no reconoció al felino cuando lo mostramos. Además de que el número telefónico, desde el primer intento, era inexistente —explica ella—. Y es por ello que creemos que viene de una línea temporal alterna, o del futuro tal vez. Eso explicaría muchas cosas, tal vez en el futuro el dueño del gato es nieto o bisnieto del hombre que vive en la dirección de la placa, también significaría que la ciudad sería más industrial y que encontraríamos más aplicaciones nucleares en la vida cotidiana, por eso las muestras inconclusas de tierra.

—Efectivamente, lo hemos pensado. Así como pensamos que los mandatarios nos ocultan más información, pero eso no significa que debamos adelantarnos, aún queda mucho por saber de este espécimen —finaliza Kane.

Los chicos nos vemos confundidos entre nosotros, pero hasta cierto punto lo comprendemos. Cambiamos de conversación y seguimos platicando hasta la hora de la cena. No podría pedir más que este combo de pollo frito y cerveza, sólo para los mayores de edad.

L A R K

Casa de Reserva,

Sala de estar.

Sigo sin creer que sólo me hayan permitido tomar sidra, como si no hubiese tomado peores cosas antes. En fin, Lyla se terminó lo que quedaba en la botella así que me siento en la sala. En seguida vienen los demás, resulta que los doctores nos tienen otra sorpresa.

Aaron toma de la mano a Ava y veo lo bien que lucen juntos... espera. No es cierto, ¿será?

—Ava y yo decidimos... — comienza Kane. Mierda, mierda, what?

Mi asombro lo interrumpe e incrédulo pregunto si se van a casar, imaginando que ella ya está embarazada y comenzarán una vida juntos... bueno, una vida diferente a la usual. Lyla y Lance ríen ruidosamente mientras los doctores niegan todo y separan sus manos.

—Uh, no, no Lark —responde Ava, evidentemente sonrojada, seguramente por el alcohol. No puedo creer que la cagué como siempre, los hice sentir incómodos.

—Ah... lo siento, el ship era inevitable —respondo hundiéndome en el sillón, abrazando un cojín para descargar la vergüenza en él. El doctor continúa con lo que decía.

—Para compensar un poco de toda la basura que les ha pasado y demostrar que nos importan después de pasar tres meses despiertos con nosotros, y otros siete en "coma". Ava y yo quisimos comprarles unos regalos. 

El gesto me hace reincorporarme a la conversación y Ava comienza a pasarnos cajas envueltas en papel de regalo mientras nos habla.

—No esperen demasiado, sé que no se compara con lo que han de recibir cada año en sus casas pero es lo mejor que podemos hacer con nuestros salarios. Después del recorte de personal las cosas han cambiado mucho, a mi parecer los Laboratorios están consumiéndose cada vez más —explica la Doctora con una expresión compleja en sus ojos, el rostro de Lyla muestra preocupación por el legado de su familia y me parece triste que se esté pudriendo la ciudad de esa manera. No me explico un recorte de personal en las empresas más grandes de Rain City.

Tomo el paquete con mi nombre en él y es más grande de lo que creí que sería. Los doctores nos piden que los abramos al mismo tiempo mientras Ava se prepara con una vieja cámara Polaroid. En serio parecen pareja, son como nuestros padres.

Arrancamos el papel decorado con una extraña sinfonía y la primera en sonreír es Lyla al encontrar una cámara fotográfica, ella comienza a contar cuánto ama la fotografía y les agradece múltiples veces. Después Lance comienza a hablar del videojuego antiguo que recibió, aparentemente es una versión funcional y original de una consola de hace tiempo, realmente lo veo emocionado después de tanto sin jugar uno puedo sentir su emoción. Finalmente, sonrío y los veo observarme, no puedo ocultar mi emoción al ver una máquina de coser, las lágrimas salen de mi rostro.

Podrás pensar que soy patético (y tendrás razón), pero no soy un ridículo. No es el hecho de que me hayan regalado una máquina de coser, es el hecho de que prestaron atención a mis banales conversaciones sobre Vogue,  ideas que tenía en la cabeza y cuando les conté todo de mí. No compraron un regalo caro al azar, me dieron algo que yo quería y necesitaba.

Lloro por que me entendieron, por que me escucharon. Finalmente fuimos escuchados, finalmente nos sentimos en familia.

L Y L A

Casa de Reseva,

Sala de estar.

La doctora Ava sacó una jarra de ponche del refrigerador pero no sé qué tenía porque me siento muy mareada. Sospecho que Lark le echó algo a la bebida porque el tequila de los doctores está vacío y escuché a Aaron quejarse porque era exportado.

La música de la radio me hace perderme entre luces parpadeantes y empiezo a bailar sin preocuparme de los alrededores, después se me unen Lance y Lark. A este punto no sé si bailamos o sólo giramos sin parar. Creo que estamos borrachos... sólo un poco.

Luego de un rato, estamos sentados en el suelo, discutiendo sobre la remota posibilidad de la existencia de ese gato.

—¿Cómo es posible que un gato de otra dimensión haya llegado? ¿Hay taxis interdimensionales?—pregunta Lance una vez. 

—¿Porqué usaron un gato? ¿Cómo le sacaron sangre? ¿Fue como "poop tenemos tu sangre"?—respondo yo preguntando. 

—Esperen... —dice Lark. —Si se llama Nadie, ¿cómo lo introduce a la gente? Imagina que llega un invitado, escucha ruido en la habitación y le pregunta al dueño '¿quién está ahí?' 'Nadie, nadie está ahí —relata y todos comenzamos a reír. Ese chiste fue muy estúpido.

Lark nos toma de los brazos y dice: —Esperen...—otra vez, Lance y yo abucheamos porque no queremos otro chiste torpe pero él señala a la figura que se posa frente a nosotros, es un gato negro con blanco.

Le llamo la atención a Lark por hacer sus tonterías cuando estamos ebrios pero me dice que no es su producto, que si no es una alucinación grupal entonces es real alegando que ni siquiera sabe cómo luce el felino.

El gato se aleja y los tres le seguimos hasta que se detiene justo enfrente de una esquina, el gato maúlla hacia el rincón y desaparece sin más, ¿qué demonios fue eso?

Confundida busco a la doctora Lives y le pregunto de qué raza es el gato del que nos habían hablado, ella responde que es un Gato Smoking, un tipo de gato callejero de pelaje blanco y negro que simulan un smoking. Asimilo las palabras con lentitud y repito varias veces la palabra Snowshoe, la raza del animal recordando lo que vi hace unos instantes.

¿Pero qué rayos?

Nadie, el gato.

¿Quién es? Pues Nadie.