A A R O N

Laboratorios Black Widow,

Elevador hacia el área subterránea clasificada.

El sol se puso hace tiempo atrás, Ava y yo bajamos en un elevador escoltados por dos guardias de seguridad, estoy seguro de que algo anda mal desde que vi a los hermanos entrar al edificio y pasar a los distintos miembros de los equipos de trabajo en pares. Por primera vez odio pertenecer al Crew número 10 de los 12 que hay, además de que las sospechas están definitivamente puestas en nuestro equipo de trabajo ya que tanto Nikolas como Nadie se encontraban bajo nuestro estudio.

Cerca de una hora atrás, el equipo de Eclipse y sus matones se retiró del lugar, dejándonos en manos de los hermanos quienes, por alguna razón, creen que tienen habilidades para la interrogación.

Al llegar al nivel indicado, las puertas se abren y nos dejan ver nuestra sala de juntas trabajando con la mínima energía. Algunas luces están apagadas, otras encendidas por lo que la iluminación es un punto medio entre escaza e irregular. Maximillian, Jonathan y Daisy se encuentran sentados en un extremo de la gigante mesa rectangular y revisan algunos papeles mientras cruzan nombres.

—¿Por qué no solo despedimos a todos? —bufa Daisy asegurando que fue lo que hizo en la mansión de sus padres.

—¿Eres idiota? —se queja Jonathan sin percatarse de nuestra presencia—. Lo último que queremos es darles razones para que nos delaten con los medios.

—Lo dices como si no le pagáramos a gente como Ryan Langdon para hablar bien de nosotros y a Eclipse para deshacerse de aquellos que no... —replica la rubia tintada pero se ve interrumpida cuando el hermano de Lance carraspea para después observarnos fijamente.

—Oh, son ustedes —expresa la señorita Newt con desprecio—. Apuesto a que son ellos, llévenlos con Eclipse y se acabó.

Daisy se levanta para recoger sus cosas dispuesta a retirarse mientras el hermano de Lyla gira sus ojos, harto de su actitud.

—Siéntate —le dice el pelinegro de ojos verdes—, no nos iremos de aquí hasta tener claro si hay un implicado o no.

—No te lo tomes a mal, Jonathan, pero ¿no debimos dejar que alguien más se encargara de esto? —se queja Maximillian sobándose la cien, probablemente por los efectos del alcohol.

Acomodo una silla y le ayudo a Ava a tomar asiento para después sentarme a su lado.

—Nadie dijo que podían sentarse —reclama Jonathan con seriedad.

—Muy tarde —respondo con apatía—. ¿O quieren que nos pongamos de pie para que sigan discutiendo en lugar de ponerle fin a este circo?

Daisy me mira como si hubiese dicho la peor de las ofensas y, a mi lado, Ava me toma del antebrazo lo que significa que debería de evitar ofenderlos. De todos modos, ellos ignoran mi comentario e inician una serie de preguntas sin sentido, empezando por nuestro trabajo en las Cosechas 14 y  12 entre otras cosas como las libertades laborales que poseemos que, a decir verdad, son pocas. Finalmente, después de preguntas sin sentido, cuestionan qué estuvimos haciendo la noche del 24 cuando los sujetos escaparon haciendo hincapié en que vivimos juntos de acuerdo a nuestro expediente al que solo el departamento de derechos humanos debería tener acceso y no ellos cuando se les de la gana.

—Se dan cuenta de que era víspera de Navidad, ¿verdad? —responde Ava con obviedad, articulando con sus manos—. Literalmente eran nuestros primeros día feriados en meses y la incompetencia de sus mandatos nos ha arrebatado el único momento de tranquilidad que podríamos tener.

Daisy y Max observan el filo de la mesa, ellos saben que es verdad pero al final el dueño de la compañía jamás sería capaz de admitir sus errores.

—¿Qué estás insinuando? —cuestiona Jonathan mirándola fijamente a los ojos. Esta vez soy yo quien toma a la castaña del antebrazo con suavidad.

—Que usted, Jonathan Hawk, es un inútil —respondo átono, para evitar que las palabras salgan de la boca de ella—. Y que es un poco extraño que usted sea el último en atender la emergencia de su propia compañía, llegue acompañado de alguien como Eclipse para después enterarnos de que la hermana de ese criminal ya estaba buscando a Nikolas Wine, no pasan ni siquiera veinticuatro horas y la misma Asesina de Rain asegura que el hombre que lanza fuego ha muerto, sin embargo, en vez de ir a recuperar el cadáver que nos permitiría saber si es un efecto secundario del láser y poder trabajar en ello como los laboratorios que somos, usted se queda aquí orquestando la cortina de humo más estúpida de toda la historia de estos laboratorios.

Los guardias de seguridad se acercan dos pasos pero, con un gesto, Daisy hace que se aparten. Maximillian observa a la mujer confundido, probablemente pensando en lo que dije lo que me hace sospechar que este cuento ha sido manipulado por Jonathan sin siquiera mencionarlo a los otros dos. Eso evidencía que, de todo este enrollo en las compañías, quien tiene la posición ventajosa es el pelinegro, dejando a los hermanos de Lark y Lance como simples esbirros.

—Creo que tienes razón, Daisy —escupe el ojiverde sus palabras con desprecio—. Muy probablemente estos sean los doble cara que deben ser enviados con Eclipse cuanto antes.

—¿Eso es lo único que tiene? —cuestiona Ava con molestia—. ¿Probabilidades?

El hermano de Lyla indica a los guardias que nos lleven a alguna de las celdas pero la hermana de Lark interviene poniéndose de pie—: ¡Alto!

Jonathan voltea a mirarla enfurecido, pero Maximillian secunda la postura de la rubia.

—Ellos ven algo que nosotros no, Jonathan —le enfrenta Daisy—. Nos han dejado en claro que estamos persiguiendo un objetivo invisible y debemos tener una charla, ¡ahora!

El pelinegro bufa con enfado y se dirige hacia nosotros sin importarle las palabras de la rubia—: No importa cuándo ni cómo, me encargaré de acabar con ustedes por lo que están haciendo. Terminarán siendo tan odiados e insignificantes como Handriver.

—¿Y de qué planea acusarnos? —le enfrenta Ava con franqueza— ¿De cometer todos sus atroces crímenes? ¿De experimentar horriblemente con animales y humanos? ¿O acaso planea procesarnos por realizar el láser que utilizó para asesinar a su hermana?

La sala entera se queda en silencio, Jonathan tensa su mandíbula y cierra los puños con fuerza; Daisy nos da la espalda y agacha la mirada, evitando contacto visual con cualquier persona mientras sostiene su bolso con fuerza; por otro lado, Maximillian se pierde en sus pensamientos.

—Lárgense —indica Jonathan con amargura en su voz.

Los guardias de seguridad nos escoltan fuera de los laboratorios en silencio mientras una discusión se desataba dentro de la sala de juntas, la imprudencia de las palabras de Ava resultó ventajosa, como si el resentimiento aún existiera en esas personas que carecen de sentimientos verdaderos, ¿sería posible que la culpa fuese una llaga para ellos? No estoy seguro de ello, lo que puedo asegurar es que esta vez Ava nos había salvado. No me sorprende viniendo de una mujer tan inteligente y humana como ella. 

Salimos al helado clima de la madrugada en Rain City, observo mi reloj y pienso en cómo demonios conseguiremos regresar a casa a estas horas. Ava se aferra a mi brazo mientras caminamos por la calle y noto que aún tiembla con nerviosismo.

—Estaremos bien —le digo cuando observo a un madrugador taxi y le pido que se detenga—. Gracias a ti estaremos bien.

Abro la puerta del automóvil para ella y subimos juntos, sigo pensando en lo que sea que los tiranos hermanos de nuestros chicos ocultan pero, ahora, me preocupa el bienestar de los chicos.

Tony Vask \\ 27.08.2021

Tal vez me odien por interponer un capítulo de los doctores en medio del lío que se traen los muertos-no-muertos pero a cambio les serví un poco de Ava Valientava, defensora de la vida.

¿Quisieran conversar de algún tema de la historia en específico? Trataré de responder todo xd.

Quiero aprovechar para agradecer a todos mis lectores porque el día de hoy... ¡la historia llegó a su primeras MIL vistas! Estoy muy feliz y conmovido por el amor que este grupo raro de superhéroes ha recibido y realmente espero que se queden conmigo para adentrarnos más a este peculiar universo. Queda poco para terminar esta historia, pero no este viaje que, afirmo, será una ruleta rusa de emociones.

Sin más que decir, nos vemos mañana.