Capítulo 14 | Jugando con fuego
L A R K
En algún lugar de Dayton, Ohio,
Automóvil de los doctores.
Estamos a un cuarto de hora para que sean las seis de la tarde, mi trasero me duele de tanto estar sentado y no nos habríamos retrasado tanto si Lyla y Lance no hubiesen discutido tanto tiempo sobre en qué lugar comer a medio camino. Anyway, estuvimos a punto de cancelar nuestra misión al ver que los doctores no nos volvieron a llamar pero preferimos terminar lo que iniciamos. Lyla a veces es un poco demasiado enfocada, ew.
—Chicos —trato de llamar su atención mientras Lance dirige a la pelinegra entre las calles conduciendo a una velocidad extremadamente lenta —Tengo una idea.
Lance bufa y yo chasqueo la lengua, quiero ayudar y no sentirme como el verdadero inútil aquí.
Durante el camino estuve trabajando en una nueva forma de proteger nuestras identidades: ¡con máscaras! Pero no unas cualquiera, claro que no, unas hechas por mí. Con mi habilidad creo la ilusión de que estoy portando la que acabo de diseñar. Ojos completamente negros y un antifaz negro ligeramente translúcido que termina en pequeñas tiras que se desvanecen, como si fuesen dientes de calavera. Algo muy dentro del concepto que busco.
—Hice esta máscara —menciono llamando la atención de Lance quien voltea, Lyla apenas me ve por el retrovisor por una fracción de segundo.
—¡A la mierda! —grita el rubio asustado—. ¿Qué carajos es eso? Queremos que confíe en nosotros, no que quiera matarnos.
—¿Qué dijiste? —le reclamo molesto y cuando él empieza a hablar de nuevo el interrumpo—, es que no se te entiende cuando tienes un pene metido en la boca.
—Sí, tú sabes de eso —responde sin siquiera voltear. Yo abro mis ojos en sorpresa dispuesto a replicar pero me veo interrumpido.
—Hey, hey, cálmense —nos chista Lyla revisando las entre calles y reduciendo la velocidad del automóvil—. ¿Cuándo insultarnos se volvió una opción?
Yo bufo porque a veces Lance puede ser tan irritante como un grano en el trasero pero aún así fue quien insultó primero. La pelinegra comienza a repetir nuestro plan de acción, haciendo hincapié en que mi habilidad será importante para convencer a Nikolas de que somos como él.
—¿Qué hay de las máscaras? —digo utilizando una ilusión para que Lance también porte una. Ella da un pequeño brinco de susto y ahí es donde me doy cuenta de que sí dan miedo. Nenitas.
—Guárdalas por si acaso, de todos modos no estamos en Rain City y nadie aquí nos conoce —sentencia Lyla. Suelto una pequeña risa, al menos las usaremos de reserva, ¡toma esa Lancho!
Lyla detiene el carro un par de cuadras atrás, cuando al final de la calle, aproximadamente por donde estimamos que se encuentra el hogar de los Wine, está un deportivo rojo estacionado. Es el mismo que nos había pasado en la carretera a toda velocidad.
—Es ese Maserati Alfieri —murmura Lance como si fuese una especie de trabalenguas italiano.
—Lark, ocúltanos —ordena Lyla al ver a una chica encapuchada con una desgastada sudadera gris salir del hogar de los padres de Nikolas y dirigirse al automóvil para dejar un maletín negro en la cajuela.
Concentro mi energía y me tomo un par de segundos para analizar lo que hay a nuestro alrededor. Inhalo profundamente y, con los ojos cerrados, dejo el aire fluir fuera de mi cuerpo. Miro a través de la ventana y observo que nuestro reflejo ya no se ve en los ventanales de la casa junto a nosotros. Sonrío y me concentro en deshacerme del ruido que pudiésemos hacer.
La encapuchada cierra el maletero y mira hacia los lados de forma descuidada, mostrando un rostro a medio cubrir por una mascarilla sobre su boca. De los pómulos hacia abajo lleva un cubrebocas de plástico blanco con apenas tres ranuras a la altura de la boca que le permitían respirar. La desconocida procede a subir al automóvil y manejar lentamente calle abajo, por donde nosotros veníamos. Eso era extraño.
Los chicos y yo bajamos del auto y Lyla entonces observa mi suéter, lo señala con curiosidad porque sabe que ha visto ese diseño de calavera antes, sonrío como si me hubiese atrapado con las manos en la masa al usar su dibujo en esto.
Nos acercamos sigilosamente a la vivienda #470, a unos metros de distancia un bochorno comienza a llamar mi atención porque justo pensaba en abrochar mi sudadera por la heladez del clima. Es entonces que un grito femenino de desesperación resuena desde dentro del domicilio. Una discusión se desata dentro de la casa y con una pequeña explosión las ventanas se fragmentan entre llamas de fuego.
—Chicos, tenemos que entrar —nos explica Lyla sin despegar la vista de la entrada de la casa—. En el momento en el que entremos, Lark, tomarás tu posición de vigía y protector para estar al pendiente de cualquier presencia extraña. Por otro lado, Lance, te encargarás de dar un rondín por toda la casa y asegurarte de que las personas puedan salir.
—¿Estarás bien? —pregunta el rubio al analizar que a ella le corresponderá hablar con Nikolas quien, a juzgar por los gritos, está alterado.
—Yo siempre estoy bien —responde la pelinegra, dirijo mi mirada hacia el cielo lejano y sé que no tardará mucho en anochecer. Detesto el horario invernal.
L Y L A
Dayton, Ohio,
Vivienda de los Wine.
No sé porqué tengo la mala costumbre de decir que estoy bien cuando no, pero está bien porque a como están Lark y Lance, necesitábamos una pizca de confianza en nuestro equipo. Lance atraviesa la pared con su habilidad y abre la puerta desde adentro, dejándonos ver un interior apagado que se encuentra cubierto de fuego en algunas esquinas, un árbol navideño en llamas y la alta temperatura que la habilidad de Nikolas está provocando.
Conforme nos adentramos, ruidos se vuelven presentes en el área de la cocina, son golpes y forcejeos. En medio de la sala hay un pequeño grupo de personas escondidas detrás de un sillón, es un anciano y dos pequeños menores a diez años sollozando. Con una seña le indico a Lance que se apresure a revisar el segundo piso, miro hacia la puerta entreabierta de la habitación de donde provienen los ruidos y veo a Nikolas mirando un cuerpo en el suelo.
—¿Qué carajos es esto? —susurra Lark acercándose a las tres personas y utilizando su poder para velarlas en invisibilidad.
—Necesitan sacarla de aquí, la va a matar —señala el hombre de tercera edad una y otra vez pero Lark le pide que guarde silencio y salgan del sitio cuanto antes— los demás están arriba, mi familia.
El castaño me indica que no se tardará en volver mientras escolta al trío lejos de las llamaradas de este lugar. No comprendo que fue lo que sucedió, hay algo que no encaja. Los doctores dijeron que él estaba un poco desbalanceado pero nunca me esperé esto, su expediente mostraba que se sometió a la experimentación para darle el dinero a sus padres. No tiene sentido.
Camino entre cenizas, polvo y destrozos hacia Nikolas, conforme me acerco lo veo de espaldas; se encuentra agachado junto a una chica desmayada. Miro un par de metros más al fondo y un cuerpo calcinado está estampado contra la pared, desprendiendo un asqueroso olor a cadáver. Él chico en una camiseta negra y pantalones de mezclilla solloza aferrándose a la mujer en vestido de fiesta, noto que el pelirrojo tiene algo enterrado en la espalda: una aguja.
—Nikolas... —llamo su nombre haciendo que se sobresalte— Estoy aquí para ayudarte.
—Ella me hizo hacerlo, ella me hizo hacerlo —repite él una y otra vez con su tembolorosa voz, no puedo evitar pensar en la enmascarada del Maserati rojo.
—¿Quién lo hizo? —pregunto tratando de entablar contacto con él, quien lentamente levanta su mirada para encontrarme con la iris de sus ojos encendida en llamas anaranjadas.
—Ella —sacude a la chica en sus brazos con desesperación mientras sus manos comenzaban a encenderse en pequeñas chispas—, Ella lo hizo. Me cambió, me reemplazó como todos en este lugar.
No tengo ni la menor idea de cómo proceder, aunque puedo entender su frustración al repasar su expediente en mi mente. Ha estado meses fuera de la vida que conocía y debió molestarle que todos hayan continuado sin él, como si hubiese sido una pieza remplazable en la vida que amaba. Así es como me sentí al pasar por las calles de Rain City, como si hubiese sido prescindible.
—Se olvidaron de mí ¡mi prometida se casó con otro en mi propio apartamento! —agita a la morena inconsciente en sus brazos para después observar el cadáver carbonizado en la pared—. Él nunca podría amarla como yo lo hacía.
¿Hacía...? No puede ser.
Las manos de Nikolas comienzan a producir llamas que envuelven a la chica en un tornado de fuego, sus gritos desesperados me obligan a reaccionar y trato de utilizar mi habilidad para alcanzarla y sacarla del fuego pero el calor me impide llegar a ella sin quemarme.
—¡Aléjate! —me grita él rebuscando entre el bolsillo de su pantalón para obtener una bolsa trasparente con pastillas y no deja de observarlas— Me advirtieron que gente como tú vendría por mí, aléjate.
El fuego me empuja fuera de la cocina y observo a Lark tratar de ayudarme con lágrimas en sus ojos pero solo le indico que corra la simulación que le corresponde. El pelirrojo ingiere tres de esos medicamentos mientras sale de la habitación ardiendo.
—¡Nikolas! —llamo su atención mostrándole mi mano que, adornada con las visiones de Lark, muestra llamas de fuego similares a las que él produce— Soy como tú, sé lo que sientes, ¡escúchame!
El pelirrojo sale de entre las llamas que envuelven la habitación y los gritos de la chica se detienen.
—Fuimos tratados por gente muy mala, nos mantuvieron cautivos por mucho tiempo y nos arrebataron nuestras vidas sin siquiera matarnos —le explico mientras mis manos producen chispas—. Fui enseñada a controlarlo, pude escapar de esa prisión y estoy construyendo una nueva y mejor vida, puedes venir con nosotros y podrás dejar todo este dolor atrás.
—¿Quién eres? —pregunta el consternado pirómano.
—Si te digo quien soy nos pondré a todos en peligro —respondo observando con atención la bolsa con pastillas en su mano izquierda. Sus ojos siguen encendidos, sus manos siguen produciendo chispas por lo que intuyo que se encuentra a la defensiva.
—No puedo confiar en ti —dice generando más y más flamas—. Alguien llegó antes que tú, alguien que me dijo su nombre, alguien que me dijo que vendrían a por mí, alguien que me dijo que estaba haciendo lo correcto y que me ofreció su ayuda.
—Nosotros también podemos ayudarte, Nikolas —replico observando las llamas que provoca—. Solo tienes que parar este sufrimiento, esta tortura.
—¿Tortura? ¿Qué sabes tú de tortura si no estuviste allí cuando mi cuerpo se pudría? ¡Nadie pensó en mi sufrimiento cuando mi cadáver se quemaba y pedía ayuda a gritos! Nadie se preocupó por mí cuando terminé solo en las calles y cuando busqué a la familia que amo, esta ya me había dado por muerto.
Un par de golpes secos se escuchan en el segundo nivel así como distintos gritos ahogados... Lance está allá arriba.
El hombre, cubriéndose cada vez más en llamas, observa las escaleras y cuestiona qué hemos hecho. Nicotine corre hacia la escalera pero inmediatamente Lark utiliza una visión para borrarlas y hacerle creer que ya no están, cosa que funciona por solo unos segundos ya que utiliza una carga de fuego para volar al segundo piso sobre ellas.
Sin pensarlo dos veces, corro hacia el segundo piso con el castaño pisándome los talones.
—Lyla, ¿qué mierda vas a hacer? —me cuestiona con preocupación.
—Somos un equipo, no podemos dejar que Lance haga esto sólo —le respondo finalmente—. Nicotine es hostil y nuestra prioridad es mantener a todos a salvo independientemente de lo que tengamos que hacerle.
Llego al segundo nivel, topándome con varias habitaciones destruidas. En cuestión de segundos escucho a Lance gritar así como a varias personas, ¿qué mierda le hicieron a este chico en los laboratorios?
Nikolas Wine con pastillas de dudosa procedencia, 2020.
Tony Vask \\ 26.08.2021
La semana pasada no hubo actualización salvo el Anexo 4 así que esta semana lo compensaré subiendo dos capítulos hoy, presumiblemente dos mañana y otros dos el sábado, ¡yay!
Fun fact: Quedan sólo cuatro capítulos para acabar con el arco argumental de Nicotine, ¿no es emocionantemente aterrador?
Por cierto, el próximo capítulo hablará de los doctores un par de horas antes de que todo este pex se desatara en Ohio. Se los explico de una vez para que no vayan a confundirse y asím.
Además les digo que las pastillas son importantes, no solo se habla al respecto aquí sino también en PHENOMENA y en los siguientes capítulos.
Nos vemos en el siguiente capítulo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro