Capítulo 10 | Nikolas Wine
En Rain City y alrededor del mundo, familias celebraban las festividades decembrinas en armonía y tranquilidad. En el distrito uno, en Silk Hills, tres residencias multimillonarias permanecen en silencio, el polvo se resguarda en los pasillos y habitaciones vacías. Las casas que, en algún momento, solían iluminar el vecindario con las mejores decoraciones y fiestas de todo el distrito ahora se encuentran ahogándose en una lúgubre soledad. Dentro de cada una, un adulto se emborracha con las luces apagadas porque sí, habían logrado su cometido pero a pesar de estar dirigiendo las compañías de sus sueños, nada podía arrebatarles la helada infelicidad que permaneció tras pagar el alto precio que su codicia les exigió.
Mientras tanto, en lo más profundo de los laboratorios Black Widow, un pequeño felino bicolor se remolinea en su jaula tratando de retirar el collar electrónico que le impide salir de su prisión como solía hacerlo antes de ser capturado por un viejo amigo que le traicionó. Pero no se refiere al joven Handriver que se encuentra un par de celdas más atrás, sino a un criminal que anda suelto en las calles pretendiendo ser el hermano de una asesina. No espero que lo entiendas, no todavía.
Nadie, como el gato se hace llamar, empuja la pequeña caja en la que se encuentra hasta provocar que se caiga del alto estante en el que se encontraba. La puerta de la jaula, tras el impacto, se encuentra abierta por lo cual el animal sale con facilidad. Sin embargo, el collar tecnológico sigue intacto.
El gato rebusca en la oficina donde le tenían encerrado y encuentra un clip, bastará para deshacerse del candado que lleva el artefacto tecnológico solo si encuentra a alguien que le ayude.
Él solo jamás podría deshacerse del fastidioso metal alrededor de su cuello, necesita a alguien más fuerte de lo normal y en quien pueda confiar. Ese alguien es Axl Handriver, ¿quién mejor que el idiota que lo puso en Rain City en primer lugar? Lastimosamente, el pelinegro-peliblanco no sabe en qué celda se encuentra ese antiguo colaborador.
Nadie observa la estructura del área de celdas y descubre que sólo una de ellas está conectada directamente al ducto de ventilación, razón suficiente para decidir probar su suerte y descubrir si se trata de Manotas. Muchos pensamientos cruzan la mente del felino pero el único que prevalece es el recuerdo de su dueño, a pesar de tener todo el tiempo del mundo gracias a su habilidad de tele-transportación y viaje en el tiempo, los años que había pasado alejado de Kendall, su amo, se habían vuelto un hueco creciente en su pequeño corazón. Y no digo pequeño porque sea un hijo de gata, sino porque literalmente es pequeño... después de todo es un felino doméstico.
El gato salta hacia la ventila, sacudiéndose al sentir el aire helado que por esta pasa, seguramente quien estuviese en esa celda estaría muriéndose de frío tomando en cuenta la temperatura invernal actual más el aire acondicionado. Nadie gruñe cuando ve que una rejilla bloquea el paso a la celda a la que el ducto le había dirigido. Debajo de él, un chico despierta de un susto al oír tremendo quejido animal.
—¿Qué haces ahí atrapado? —se levanta un joven de apenas veinte años de la dura cama que los prisioneros en ese cruel laboratorio conocen como única pertenencia—. Pobre pequeño... déjame ayudarte.
El pelirrojo joven se sube al único mueble de la habitación e intenta deshacerse de la rejilla que lo separa del gato con algunos golpes débiles. Nadie maúlla porque el frío es agobiante y su mandíbula comienza a tiritar, el chico entonces decide usar su fuerza, logrando derribar la rejilla y provocando así que el felino caiga sobre su cama.
—¿Cómo llegaste allí? —pregunta curioso el joven que, en su ropa de paciente, tiene bordado el nombre Nikolas Wine seguido de un número de serie con el que los laboratorios manejan los expedientes: C10H14N2.
El gato responde maullando después de escupir el clip para papel sobre la almohada. Entonces, Nadie comienza a rascar donde se encuentra su diminuto collar esperando que Nikolas entendiera lo que debía hacer. El snowshoe sabe lo que hace, ya que antes lograba comunicarse con su dueño sin necesidad de usar palabras. El joven Wine se acerca al gato y toma el pequeño artefacto de metal con sus delicadas manos.
—Eres un gato listillo, ¿eh? —exclamó él utilizando una de las puntas del clip para desbloquear su propio collar. El gato comenzó a ronronear cerca de su brazo, embarrándose en el chico para que no se olvide de él y le devuelva el favor.
Con un par de clicks, uno que otro crack y tres pitidos agudos, el collar metálico del chico cae al suelo provocando un estruendo por el golpe entre metales. Nikolas sonríe y observa sus manos con fervor, esta era la noche en la que iba a reclamar su libertad.
—No creas que me olvidé de ti —le canturrea al animal, llevando sus dedos hacia el panel de botones del collar y friendo la microcomputadora con tan solo tocarla. De igual manera que el anterior, el artefacto tecnológico suelta su agarre—. Ahora, ¿cómo salimos de aquí sin ser detectados?
Si un felino pudiese sonreír, Nadie lo haría en ese justo momento porque, exactamente cuando el chico le toca él usa su habilidad especial para transportar a ambos fuera del complejo de los laboratorios. El frío de la avenida estremece a Nikolas, quien observa el exterior tras meses de cautiverio forzoso; pequeñas gotas heladas caen desde el cielo nocturno y se dispersan sobre la piel de su rostro. El chico deja escapar un grito de victoria, felicitando al felino por su gran habilidad. Por el frío, el de ojos verdes utiliza el fuego que sus manos producen para calentarse e iluminar la oscuridad del camino.
—¡Eres genial! ¿Tienes a dónde ir? —le cuestiona el chico como si el felino fuese a contestarle—. Hace dos meses que no veo a mi novia, debe de haberme extrañado. Se sorprenderá cuando vea lo que ahora soy capaz de hacer, ¡no nos volverá a faltar gas o calor!
Pero Nikolas Wine no podría estar más equivocado, la razón por la que obtuvo sus poderes fue la misma por la que los mártires de Rain City los obtuvieron. Nikolas fue uno de los primeros experimentos que derivaron en la fórmula que asesinó a los jóvenes Newt, Gally y Hawk; con la mínima diferencia de que fue el único de los cuatro que no recibió el catalizador de regeneración por lo que tardó mucho tiempo más en volver a la vida. Lo que para el habían sido dos meses, en realidad, habían sido cerca de once meses o, en el caso de su novia, una nueva vida.
El gato se mantiene estático, observando al pelirrojo alejarse canturreando por su libertad hasta darse cuenta de que su nuevo amigo no le acompañaría.
—Oh... sí tienes a dónde ir —le dice el chico al ver cómo se alejó.
El gato maúlla en respuesta y desaparece tras tele-transportarse, su poder se encuentra algo inestable así que de alguna manera termina en una casa extraña. Nadie observa a dos adultos conversar sobre diversos temas y a tres jóvenes bailando y girando entre risas hasta terminar conversando en la escalera.
—...Nadie, Nadie está ahí —escucha que un castaño dice provocando la risa de una chica pelinegra y un rubio, ¿sería posible que esos jóvenes le conocieran?
El felino se acerca al pequeño grupo y el mismo castaño le observa tallándose los ojos.
—Esperen... —llama la atención de sus amigos, quienes comienzan a abuchearle por alguna extraña razón. Los ojos del rubio y la ojiverde se posan en él y los tres jóvenes empiezan a seguirle. Asustado, Nadie camina a la primera dirección que sus patitas le permitan ir y maúlla para activar su poder y escapar de esos tres jóvenes borrachos quienes, perplejos, le vieron desaparecer.
Cabe resaltar que eso no sería lo único terrorífico que pasaría esa noche navideña porque, sin siquiera saberlo, el gato acababa de soltar a un prisionero peligroso en medio de Rain City. No le tomaría mucho tiempo descubrir al joven que había pasado más tiempo recluso del que podría recordar, que la pesadilla eterna que tuvo mientras su cuerpo se descomponía le había revelado un instinto dentro de sus entrañas, un instinto que jamás le permitiría ser feliz pero que tampoco le permitiría dejar a los demás serlo. Primero iría en busca de sus padres, pero la casa donde creció estaría vacía porque ellos asumieron su muerte y prefirieron dejar Rain City junto a los recuerdos de su único hijo; Nikolas esa misma noche iba a encontrar a su novia en su departamento, teniendo una vida de la que él jamás podría volver a ser parte y a media noche los fuegos artificiales no serían la única clase de fuego que haría a la gente de Rain City gritar.
«A media noche los fuegos artificiales no serían la única clase de fuego que haría a la gente de Rain City gritar.»
Tony Vask \\ 01.08.2021
Con este capítulo en tercera persona arrancamos Agosto e igualmente inauguro el segundo acto de Guardianes de la Muerte, ya vimos a los chicos descubrir sus habilidades... ¿qué sigue? Yes, yes, claro que yes.
Este es un buen momento para que regresen a la última imagen del Anexo 2, porque allí está el cast de Nikolas Wine. Como quiera aquí abajo está la imagen súper sepsi de él...
What's wrong with me? why do I feel like this? (Disturbia empieza a sonar). Digamos que el pirómano pirokinético prende. Bueno, ya akaskjksa, que no se note que me gustan los villanos. Si no soy el único, comenten para añadir Disturbia a la playlist de Guardianes de la Muerte xd.
Nos vemos luego, no se olviden de votar, comentar y así.
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