L A R K

Residencia Newt,

Sala de cine en casa.

Me mantengo recostado en uno de los sillones de la primera fila sosteniendo una tina de helado, no sé cuántas veces he visto esta película pero aquí estoy, viendo a Keanu hacer lo suyo en las pieles de Neo mientras mi boca saborea la nieve napolitana, bueno, una parte de ella porque siempre evito la parte de fresa. Siendo sincero, amo esta película, además de que no estoy de humor para mirar una comedia romántica, no quiero terminar lanzándome de un puente, por lo menos aún no. 

Debo admitir que ha sido una semana muy dura para mí, no terminas tu primera relación amorosa todos los días. Doy una calada a mi cigarrillo cuando una voz conocida comienza a gritar... otra vez.

—¡Joven Lark! No debe de fumar dentro de la casa, ¡Sabe que está prohibido! —exclama Julia tratando de controlarse, ella es como la sirvienta pero con más autoridad. Algo así como una niñera, o lo que sea que alguien con su empleo pueda ser—. Es más, ni siquiera tienes edad para fumar.

—Discúlpeme, madame, pero está prohibido hablar durante la función. Y, si no le molesta, esta es mi escena favorita —respondo sin siquiera voltearle a ver, acción que la enfurece así que escucho su leve bufido antes de volver a hablar. 

—Uh... ¿Señor Lark? Recuerde que su padre requiere su presencia en la Reunión de los Jóvenes Líderes de las Compañías esta noche —me explica ahora con más tacto. ¡Ha! No tengo idea de quién es el encargado de nombrar los eventos, pero se merece algo por el título más estúpido. Me tomo un tiempo antes de responder porque un repugnante sabor artificial del helado me hace toser del asco. Demonios, se me pasó un trozo de fresa.

—¿Por qué debería preocuparme por lo que él necesita o requiere de mí si ni siquiera le importa lo que siento?

—Porque es su padre —contesta ella con sencillez. Dios santo, ¿siempre tiene que ser tan jerárquica para estas cosas?

—Cierto. Supongo que tengo que ir y no hay excusas, ¿verdad? —me rindo tras respirar hondo. Ella asiente.

—Sin excusas, señor.

Me levanto de mi asiento en primera fila y dejo la tina de helado sobre la bandeja que ella lleva en las manos y, junto a la nieve, apago el cigarrillo no sin antes darle una calada y recibir un manotazo por parte de la mujer.

—Él es tan egoísta, Julia —me dirijo a la salida acompañado de ella— Hagamos esto, ¿en qué lugar es la reunión?

—En primer lugar, Lark, mi nombre no es Julia, ¡es Mary! Debería ser fácil de recordar. Y, en segunda instancia, mientras usted se sumía en la depresión de su trágica vida adolescente, yo trataba de explicarle que su familia, es decir usted, es el anfitrión de la primera junta oficial. Es evidente que no ha preparado nada aún y todo debe estar listo para esta misma tarde.

Un momento... ¿qué?

—Es un chiste, ¿verdad? —me mantengo expectante pero la seriedad en su rostro explica demasiado.

—No, no lo es. Me encargué de las invitaciones y de elegir la locación para la reunión, no será aquí —relata ella y es como si los ángeles hubiesen coreado mi nombre.

—Gracias, gracias, gracias, me has salvado la vida, Ju... ¡Mary! Mary, en serio, gracias —casi la cago otra vez. Ella me mira molesta pero decide ignorar eso y continúa.

—Se reunirán en su casa de retiro vacacional junto al bosque, como su hermana me aconsejó. Ahora a usted le tocará asegurarse de que todo esté en orden. Me tomé la libertad de hacer una lista de pendientes para que no eche todo a perder como acostumbra, según su padre.

Me tiende un papel que tenía doblado en uno de los bolsillos de su delantal y me lo ofrece.

—¿Es esto una muestra de afecto? —pregunto yo al tomarlo, ella comienza a negar mientras sonríe.

—Vaya a asegurarse de que todo funcione, deje el sentimentalismo para otra ocasión —dice gesticulando con las manos que me largue. Es lo más lindo que me ha pasado esta semana, para ser honestos.

Subo las escaleras y leo esa lista de pendientes. Lo primero en la lista, y escrito en mayúsculas, es que tome un baño. Me quejo antes de levantar mis brazos y olfatear mis axilas, ¿en serio huelo mal?

L A N C E

Residencia Gally,

Habitación de Lance.

—¡Uno más! —gruño y exclamo involuntariamente al acabar con mis enemigos, ¡estamos a nada de la victoria! Estos chicos son unos genios, aunque ni siquiera sepa sus nombres verdaderos.

Entre el sonido de espadas, detonaciones bláster y otras armas ficticias escucho la voz de mi hermano, así que me retiro los audífonos para escucharlo mejor sin perder de vista el computador porque la partida sigue en curso.

—¿Dijiste algo, Max? —grito desde mi alcoba.

—¡Claro que sí, Lardy! ¿Ya estás listo para irnos? ¡Llegarás tarde! —comienza a gritar molesto, él siempre se ha creído superior solamente por ser mayor, por ser mejor.

—¡No me llames así! —reacciono a ese tonto apodo. 

Escucho unos pasos acercarse y me dice—: ¿Ya? —desde el marco de la puerta. No digo nada por estar concentrado, así que él entra.

—Sí, sólo déjame terminar con esta ron... —respondo entonces pero la pantalla de la PC se vuelve oscura y deja de reaccionar. Puta mierda, ¡estaba a nada de elevar mi rango!

—¡Oye! —le reclamo al estúpido de Max, quien sostiene el enchufe de la computadora en sus manos— ¿Acaso no sabes lo qué estaba en juego?

—Sí —responde él con seriedad—, tu descendencia. Agradéceme después, ¿nos vamos ya?

De mala gana me levanto y tomo mi teléfono, así como mis llaves con adornos de The Flash y mi cartera con el símbolo de Wonder Woman.

Arreglo mi camisa y sacudo mi pantalón mientras salgo de la casa siguiendo a mi hermano y nos subimos a su automóvil para que me deje en esa tonta reunión. ¿Quién es el encargado de ocupar nuestras agendas con cosas sin sentido? Eso sí es una villanía. No lo sé, pero allá voy.

L Y L A

Residencia Hawk,

Habitación de Lyla.

Frente al espejo peino mi cabello mientras mi hermano, Jonathan, está sentado en mi cama. Él normalmente diría que mi cabello es tan oscuro como los secretos que yo he de poseer pero hoy lo noto un poco nervioso.

—¿Sabes? No entiendo la razón por la cual debamos asistir a esta clase de eventos, ¿tienes alguna idea de por qué Papá lo quiso así? —le pregunto a pesar de que sé que él fue quien sugirió la reunión de los Jóvenes Líderes a mi padre, escuché cuando lo hizo hace un par de semanas, antes de que saliera de viaje con el señor Newt y el matrimonio Gally. Él se levanta y se encamina a mi dirección, decido voltear a enfrentarlo verbalmente pero él comienza a hablar antes que yo.

—Ustedes son el futuro de esta empresa, Lyla, y debes aprender lo que eso conlleva. Esto solo es para asegurarnos que harán bien su trabajo en caso de que algo pase en el futuro. Además solo se trata de una reunión social, tómalo como una fiesta con amigos —explica él. ¿Qué rayos?

—Entonces, ¿cancelé una cita con mi novio para ir a ver un par de... gente que no conozco y pretender que es una tonta fiesta? —replico enojada— ¿ni siquiera puedo invitarlo a que me haga compañía?

—Para la prensa es más que eso, Lyla, la ciudad necesita saber que el imperio de Black Widow Laboratories, Spider Manufacturing y SoftWeb se mantendrá estable. Ambos sabemos que tu novio no pertenece a ese ambiente e involucrarlo con los reporteros mediáticos sería fatal para su relación tan... privada. Además, sí conoces a los chicos, ustedes solían jugar juntos cuando yo tenía que pasar por las mismas reuniones que tú.

—Eso no significa que seamos amigos actualmente, han pasado siglos desde entonces. Y no me cambies el tema, sé que la reunión fue tu idea.

—Sé que lo sabes, por ello te doy esto —lo veo través del espejo cuando camina hacia mi buscando algo en su traje—... como disculpa.

Obtiene una caja pequeña y la abre frente a mí, yo sonrío al ver lo que contiene.

—Twin's Skeletons, ¿recuerdas? —pregunta él y puedo evocar las memorias de mi infancia. El último viernes de octubre, cuando él y yo éramos unos niños que jugaban a ser gemelos esqueletos en ese día de Halloween. Hay muchas fotos instantáneas de aquél día, podría decir que fue el mejor día de mi vida pero estaría mintiéndoles a todos porque fue un separador de lo que era a lo que soy ahora. Todo después de ese día parece una vida completamente distinta.

—¡Claro que lo recuerdo! —exclamo mientras observo el collar plateado, es un genial cráneo con unas preciosas gemas moradas que simulan ojos— ¡Es hermoso!

—Sabía que te gustaría, y mira... —me muestra el broche en su traje, que es otra calavera que le hace juego a mi collar. —¡Vamos! Déjame ponerte esto para que podamos irnos, o llegaremos tarde.

Él me pone el collar y yo trato de peinarme, cuando estoy lista salgo de la habitación. Este día será largo...

L A R K

Casa de retiro Newt,

Salón principal.

Corro de un lado a otro, tratando de mantener la compostura pero es demasiado difícil. Ellos llegarán en cualquier momento y aún faltan cosas por realizar.

¿Canapés? ¿En serio? ¿Cómo podré tener todo listo para cuando las visitas lleguen? Me he asegurado de que la casa siga en pie, y que esté limpia es un punto extra, también de tener música y de estar presentable pero aún me faltan cosas que veo innecesarias, ¡es una reunión juvenil! No una junta de ancestros como las que hace mi padre con gente de la época jurásica.

Los canapés no serán esta comida gourmet que ni siquiera puedo pronunciar, ordenaré una pizza y haré palomitas de maíz; tampoco llenaré el jacuzzi, apenas nos conocemos y dudo que alguno quiera desnudarse para entrar, además no hay tiempo para lavarlo; no necesitamos usar el gimnasio ni la mayoría de las habitaciones pero podré rellenar tiempo de mi poca capacidad social con un recorrido aburrido, así que lo dejaré abierto. Solo necesitaremos la sala, el jardín y el proyector, ¿qué tan difícil podría ser? Nada puede salir mal, nada debe salir mal.

¿A quién engaño? Soy un puto desastre.

L Y L A

Autopista Rain Forest,

Automóvil de Jonathan.

Vamos a alta velocidad, según mi hermano ya estamos muy cerca de la casa de Lark. Hace mucho que no lo veo, tampoco a Lance, será algo raro porque solo nos vemos en eventos oficiales que realmente requieren de nuestra presencia, como el funeral de la madre de Lark hace un par de años; creo que esa fue la última vez que los vi porque no nos seguimos mutuamente en ninguna red social. Es deprimente.

El paisaje de la autopista, rodeada de árboles espesos, me provoca cierto escalofrío; me pone nerviosa e área boscosa y, entre los frondosos árboles puedo observar algo parecido a una planta móvil, como las que suelen poner los Laboratorios de mi padre en los alrededores para pruebas de campo. Tan sólo pensar en que tendré que trabajar para mi papá me trae un sabor amargo a la boca, como cuando confundes un chocolate normal con uno oscuro. No quiero trabajar para él, nunca podría.

Para ignorar mis pensamientos, tomo mi teléfono celular para mandarle un par de mensajes a Axl, preguntándoles cómo está y enviando una foto presumiendo mi nuevo collar. Él es mi novio, hace un año llegó a la ciudad y es casi una casualidad cómo nos encontramos, es como si me hubiese buscado toda su vida.

El carro entra a un sendero que termina frente a una lujosa casa de campo, debo admitir que luce muy linda pero, a veces, me gustaría una vida más simple; menos ostentosa y ornamental, más útil y humilde.

Me despido de mi hermano con un beso en la mejilla y él me detiene antes de irme.

—Nos vemos luego, hermana —hay veces en las que prefiero su silencio.

Sin más preámbulo, subo los escalones hacia la puerta y toco el timbre de la casa mientras Jonathan se va en su auto.

Insisto varias veces y nadie abre la puerta, ¿acaso hay alguien aquí?

L A N C E

Autopista Rain Forest.

—Estás bromeando, ¿verdad? —le pregunto a Max. No puede ser cierto que se le haya pinchado una llanta.

—Créeme cuando te digo que no es un chiste —responde de mala gana. No sé qué le sucede, sólo sé que la Ley de Murphy dice que si algo puede salir mal, saldrá peor.

—¿Y si cambiamos la refacción? —trato de dar ideas porque no quiero llegar tarde a esa estúpida reunión, mi padre me asesinaría si soy impuntual.

—Wow, ¡eres un genio! ¿Por qué no se me había ocurrido antes? Idiota —contesta él con un tono de voz molesto.

—No tienes por qué ser grosero —le respondo casi de inmediato—. ¿Sabes qué? Creo que puedo irme sólo desde aquí —me encamino hacia la casa de campo de Lark.

—¡No! —le escucho gritar y volteo después de un breve silencio— Papá me pidió que me asegurara de que no te escaparas de la reunión así como lo haces de clases para ir al arcade —me limito a bufar y regresar con Max.

A lo lejos observo a un auto color cereza acercarse, ¡es Jonathan! Hago señales de auxilio con mis brazos y él se detiene. Baja la ventana, se dirige a mi hermano y le pregunta directamente por qué no estoy en la reunión aún, Max responde contando lo sucedido.

—Max, espera a que venga la grúa y remolque el auto hasta el taller de Darius. Lance, súbete, yo te llevo a la reunión.

Sin pensarlo dos veces me subo al carro del hermano de Lyla y este retorna en dirección al sitio acordado. Tal vez no será tan malo después de todo.

L A R K

Casa de Retiro Newt,

Recibidor.

El timbre ha sonado un par de veces pero aún no abro, no me siento listo para recibir personas; me doy una última mirada para confirmar que mi cabello esté bien peinado y que no esté vestido demasiado elegante, retiro un cabello castaño de mi hombro y me dirijo a la entrada. Respiro antes de iniciar está junta y, ¡oh! Es Lyla.

—¡Hola! —le saludo normal, ella corresponde con suavidad y después de una plática breve del típico "¿cómo has estado? ¡Ha sido mucho tiempo!", aún en el portal me pregunta:

—Uh... ¿me dejarás pasar? —analizo sus palabras hasta darme cuenta de lo que me está diciendo.

—Oh, sí, lo siento —río levemente. Sí que soy estúpido.

La guío a la sala mencionando lo más esencial como dónde está el baño más cercano y la contraseña del WiFi. Ella se sienta en el sillón algo preocupada enviando mensajes, el sonido de su teclado está activado entonces escucho todos los botones apretarse al mismo tiempo, así que decido intervenir.

—¿Estás bien? —nunca inicio conversaciones pero en serio odio el sonido del teclado.

—No lo sé, es que ya tengo bastante rato intentando hablar con mi novio pero creo que está molesto porque le cancelé hoy —oh, eso era.

—Si te sirve de consuelo, no eres la única con planes saboteados el día de hoy. Debería de estar deprimido frente al televiso viendo algún cliché amoroso.

—¿Y tú por qué? —me pregunta.

—Ya sabes, recuerdos de ese amargo amor —respondo y ella sonríe—. Pero no hablaré de ello, ¿qué tal un recorrido? Así no hablamos con gente que no quiere hablar con nosotros ahora.

Ella asiente y se levanta del sillón para seguirme, dejando su teléfono móvil en la mesa de centro.

L A N C E

Autopista Rain Forest,

Automóvil de Jonathan.

—Vaya, creí que faltaba poco para llegar —le digo al hombre pelinegro y es verdad, ni de chiste iba a recorrer todo esto. Supongo que conozco mis límites y los reconozco.

—¿Por eso te ibas a lanzar en una caminata por la carretera? —¿es una pregunta retórica? Creo que sí, mejor me quedo callado. Luego de un momento él se me queda viendo— Esperaba una respuesta, amigo —confirmado, soy estúpido.

—Creí que era una pregunta retórica o sarcasmo —contesto antes de reír.

—Sí, ya lo noté —dice después de transformar una mueca en una sonrisa—. Tranquilo, ya vamos a llegar. No te habrás perdido de nada, son solo Lark y Lyla —finaliza.

Así como lo pinta... espero que la reunión no sea así de aburrida.

L Y L A

Casa de retiro Newt,

Estancia del segundo piso.

Lark me ha mostrado varias partes de la casa, como los baños, el gimnasio y las habitaciones (incluyendo las de invitados, que podríamos ocupar en caso de que quisiéramos quedarnos aquí); sin embargo, nos hemos quedado en la estancia del segundo piso, donde hemos platicado sobre lo que ha pasado desde la última vez que convivimos así, hace más de cinco años.

—Y, ¿qué planeas estudiar? —le pregunto. Él es más joven que yo, por un año, así que entrará a la universidad en doce meses, yo estoy a nada de comenzar mi carrera como Administradora de Empresas, ¡qué divertido! Sólo me falta graduarme de la preparatoria y presentar el examen de admisión que mi padre ya arregló, seguramente. Siento que es una injusticia la forma en que hace las cosas, le gusta que todo esté dirigido por él, le encanta controlar las cosas y a las personas.

—No estoy seguro aún, pero debería responder Ingeniería Mecatrónica, según mi padre. ¿Y mi maestría? En Materiales. ¿Y mi doctorado? En nanotecnología —me responde algo triste.

—Veo que no soy la única obligada a estudiar algo que no desea —él me observa por unos instantes y sonríe.

—Tal vez deberíamos hacer un club —responde y le sonrío de vuelta. Después suena el timbre de la casa, debe ser Lance.

A X L

Laboratorios Black Widow,

Estacionamiento trasero.

Me había prometido dejar este trabajo apenas la encontrara pero no puedo hacerlo, no sé si mi debilidad se encuentra en la adrenalina que corre por mis venas cada vez que lo hago o en que es lo único que sé hacer y me pagan bien por ello. La renta no se cubre sola.

Me aseguro de que todos se encuentren alistados para dirigirnos a nuestro destino, después tomo mi teléfono para apagarlo y evitar que me interrumpa en horas laborales; sin embargo, varios mensajes de Lyla me llaman la atención así que decido revisarlos. No puedo quejarme de que haya cancelado nuestra cita, yo cancelé la nuestra ayer y lo habría tenido que hacer hoy también.

Leo uno a uno sus saludos que no he contestado por el atareo del día pero uno en particular me llama la atención: es una fotografía, una selfie de ella portando el mismo collar que el de mi objetivo principal.

Esto no puede ser posible.

L A N C E

Casa de retiro Newt,

Porche.

—Oye, ¿viste esa camioneta extraña? —le pregunto a Jonathan después de ver una Van apagada en medio del bosque nocturno.

—Tal vez vienen a arreglar alguna antena o conexión a internet —responde mientras estaciona el carro cerca de la casa—. Deben ser técnicos... o solo está abandonada.

—Oh, vaya. ¿Crees que haya problemas con el Wi-Fi?

—Uh... No, no lo creo —me contesta irritado tras resoplar y rodar los ojos—. Ahora ve, antes de que te pierdas la diversión.

—Tú mismo dijiste que no me perdería de nada, que son solo Lark y Lyla —respondo desabrochando el cinturón de seguridad.

—¡Eso no te excluye de la fiesta! —contesta empujándome fuera de su carro y yo simplemente me despido de él. Ese tipo sí que es raro.

Sin más, me dirijo a la puerta de entrada y toco el timbre para que me permitan entrar.

L Y L A

Casa de retiro Newt,

Recibidor.

Abrimos la puerta y, en efecto, se trata de Lance; este nos saluda a ambos y es como volver a tener la plática casual que tuve con Lark hace rato. Los dejo hablando entre ellos y me dirijo a la sala en busca de mi teléfono que está en la mesa. Lo tomo y, al encender la pantalla, veo demasiadas notificaciones de todos los mensajes y llamadas perdidas, ¿qué demonios? Son textos de advertencia que me ha enviado Axl, me pide que salga de este lugar inmediatamente y que no le pregunte por qué. Sólo dice que estoy en peligro y que es lo único que debo saber. Me habla de una trampa o emboscada pero la hora de envío del último mensaje fue hace cuarentaicinco minutos.

—Chicos... creo que tenemos problemas —les llamo robando su atención—. Debemos salir de aquí.

—¿Por qué? —me cuestiona Lark mientras miro a ambos fijamente, ¿cómo les explico algo que no entiendo por completo?

Repentinamente la luz eléctrica se ve interrumpida y las luces se apagan completamente, logro escuchar pasos pesados en el piso superior y en el exterior de la entrada principal. Susurro la palabra "cocina" y, en silencio, tratamos de dirigirnos hacia allá. Lark me explicó hace rato que la cocina da hacia el cuarto de lavado y este tiene una puerta hacia el terreno exterior que, en algún punto, se disuelve con el bosque.

Mis zapatos de tacón hacen mucho ruido al golpear el suelo así que me los retiro para andar descalza, pero no los desecho.

Entramos a la cocina y alguien me toma bruscamente del codo pero solo veo su sombre, por instinto ataco a este hombre encapuchado con mi zapato, encajándoselo justo en el hombro. Al escuchar su sonido de dolor sé quién es.

Retiro su pasamontañas y veo su rostro, es Axl.

L A R K

Casa de retiro Newt,

Jardín trasero junto a la piscina.

Sí que estamos jodidos, ¿qué rayos está pasando? Como si mi vida no fuese lo suficientemente mierdera, ahora sucede esto. Mis manos tiemblan como si tuviese el Parkinson de mi abuela y la única persona lo suficientemente valiente como para guiar a una bolita y un palito hacia la salida de mi propia casa vacacional ha sido Lyla. Eso hasta que fuimos atacados, o interrumpidos, lo que sea.

Había algo en el rostro de esta chica al ver la identidad del hombre que ahora nos está ayudando a escapar, ¿será? Oh... Ahora lo entiendo, ¡ese es su novio! Eso explica la expresión de traición, decepción y depresión profunda que no ha retirado de su cara desde que le clavó el tacón en el hombro, el zapato creo que sigue ahí.

Algo que no comprendo del todo es, ¿cómo lo reconoció sólo con su gemido de dolor...? Oh, vaya. Olviden eso.

En fin, este tipo nos sacó del perímetro de la casa y estamos a nada de salir al bosque, hasta que lámparas militarse se centran en nosotros junto a varios gritos. Axl nos empuja hacia los arbustos y nos pide que corramos sin mirar atrás, lo más rápido que podamos. Santa Mierda.

—¡No voy a dejarte! —le responde Lyla— No sé qué has hecho pero saldremos de aquí juntos.

Lance comienza a caminar y yo sólo veo cómo los dos tortolos discuten quién colgará la llamada primero.

—¡Vete! —contesta él— Ya te he perdido antes, te he fallado varias veces pero el destino nos da una oportunidad más cada vez que te veo. No puedo dejar que te hagan daño, no puedo permitir que te dañen otra vez porque al fin te encontré y sé que realmente eres tú, eres tú —le dice él tomando su cabello antes de que un hombre lo tomara de la espalda y lo lanzara hacia atrás—. ¡Corran! —nos grita desde el suelo. A pesar de que Lyla salió corriendo, el miedo a morir me ha dejado estático.

El hombre encapuchado se acerca y desenfunda un arma de alto calibre que llevaba en la espalda. Me apunta con él y no puedo moverme, Axl lo toma de la nuca y lo voltea hacia él, de un golpe logra noquearlo, ¿cómo hizo eso?

Se acerca hacia mí y me grita al rostro—: Asegúrate de que nada malo le pase nunca, ¡ahora corre! —un grupo de hombres lo toma desprevenido y yo arranco a correr finalmente, siguiendo el camino de Lyla y Lance.

L A N C E

Bosque Rain.

Luego de caminar, comencé a correr pero no puedo, no soy tan veloz. Tras un breve descanso y estiramientos, Lyla me alcanza y después Lark lo hace. Los tres, sin decir nada, caminamos hacia el frente porque es la única dirección que conocemos en un lugar sin senderos o luz en general.

Los tres tenemos miedo de lo que podría ocultarse en las sombras, lo sé, pero el miedo a morir a morir en manos de otras personas nos impulsa a seguir caminando. Llegamos a un río que nos divide de lo que sigue adelante.

—¿A dónde vamos ahora? —pregunto, ya que nadie más se atrevió a hacerlo.

—Lo ideal sería cruzar para perderlos de vista —responde Lyla casi de inmediato.

—Entonces iríamos bosque dentro, ¿no? —cuestiona Lark con preocupación.

—Elige: ir hacia el frente o regresar —le contesta la voz enfurecida de Lyla.

—No, no lo digo por eso —se escude Lark—. Aquí cerca debe haber una caja donde mi familia guarda objetos de emergencia porque antes solíamos venir acá, después de construir la piscina nos olvidamos de todo. Con suerte algo de utilidad tendrá.

—Tiene —interrumpo.

—¿Qué? —exclama él confundido.

—Si la caja ha estado cerrado entonces tiene objetos, en presente —le explico—. Vamos, no es tan difícil.

—¡Como sea! Hay que encontrarla —nos regaña Lyla.

Comenzamos a buscar esa «pequeña caja de concreto en medio del suelo», como Lark la describió, hasta que él mismo la encontró al tropezarse con ella. Logramos forzar la cerradura y tenía, entre comida podrida y sábanas, una lámpara funcional.

En medio de la noche, nos iluminamos para buscar un camino en el río que no nos arrastrara; en otras palabras: un puente de rocas. Ruidos comienzan a acercarse, así como luces y sabemos que nos han encontrado. Lyla apaga la linterna y Lark nos grita «A la mierda» antes de correr en dirección al río.

Lo seguimos corriendo, haciendo un esfuerzo abismal para que la corriente no nos lleve. Con suerte, logramos llegar al otro extremo. Y no fuimos precisamente silenciosos porque el grupo criminal dio con nosotros y os está siguiendo. Es realmente vergonzoso que hayan cruzado el río más rápido que nosotros y con mayor gracia.

El lado positivo es que hoy hice el ejercicio que no he hecho en toda la semana. Dios, si sobrevivo a esto, te juro que bajaré de peso.

L Y L A

Bosque Rain.

Seguimos corriendo, no sé cuánto tiempo llevamos así pero mis piernas comienzan a cansarse. Luces se manifiestan en la oscuridad, se acercan desde nuestro flanco izquierdo así que cambiamos la dirección en la que vamos.

—¡Miren! —señala Lark un conjunto de luces que deja entrever un par de construcciones en un terreno cercado.

—Ahí debe haber alguien —agrega Lance con dificultad. Por mi parte, les indico que corramos hacia allá porque es la última oportunidad que nos queda. Alguien podría protegernos.

Tomo un respiro y acelero con la energía restante en mi cuerpo, llegando antes que los otros dos a la reja que nos separa de ese terreno privado. Pienso en escalar para entrar primero pero recuerdo que Lance podría necesitar ayuda, su peso le podría hacer una mala jugada.

Lark llega y comienza a escalar y le grito que debemos ayudar a Lance porque no lo logrará sin nosotros. El esperado llega y puedo sentir su cansancio al escuchar su agitado respirar.

—¡Vamos! No es hora de que te rindas —le doy unas palmadas en la espalda—. Sube.

Él trata de escalar mientras Lark y yo lo impulsamos hasta que logra subir y, por la inercia, cae del otro lado. Después cruzamos nosotros dos y corremos dentro de la propiedad. Nos detenemos una vez dejamos de ver al grupo de asesinos, ¡estamos salvados!

—¿Qué es eso? —pregunta Lance cuando 5 lámparas de 2500 luxes nos señalan como si estuviésemos en un partido de fútbol. Están a nuestro alrededor y lo cubren casi todo.

El suelo tiembla, pero sé que no es un terremoto porque he logrado ver bien esa lámpara, en realidad parecen antenas telefónicas y la luz proviene de una antena de disco. Miro hacia la reja y, por fuera y alrededor del sitio, se encuentra el grupo criminal que nos perseguía, nos están vigilando.

—¿Son antenas 5G? —pregunta Lark pero no hay respuesta porque no tengo idea de qué es eso. Pasan unos segundos hasta que un sonido parecido a una detonación eléctrica libera un rayo de cada antena que nos impacta a los tres.

Caigo al suelo, mis músculos no pueden moverse más y mi vista se nubla a cada momento. El aire me pesa, sin embargo, puedo ver aún y logro reconocer una imagen en la primera pared frente a mí: es el logo de Black Widow Labs.

Una sombra se acerca pero no puedo levantarme ni pedir ayuda, tampoco escucho a los chicos.

—Ayuda —suplico con un gemido forzado, siendo este mi último intento para mantenerme consciente.

Lyla Hawk corriendo por su vida, Rain Forest, 2020.

Tony Vask \\ 17.07.2021

Arrancamos con el primer capítulo que, espero, sea de tu agrado. Esta idea llegó a mí en 2019 y vio la luz en Wattpad por primera vez exactamente hace un año, esta versión mejorada trae sorpresitas y diseños cool hechos por moi. No te olvides de votar y comentar para saber que te ha gustado y, sobre todo, agrega la historia a tu biblioteca o lista de lectura preferida para que no te pierdas de ni una sola actualización.

Sin más que decir, nos vemos luego.