02
—Te dije que no hablaras con el rey, ¿Por qué nunca haces lo que te digo? Se trata de evitar más problemas Yoongi.
No pudo mirar a su hermano y no quería hacerlo, porque sabía que lo único que vería sería la decepción en sus ojos. SeokJin le había insistido que tomara el té con él, eran claras sus intenciones de hablar y no pudo hacer nada para evitarlo, su hermano era el príncipe heredero del reino, aunque, aún no era coronado, tenía cierto poder y debía acatar sus órdenes. No quería hablar con nadie, trataba de evitar estar cerca de sus hermanos, quienes a esas alturas sabían sobre su gran humillación y de la forma cruel que fue tratarlo por su padre.
—Yoongi, te estoy hablando—SeokJin dulcifico su voz—. No quiero ser cruel, no quiero causarte más dolor del que estás viviendo, pero, no me estás dejando las cosas fáciles.
—Lo lamento.
—He estado tratando de hablar con el rey, quiero intentar convencerlo de que no te cases con Hong, pero, para eso necesito de tu colaboración, quiero que te mantengas al margen de los problemas.
Terminó levantando la cabeza para observar a su hermano, Jin era justo, estaba seguro de que sería un gran rey, sin embargo, en ese momento, sólo podía pensar en lo absurdo que sonaba, porque era más que claro que su padre no cedería ante sus súplicas, la decisión estaba tomada, en un mes partiría al este y se casaría con el interés romántico de su hermano. Perdería todo contacto con sus hermanos y cumpliría el deseo de rey de desaparecerlo de su vida.
—Él jamás va a cambiar de opinión.
—Eso no lo sabemos—suspiró—. Sólo dejame esto a mí, ¿Está bien? Mantente lejos de los problemas.
Tenía el interés de preguntarle cómo es que tenía que evitar los problemas, cuando jamás los había buscado, siempre intentó hacer lo mejor que podía y lo que estaba en sus manos, pero, nada parecía funcionar. A raíz del odio desmedido que tenía su padre hacia él, quiso compensarlo siendo callado y recatado, no dando problemas y evitando los conflictos, nunca se quejaba de sus hermanos, no pedía más de lo que recibía, no era exigente, no hablaba mucho y sobre todo, se mantenía fuera de los asuntos de los demás. Estuvo viviendo de esa manera desde que empezó a tener consciencia de su situación, así que, no entendía las palabras de su hermano al pedirle mantenerse al margen y no hacer nada para despertar la furia de su padre.
—S...sí, lo haré—asintió con una mueca desconforme.
—Estoy de tu lado Yoongi.
—Gracias—suspiró—. Con permiso.
Se levantó y salió de la sala privada de su hermano, no estaba enojado, pero, tampoco podía pretender que no le dolía lo que estaba pasando, se sentía inconforme con todo lo que sucedía alrededor, por más que intentará pensar en algo positivo, que luchar era la forma correcta de hacer las cosas, algo dentro de él se lo impedía por completo. Al salir, fue escoltado por su guardia hacia su habitación, no era Jungkook, no lo había visto desde ayer cuando lo cuidó afuera de su habitación después del incidente en la torre. En realidad él era a quien menos quería ver, estaba avergonzado de haberse mostrado tan vulnerable frente y patético, tenía miedo de que pensara que estaba loco o que era demasiado dramático, aunque eso le dejaba pensativo ¿Por qué le importaba lo que un simple guardia pudiera decir?
Suspiró relajando su gesto, se sentó en la ventana con la intención de leer, pero, no podía encontrar la concentración que necesitaba para despejar su mente, así que salió con la intención de ir a los jardines traseros, nadie iba ahí, ya que era una especie de santuario para su difunta madre, no sabía si su padre o hermanos estaban enterados de que pasaba las mañanas en ese lugar, pero, tampoco era como si se lo prohibieran, cualquiera podía ir a los jardines si así lo quería.
Cuando salió no vio a su guardia por ninguna parte, eso le hizo sonreír, quería tiempo a solas, y aunque tendría que estar acostumbrado de ser cuidado siempre, le costaba mucho entender por qué alguien debía estar detrás de él siguiéndolo sin mirarlo realmente. Era abrumador, pensaba que cuando se casara con el príncipe Hong, sería aún peor.
Yoongi jamás había pensado en el matrimonio, era joven y el menor, creyó que pasaría un tiempo antes de que tuviera que casarse con alguien, claro que nunca imaginó las intenciones crueles de su padre. No quería irse, a pesar de que no era tratado con cariño o que siempre fue ignorado, le gustaba estar ahí. Era su hogar, o lo que él conocía como uno.
Al llegar a los jardines, se sentó en una banca, el muro de arbustos lo cubría lo suficiente, él tenía la mejor de las vistas de los girasoles, largos y brillantes, se extendían más allá del campo, fueron las flores favoritas de su madre, abrió su libro y comenzó a leer. Le gustaba perderse entre las páginas de historias increíbles y románticas, dónde a través de la protagonista podía tener otra vida, le gustaba pensar que si existían otros mundos, él viviría mucho mejor, con una familia que lo amara y que tendría la oportunidad de enamorarse de verdad.
—Buenos días, príncipe.
La voz que de repente irrumpió en su tranquilidad le hizo sentirse nervioso, levantó la vista de su libro para verlo, porque era imposible ignorarlo, estaba a un par de metros de distancia, con las manos en la espalda, luciendo el uniforme de la guardia real tan perfecto como siempre, su cabello azabache estaba peinado hacia atrás lo que hacía posible mirar su rostro, era pálido, no tanto como él, pero, tenía un contraste interesante con sus ojos grandes y oscuros y su cabello negro. ¿Por qué tenía que lucir tan bien? Si era difícil mirarlo antes sin suspirar, ahora que habían compartido ciertos momentos era demasiado para él, los latidos de su corazón eran imposibles de dejar pasar.
—Buenos días guardia Jeon.
Ese hombre lo había visto llorar en más de una ocasión y tratar de hacer cosas estúpidas, pero, siempre lo miraba con la misma sonrisa. Era calidez en un mundo de frialdad, Yoongi se sentía tranquilo de mirarlo. No dijo nada más, trató de volver a su lectura, pero, de vez en cuando miraba de reojo al guardia, quien mantenía su vista fuera de él. Eso le causó un poco de conflicto, ya que no sentía que era lo suficientemente bueno o atractivo para que lo miraran, no como lo hacían con sus hermanos y hermanas.
—¿Puedo preguntarle algo, joven príncipe?
Volvió a mirarlo, ahora Jungkook lo estaba viendo con la misma amabilidad de siempre.
—Claro.
—¿De qué trata ese libro? Lo siento, es que siempre lo está leyendo, aún a pesar de terminar otros libros, siempre vuelve a ese.
Yoongi sonrió tenuemente y se encogió de hombros.
—Es mi favorito. Es un romance, habla de una chica de campo que se enamora de un noble en un baile y luchan por su amor hasta el final, tienen muchos obstáculos por delante, pero, tratan de sobrellevarlos sin perder esa ilusión de la esperanza por una nueva y mejor vida.
Jungkook asintió, pero rio un poco dejando confundido a Yoongi, quien lo observó con una interrogante.
—¿Le parece gracioso o absurdo?
—En lo absoluto—negó antes de soltar un suspiro—. Es sólo que pienso que un baile es un lugar un poco complicado de encontrar el amor, aunque nunca he asistido a uno como un invitado, así que tal vez este equivocado.
—Mmm, pues yo he asistido, y tiene algo de razón, es difícil enamorarse en un baile, dígame ¿Dónde sería el lugar correcto para encontrar el amor?
—No tengo esa respuesta. ¿Usted que piensa?
—Tampoco la tengo—se encogió de hombros—. Supongo que el amor es también un privilegio, no todos pueden encontrarlo, algunas personas no tienen esa opción.
—¿Habla de usted? —preguntó sin dejar de mirarlo.
Yoongi hizo una mueca, bajó unos momentos la mirada observando su libro, era clara la respuesta y ambos la sabían.
—¿Alguna vez ha estado enamorado? Hablo de...¿Sabe cómo se siente el amor?
—He tenido la oportunidad, pero, en ambas ocasiones he terminado huyendo.
—¿Por qué? —volvió a mirarlo ahora lleno de curiosidad.
—No lo sé, creo que tengo miedo, amar siempre conlleva una gran responsabilidad y requiere que desnudemos el alma para mostrarnos como somos al otro, he tenido muchas dudas, no sé si la persona que me interesa va a gustarle quien soy en realidad y mostrar vulnerabilidad da paso al dolor, nadie quiere sentir dolor.
—Eso es verdad—asintió pensativo—. Pero ¿De verdad podemos huir del amor? Hablo de cuando encontramos a alguien a quien amamos demasiado, ¿Sería capaz de ello? Yo no creo serlo, porque aunque podría salir lastimado, creo que sería más doloroso alejarme de la persona que amo.
Jungkook lo miró de una manera que no supo descifrar, fue intenso, así que sintió algo en el interior de su cuerpo, un estrujón en su estómago y latidos fuertes, por unos momentos se sintió vulnerable ante el guardia.
—Entonces, creo que jamás he estado realmente enamorado, si lo que dice es verdad, si el amor se siente así, yo creo que no lo he sentido, tal vez, sólo ha sido atracción. Nunca pienso en el amor.
—¿Por qué? La mayoría de las personas esperan tener a alguien a su lado a quien amar y cuidar.
—Lo sé, pero también hay personas que no pueden elegir amar y cumplir con su deber, a veces, el amor no es suficiente o el corazón se queda en el sitio equivocado, algunos amores son imposibles.
—Por eso me gustan los libros—rio por lo bajo de forma amarga—. Porque al menos sabré que hay una posibilidad ficticia, diferente a la realidad, yo no puedo elegir a quien amar, ya no, así que lo único que me queda es soñarlo o imaginarlo.
—¿Cómo cree que será su vida después de irse del castillo?
Fue una pregunta que lo tomó por sorpresa, Yoongi no lo había pensado, estaba tan enfrascado en el dolor de tener que irse, que no había considerado cómo cambiaría su vida de ahora en adelante, ni siquiera conocía al príncipe más allá de la vista, nunca habían hablado.
—No lo sé, pero, no puede ser peor que esto ¿Verdad?
—Yo sólo espero que pueda tener una mejor vida, tal vez no vivirá la ilusión del amor, pero, hay cosas igual de valiosas, como la libertad y la tranquilidad, usted merece eso.
Sus mejillas se sonrojaron, podía sentir el calor en su rostro, era lo más dulce que alguien le había dicho, nadie le deseo una buena vida, al contrario, reclamaban se hiciera responsable por cosas que no estaban en su control.
—¿Por qué piensa que merezco eso? Nadie lo cree así, como ya habrá visto, para mí familia no soy más que un estorbo, alguien que no merece ni siquiera la mínima compasión, una parte de mis hermanos creen que yo hice algo para lastimarlos.
Jungkook se acercó un poco más, mordió su labio inferior y mantuvo sus manos detrás, enlazadas en su espalda.
—Hay personas que no entienden el valor de un buen corazón, que están cegadas por sus propios deseos y dejan de ver la realidad. Yo no soy nadie joven, pero, puedo asegurarle que usted no tiene la culpa de nada de lo que se le acusa, es una buena persona, es dulce y amable y por eso creo que merece una buena vida.
Yoongi sonrió enternecido, no podía controlar la forma en la que su corazón enloquecía por escucharlo, tampoco la sensación de atracción que sentía hacia Jeon Jungkook, siempre lo miró de lejos y ahora lo estaba escuchando decir palabras de consuelo para su pobre corazón en duelo. Le gustaba sentir algo más que dolor y tristeza.
—Nunca creí que escucharía a alguien hablar así de mí, quisiera agradecerle sus atenciones y buenos deseos.
—No tiene nada que agradecer, sólo quisiera que se mantuviera en pie, no soy nadie para pedírselo, pero, su vida es valiosa, igual o mucho más que la de cualquiera, me gustaría que recordara eso cada vez que se sienta intranquilo, que esté seguro que para alguien usted es importante.
Sus ojos se llenaron de lágrimas, era inevitable, Jungkook lo había visto en su peor momento, por eso decía esas cosas, tragó en nudo en su garganta, bajo un poco la cabeza y limpió sus lágrimas de forma rápida, ya no quería que él lo viera llorando, no deseaba dar esa imagen patética de sí mismo. Lo sintió acercarse y ofrecerle un pañuelo de tela blanco, Yoongi mordió su labio inferior antes de tomarlo y limpiar sus lágrimas.
—Lo siento, es lamentable que siempre que está presente yo me encuentre llorando, debe pensar que soy un tonto emocional.
—Yo no pienso así de usted, no tiene nada de malo llorar, puede hacerlo con libertad siempre que se encuentre conmigo, nunca pensaría de forma negativa.
—¿Por qué es tan bueno y amable conmigo?
Jungkook se quedó en silencio unos momentos, Yoongi sintió un peso en sus hombros, tal vez había presionado demasiado y no le daba una respuesta, porque no la había, él sólo estaba siendo amable o creía que era parte de su trabajo. Sin embargo, lo escuchó moverse y se sorprendió enormemente cuando lo miró frente a él, hincado a su altura, a una distancia corta, pero sin tocarlo.
—Ya se lo dije, porque creo que es una persona maravillosa. ¿Por qué no sería amable con alguien tan bueno como usted? A diferencia de los demás yo sí puedo ver la gran persona que es, lo mínimo que puedo hacer es regresar algo de esa amabilidad.
Yoongi lo miró a los ojos aunque eso le causará mucha vergüenza, estaba buscando la mentira, pero, sus grandes ojos sólo mostraban una honestidad tal que engrandeció su corazón, sonrió apenas con una gran tristeza.
—¿Sabe? No debería decir esto, y no quisiera que vaya a pensar que soy un atrevido, pero, ahora creo que lo que más voy a extrañar de este lugar es a usted, ha sido una buena compañía y sus palabras se quedarán conmigo para siempre.
Jungkook le sonrió tenue. —Yo también lo voy a extrañar, ya lo hago y usted sigue aquí. Servirle ha sido lo mejor que he hecho desde que llegué aquí.
Inmerso en ese momento, Yoongi alargó la mano con temor y tocó la mejilla del guardia, al principio solo sus dedos lo tocaron, pero, después de unos segundos, Jungkook cerró los ojos y se recargó en su mano, sintió el calor de su rostro, observó su belleza, la forma en la que sus pestañas largas acariciaban su piel y sus labios delgados, con un lunar debajo de su labio inferior, con su pulgar acarició un poco su pómulo, jamás había tocado a otro hombre de esa forma, aunque no tenía dobles intenciones y fuera una caricia inocente, se sintió tan íntimo, que algo en su estómago se estrujó con fuerza, perdió el aliento y en un arranque que no supo de dónde llegó, se acercó para besar su frente, al instante en que lo hizo cayó en cuenta y se quiso alejar, pero, los ojos castaños que le miraban con una gran intensidad y adoración lo detuvieron en su camino.
No dijeron nada, sólo se observaron, con los rostros muy cerca, Jungkook aspiró el aire entre los dos y suspiró pesadamente, posicionó su mano sobre la que aún estaba en su mejilla y la envolvió, la diferencia de temperaturas hizo que Yoongi se estremeciera, Jungkook besó la palma de su mano sin dejar de mirarlo, un beso que dejó un cosquilleo que se extendió desde la palma a sus pies, llegando a todo espacio en su cuerpo.
—Siempre estaré dispuesto a cumplir sus deseos, no dudaré ni un segundo en hacerlo.
—¿Por qué? —susurró sin dejar de mirarlo apreciando su belleza.
—Porque quiero verlo feliz.
Yoongi le sonrió ahora más tranquilo, entrelazó sus dedos, juntando las palmas de sus manos, encajaban muy bien juntas, sabía que se arrepentiría cuando estuviera solo por esos arranques tan impropios, pero, en ese momento era lo único que quería hacer.
—Gracias—susurró sin poder decir nada más.
Jungkook se levantó y se alejó, dejando caer su mano, aún podía sentir su calor y el cosquilleo en su cuerpo, el guardia dió unos pasos atrás regresando a su lugar y no dijo más, Yoongi suspiró y abrió su libro el cual no leyó, su mente estaba inundada en la sensación de sus pieles tocándose. Reproduciría ese momento para siempre, era suyo, por fin podía sentir lo que era desear a alguien. La verdadera pregunta era ¿Podría conformarse con eso o aquel momento sólo despertaría una codicia que no creyó que existiera en él?
Tengo dos formas de escribir esto, pero pregunta...
¿Quieren una relación tierna y lenta?
¿Quieren intensidad?
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