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Se encontraba con los exámenes de sus alumnos, revisaba con lentitud cada una de las respuestas, después de ello tendría que ver en qué estaban fallando sus alumnos de manera general y, a nivel personal, saber con qué alumnos tendría que prestar atención especial, el calor se hacía presente, de fondo sonaba un reproductor de música viejo que habían conseguido en una venta de garaje, en medio de la sala, justo frente al sillón en el que se encontraba, habían unas cajas de madera que fueron ocupadas para frutas y verduras que su novio había insistido en llevar a vasa para hacer unos muebles que había visto en internet. Estaba revisando el último examen, anotando en una libreta —donde usualmente anotaba la preparación para sus futuras clases— cuando escuchó la risa alegre de JiMin en la cocina.

El día anterior —viernes— el joven había estado totalmente inmerso en hacer un pastel de helado que había visto en otro vídeo que había sido recomendado por JiWoo, así que después de recibir a YoonGi en casa, tomó su mano, sus llaves, su monedero en forma de pollito y un bolso simple que colgaba sobre su hombro para sacarlo con una sonrisa caminando hasta el supermercado. Ahí compró el helado necesario, un par de postres como galletas, frutas congeladas y demás. YoonGi aún llevaba el traje que portaba entre semana para impartir clases, sus mangas estaban arremangadas permitiendo ver lo pálido de sus antebrazos, sus manos sostenían, entonces, un bote de café, pensando si sería una buena oportunidad para comprarlo.

"Quizás querías descansar al llegar a casa..." había dicho JiMin, al parecer lo había estado mirando por algunos segundos pero para ese instante estaba sonrojado, con el cuello rojo y las manos sosteniendo temblorosamente un paquete de galletas sabor canela "...pero las parejas hacen esto ¿no es así? Caminar, decidir comprar cosas juntos... uh"

YoonGi sólo pudo dejar rápido el bote de café en la canasta para abrazarlo con fuerza en medio de los pasillos del supermercado.

Así, anotando un poco más en la libreta vio a su novio aparecer por el umbral de la sala, tenía un short que quedaba a medio muslo y una camiseta sencilla blanca que colgaba como cascadas por su pecho debido a lo grande que era.

— ¡Quedó! —Llegó feliz a su lado, sentándose y a la vez extendiéndole un plato que contenía un pedazo de ese pastel.

— Gracias... —sonrió tomando el pastel no sin antes dejar la libreta y los exámenes.

— ¿Tienes mucho trabajo? —Preguntó JiMin.

— Ya casi termino... —sonrió— ¿por qué? —con la cuchara partió un poco del pastel para comerlo.

Cerró los ojos al momento y asintió a la nada, estaba realmente bueno, sabía bien, era fresco y perfecto para esa tarde, el helado se deshacía en su lengua que era mezclado con las galletas que JiMin puso como base. Escuchó la cuchara de JiMin chocando contra el pequeño plato de porcelana blanca para después percibir su voz.

— E-es... es que... hoy... nosotros... —JiMin hablaba pausado.

YoonGi lo miró aun comiendo el pedazo de pastel, JiMin estaba sonrojándose, sus manos estaban partiendo el pastel con la cuchara y sus ojos no lo miraban. Frunció el ceño sin comprender a qué se refería...

— ¿Ocurre algo? —Preguntó apenas pasó el bocado.

— Hoy despertaste temprano... —murmuró JiMin mirando más el helado— y... nosotros... no...

YoonGi comprendió, el sonrojó se extendió hasta su cuello, carraspeó y miró su pastel. Había descubierto —de buena manera él diría pero sin admitirlo en voz alta— que JiMin era una persona muy impaciente y muy... muy activa. Solía ser quien tomaba la decisión sobre su sexualidad, antes de dormir siempre lo besaba con mimos cálidos y toques que se mostraban tímidos sólo para después intentar desvestirlo y terminar con ambos acariciándose el cuerpo. Eso lo había sorprendido los primeros días, ver a JiMin con los ojos pidiéndole tener intimidad lo puso irónicamente tímido, pues el menor parecía sentirse muy cómodo con él entre las sábanas, tanto que exigía estar de esa forma prácticamente diario, los fines de semana eran especiales, a él le gustaba que, antes de despertar totalmente y dejar la cómoda cama, tuvieran un encuentro íntimo.

Así que de eso se estaba quejando el menor entre sonrojos, no había podido tener a su pareja en la mañana como le gustaba pues éste tuvo demasiado qué hacer y, para tener el domingo libre, había decidido levantarse temprano y terminar los deberes. YoonGi trató de parpadear para disipar la vergüenza que estaba consumiéndolo, no podía entender cómo JiMin exigía algo tan... adulto... con el rostro y las mejillas de un joven tímido que, aparentemente, no sabe de lo que habla.

— Yoonie... —JiMin se trata de acercar, el poco pastel que queda está derritiendo en el plato— ¿sigues ocupado?

YoonGi presiona entre sus dedos la porcelana y la cuchara, siente su rostro caliente, pasa pesadamente el pedazo de comida que tenía en la boca y sus ojos miran temblorosos a los de JiMin. Aunque él no se declara como un pudoroso es más que obvio que si su joven pareja lo menciona con la voz más suave y más aterciopelada él pierde la calma y entra en una especie de crisis. No puede responder correctamente cuando escucha la porcelana siendo colocada en el suelo, a lado del sillón, lo ve acercándose, es como si estuviera en cámara lenta pero al mismo tiempo pasa tan rápido que no sabe responder... sólo siente sus besos encima de sus propios labios para después sentirlos al cuello, donde cierra los ojos sabiéndose perdido. Escucha un suspiro que el menor suelta entre los chasquidos y sabe que no puede resistirse.

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JiMin sonríe entre los mimos que YoonGi le brinda en el cuello, se habían ido a la cama a petición del primer mencionado ya que consideraba el sillón muy poco cómodo. Ahora ambos estaban debajo de una sola sábana, sus piernas se acariciaban con lentitud pero no estaban abrazados, hacía un bochorno nada agradable como para estar en esa posición durante mucho tiempo. Así que ahora el menor estaba bocabajo y el pálido a su lado, girado suavemente para verlo. Su cabello estaba desordenado y el sol del atardecer entraba por la ventana dibujando sombras a su alrededor que hacían el cuarto más cálido de lo que era y a la vez brindaban a JiMin un toque dorado por las paredes amarillo pálido que habían decidido poner sobre las paredes de esa habitación, de fondo, en la sala, sonaba la canción de Childish Gambino "Sober", parecía que iba con el ambiente de aquel día...

YoonGi, siendo dueño de la playlist elegida en ese día, comenzó a susurrar parte de la letra mientras seguía acariciando la nuca de JiMin, viéndolo sonreír con el sonrojo que caracterizaba a una persona que acababa de hacer el amor y que estaba radiante en felicidad. El menor parecía estar mirando hacia la ventana, el mayor pensó que quizás estaba absorto contando las ventanas del edificio de frente, pues una vez le dijo que le gustaba contarlas de vez en cuando, saber cuántas tenían cortinas blancas, cuántas cortinas de colores, cuántas no tenían cortinas y cuántas persianas, a él no le extrañaba, se había acoplado a algunas de las costumbres de JiMin que, sabía, tenía que hacer para calmar a su mente. O bien... podría estar contando los pájaros que regresaban a casa, a veces lo hacía con pájaros individuales, llegando a contarle durante la cena que ese día había contado alrededor de 20 pájaros, otros días extrañándose de sólo contar 17, sin embargo, en aquellos días de calor y bochorno no contaba los pájaros individualmente sino parvadas, a JiMin le encantaba cuando veía eso, solía contarle a YoonGi —entre el sopor del sueño— que era como ver parte del océano en el cielo.

Quizás estaban haciendo lo mismo sólo que en diferentes circunstancias; ambos estaban viendo aquello que los calmaba.

— MinMin... —YoonGi susurra... en un sólo segundo ha estado pensando en los primeros días con su novio, cuando era un joven tímido envuelto en una especie de cobija azul pálido.

— ¿Mhh? —JiMin responde pero aún está viendo hacia la ventana

— ¿Recuerdas cuando me conociste? —Peguntó pensativo, perdido en unas pequeñas pecas que el menor tenía en su espalda bajando poco a poco la mirada hasta donde la sábana lo tapaba.

— Sí... —responde corto, parpadea varias veces y ladea el rostro hacia YoonGi, recarga su mejilla en la sábana y sonríe haciendo que sus ojos expresen la felicidad de su cuerpo.

— Uh... hay algo que aún no me explico... quisiera saberlo... —murmuró acariciando la espalda baja de su pareja.

JiMin lo miró en silencio, con la sonrisa aún en sus ojos y las mejillas encendidas como el sol brillante de afuera.

— ¿Por qué el día que nos conocimos me pediste que te llamara "MinMin" y no "JiMin"? No me conocías... no entiendo por qué... —preguntó de repente desviando la mirada de la espalda del menor hasta sus ojos.

JiMin comenzó a reír, pero era como un susurro, como si fuera un joven escolar que fue atrapado en una travesura mal hecha a propósito para ser castigado.

— Mhhh... —JiMin mordió su labio para evitar seguir riendo, cosa que le contagió la risa al pálido.

— ¿Es algo malo? —Cuestionó divertido.

— No, no, no... —negó con la misma sonrisa— es... me da pena... —murmuró sonrojado.

— Sólo... sólo dilo... tengo curiosidad.

— Uh... —JiMin inhaló aire y se acomodó en la cama, recargando su peso en sus codos para tomar la almohada y dejarla debajo de su pecho, de esta manera su barbilla estaba más arriba— en esos días... nadie me tomaba en serio... uh, mi papá se había marchado de la casa... —asintió y lamió sus labios— sólo... sólo podía salir a pasear con Jinnie unos pocos días... y cuando fuimos al parque... bueno, yo... yo quería protegerlos y tú... tú me encontraste... —se sonrojó— quizás... quizás fue el tono de tu voz... o fue cómo me miraste... —miró a YoonGi con una seriedad repentina— pero me hablaste como mi padre... con ese... —levantó un poco las manos y frunció los ojos.

YoonGi lo sabía, sabía a qué se refería, algo en la esencia en cómo lo había tratado le recordó a su padre... JiMin era malo contando lo que estaba en su corazón, las cosas abstractas no eran tan fácil de explicar, el amor, la felicidad, la tristeza e incluso la idea de las deidades lo confundían mucho... para él era lo que existía y lo que podía explicar, era realmente malo con las metáforas pero aun así trataba siempre de comprenderlas, cuando leía algo que no comprendía acudía rápidamente a él para que se lo explicara. Si bien era un excelente lector de miradas, podía intuir cuando alguien estaba pasado un mal día o estaba legítimamente triste, era difícil consolar para él, sólo abrazaba o narraba algo que había leído pero no podía explicar el porqué de los sentimientos, estos, para él, sólo ocurrían. Por eso, cuando JiMin lo miró con los ojos llenos de preocupación, YoonGi intervino.

— Te entiendo... comprendo lo que dices... —afirmó tranquilizándolo— sólo que... aun no comprendo por qué... finalmente sabías que no era tu familiar siquiera... ¿por qué dejaste... o insististe en que te llamara así?

JiMin juntó sus labios como pensativo, sus ojos miraron hacia las sábanas ordenando cada una de sus ideas.

— Es... —habló al final de tanto pensamiento— es como si tú no me miraras con lástima... —lo miró— me sentí cómodo porque no me tomaste como alguien tonto... por eso... por eso quería que me llamaras así...

YoonGi sintió, de repente, un nudo en la garganta e ignorando el calor que seguía colándose por la habitación, se acercó para abrazarlo con necesidad, con los latidos indicándole que ese cuerpo que envolvía pertenecía a un ser que lo amaba y que él amaba de vuelta. Sintiéndose tranquilo por la respiración quieta que chocaba contra él... cerró los ojos imaginándose aquel día de nuevo... él jamás pensó que JiMin tuviera tantos problemas en su espalda, jamás imaginaría que detrás de sus intentos por mantener la bufanda en el árbol estuviera un joven con tanto rechazo... para él sólo era un joven que estaba divirtiéndose, quizás que había bebido un poco, pero se estaba divirtiendo... aun así cuando lo miró a los ojos no podía imaginarse a tal chico pequeño, regordete y sonriente con una botella de alcohol. Por un momento frunció el ceño con preocupación, una preocupación inútil... se preguntó qué hubiera pasado si hubiera visto a JiMin de la misma manera que el resto... quizás entones jamás lo habría vuelto a ver, quizás habría terminado la universidad, estaría en un empleo de medio tiempo, con un departamento chico, viendo a sus amigos los fines de semana sin saber lo que significa tener el corazón lleno de amor y el estómago lleno de pastel de helado. Y JiMin... no, no quería pensarlo mucho... quizás... quizás hubiera sido triste su futuro... o quizás habría conocido a alguien más que viera lo especial en él... entonces alguien más sabría lo que es tener el corazón lleno de amor y el estómago lleno de pastel de helado... ah, YoonGi cerró los ojos... de nuevo estaba pensando demasiado...

— Yoonie... —murmuró acurrucándose en su pecho.

— ¿Mhh?

— Quiero más helado...

YoonGi sonrió asintiendo, realmente JiMin funcionaba como los edificios de frente para el último mencionado, pues mientras éste contaba las ventanas, él contaba sus pecas o la vibración de su risa...

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TARDÉ

AÑOOOOOOS y es muy corto... pero así van a ser los especiales ;^; 

EEEEEN FIN DJAKDJSAJDLA

Quisiera mandar un saludote ENORME a la página de Facebook YoonMin Day, de parte de @maelibeth18 se supone que este saludo iba a salir e 21 de Febrero ya que fue el cumpleaños de la página, pero no he estado en mi mejor condición y no quería sólo hacerlo así... en fin, muchísimas gracias por todo, por el apoyo que me han dicho que han brindado, si alguien de aquí no las sigue hágalo, yo no ocupo mucho Facebook pero quien lo haga SI-GAN-LAS... jdksadklasdj gracias por todo ¡Espero que duren muchos años más! ¡Muchos, muchos más! ¡Que la fuerza del YoonMin lxs acompañe! <3 <3 <3

FELICIDADES y lamento llegar tarde T-T

EN.

FIN.

Espero que les haya gustado el primer especial, por ahí una lectora me ha dado una idea más para sazonar el epílogo. Espero seguir escribiendo, también he añadido ilustraciones traídas por Isabel... (síganla en IG como @ sin_de_pat ) ADEMÁS wa a estar añadiendo otros dibujos que me han brindado con su respectivo nombre del autor skajdk GRACIAS POR TOOODO. GRACIAS. DE CORAZÓN, GRACIAS.

Gracias a quienes me escribieron en el perfil respondiendo a mis sentimientos jajaja... gracias por todo... nos leemos, espero, mañana.

BYE-BYE!