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Especial «desde MinMin»


«ʕ•ᴥ•ʔ»

Escucho el suave sonido de la alarma resonar en mi habitación, no me gusta, sin embargo es lo único que me despierta temprano. Estiro mi mano y lo apago con rapidez para que calle ese molesto ruido... parpadeo una, dos, tres veces... tres veces antes de mirar el osito de moño rojo que está recostado a mí lado, sonrío porque me gusta mirar sus botoncitos cafés... a veces me preguntó cómo verá... mi mano trepa sintiendo la calidez de las cobijas hasta tocar la punta de plástico negro que es su nariz y luego, con lentitud, llego hasta sus ojitos de botoncitos... amo sus ojitos... son pequeños, cafés... son bonitos porque el hilo es del mismo color que la madera. Suspiro y cierro mis ojos con fuerza para estirarme aun dentro de las cálidas cobijas, quiero estirar hasta mis dedos si es posible... he visto que los gatitos lo hacen, quisiera saber si se siente tan bien como parece...

Suspiro y quito las cobijas de mi cuerpo para sentarme, tallo mis ojos pero sin fuerza, papá me ha dicho que si lo hago con fuerza podría lastimarme. Miró el piso café y me levanto con mucha lentitud, porque no me gusta sentir el frío en mis pies después de estar calientito en la cama, al estar de pie giro y comienzo a quitar las cobijas de mi cama, empezando primero por mi osito café, lo coloco en el mueble, pues si está en el suelo perderá el aroma a dulce que le puse... quito la primer cobija... la más gruesa, la que es color azul pálido... la estiro entre mis manos y la doblo, después la cobija gris y la doblo... después la cobija blanca y la doblo... cada una va encima de la anterior... miro mis sábanas blancas y quito la primera doblándola para colocarla encima de las cobijas, quito mi almohada y la pongo junto a mi osito, por último, quito la sábana que tiene resortes en las esquinas y esa no la doblo, simplemente la sacudo y comienzo a colocarla.

Una esquina, otra esquina, otra esquina... la última esquina... miro mi cama por un instante, no quiero que hayan arrugas, cuando aplano la tela con mi mano tomo la sábana que doblé y comienzo a tenderla, meto las dos esquinas donde irían mis pies y doblo el resto hacia afuera, coloco debajo, con lentitud la almohada y trato de que los relieves no se noten mucho, eso no me gusta. Tiendo la primer cobija, reviso las esquinas, tiendo la segunda cobija, reviso las esquinas, tiendo la cobija más gruesa, reviso las esquinas y los lados... no quiero que quede más largo de un lado. Cuando veo que quedó bien sonrío y acomodo a mi osito en medio, le acomodo su moño alisándolo con mis pulgares.

Camino hasta la pequeña mesa donde ya había colocado mi pantalón azul claro y mi playera de rayas azules con blancas... además están mis calcetines de huellitas y mi ropa interior. Tomo con una mano cada una de las prendas, no quiero que nada se arrugue, abro la puerta de mi ropero y saco la toalla blanca, con pasos lentos abro la puerta y me asomo... siempre lo hago, no quiero que nada me asuste cuando salgo... así que cuando veo que no hay nadie camino hasta el baño. Coloco mi ropa en el pequeño mueble blanco que está a lado del lavabo, reviso una última vez si no se ha arrugado, pues si lo hace entonces iría por una nueva prenda. Sonrío cuando veo que todo está como quiero, cierro la puerta poniendo el seguro y uno, dos, tres, cuatro... son siempre cuatro pasos los que doy hasta la tina... abro la llave para que el agua caliente comience a salir. Me gusta cuando todo se llena de vapor, me gusta porque mi nariz se siente cálida. Cuando la tina está llena cierro la llave y camino hasta el mueble donde está mi ropa, me agacho abriendo la puerta de abajo encontrando uno, dos, tres, cuatro, cinco patitos amarillos. Los tomo entre mis manos y camino con cuidado hasta la tina, acomodo uno por uno cuidando que no se volteen, y comienzo a quitarme la ropa.

Me gusta el agua caliente, me gusta mucho... tomo el shampoo que huele a miel y pongo un poco entre mis manos tallando mi cabeza, lo hago con lentitud, al final, tomo un poco de agua y quito la espuma cerrando mis ojos porque sino el jabón picaría... me estiro un poco hasta alcanzar el jabón que huele a fresas, recuerdo cuando le pedí a Jinnie que lo comprara, mamá dijo que no era necesario, pero él me quiere así que lo compró para mí. Lo sumerjo un poco en el agua y tomo una esponja café —que últimamente parece beige— y le restriego un poco para después tallar mi cuerpo, mientras lo hago miro a los patitos, dejo caer un poco de espuma enfrente de ellos y con mis manos hago que se muevan.

Te... voltearás... —hablo mirando al patito que está más lejos, es el más pequeño y el que siempre se gira, me estiro un poco y lo tomo para acercarlo al resto.

Cuando termino de tallarme subo mis manos hasta mi rostro e inhalo, me gusta mucho el aroma a shampoo y jabón. Saco a los patitos uno por uno y los seco con mi toalla antes de dejarlos en el tapete café a lado de la tina, salgo y con la toalla enredada quito el tapón viendo como toda el agua se va, siempre me aseguro de que toda se vaya. Cuando no hay más agua tomo a los patitos y los acomodo por tamaño en el mueble. Me levanto y comienzo a secarme en especial mi cabello, no me gusta cuando moja la ropa. Comienzo a vestirme asegurándome de que la ropa esté bien, miro el espejo y comienzo a quitar el vapor con mis dedos haciendo figuritas hasta que puedo verme bien. Sonrío miro las botellitas que están frente al espejo, tomo la más larga de color blanco, con cuidado pongo la cantidad exacta de crema que quiero... la revuelvo entre mis manos y pongo un poco, primero en mis mejillas, luego en mi frente y al final en mi cuello. Tomo el envase naranja mediano... con sólo un poco entre mis manos esparzo la crema en mi cabello procuro que todo quede cubierto por esa crema, a veces mi cabello es gracioso y no me gusta cuando se ve así...

Asiento mirándome en el espejo para seguir... tomo mi pijama —que comienzo a doblar— y mi toalla que doblo en la mano contraria, camino hasta mi habitación dejando mi pijama en la parte última de mi cama para salir hasta el patio —donde me coloco mis pantuflas de perrito— y colgar mi toalla al sol que recién sale. Me gusta ver el alba... así dijo Yoonie que se llamaba... me gusta, me gusta... hay algunos pajaritos que también se despiertan conmigo y pintan el cielo muy bonito... camino hasta dentro de la casa y mi mamá ya está despierta, está cocinando algo mientras en su mano tiene café.

¿Desayunarás hoy, JiMinnie? —me pregunta.

Miro con disimulo... son huevos y tocino, admiro rápidamente y no hay nada más, niego con un movimiento de cabeza.

¿Ni un vaso de leche? —pregunta nuevamente.

Mis manos se remueven en mi pantalón, porque no quiero, realmente no quiero, quiero comer con Yoonie.

Desayunaremos allá. —Habla Jinnie entrando a la cocina colocándose el saco café claro.

Sonrío agradecido y bajo la mirada avergonzado.

Está bien... —habla mamá— JiMinnie... —me habla y le miro— desayunarán allá ¿Entiendes?

Asiento y salgo de la cocina para colocarme mis zapatos dejando a mi hermano y mi mamá solos. No me gusta que me pregunte si entiendo, porque lo hago, entiendo... entiendo que no quiero comer en la casa porque Yoonie me dará fruta, entiendo que no quiero un vaso de leche del que mamá compra porque Hobie me compra leche de almendras y me gusta más, entiendo que mamá piense que no entiendo... pero Yoonie dice que lo hago así que le creo.

Me coloco mis tenis negros y tomo mi mochila azul, en ella guardo las cosas más útiles que puedo tener; mi liberta, en ella escribo siempre y últimamente le he pedido a Yoonie que escriba conmigo, le da vergüenza, lo sé, pero me gusta ver su letra junto a la mía, también guardo allí todas las flores que me gustan, guardo la pluma que él me regaló y mi llavero en forma de trébol, me gusta mucho, papá me lo dio. Camino rápido hasta la sala donde espero a Jinnie, mamá se acerca y se despide con un beso, yo sonrío porque me gustan los besos en la frente, salgo, junto con Jinnie y caminamos lento, dice que últimamente hago las cosas rápido y por ello no tenemos que tomar transporte, eso me hace feliz, porque antes me sentía mal porque me tardaba mucho con mi cama o bañándome... pero ahora podemos ir caminando —y puedo ver a los perritos—.

Hoy habrá junta hasta tarde, JiMinnie. —Menciona sujetando mi mano.

Sí... —asiento.

Pero... —suspiró— no sé si YoonGi tenga tiempo para estar contigo, si no puede NamJoon estará allí ¿Sí? —Sonríe.

Yonnie tendrá... tiempo... —hablo asegurando.

Él sonríe, pero lo que dije es en serio, él tiene tiempo, tiene tiempo porque soy su pareja y para las parejas siempre hay tiempo. Además... si está muy ocupado siempre puedo quedarme callado a su lado.

Llegamos a la facultad y corro porque no puedo controlarlo... Yoonie está, como siempre, esperándome en el banco, lo abrazo y beso tímidamente sus labios, me gusta mucho besarle, mucho... mucho... hace que sonría y que mis mejillas se sientan calientes. Me acurruco en su pecho y besa mi frente, vuelvo a sonreír porque amo los besos en la frente. Antes de que nos vayamos giro para despedirme de mi hermano pero él está abrazando a Nammie y veo que lentamente se besan, cuando se separan me mira asustado.

Ji-JiMinnie... —yo sólo sonrío.

T-tú... tú he-hermano y... yo... —Nammie hablando así es raro.

Ya sé. —Respondo sacudiendo mi mano despidiéndome.

Me gusta mucho estar en clases con Yoonie, siempre me explica lo que quiero saber, siempre acaricia mi mano por debajo de las bancas y me deja pintar tréboles y flores en las esquinas de su cuaderno, hoy están viendo números, son muchos, miro mis manos abriéndolas en mis piernas admirando mis dedos para regresar la vista a la libreta, no sé cómo logran comprender tantos números, yo puedo contarlos por separado, pero hacerlos juntos supongo que es demasiado difícil. Por lo que simplemente me recargo en Yoonie y miro su perfil, no me gusta molestarlo y distraerlo, pues estamos en clase y aunque yo no entienda sé que él sí entiende así que debe poner atención.

Su perfil es bonito, él es bonito... sus ojos siempre están entrecerrados, parece que siempre tiene sueño, aunque quizás sea sólo su forma de ser, cuando la clase termina toma mi mano firmemente y salimos a comer, me gusta que siempre pide una ensalada y me pregunta de qué la quiero, aunque siempre me da miedo decirlo en voz alta, lo susurro en su oído. Los demás me dan miedo, se ven aterradores, siento que me gritarán por hablar así o que me mirarán feo por cómo soy.

¿Fresa? —Pregunta Yoonie mientras me mira.

Yo asiento mientras me sigo ocultando en su pecho, hay demasiada gente, el ruido es muy fuerte... es estridente, me duele la cabeza, me lastima los oídos, cierro los ojos porque algunos chicos comenzaron a gritar y a reír con fuerza, yo sólo pido en silencio que se detengan, por favor, no tienen que hacer ruido, no tienen que hacerlo... yo sólo quiero estar en silencio junto con Yoonie. Me entierro más en su pecho deseando que sólo los pequeños latidos que percibo sean lo único que escuche, sin embargo siento sus manos en mis hombros, y unos intrusos en mis oídos.

https://youtu.be/gVAy3IZiL0s

Sonrío al escuchar una canción, esa que Yoonie ha puesto últimamente y que me gusta demasiado... cierro los ojos y destenso mi cuerpo pues ya no escucho el ruido, aunque hay personas, si miro solamente a Yoonie o a nuestras manos unidas... entonces los demás no existen.

Nos sentamos y comienzo a abrir la ensalada, le han puesto queso y eso me gusta mucho, comienzo a comer con lentitud fresa, fresa, lechuga, nuez, fresa, fresa, lechuga, pasa... todo mientras Yoonie me platica sobre lo que haremos el resto del día. Yo sonrío con los trozos de dulces fresas en mi boca, porque sabía que él tendría tiempo para mí, siempre lo tiene y siempre lo tendrá, así como yo lo tendré con él. Hobie llega entonando una canción que pudiera aturdirme pero sólo me da ternura, Hobie es muy tierno, siempre está sonriendo y haciendo bromas, me gusta cuando apresa mis mejillas y ríe moviendo mi cabeza de un lado a otro gritando que soy bonito, me hace reír, es muy bueno...

JiMinnie~ —habla mientras busca en su mochila— perdóname... hoy no hubo de almendras —sacó un pequeño cartón de color café— sólo había de coco.

Yo sonrío y agradezco abrazándole cortamente, porque su boca ha hecho un puchero, sé que Hobie me quiere, y le pone triste no vernos o cuando no puede traer algo que prometió, yo no quiero que se sienta mal, sé que los abrazos le gustan, a mí también me gusta darlos.

Ah~ —escucho un quejido— yo compré la ensalada... ¿qué hay para mí, MinMin?

Sonrío sonrojado mientras niego y me acerco al oído de Yoonie.

Besos... —hablo bajito porque aun siento vergüenza.

Inmediatamente su rostro pone rojito y finge toser.

«ʕ•ᴥ•ʔ»

La tarde está cayendo pero aún sigo con Yoonie, eso me pone muy feliz, hemos salido del plantel, llamó a Jinnie mencionándole que iríamos a pasear, me parece divertido salir con él mientras tomo su mano porque siempre me detengo en los puestos que más me parecen bonitos, y ahora ya tengo una bolsa llena de dulces, otra de gomitas y un chocolate en forma de osito, yo quería ayudarle a pagarlo, pero no traje mi cartera de gatito... ah, esa cartera me la regaló papá antes de que se fuera, recuerdo que siempre nos sentábamos los viernes, cuando regresaba, y comenzábamos a contar... ese mismo sábado comprábamos algo... a mí me gustaba comprar discos, me gustaba la música... me gustaba cuando papá bailaba conmigo...

¿En qué piensas, MinMin? —Me habla Yoonie y yo niego— ¿Tienes sed? —vuelvo a negar— ¿Estás seguro que estás bien?

Le miro, lo sé... Yoonie me conoce bien, él sabe que estoy triste, pero no sabe por qué, no quiero que se preocupe por mi papá, porque aún nos vemos, aún me marca... pero... le extraño mucho.

E-estoy... bien... —sonrío.

Sabes que... —Asentí.

Cualquier... cosa... que quiera... decir.

Exacto, MinMin... —sonrío y me beso la nariz.

Sonrío y lo abrazo aferrándome a él, le estimo mucho, como a nadie... me gusta mucho que me conozca, que sepa qué siento y que pienso aunque no lo diga... quisiera decirle todo lo que pienso cuando le veo... pero las palabras siempre se atoran en mi garganta, quizás porque no estoy acostumbrado a hablar, siempre pienso más de lo que digo, pero algún día... le diré todo lo que siento.

Entramos a una tienda y la felicidad inunda mi pecho, hay libros y un olor peculiar, mis dedos presionan los de Yoonie quien sonríe y me dice que puedo investigar lo que quiera, en el lugar hay demasiados, muchos, muchos libros... sería imposible contarlos, comienzo a pasearme hasta que me detengo en algunos... azul, azul, morado, rosa... blanco, gris, rojo, amarillo... azul, negro, blanco, blanco, blanco... grueso, grueso, delgado, grueso... delgado azul, grueso morado... mis dedos se pasean en los libros.

Saco lentamente uno, delgado... morado... cuando lo separo del resto de libros siento como si estuviera arrancando una florecita... así se siente desprender un libro de un lugar tan bonito como ese. Miro la portada, en ella hay el dibujo de una niña, de pelo alborotado, como una nube esponjosa de cabello.

Momo... —leo con lentitud, el color y la imagen es tan bello, que no quiero dejar de mirarlo.

¿Lo quieres? —siento una brazo por la espalda, pero no despego mi vista del libro, temo que si lo hago lo pierda— puedo comprarlo y puede estar en mi casa... allí lo leerás. —Habla detrás de mí y besa mi nuca.

Sonrío porque me encanta que me bese, asiento y giro para abrazarle sin soltar el libro, pues de verdad me pondría triste que desapareciera.

¿Quieres algo de tomar? —Me pregunta y yo asiento.

El resto de la tarde se ha ido mientras platicamos, él me cuenta de su familia, de su hermano que se ha mudado, mientras yo le cuento sobre una canción que escuché en la radio del domingo, me gusta que mientras hablamos sus manos acarician mis dedos, o cuando limpia mi boca, manchada de chocolate que tomé, con sus pulgares para luego lamerlo.

O cuando me besa.

«ʕ•ᴥ•ʔ»

Mamá está preguntando qué hicimos, Jinnie le está mintiendo diciendo algo sobre un parque, cosa que no quiero entender, porque al final todo es mentirá y mamá jamás me preguntará a mí sobre algo... a mí ya no me incomoda más sus mentiras, pues sé que mamá no me dejaría salir si sabe que veo a alguien... simplemente quiero cenar en silencio para ir a mi cuarto, pues estar allí mientras ella menciona cosas sobre sus amigas me aburre un poco, quiero mucho a mi mamá, le estimo mucho, mucho, mucho... pero a veces es aburrida.

En mi cuarto sólo pongo la radio a volumen muy bajo, me gusta hacerlo mientras veo la ventana, quisiera haber empezado a leer Momo pero Yoonie dijo que si lo hacía me pondría triste por no poder seguir leyendo, creo que tiene razón, siempre la tiene... es muy maduro, es muy fuerte y muy listo... confío mucho en él.

JiMinnie... —escucho a Jinnie hablar, me levanto rápido, acomodo mi pijama y corro a abrir— toma...

Tomo el celular y lo coloco a mi lado.

¿S-sí?

"MinMin..."

Yoonie...

"Sólo quería darte buenas noches..."

Ah... umh... ¡yo también! —escucho una risa de él y me sonrojo, me asomo un poco y noto que Jinnie se ha alejado un poco— y... y... besos.

"Ah~ sí besos también."

Y abrazos.

"Sí, de esos también."

Y... y... caricias.

"Claro..."

Y...

"¿Y?"

Te quiero... —quizás Yoonie no lo sabe, pero mi pecho siempre se siente explotar cuando lo digo.

"Yo también..."

Yoonie... te-tengo que ir a dormir... —digo al mirar el reloj.

"Sí... ve... duerme bien."

Mañana.

"Mañana."

Presionó el botoncito rojo y le devuelvo el celular a Jinnie abrazándole mientras le agradezco y me despido para dormir. Entro a mi cuarto y apago la luz —aunque primero enciendo la lamparita en forma de luna que está a un lado de mi cama— y me meto entre las cobijas. Abrazo a mi oso y lo acomodo a mi lado, mientras sonrío comienzo a contarle lo que hice en el día, pues aparte de Jinnie, no hay nadie más a quién le guste cuando hablo, por eso siempre estoy en silencio, aunque mi osito sabe todo... todo... no sé cuándo, pero me quedo dormido pensando en Yoonie y suspirando por volverle a ver.

«ʕ•ᴥ•ʔ»





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Capítulo especial porque ayer fue el día mundial del autismo <3
Lamentablemente ayer no pude hacer nada porque 1.- no sabía y 2.- cuando me enteré estaba haciendo un proyecto final </3 gracias a c_on_i 
por decirme... muchísimo amor para ella (ella es bien pro en esto, así que espero, Coni, hayas sentido que lo plantee de la mejor manera. ;; siento que faltó explorar más de JiMinnie, pero sólo era un vistazo a un día cotidiano en su vida)

Espero que les haya gustado tener un especial donde podamos entrar a la mente de JiMin, verán que es más complejo de lo que parece, pero al mismo tiempo es muy listo, JiMin lo es, sin embargo también tiene miedo.

Esto es todo por mi parte, nos vemos después <3 

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