especial «calma»
«🌸»
JiMinnie
"Iremos el próximo fin de semana <3"
[05:30 pm]
Sonrió, dejó el teléfono y lo dejó en medio de la mesa para ir a lavar los platos. Escuchó el sonido del aire golpeándose contra algunos árboles y arbustos, sólo unos segundos después también percibió la puerta frontal de madera rechinando al ser abierta —haciéndole pensar que quizás debería conseguir aceite para la misma— escuchó los pasos pesados entrar para finalmente escuchar un peso grande dejándose caer en la mesa.
— ¿Te fue bien? —Secó sus manos y se giró para encarar a quien acababa de entrar.
NamJoon tenía un pequeño sombrero de paja aunado a una playera sin mangas y un pantalón de mezclilla que le quedaba un poco grande, éste caía por su cuerpo haciéndolo ver más delgado de lo que era, de hecho, si no hubiera sido por sus brazos al aire libre probablemente se habría visto como alguien escuálido, pero debido a su buena proporción corporal se veía más bien atractivo. Su piel se presumía rosada quizás por el sol o por el aire salado, estaba sonriendo con su característico hoyuelo asomándose por entre sus mejillas, su pecho subía y bajaba con cansancio concordando bien con unos mechones húmedos que se mostraban por debajo de su sombrero.
— Bien... de hecho pude conseguir esta caja, promoción especial y todo... —golpeó el mencionado que estaba sobre la mesa.
— ¿Oferta?
— Le conté del proyecto al señor que nos atendió en la tienda ayer ¿Lo recuerdas? ¿El que nos regaló la sopa instantánea?... —se sentó a la mesa viendo a SeokJin caminar hasta el frigorífico para sacar una jarra de agua fría— bueno... le pareció una idea genial y dijo que nos podía apoyar con esto.
— ¿En serio? —Habló sorprendido.
— Sí. —El moreno se quitó el pequeño sombrero de paja, lo dejó encima de la caja y se acercó a aquel que estaba sirviendo agua.
— La gente es sorprendentemente amable aquí.
— Lo es.
NamJoon bebió el agua mirando al mayor acomodando unos trastes, recién sacándolos de la caja en la que estaban resguardados, librándolos del periódico que los envolvía.
— Jin... —se acercó y apresó con sus brazos la cintura, transmitiéndole el calor por la espalda— ¿tienes que ir a trabajar hoy?
SeokJin asiente y suelta una risa cuando un bufido decepcionado se deja oír detrás de él sintiendo a la par los brazos abrazándolo con más fuerza. El ambiente de la casa es tranquilo, se escucha el trinar de unos pájaros que pasan de largo anunciando el buen clima así como el agua chocando contra las rocas con un siseo insistente que sólo calma los dolores de cabeza. El mayor abraza al moreno de vuelta, girándose lentamente, cerrando los ojos poco a poco sintiendo contra su mejilla el hombro de su pareja. NamJoon se inclinó un poco hacia él, rozando sus cabezas...
SeokJin, por su parte, frunció suavemente el ceño al recordar lo que habían pasado para estar en esa situación... el estrés que habían acumulado hasta que ambos dijeron "basta" al unísono.
NamJoon había ingresado como ayudante en su antigua universidad, le dijeron que, con el tiempo, podía volverse investigador. Ayudaba a los mismos investigadores en el área, por ello mismo tenía un horario exigente, a veces tenía que salir a las seis de la mañana corriendo y regresar a las ocho de la noche. Estaba emocionalmente inestable, siempre le gustó escribir, por ello es que solía hacer pequeños artículos en las revistas de la universidad que la ayudaban a obtener un poco más de dinero —aunque esto no fuera necesario—. SeokJin, por su parte, seguía laborando en el bufete, asistía a juntas que no eran más que por mero "entretenimiento" y compromiso, tenía que lidiar con sus compañeros quienes solían hablar de sus adquisiciones monetarias; aunque SeokJin dudaba que esto fuera cierto, pensaba que sólo era un intento por imponerse como "alfas" dentro de su trabajo. En más de una ocasión llegó a casa con la presión sobre sus hombros, debido a que era parte de un bufete, los abogados a veces eran asignados a casos que él no consideraba muy justos, personas que peleaban por custodias por mero dinero, hijos que demandaban a los padres para sacarlos de su hogar... todo eso le fue pesando. Rechazar estos casos no era algo "mal visto" pero ciertamente mientras menos trabajara menos le asignarían casos...
Una noche NamJoon llegó diciendo que buscaría un empleo más cerca de su hogar, había pensado en la opción que YoonGi había tomado, ser maestro no era algo que le disgustara, aunque su paga se vería reducida claramente podría tener más tiempo... esto lo hizo pensando en cómo ambos estaban descuidándose y descuidando su pequeño hogar —un departamento francamente muy chico para ambos pero en el que se acomodaban demasiado bien—. Así SeokJin intentó convencerlo de lo contrario, eso hasta que vio que efectivamente en su refrigerador no había nada de comida... otra vez les tocaba pedir algo a domicilio.
Fue entonces cerca de medio mes más tarde que SeokJin, lleno de papeles que debía ordenar para un próximo juicio, miró a NamJoon —quien revisaba los empleos en el periódico señalándolos como posibilidades— tomó la decisión que los hizo, en un futuro, estar con una caja de azúcar morena en la mesa.
"Vámonos de aquí."
Le había susurrado con los ojos cansados y el ruido de un par de coches pasando en la acera. NamJoon lo vio perplejo, no entendiendo bien a qué se refería.
"Vámonos, lejos... vámonos... no somos felices aquí..." susurró el mayor.
NamJoon negó cortamente, la idea era de por sí loca, no podían mudarse sólo así, tendrían que ver muchísimas cosas más, el sitio a dónde irían, precios, la mudanza de sus cosas, la búsqueda de nuevos empleos en esa zona.
"No podemos" Había dicho NamJoon.
"Por favor..."
"¿Por qué quieres irte?" NamJoon tomó sus manos con lentitud, queriendo comprenderlo "si quieres dejar tu empleo yo te apoyo... pero ¿por qué irnos?"
"¿Por qué no?" Murmuró SeokJin con los ojos temblorosos, parecía que iba a tumbarse en lágrimas en cualquier instante "sólo vámonos... estoy harto de la ciudad... estoy harto..."
NamJoon miró directamente a los ojos de su pareja y en silencio asintió, lo abrazó... esa noche hicieron el amor, las marcas en los hombros y las espaldas fueron lo suficientemente profundas y rojizas como el atardecer que los acompañó entre gemidos, las sábanas no fueron ocupadas ni siquiera para tapar la desnudez en la mañana. El aroma del café mañanero despertó al moreno, ninguno de los dos había asistido a su trabajo aquel día... y sólo pudo comprender a qué se refería el mayor con querer escapar del mundo cuando lo vio preparando una comida con productos que recién habían comprado.
Así estaban ahí, en un departamento igual de chico que el anterior que tenían, sin embargo su ventana no brindaba la vista de otros edificios sino de la playa, el calor los abrazaba lo suficiente como para poder tender la ropa juntos los sábados en la mañana así como beber café frío. Y fue por ello que el moreno tuvo la iniciativa, recién habían conseguido el sitio, recién SeokJin estaba trabajando en una pequeña cadena hotelera del sitio...
"Hay que abrir nuestro restaurante, ¡Una cafetería! ¡Hay que hacerlo!"
"¿Por qué?" Había preguntado SeokJin riendo.
"¿Por qué no?" Parafraseó y comenzó a reír "vamos, cocinas demasiado bien, el café frío que haces es delicioso... sería un éxito, no he visto cafeterías por esta zona"
Por ello es que ahora mismo tenían en la mesa esa caja en la que estaba su próximo proyecto de vida. NamJoon estaba emocionado, hacía pequeños trabajos por todos lados aunque bien había una escuela cercana en la que podía laborar, lo que quería, ante todo, era iniciar el rumor de una cafetería que abriría pronto. Fue gracias a esto y a su sonrisa siempre amable que algunas personas de la localidad habían decidido brindarle ayuda, ya sea con pequeños amuletos de la suerte o directamente con productos.
— JiMinnie dijo que vendría... —murmuró separándose de su pareja.
— ¿Qué día?
— Este fin.
NamJoon asintió y se recargó lentamente en la mesa con el rostro pensativo.
— Podríamos decirle de nuestros planes.
— ¿Seguro? —SeokJin preguntó, él habría querido guardarlo como un secreto.
— Claro... —sonrió— es tu familia... seguro que lo emocionará mucho.
SeokJin asintió con una sonrisa viendo como NamJoon preparaba el "desayuno" que consistía únicamente en sopa instantánea.
— Hablando de familia... —murmuró el moreno escuchando el hervor del agua— ¿La has visto?
El rostro de SeokJin se tornó un poco serio pero asintió.
— Le han reducido la condena... —se cruzó de brazos— aunque sigue asistiendo a terapia fielmente.
— ¿Cómo tomó la noticia?
— ¿Noticia?
— Ahora vives lejos... —NamJoon sacó de la alacena dos pequeños platos que últimamente ocupaban casi de diario— no sé cómo se lo habrá tomado.
SeokJin ladeó el rostro pensativo.
— Lo tomó muy bien... —SeokJin se acercó a la mesa y se sentó a la misma viendo a su pareja colocando los ingredientes en la mesa, su casa era muy pequeña, tanto que debían comer en la misma cocina hasta que se consiguieran una mesa decente que pudieran colocar en una parte de la sala— de hecho... me alentó a hacerlo. Aun no puede visitarnos, ya sabes... —suspiró— no se siente preparada y eso... uh... pero la he visto bien.
La melancolía llegó a sus pensamientos recordándola, delgada, con el cabello cortísimo, sin maquillaje alguno y sin la elegante ropa con la que parecía haber nacido, sus tacones altos habían sido cambiados por zapatos de piso sencillos pero extrañamente lo terso de su piel se había acentuado así como la mirada que hacía mucho no veía. Le hubiera gustado mucho tomarla de la mano y llevarla a la gran casa que había sido suya... pero no podía, no podía hacerlo y la mujer, con ojos pequeños y brillantes se lo había hecho saber "aun no estoy bien" había susurrado con labios partidos pero sonrisa tranquilizadora.
— Me alegro por ella. —Murmuró el moreno sirviendo poco a poco el agua caliente sobre los fideos.
SeokJin asintió cortamente y comenzaron a comer.
«🌸»
JiMin había llegado ya a la casa de su hermano, la fachada del edificio era brillante y las olas del mar siempre lo alegraban, así que iba con una sonrisa pequeña pero perceptible. YoonGi iba a su lado, cargando una caja en la que llevaban una lámpara de noche, mientras tanto, el menor cargaba una pequeña caja con un pastel. Entraron al elevador agradeciendo que tuviera, discutiendo cortamente el por qué tantos edificios carecían del mismo.
— Tienes algo en el cabello... —murmuró JiMin acercándose a YoonGi para quitarle una pequeña hoja que traía entre las hebras.
— Gracias... —sonrió.
— Yoonie... —JiMin se acercó y lo besó cortamente, sin motivo más el que su sonrisa.
El sonido del elevador los detuvo del contacto, los pasillos eran iluminados, había plantas en todos sitios y las puertas eran de una madera gruesa y oscura, el ambiente era agradable, demasiado agradable. Tocaron la puerta en la que había un pequeño colgante parecido a un cuerno con frutas y demás cosas brillantes. JiMin se acercó suavemente y tocó la figurita con sus dedos, inmerso en las texturas y colores hasta que el rechinido de la puerta lo asustó, NamJoon abrió con una sonrisa radiante.
— Pasen... —abrió la puerta totalmente dejando a la joven pareja entrar.
— T-trajimos pastel... —JiMin extendió la caja hacia NamJoon— es... umh... de gelatina, tiene fruta y... adornitos... —asintió como queriendo recordar— creímos que sería mejor este por... por el clima...
— Gracias... —NamJoon sonrió llevándose el postre a la cocina para guardarlo en el frigorífico.
— ¡JiMinnie! —Gritó SeokJin atravesando el pasillo por el que estaba su habitación hasta llegar a donde su hermano estaba parado, lo abrazó con fuerza y necesidad.
— ¡Jinnie! —Gritó JiMin de la misma forma efusiva.
— Uy, yo estoy pintado... —YoonGi murmuró divertido.
JiMin lo miró por sobre el hombreo de SeokJin y frunció el ceño en confusión.
— N-no... creo que no... —Abultó sus labios— ¿Has sido pintado? ¿Dónde?
YoonGi negó con una risa pequeña.
— Es... es decir... que me ignoran aquí.
— Nadie te ignora... —SeokJin suspiró cargando a JiMin haciéndolo reír— no seas dramático.
— Dramático me dicen ahora... —suspiró negando, encaminándose a la cocina— sólo vine a que me insultaran.
NamJoon se veía feliz, genuinamente alegre, sus mejillas resaltaban en un rosado natural y sus ojos se veían curvados suavemente. YoonGi le sonrió de vuelta, hacía mucho que no lo veía tan lleno de vida, parecía incluso haber ganado peso, su cuerpo se había vuelto más formado o quizás la ropa lo acentuaba más... se sintió realmente alegre al verlo así, tener a uno de sus mejores amigos en esa postura relajada y sonriente era mucho más de lo que hubiera imaginado cuando les avisaron de su mudanza.
— Este espacio les ha ayudado mucho ¿No es así?
— Demasiado. —Asintió.
— Siempre he pensado... que estos sitios iban más con ustedes... ya sabes, algo más tranquilo. —Asintió.
— Curiosamente siempre pensé que a JiMin le irían estos paisajes. —Respondió NamJoon con una risa entre sus palabras.
— Mhh... creo que le gustaría como vacaciones, pero... —frunció el ceño y ladeó el rostro— dudo que le guste para diario.
— ¿Mhh? —NamJoon lo invitó, con un gesto, a sentarse y así lo hizo YoonGi— creí que era más de... lo tranquilo.
— Y lo es, donde vivimos no hay muchos coches que pasen... o mucho ruido... —suspiró mirando a la ventana de la cocina por la que entraba el aire suave y frío— pero a JiMin le gusta mucho ir a museos o a... festivales... —asintió— casi siempre busco que no haya mucha gente... no quiero exponerlo, pero últimamente parece manejarlo mucho mejor, ya no piensa en ellos... en, en la gente... sino en el evento...
NamJoon asintió con un suspiro.
— Es comprensible... a JiMin le gusta distraerse así ¿No? —su sonrisa se volvió melancólica— recuerdo cuando iba con nosotros en la universidad, siempre sosteniéndote —NamJoon relamió sus labios y asintió cortamente, recordando cómo veía con fascinación a JiMin entrelazar su mano con la de YoonGi, como queriendo buscar protección en medio de todos esos desconocidos— siempre preguntándote cosas... muy bajo para que el profesor no notara —soltó una risa que no sonó divertida— siempre queriendo saber más.
— ¿Por qué te pones así? —YoonGi golpeó su hombro suavemente con una risa.
— No lo sé... —negó riendo también— es sólo... los he visto crecer y eso... eso realmente...
— Yah~ —YoonGi negó— ¿Crees que no me siento igual?
— ¿A qué te refieres?
— SeokJin decidió irse a vivir contigo aún cuando no lo habían aceptado en un bufete, yendo en contra de todo, incluso se ha animado a dejar un trabajo que, creode verdad, nunca lo hizo feliz... tú... tú te has vuelto más seguro con el tiempo, has... has aprendido a confiar en ti, recuerdo que cuando estábamos en la carrera siempre decías querer conseguir un trabajo estable y nunca dejarlo. —Soltó una risa— mírate ahora, teniendo empleos de medio tiempo, tu antiguo yo diría que por un mero capricho... pero no lo es ¿No? No es un capricho.
NamJoon estuvo por responder un "gracias" sincero hasta que JiMin entró corriendo.
— ¡Van a poner una cafetería! —Gritó emocionado.
YoonGi miró a su novio para luego mirar a NamJoon con el rostro intrigado.
— Ah... sí, sobre eso quería hablarte también.
Se sentaron a la mesa con emoción, SeokJin hablaba de cómo sería el negocio, habían visitado varios locales pequeños en los que podrían empezar, JiMin se ofreció a brindar varias recetas vegetarianas para ampliar el menú del mismo restaurante, él, con la emoción característica que siempre lo acompañaba, trataba de aportar en todo lo que podía, colores —según por la psicología que él mismo había estudiado— así como ideas para añadir mayor iluminación.
«🌸»
El aire golpeaba tranquilamente sus rostros así como el naranja del atardecer tostaba sus pieles en dorado. Caminaban lentamente hacia la parada de autobuses acompañados por el siseo insistente del agua alterándose gracias al aire. JiMin estaba detrás hablando con NamJoon, parecían estar compartiendo opiniones sobre películas o libros, quizás sobre lo segundo ya que JiMin siempre acudía a HoSeok para saber sobre qué películas debería ver respecto a algún tema que le interesaba,
— Antes de que se vayan... —murmuró SeokJin aún caminando junto a YoonGi— necesito darles esto. —Le entregó un sobre pequeño que sacó de su pantalón.
YoonGi extrañado abrió el sobre sacando de este un pequeño papel. El pálido miró a SeokJin por un instante, tratando de encontrar la mirada que le explicara qué significaba ello, cuando divisó un gesto de vergüenza en el rostro del mayor... negó, YoonGi negó devolviéndole el sobre junto con el pequeño pedazo de papel.
— Viene de ella ¿No? —Negó con una mirada baja— no... no lo quiero...
— YoonGi...
— No.
— YoonGi... realmente... ella... ella quiere... —suspiró— me pidió que les diera esto sin decirle de quién es. No quería que supieran... pero se me hace injusto.
— No queremos nada de ella.
— Está en rehabilitación... —SeokJin volvió a poner el sobre en manos del pálido— no seas tan cruel.
— ¿Yo? —soltó una risa— ¿Cruel yo?
— Mira... si no quieres usarlo... no lo hagas, pero al menos acéptalo. —Susurró.
— No quiero nada de ella... —desvió la mirada— pero está bien... lo voy a guardar. —Señaló a SeokJin— no le voy mentir a JiMin... él... él debe saber de dónde viene esto.
SeokJin lo miró con incomodidad, parecía no sentirse tranquilo con la última declaración.
— No me gusta mentirle... —rascó la parte posterior de la cabeza— le diré... no hoy, pero sí le contaré.
— Está bien... —SeokJin suspiró rendido.
Al instante, al acabar la plática JiMin llegó corriendo hacia ellos con una sonrisa tranquila en el rostro. Sus mejillas estaban sonrosadas por haber trotado y por estar expuesto al calor de la playa. NamJoon llegó inmediatamente después con una sonrisa tranquilizadora.
— ¡Jinnie! —JiMin lo abrazó con fuerza— nosotros queremos ver la cafetería.
— Los llamaremos cuando esté lista. —SeokJin correspondió el abrazo.
SeokJin y NamJoon miraron el camión partir, sonrieron al ver a JiMin despedirse alegremente con ademanes de mano. NamJoon, apenas arrancó el camión, abrazó a SeokJin con fuerza, pensó en lo que había mencionado YoonGi ¿Realmente habían cambiado? ¿Lo habían hecho? Bueno, la realidad era que NamJoon siempre había querido irse por "lo seguro" por eso mismo estudiaba para cada examen aunque no fuera importante, buscaba trabajos con plazas largas para no preocuparse más tarde, por ello, incluso, le había pedido a SeokJin formalizar... quería algo seguro... y en ese instante, con el aire salado golpeándolos, con SeokJin abrazándolo, estaba seguro, se sentía seguro... aunque irónicamente no hubiera piso firme en el que estuviera parado... no tenía trabajo fijo, la entrada de dinero a la casa variaba... sin embargo... era feliz, demasiado feliz.
— Hoy tenemos pastel para cenar... —murmuró SeokJin escondiéndose en el pecho del moreno.
— Sip.
— ¿Quieres algo de beber?
— Podemos ir a comprar algo.
— ¿Cuánto dinero tenemos ahora para gastos extras?
— No lo sé... —sonrió NamJoon— pero algún jugo no nos dejará sin comer ¿No?
— Eso creo. —Respondió SeokJin con una risa.
Así se alejaron tomándose por las manos, entrelazando los dedos, caminando lentamente hacia una tienda local que vendía productos de todo tipo. NamJoon miró el cielo y luego a su pareja... sí, habían cambiado... si era para bien o para mal eso no lo sabría del todo... sólo era feliz... demasiado feliz.
«🌸»
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No estoy muy conforme con este capítulo en realidad, jaskdjksal... pero quería subirlo ya. El NamJin siendo hogareño me puede mucho.
¡Queda, creo, otro especial más! (y pos... el epílogo) Si quieren saber sobre algún otro dato más para hacer otro especial me gustaría saberlo uwu... lxs leo.
GRACIAS POR TODO EL APOYO QUE HA RECIBIDO GA!
ME HAN PASADO ALGUNOS DIBUJOS MUUUUUUUY BONITOS QUE LOS WA A PONER KDSADKSLAD tengo que hacer unas tareas más y sigo escribiendo uwu skadklñdl
GRACIAS!
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