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Su pequeño y levemente regordete dedo estaba señalando una parte de su cuaderno que no comprendía bien, YoonGi le miró y comenzó a explicarle con más claridad ahora que la clase había terminado, sin embargo le dice que al final le explicará mejor pues un profesor entró para la segunda clase. Éste hombre era mayor de edad, así que su voz era rasposa, le causaba sueño y no tardó mucho cuando cayó dormido en el hombro de YoonGi. 

Despertó cuando sintió un suave movimiento y escuchó voces ajenas a las de YoonGi, NamJoon u HoSeok, cerca de él, abrió sus ojos lentamente y miró asustado a las tres personas frente al mayor.

— ¡Aww! ¡Pero mira qué tierno! —JiMin se aferró a la mano del mayor en cuando miró aquella chica acercarse.

— Le asustas. — Susurró YoonGi sintiendo los dedos de JiMin.

— ¡Eh! ¡Qué grosero Yoon-ah! — La chica hizo un puchero acomodando su cabello corto hasta el hombro.

JiMin le miró admirando como platicaban juntos, habían otras dos chicas sentadas a los lados, sus ojos recorrieron a la chica desde el cuello hasta sus delgados brazos, su piel morena clara y sus ojos expresivos, su sonrisa bonita pero su voz ruidosa, seguía mirándole con curiosidad, la chica olía a fruta, sin embargo no era un olor que le agradara, quizás porque olía mucho y no le agradaban los olores fuertes. Su mirada se estaba paseando por el resto de las chicas hasta que escuchó algo que llamó, en definitiva, su atención. 

La risa de YoonGi. 

Le miró inmediatamente, estaba riendo, abiertamente, nuevamente sintió esa pequeña presión en su pecho, él quería hacer reír así al mayor, quería poder llenar sus oídos con esa bonita y masculina risa, pero no causada por terceros, sino por él mismo. Nuevamente se sintió del otro lado del inmenso y roto puente, ese puente que se veía infinito, él quería hablar así con YoonGi, pero no podría, él quería poder reír al mismo tiempo que él, como aquellas chicas... pero lo más que le podía contar al mayor sería sobre los atardeceres que veía desde su ventana, él podría decir con facilidad cuales eran las diferentes nubes que veía y el tipo de ruido que hacían los árboles al ser abrazados por el aire... pero no podría platicar sobre el proyecto final del que tanto hablaban. Separó su mano de la del mayor.

— ¿MinMin? —YoonGi le miró intrigado olvidando la plática al sentir la ausencia del calor corporal del menor. 

— Baño... —Susurró JiMin. 

— Ah... sí... ¿quieres que vayamos? —Cuestionó para que el menor se sintiera tranquilo por el grande edificio, no dudaba de JiMin, sabía que encontraría el baño, el problema, pensaba, serían las personas que encontrara en el trayecto. 

— Quiero... ir... solo... —Susurró tomando su mochila para levantarse y encaminándose con el corazón rebotando en su pecho por el miedo.

YoonGi le miró desde la banca, frunció suavemente su ceño con preocupación... 

«♪»

Había llegado con éxito al baño, sin embargo se detuvo algunas veces porque habían muchas personas en los pasillos, se sintió más tranquilo cuando entró y estaba vacío. Caminó hasta llegar a una pared y se recargó en ésta, pensaba demasiado... realmente demasiado... él quería ser un adulto, había hecho todo lo posible por lograrlo, le preguntó a su papá qué podría conseguir que fuera un hombre, aunque éste sonrío y le dijo que ya lo era, con o sin los peluches que abrazaba en la noche. Miraba sus manos y bajaba la mirada cada vez que escuchaba la puerta abrirse, afortunadamente ninguno de esos chicos le dirigió una sola mirada. 

No sabe cuánto tiempo pasó allí, sólo había decidido que debía dejar de actuar como algo que aún no era, porque cuando levantaba la mirada podía notar los cuerpos altos de aquellos chicos que salían, como algunos tenían rostros formados, así que cuando se encaminó hacia los lavabos sólo para sentir un poco el agua entre sus dedos, miró su rostro... solía usar ropa color pastel... miró sus zapatos atinando que había llevado los mismos de velcro... porque los otros le era imposible... miró sus manos cubiertas por sus suéteres anchos... sin querer infló sus mejillas por la tristeza... ni siquiera podría compararse con aquellas chicas con sus blusas coloridas y maquillaje complejo, no podía competir contra los demás chicos y sus pláticas difíciles... 

Salió triste pero decidido... 

Mirándose en el espejo supo que no era un hombre... se sintió tan decepcionado que habría querido soltar unas lágrimas, cosa que no hizo por miedo a los demás que estaban observándole... miró hacia ambos lados, sabía dónde estaba el salón de YoonGi pero al dar un solo paso sintió en su mochila algo duro... hizo una suave mueca y caminó hacia el otro lado. 

Sus pasos lentos, de momentos siendo detenidos por el bullicio que le aturdía hasta la médula, le llevaron hasta el patio, miró uno de los grandes contenedores y caminó hacia él. Sacó de su mochila un traste de plástico, de tapa azul y transparente del cuerpo. 

— ¡MinMin! —Escuchó un grito y se detuvo.

Lo siguiente que supo fue de un abrazo asfixiante. 

— ¿Dónde estabas? ¿Por qué no estabas en el baño? ¡¿Por qué tardaste tanto?! —YoonGi tomó su rostro acunando sus mejillas— ¡¿Por qué estás aquí?!—Miró el traste entre sus manos— Y... ¿qué es eso?

JiMin bajó la mirada aún con las palmas rodeándole las mejillas, sintió como de sus manos se perdió el traste quedando así en las manos del mayor... YoonGi miró el traste con detenimiento, era una ensalada... ¿por qué querría tirar su almuerzo? ¿no le gustaba? lo abrió lentamente desenroscando la tapa, encontrándose así una ensalada de espinaca, manzana, y unas cuantas almendras... todo iba bien, hasta que vio el pollo, JiMin no gozaba mucho de la carne, así que le extrañó.

— ¿Tu mamá te mandó esto? —JiMin negó con su mirada fija al piso— ¿SeokJin? —Volvió a negar, YoonGi se extrañó aún más pero decidió preguntar algo que, de ser cierto, le sorprendería más— ¿Tu lo hiciste? —Asintió, bien, eso no era lo que le sorprendería, él confiaba en la capacidad del menor— ¿Para ti? —Tampoco se sorprendió de recibir la negativa, ya sabía que no le gustaba la carne, sin embargo no entendió. 

Sino hasta que recordó, por un momento, aquella vez cuando JiMin le contó animadamente sobre los sándwiches de champiñones, y él había respondido con un "ah~ a mí me gusta más el pollo".

— ¿Es... es para mí? —JiMin sintió que iba a llorar, realmente lo iba a hacer, se sentía avergonzado, no quería que le viera como un niño, pero se sentía como uno, ahora sólo quería abrazar a su conejo, y el mayor, al no recibir respuesta, lo supo... había atinado— MinMin... ¿por qué lo ibas a tirar? —Tomó la mano de JiMin.

Algo dentro de YoonGi le punzó gravemente, causándole un dolor agudo al ver al menor con ojos muy, muy cristalinos. 

— Porque... e-es... tonto... —Susurró, pues... en su mente ningún adulto hacía alguna cosa como esa, llevar comida, hacerla pensando en el otro... ahora le parecía tonto.

— ¿Quién te dijo eso? —YoonGi frunció el ceño.

— Na-nadie... —El menor intentó bajar la mirada pero la mano del contrario no se lo permitió.

— ¿Por qué querías tirarlo? —YoonGi lo sabía, a JiMin le costaba expresarse, no le era fácil decir lo que piensa, menos lo que siente, sin embargo no se iba a dar por vencido, así perdiera la última clase antes del almuerzo.

Pasaron minutos en los que ambos se miraban, el mayor no dejaba de insistir, algo tenía JiMin, y si lo gritaba o lo susurraba era lo de menos, sólo quería que se liberara, porque en sus ojos y sus acciones pudo ver que el menor lidiaba con los problemas del corazón él solo, y no está mal, pero si jamás decía lo que sentía entonces se ahogaría en sus propios sentimientos y eso era algo que, a toda costa, YoonGi trataría de evitar.

— E-eso...  —JiMin habló después de mucho, aunque por lo visto recién había comenzado el receso por la cantidad de alumnos que comenzaron a salir animados.

— ¿Sí?

— Y-yo... —La respiración de JiMin comenzó a alterarse, era la primera vez que sentía tanta presión por decir algo— es-... yo...  —YoonGi se asustó al momento, pero al ver las lágrimas en su rostro supo que estaba bien, estaba sacando lo que sentía— yo... yo quiero... y-yo... qui-quiero hablar... co-contigo... qui-quiero... ha-hacerte reír... qui-... uh... —comenzó a hipar— uh... mh... qui-qui... quiero... ser... un... ad-adul--... to... pero... pe-... pero... no... n-no lo... lo... soy... —sollozó— que... quería... hacer... co-comida... pero... a-aunque... pa-pá... es-es... estaba... allí... y-yo... yo... n-no... hi-hice... mu-mu.. cho... —se deshizo ante lo último— yo... qui-quiero... ser... t-tu... a-ami-amigo... co-como... Nam-Nammie... o... Ho-... Hobie... 

YoonGi sintió un nudo en la garganta y lo abrazó tan fuerte que las hipadas del menor terminaron perdiéndose en su chamarra militar. 

— Ya eres un adulto... —Susurró en su cabeza después de un tiempo— y eres un adulto increíble... —no se resistió y posó sus labios en la coronilla del menor, sin presionar, sin demostrar que era un beso— ¿por qué quieres ser como HoSeok o NamJoon? ellos son tontos.

El menor soltó una risa entre todos sus temblores y se aferró más al cuerpo del mayor, aunque las hipadas no se iban y aunque habían lágrimas cubriendo su rostro, de alguna manera no se sintió como esas veces que lloraba por su mamá, sino que sintió una paz, algo había desaparecido de su espalda... se sintió tan tranquilo, que sólo deseaba seguir con el abrazo... JiMin no podría explicarlo con claridad, él lo podría explicar como recostarse en una cama muy esponjosa, como dormir después de comer mucho, como abrigarse cuando hace frío... no podría decirlo, pero JiMin se sintió liberado.

— Ah, MinMin, tenemos que ir a comer, vamos... ¿no hiciste almuerzo para ti? —El mejor negó tallándose sus ojos— Te compraré algo... ¿quieres una malteada aparte?

— S-s--... sí... —Su voz seguía temblando. 

YoonGi tapó bien el traste y tomó firmemente la mano de JiMin encaminándose a la cafetería, durante el camino el mayor le preguntó por la comida y el menor le explicó que su papá había comprado las cosas y había persuadido a su mamá, sin embargo fue demasiado difícil para él cortar el pollo o la manzana porque no tenía la suficiente delicadeza como para poder cortarlas de una, y su papá quería que JiMin aprendiera, sí, pero más quería guardar su salud... y temía que el cuchillo cortara uno de sus dedos en su intento por mantener la fruta quieta, así que se encargó de lavar, pero aún así el mayor se quejó sobre diciendo que él no sabía cocinar y que le admiraba mucho.

El menor pensó que, después de todo, si era un adulto.

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Ok. Creo que esto es importante... JiMin tiene que aprender a tener confianza en sí mismo... y explotando es una manera... aún falta muchas facetas que explore...

No odien a YoonGi por hacer llorar a MinMin, él sólo quiere que deje de guardarse todo.

Gracias
ÒuÓ
Quieren...
Otro...
Capítulo...
?!?!?!?!?!