Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo treinta y cinco «elegante»

«♪»

Estaban caminando tranquilamente hacia un gran edificio, SeokJin le tomaba fuertemente de la mano sin embargo sus ojos parecían inquietos pues se movían de un lado a otro buscando a alguien, el menor estaba sumamente emocionado no sólo los árboles tenían figuras sumamente bonitas desde hace dos días, sino porque estaban a punto de marcharse a casa, se había despedido de YoonGi y aún conservaba la malteada que le compró, así que estar regresando a la facultad le ponía feliz porque podría, al menos, verle unos minutos más. Su mano era apretada a la par que era entrelazada firmemente con la de su hermano que le guiaba firmemente para que no se perdiera entre las personas que iban de un lado a otro pues las clases habían culminado.

JiMin, apura que tengo que ver a alguien. —Sus pasos doblaron la rapidez y en unos minutos ya se hallaban dentro de un gran salón, JiMin frunció un poco el ceño e hizo un puchero prácticamente invisible pues no entendía por qué su hermano decía "alguien" y no "NamJoon". Algún día, pensó, le regañaría por decir mentiras.

Admiró los grandes ventanales, sintió la mano soltarse y automáticamente miró hacia la dirección de su hermano encontrándole sonriente caminando unos pocos pasos hasta llegar a NamJoon. Sonrió tímido pensando que él realmente le caía bien, era una persona en la que confiar era muy fácil, además JiMin amaba que él usara palabras complejas y luego le explicara con paciencia. Así él mismo utilizaba esas palabras con YoonGi recibiendo caricias y sonrisas. Su sonrisa se borró al pensar en el mayor.

Sosteniendo el vaso grande entre sus manos, enterrando las uñas un poco en el frágil unicel —haciendo que se marque— comenzó a pararse de puntitas buscando a YoonGi de entre las personas presentes, pero no lo halló, aun cuando se atrevió a dar unos pasos hacia la izquierda y derecha, sólo había gente moviéndose rápido, cosa que podría haberle incomodado, de no ser porque su mente estaba concentrada en la figura del mayor. Al dar unos pasos más chocó contra una banca pegando un pequeño brinco por el susto que le produjo, levantó la mirada y se encontró con la mirada suave y fina de tres chicas que le miraban dudosas. Se sintió cohibido y sólo bajó la mirada enfocándose en la pajilla azul claro con rayas blancas que se encontraba en su malteada.

A JiMin no le interesaban mucho los demás, sin embargo no pudo evitar no escuchar.

¿Le pedirás ir contigo? La más alta pronunció moviendo un poco su mano acomodando las pulseras de metal que quedaban un poco grandes para sus pequeñas muñecas— eso es poco femenino.

Eres anticuada, yo puedo invitarlo. Frunció el ceño haciendo un puchero mientras acomodaba su sudadera negra y bufaba.

¿Y cómo estás segura de que no te rechazará? —Inquirió una tercera de cabello corto y mejillas abultadas con naturalidad mientras su fleco se mecía al ladear su cabeza mientras formulaba la pregunta.

¿Bromeas? Acomodó su cabellera negra atándola en una pequeña colita mientras sonreía— ropa elegante es todo lo que se necesita.

Eh~ no lo creo. —Respondió sonriente la chica de cabello corto mientras se sentaba a su lado.

Si no sale contigo yo lo haré... —habló la primera que había quedado sin pronunciar palabras sino hasta entonces, sonrió con el rostro ladeado y apretó contra su pecho a la chica de sudadera negra— ¡Yo seré tu hombre!

Se escucharon algunas risas alegres y JiMin sólo seguía concentrado en el vaso blanco... bueno, aunque la mitad de su análisis había quedado con aquellas mujeres. Cuando SeokJin regresó le tomó de la mano para salir, sin embargo JiMin puso un poco de resistencia.

¿Y... Y Yoonie? —Susurró.

SeokJin asintió suspirando.

Se tuvo que ir, JiMinnie... él no sabía que regresaríamos, pero tuve que preguntar algo... lo siento, sabes que con eso del evento están muy ocupados. —Acarició su mano con el dedo pulgar.

JiMin asintió no sin mirar una última vez hacia dentro del salón esperanzado en que, quizá, a YoonGi también se le hubiera olvidado algo, encontrándose casualmente, pensando que tal vez pasarían otras dos o tres horas juntos.

Pero no apareció.

«♪»

Sé que te molesta ir a comprar... Le miró atentamentepero no tengo absolutamente nada presentable... ¿podrías esperar aquí?

JiMin asintió y se sentó en el sillón negro pequeñísimo que le indicó, ciertamente esos lugares no eran de su agrado, los maniquíes le ponían nervioso y la música era horrible, pero sabía que por algún extraño motivo a su hermano le emocionaba ir a aquel lugar, aquella fiesta que se haría en algunos días. SeokJin le mencionó que irían, y claro que se emocionaba, sin embargo también le explicó que sería muy probable el que YoonGi llevara a alguien y por ello no pudieran estar juntos. Cuando mencionó aquello nuevamente el hervor nació en su vientre acumulándose en sus mejillas y ojos, quería preguntarle al mayor por qué estaría con alguien más... ese día escribió hasta el cansancio remarcando las palabras una y otra vez, todas frases en forma de preguntas que, deseaba, fueran enviadas a YoonGi y respondidas en ese mismo instante. Terminó con algunas hojas arrugadas y rayones hechos al azar, cuando se tranquilizó sólo miró su cuaderno, escribió una última vez el nombre del mayor sólo para intentar poner "somos mejores amigos" después y así convencerse de que él no le cambiaría.

Sí, intentó, porque... por muy extraño que suene —sobre todo para él— no pudo escribirlo... quizá ya no sentía a YoonGi como su mejor amigo.

Aún al día siguiente quería preguntarle sobre aquella cita con alguien que él no conocía, sin embargo su hermano le convenció de no preguntarle. SeokJin no lo hizo con malas intenciones, él estaba agradecido de las atenciones que le brindaba a su hermano menor, pero también sentía que debía divertirse por su cuenta... y desconocía si con JiMin podría hacerlo. Le dijo que no se preocupara cuando notó su mirada triste por no poder preguntarle a YoonGi si podría ir con él, pues le animaba a todo instante contándole lo divertido que eran esos eventos. JiMin sólo asentía mientras pensaba que nada sería divertido si YoonGi no está.

Solía mencionarle que su ropa era muy linda, le dijo que con todo se veía bien así que un lindo suéter, un pantalón oscuro y ya, según su hermano no necesitaría otra cosa para que se viera bien en el evento. En parte ello era cierto, lo creía, admiraba que su hermano portara tan bien un suéter y una camisa con una elegancia natural, sin embargo también lo mencionó porque ya habían tratado de ponerle traje en varias ocasiones pero siempre sacaba la camisa de su pantalón y la corbata terminaba en el suelo o a veces enrollada en su mano.

JiMin sabía que aquel lugar estaría lleno de personas con ropa como las de los maniquíes, aquello no le importaba demasiado, para él toda la ropa era lo mismo, lo único que podía seleccionar como favoritos eran los colores. Se levantó después de algunos instantes sintiéndose aburrido, miró a algunas chicas tomando vestidos de todos los colores y formas mientras corrían a los probadores con sonrisas pintorescas, admiró al igual a algunos chicos buscando sacos, probándose el color o si la manga se ajustaba bien a su brazo, todos se veían emocionados. Él no comprendía del todo.

Giró sintiéndose aún más aburrido y notó un maniquí de su estatura —quizá un poco más grande— el cual poseía un traje negro, simple, liso con un moño perfectamente acomodado en el cuello y una florecita blanca en la perfecta y recta camisa. Trató de no mirar el "rostro" pues el hecho de que no tuviera facciones le intimidaba mucho, al bajar la mirada se topó con los brazos del maniquí recubiertos por las finas telas, sus dedos alcanzaron la mano fría plastificada y sonrió, por un solo instante en su inocente mente aquel objeto inanimado era YoonGi. Si SeokJin había mencionado que él iría era casi seguro que usaría un traje como ese.

Levantó su mirada y de manera literal le vio, podía verle con el cuello de la camisa perfectamente amoldado a la piel de su cuello resaltando su pálida pero tersa tez, admiró —aunque fuera en su imaginación— los hombros perfectamente alineados con el saco siendo resaltados por aquella florecita, más aún, pudo percibir su cabello acomodado de manera especial, su sonrisa tenue pero radiante y su cuerpo que pareciera haber nacido para usar esa ropa siendo como una segunda piel. Cuando terminó de verlo en su imaginación, su pequeño corazón dio un retumbar que llegó hasta sus costillas causándole un pequeño cosquilleo en su vientre, un gran estruendo de sentimientos le llenó su rostro, coloreándole de un rosa suave, ver al mayor así... él... pensó que realmente quería hacerlo, quería sostener su mano mientras usaba esa ropa, mientras se veía así de bien.

Bajo la mirada sintiéndose tímido ante sus inusuales pensamientos y al hacerlo miró sus zapatillas deportivas negras y levemente sucias con hojitas de pasto y algunos rastros de tierra, su pantalón entubado azul oscuro con las rodillas desgastadas y su suéter enorme de rayas negras con rojo que le quedaba grande del cuello. Su sonrisa se borró al admirarse completamente... él no podía causar esa sensación en alguien, específicamente en YoonGi. No mientras se veía así, la ropa que había imaginado en el mayor era tan especial... soltó la mano sintiendo vergüenza de sí mismo, admirándose impotente y nuevamente poco especial e incapaz...

Se volvió a sentar juntando sus piernas mientras miraba sus manos, trató de repetirse las palabras que su hermano le había mencionado... si SeokJin le dijo que se veía bien con todo entonces debía ser verdad ¿no?

Levantó la mirada encontrándose a dos chicos evaluando los diferentes tipos de corbatas, su corazón dio estruendosos movimientos contra su sensible pecho, aquellos latidos denotaban miedo e inseguridad, sin embargo aferrándose a su suéter delgado, sintiendo sus uñas del otro lado de la tela, se levantó.

Caminó hasta los trajes desviando avergonzado la mirada cuando alguien pasaba a su lado, admiró los estantes repletos de trajes de todos colores y texturas, habían colores chillantes que para nada le agradaban, hasta algunos tiernos colores pastel o cafés que le agradaban demasiado. Sus manos se posaron suavemente en uno en específico, el azul marino fino, cuando le miró pensó que era tan serio que podría combinar si es que llegaba a estar con YoonGi —porque pese que su hermano le había insistido en su mente aún seguía la idea de buscarlo aquel día—, paseó sus dedos suavemente, mirando unos botones que tenían bonitas marcas en forma de rosa, analizó la tela encontrándose con la flor blanca, acarició los pétalos artificiales y sonrió.

En aquel instante SeokJin salió emocionado con el traje que escogió sólo para notar que el asiento estaba vacío, con miedo miró hacia los lados sólo para encontrar a su hermano interesado en ropa de la que él usualmente se aburría. Se acercó y acarició el cabello corto de su nuca recibiendo una tierna sonrisa.

— ¿Te gusta? —Preguntó sonriente y emocionado al mismo tiempo.

JiMin asintió lamiéndose los labios.

— ¿Lo usarás? —Recibió otro asentimiento acompañado de una sonrisa aún más grande.

No necesitó más para comprarle el traje, si lo usaría o no, eso no le interesaba mucho, lo que realmente le sorprendió fue que JiMin escogiera algo para sí mismo, sin ayuda de nadie, aclarando que era ese traje azul el que le gustaba, no el negro, ni el gris. No le importó que parte de sus ahorros se fueran en comprarle ese pequeño capricho a su hermano, pues ver su sonrisa le era suficiente para soltar todo el dinero del mundo de ser necesario.

El menor, por su lado, iba feliz moviendo con lentitud la gran bolsa negra en la que su traje iba acomodado, pensando en que si él sintió todo eso con sólo imaginarlo entonces esperaba poder causar lo mismo en el mayor, porque no podría decir qué sintió en su pancita o en su corazón, aún no sabía explicarlo, pero de lo que sí estaba seguro es que le gustaba demasiado esa sensación, y ésta última vez fue tan fuerte... tanto que le encantaría saber que pudo causar lo mismo, y no a quién fuera, sino exclusivamente a YoonGi, esperaba poder causar esos chispazos en el vientre del contrario.

JiMin no lo sabía con exactitud... pues... sólo quería gustarle a YoonGi.





- - - - - - - - - - - - - - -
No c la speravan! io lo c!

xD realmente quería poner esto sha :c (siento que el NamJin quedó más sentimental ¿así fue? Espero que no :c quiero que el NamJin y el YoonMin sean igual de sentimentales (?)

¿Publico muy seguido? Perdón xD

Ya me voy xD
--ahora sí después de esta actualización estarán recibiendo notificaciones porque responderé sus comentarios--
Les amo demasiado.
Gracias.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro