Capítulo setenta y cinco «cómplice»
«♪»
— Dijiste que me ibas a perdonar.
— Sí.
— ¿Por qué sigues con esto? —la pálida mano escaló hasta tocar el labio inferior resaltado en forma de puchero.
JiMin infló más sus mejillas y frunció un poco el ceño haciendo que una pequeñísima arruga se viera en el centro de su frente. Desvió la mirada y levantó los hombros como si algo le importase muy poco. YoonGi soltó una pequeña sonrisa y su dedo pasó de acariciar el labio hecho puchero a pasearse por la mejilla, el menor seguía sin mirarlo, él, al estar sentado y abrazándolo por la cintura, tenía que levantar un poco el rostro para mirar a JiMin, quien estaba de pie, sus brazos tomando con laxitud los del pálido y el inseparable puchero en sus labios. La noche había arribado con más fuerza, sin embargo SeokJin había intervenido con silencio pidiendo darles más tiempo, no sólo para que arreglaran la pequeña pelea que tenían, sino también para tener un recuerdo más nítido que los acompañase por los siguientes días. La mujer había querido irse a casa con su sobrino y su hijo debido al frío, sin embargo no pudo decir nada cuando vio al menor separarse del pálido chico, quien se levantó de la jardinera en donde estaba sentado sólo para sacar su negro abrigo y colocarlo sobre los hombros del menor, quien no había dejado de estar con el puchero en sus mejillas y labios. Desvió la mirada pero pudo observar el abrazo que YoonGi propino al menor para después decir algo en su sien —o quizás besarlo— haciendo que el menor se encogiera entre sus hombros olvidando el enojo, sacando una amplia sonrisa.
— ¿Ya estoy perdonado? —Cuestionó el pálido susurrando en su sien después de haberla besado.
— No lo sé. —JiMin se acurrucó.
— ¿Es tan malo lo que hice? —Susurró.
— Sí.
— ¿Por qué?
— Por... porque no te... cuidas. —JiMin lo miró e inmediatamente lo abrazó con fuerza por los hombros haciendo que el negro abrigo se desacomodara— no lo hagas.
— Perdón.
— Está bien. —JiMin sonrió separándose— p-porque ya no... lo vas a hacer ¿verdad?
— Ya no. —Sonrió bajando sus manos para enlazarlas con las del menor que se sentían un poco frías.
— ¿V-vas a venir con... nosotros?
— No creo.
— ¿Por qué no?
— Está... un poco lejos.
— Por favor, por favor... —JiMin juntó sus manos, palma con palma y cerró con un poco de fuerza sus ojos.
— Quizás después... aunque bueno... —sonrió— es seguro que ahora podremos estar juntos más tiempo.
— ¿M-más tiempo? —Sonrió.
— Sí.
— E-entonces está bien... —miró sus manos unidas— pe-pero... será pronto ¿no?
— Sí, pronto...
El resto de los presentes seguían platicando un poco, hasta el momento en el que, al mirar a la pareja, JiMin estaba sentado en las piernas de YoonGi, ambos compartiendo unos auriculares. El pálido lo sostenía por la espalda y el menor estaba con su cabeza recostada en el hombro. SeokJin, rápido, hizo señas discretas a YoonGi y preguntó con mímica si éste se había dormido... YoonGi quería decir que no, que realmente JiMin estaba despierto cantando como hasta hace algunos minutos, pero la verdad era que sí, se había dormido eso significaba que se tenía que ir a descansar, tenía que soltarlo. Su conciencia ganó al egoísmo de sus latidos y asintió con simpleza. Admiró al mayor soltar una sonrisa y al resto de presentes acercarse para, seguramente, despertarlo y llevarlo a la camioneta. El pálido, sin querer, apresó un poco más la cintura de JiMin, pidiendo mentalmente, no lo alejaran de él. JiMin estaba sentado en sus piernas pero también ocupaba la amplia gabardina como cobija, por lo que lo único visible entre la prenda negra, era su rosto, su mejilla regordeta estaba recargada contra el hombro de su pareja haciendo que sus labios se abultaran, sus ojos cerrados con las pestañas enmarcando la piel canela y brindando sombras a sus mejillas, su cabello aún estaba ordenado pero caían algunos mechones con rebeldía sobre su frente haciendo que sus cejas se perdieran entre algunas hileras de cabellos. Su respiración era lenta y de repente soltaba pequeñísimos murmullos que sólo YoonGi podía escuchar, cosa que le encantó pero, al mismo tiempo, le preocupó, pues había leído un artículo en el que dictaba el diagnóstico de hablar en sueños, ya sea una plática amplia o pequeños murmullos, se debían al estrés-
— JiMinnie... —TaeHyung lo removió admirando que, efectivamente, estaba perdido en sueños— JiMinnie... ya es noche... vámonos.
El menor abrió sus ojos con suavidad escuchando la música en su oído gracias al auricular, sonrió con una suavidad tenue y restregó, por instinto, su nariz en el hombro de YoonGi, sonrío al percatarse por completo de la canción y de los brazos que lo rodeaban.
— Tenemos que irnos... —habló TaeHyung.
— ¿Qué? —JiMin se incorporó un poco y talló su ojo con sutileza— n-no tengo sueño...
— Pero ya es noche. —Refutó SeokJin.
— No... —miró a su papá quien levantó los hombros sin saber qué hacer— aún no... —miró a YoonGi quien sólo lo apresó con más fuerza una última vez para liberarlo— a-aún no...
— Hablarás con YoonGi después... —consoló su tía.
— No... no, no... —negó sintiendo su voz debilitarse— a-aún no... por... por favor.
— No pasará nada... —acarició su cabello hasta su nuca— pronto nos veremos.
— No... —JiMin se aferró— no...
— Hey... —YoonGi tomó su barbilla con suavidad— hey... no llores... —lo miró a los ojos— no llores...
— Es... es que... yo... no... —negó.
YoonGi tragó toda la vergüenza que se colaba en sus mejillas y orejas, todo por estar de nuevo con el menor, besó cortamente sus labios probando parte de los suspiros por el miedo de estar sin su novio. Su mano acarició —bajo la chaqueta— los dedos del menor, delineando un delgado anillo que estaba colocado en su dedo anular, sonrió pensando que ahora JiMin ocupaba este tipo de cosas, anillos, collares, e incluso pequeñas pañoletas con diseños elegantes, se veía con una finura que podía ser envidiable pero que a él sólo le causaba fascinación, mientras veía los ojos dudosos de su joven pareja asintió para sí mismo sabiendo que si JiMin estaba tan cómodo en sus piernas, si poseía el fino y simple anillo además de usar esas pañoletas que le iban bien, entonces estaba en un lugar seguro, donde no lo menospreciaban y no lo trataban mal.
— Estaremos juntos... pronto...
— ¿Y... visitaremos... a mi tía... y a Tae? —susurró bajo.
— Sí.
— ¿Y... p-podremos ir a... obras?
— Sí.
— ¿Y... me to-tomarás de la mano?
— Obvio.
JiMin sonrió nuevamente asintiendo para abrazarlo, así, poco tiempo después se levantaron, TaeHyung le quitó el abrigo de los hombros e inmediatamente JiMin soltó una risa sobando sus propios brazos ante el frío. Caminaron con lentitud y pasos laxos hasta el estacionamiento, SeokJin iba hablando con su padre y NamJoon, parecían estar quedando para una cita con el abogado, YoonGi quería estar allí pero la mano del menor... en sí, la presencia del menor, no se lo permitía. No hasta que vio a TaeHyung y JiMin jugar corriendo para ver quién llegaba primero a la camioneta.
— Algún día... —habló la mujer— me gustaría hablar contigo.
YoonGi giró encarándola extrañado
— No intento justificar a mi hermana... —acomodó el saco en sus hombros pues su hijo era de complexión más grande haciendo que este quedara holgado en su cuerpo— pero... ella sólo tiene miedo...
— Señora... el miedo no justifica lo que le ha hecho. —Mencionó sin intenciones de sonar molesto, aunque no pudo evitarlo.
— Lo sé... es sólo... —suspiró— ella es mi hermana... y... mh...
— Eso lo comprendo. —Asintió— y agradezco su apoyo, en serio...
— YoonGi... —mencionó ella nuevamente deteniéndose.
— ¿Mhh? —Respondió imitándola, deteniéndose.
— Tú... tú eres... eres quien más tiene su confianza... —YoonGi pensó que iba a comenzar el típico cuestionario sobre si quería acostarse con el menor o si había sido una apuesta, incluso, en su mente maquinó la idea de ella amenazándolo si lo lastimaba— gracias.
El pálido borró toda expectativa de su rostro, abriendo los ojos sorprendido sin saber qué decir.
— Amh...
— No pediré que cuides de él... —soltó una risa como adivinando sus pensamientos— no como tal, porque creo que se cuidan mutuamente... pero... —suspiró— sí quisiera... que lo alejaras de nosotros, como su familia.
— ¿Qué? —Sonrió— eso jamás, señora. Además... si pedí un proceso legal es para que JiMin tenga la autonomía que ha querido desde hace mucho.
Sonrieron e iban a seguir hablando, sin embargo una voz gritando lo impidió.
— ¡Y-Yoonie! —Giraron para encontrar a TaeHyung abrazando por la espalda a JiMin y éste tratando de librarse— ¡N-no me sue-suelta! —Carcajeó.
— ¿Qué ocurre? —soltó una risa.
— ¡Y-yo... Yo llegué primero! —Afirmó— ¡M-me... me toca... ir al... frente! —Se removió con un poco de fuerza
— ¡No! —Replicó carcajeando TaeHyung— n-no ha tocado el coche ¡Yo ganaré!
TaeHyung trató de sostener a JiMin con un brazo mientras el otro se estiraba para alcanzar la camioneta.
— ¡No! ¡No! —Gritó JiMin en entre risas— ¡Yo llegué primero! —Estiró su brazo igual que su primo pero sus extremidades eran más cortas— ¡Y-Yoonie!
— Bien... —YoonGi suspiró y se acercó a TaeHyung picándole el costado con un dedo haciendo que este carcajeara por las cosquillas repentinas, soltando a JiMin quien sonrió y apoyó ambas manos en el cofre con una sonrisa amplia.
— ¡Gané! —Brincó JiMin abrazando a YoonGi.
— De cualquier manera ustedes dos van atrás. —Habló el padre de JiMin haciendo que ambos chicos soltaran un puchero.
Antes de subirse junto al resto de su familia —su padre, su tío y su primo quienes ya se hallaban dentro— JiMin abrazó con fuerza a YoonGi una última vez, lo besó con lentitud, mismos besos que no quedaron en un simple roce, la mano del pálido no pudo evitarlo, escaló por el suéter del menor, a través de su pecho, subiendo hasta tomarlo por la barbilla, lugar donde presionó con suavidad haciendo que JiMin, aún con los ojos cerrados, abriera un poco su boca y así profundizar el beso, aunque en un principio sólo era un roce entre labios, aun con la boca levemente abierta soltando suspiros, estremeciendo el contrario con las respiraciones pausadas que soltaban, no fue sino hasta que la lengua del pálido acarició el labio inferior del menor que este juntó sus bocas en un tacto lento donde sus cabezas se movían suavemente, como en pequeñas ondulaciones producto del mar de emociones que estaban descargando en tan cálido encuentro. JiMin suspiró en medio del beso haciendo que el mayor apresara sus mejillas suspirando con la misma fuerza y la misma melancolía. JiMin acarició las manos del pálido con sus dedos cortos, sintiendo la tensión en su piel por estar juntos de nuevo... lentamente, con más necesidad que ganas, se separaron haciendo que un jadeo seco —venido de las alteradas respiraciones— se escuchara.
— Te quiero... —susurró JiMin sonrojado, con los labios rojos y los ojos brillando.
— Yo también, te quiero mucho... mucho... —YoonGi besó su frente— cuídate mucho.
— T-tú también... —afirmó el menor— s-sin cigarros.
— Sí, sin cigarros. —Sonrió y el menor le secundo.
— Es probable que te hable mañana... más tarde estarás dormido... hablaré temprano ¿Sí? —Besó la nariz y por último los rojizos labios.
— S-sí.
Tuvieron que separarse aunque el menor estaba sosteniendo con fuerza su mano, no quería dejarlo pero debían, TaeHyung lo ayudó a subir a la camioneta, tenía una mirada confundida, y expresó, mientras prendían el vehículo, sus sentimientos confusos, estaba feliz... vio a YoonGi, lo besó, abrazó, estuvo con él, compartió recuerdos rápidos, comieron juntos y se abrazaron... pero por otro lado sentía que aquello sólo había vuelto más difícil estar separados. Su padre, desde el asiento del conductor, lo consoló diciéndole que aquello no era más que un tiempo, no tardaría mucho para volver. Aunque claro, el plan era conseguir un departamento para SeokJin y JiMin, uno que quedara cerca de la universidad del mayor y de esta manera no vivirían con su madre pero también estarían cerca de YoonGi, iría por ellos el fin de semana y estarían juntos de aquella manera hasta que lograra hacer un cambio de oficina, pidiendo una en un lugar más accesible para estar con sus hijos.
«♪»
Habían pasado dos días desde que la cena se había concretado, YoonGi se veía más renovado, de alguna manera ver al menor lo había calmado en demasía, ya no compró cigarros recordando la promesa que le hizo a su joven pareja. Se citaron en el café que estaban recurriendo ante la pesadez de la universidad. Mientras SeokJin y NamJoon hablaban, YoonGi miraba el café preguntándose por su novio. El café se sentía cálido lo que hacía que la mirada por los ventanales se mirara fría, la ropa comenzaba a volverse más abrigadora, entre chaquetas, suéteres y algunas bufandas, se podía sentir el aroma a la finalización del otoño y la bienvenida del invierno.
— ¡Hey! ¡Hey! ¡Hey! —Habló con fuerza una cuarta voz.
— ¡HoSeok! —Sonrió el pálido.
— YoonGi, estás más viejo... —río— NamJoon estás más... —ladeó el rostro— no sé... ¿raro? —Miró a SeokJin— ¡Seok-... —dejó de bromear cuando miró los ojos un poco tristes del mayor. HoSeok no entendió por qué esa mirada, y por su parte SeokJin sólo miraba al joven y risueño chico, entendiendo por qué JiMin siempre reía con él
— Bueno... díganme... ¿De qué me he perdido? —Preguntó sentándose saludando cortamente robando galletas— ¿Para qué me han citado?
Los presentes asintieron sentándose correctamente.
— Es... una historia larga... —afirmó NamJoon.
— Esperen... —preguntó ahora con la mirada seria— ¿Y JiMinnie?
— De eso queríamos hablar... —replicó, esta vez, YoonGi.
— Bien... me están asustando... —miró al pálido— ¿Mi JiMinnie está bien?
— No es tuyo, pero sí. —Contestó YoonGi.
HoSeok se sentó correctamente dispuesto a escuchar, NamJoon, SeokJin y YoonGi tomaban ciertos turnos que no habían sido predestinados en los que narraban cada una de las facetas que vivió JiMin, desde el inicio, cuando tartamudeaba —cosa que HoSeok recordaba con totalidad— hasta los días que estaba demasiado triste y que, confirmaron por SeokJin, había recibido abuso físico. HoSeok escuchaba todo soltando pequeños "waah" e incluso maldiciones, todo se le fue narrado, incluso el mismo miedo de SeokJin por moverse con libertad por as influencias que tiene, todo... hasta el último día, aquel en el que aquella mujer llegó a arrebatar a golpes los sueños y libertades del menor.
— Woah... escuchen, si sólo me han dicho esto para preocuparme... —suspiró— lo han hecho.
— No es eso...
— Vamos a hacer una denuncia. —Afirmó SeokJin.
— Pero esto tiene que ser secreto. —YoonGi recalcó— no sabemos si... ella... puede actuar antes que nosotros.
— Entiendo... pero... —sobó sus brazos cubiertos por un suéter crema— ¿Qué tengo que ver?
— ¿Nos ayudarías con algunos testimonios? —SeokJin preguntó nervioso.
— ¡¿Eh?! —Frunció el ceño— ¡Pues obvio! ¡Es mi JiMinnie!
— Que no es tuyo. —Rodó los ojos YoonGi.
— Qui ni is tiyi. —Imitó HoSeok.
SeokJin y NamJoon comenzaron a reír, agradecían que el chico se hubiera dado un tiempo de su trabajo, su personalidad quieta siempre calmaban los problemas que parecían estar acabando con la paciencia de los tres presentes.
SeokJin miró su folder pensando que por fin podría sacar a su hermano del dolor que significaba tener la sobreprotección de su madre y, de paso, sugerir en el mismo juicio terapias obligatorias para la misma, pues su intención no era acabar con su madre, su intención era liberar a JiMin, pero también debía liberarse ella, estaba tan encerrada en el pasado que eso la volvía una sobreprotectora.
- - - - - - - - - - - -
:3 dksdjsaldjksa lo siento, pero DEBÍA colocar esto... el resto de la plática del YoonMin, sentía que era necesario dkasjdlka
¡Gracias por leer!
Por cierto!!!! YA HAY MÁS DIBUJOS! c: dksakdlsa gracias, nuevamente, a IsabelSZ gracias!
PD.- CUALQUIER COSA QUE LES DIGAN, si viene del squad "guadian angel" no les crean :'v nada es verdad, no hay nada de droga en mí c:
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro