Capítulo seis «bigotes»
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YoonGi se hallaba muy, muy nervioso, aquellos chicos no volvieron el día siguiente como lo prometieron, y realmente comenzó a cuestionarse si lo habían secuestrado o algo similar.
Las luces ya habían sido colocadas aunque faltara casi un mes para Navidad o Año Nuevo, pues se hacía como una atracción meramente, y funcionaba bastante bien, varias parejas y familias venían en la tarde/noche para acampar y mirar aquellas bonitas luces.
Así que, por estar rodeados de tantas personas —en realidad no eran tantas pero él lo sentía así— buscaba a alguien con la apariencia del supuesto hermano, o la de MinMin, pedía a cualquier Dios que pudiera tener una existencia factible, que le ayudara a encontrarlo.
Pues una semana pasó así.
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— ¡JiMin! —Al escuchar el grito giró la cabeza buscando al dueño, y encontró a aquel joven, ésta vez con una chaqueta beige y pantalones blancos, pero más que eso, encontró al pequeño sentado sobre la manta blanca, ésta vez traía una camisa de cuello alto negra y unos pantalones de mezclilla azules, no recordaba qué ropa traía la vez pasada, pero si sabía que con la que traía ese día se veía más inocente, quizás porque su rostro resaltaba entre la prenda oscura.
Sin pensarlo mucho corrió buscando ambas bufandas para poder devolverlas y además también podría servir para saber si aquel chico, MinMin, era así por naturaleza, YoonGi era muy curioso.
— Buenas tardes. —Saludó acercándose a SeokJin.
— Oh, buenas tardes, ¿cómo está? —Sonrió SeokJin.
— Bien, yo... uh... quería devolver esto... —estiró ambas bufandas.
— Muchísimas gracias. —Aceptó las prendas guardándolas en su mochila— JiMin, saluda a-... ¡JiMin!
Cuando ambos miraron al menor, él estaba sosteniendo un gatito, que no saben de dónde llegó, abrazándole y besándole la nariz. YoonGi nuevamente no entendió qué de malo había en aquello, JiMin sólo estaba jugando con un pequeño animalito.
— ¡Árbol! —Sonrió JiMin al ver a YoonGi.
— MinMin... —Sonrió acercándose al menor, sin embargo se detuvo al ver que se alejaba—. Amh... yo... lo siento...
Antes de alejarse vió que en realidad JiMin palmeaba un lugar a su lado. YoonGi miró a los alrededores, pensó que podría sentarse unos minutos, de cualquier manera el menor le intrigaba, sólo pedía que su jefe no apareciera.
— JiMin, vas a llenar de pelitos de gatito al guardia —reprendió el mayor.
— Está bien. —Sonrió YoonGi comprensivo.
— Mh... —JiMin le entregó el gatito a YoonGi— nombre...
YoonGi miró al gatito y sonrió, pensó que realmente JiMin era así naturalmente, no sabía por qué, pero tenía una personalidad que podía cautivar aunque casi no hablara, o quizás sólo era él el que sentía una debilidad por el menor que ni siquiera conocía.
— No puedes ponerle nombre, no es tuyo. —Suspiró SeokJin.
— Sí, podemos... —YoonGi habló después de ver la emoción de JiMin, mirando a SeokJin pidiéndole con la mirada que no acabara con su emoción— ¿bigotes?
Los ojos de JiMin sonrieron y sus labios soltaron una risa, asintió muchísimas veces y volvió a tomar al gatito abrazándolo, sin embargo al poco rato, después de mimos y abrazos, el gatito se iría de un sólo brinco, escapando entre arbustos.
— Bigotes... —JiMin trató de seguirlo pero la voz de su hermano le detuvo.
— Ven aquí. —Suspiró SeokJin no sabiendo como manejar el tema, si JiMin lloraba pocas cosas habían que le calmaran.
— É-él... Él... —YoonGi pudo notar la desilusión en sus ojos.
— Bigotes sólo se fue a su casa... uh... él... estaba cansado... regresará mañana. —Habló para tranquilizarlo sonriendo cuando se sentó nuevamente a su lado sonriendo al pensar en la casa del gatito.
— Mira tu ropa... tendré que limpiarte o mamá me matará. —SeokJin limpió el cuello de JiMin, pero aún habían varios pelitos de gatito.
— Yo... uh... tengo una pequeña maquinita que quita las pelusas... quizás puede servir... —No supo por qué lo dijo, simplemente quería ayudar.
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Ambos estaban viendo como el menor abrazaba la manta mientras caminaba frente a ellos a veces rozando alguna hojita trémula con sus dedos.
— Muchísimas gracias, no tienes que hacerlo. —SeokJin sonrió.
— Está bien... en serio.
Cuando los tres llegaron, SeokJin fue el primero en deshacerse de la manta de JiMin, giró para salir a sacudir aquellas pequeñas hojitas y algunos pelitos que hayan quedado, pero cuando volvió a girarse para ayudar a JiMin, quedó mudo.
— ¿Sabes como usarlo? —Preguntó YoonGi a JiMin y SeokJin entró en pánico— se usa así... —YoonGi le mostró como lo prendió y lo pasó por su brazo, el menor dió un pequeño brinco al escuchar el ruido de la máquina pero miró entretenido— toma...
SeokJin estaba a punto de pedirle que parara, lo último que quería era llegar a su casa con un JiMin lloroso porque alguien le había tocado, pero...
El mencionado tomó la máquina y la miró curioso, luego YoonGi puso su mano sobre la del menor y lentamente dirigió la mano del menor con la suya propia sobre su ropa.
Eso ya era impresionante, sin embargo, lo que más le impactó fue escuchar la risa de JiMin al ver su ropa limpia. Vio como YoonGi soltó la mano de JiMin y él solo comenzó a hacerlo.
Era la primera vez que JiMin hacía algo por sí mismo.
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— Es increíble. —Sonrió SeokJin palmeando el hombro de YoonGi.
— ¿Qué es increíble? —Preguntó el mayor mirando a JiMin limpiar su pantalón una y otra vez.
— Que te haga caso... que haga algo...
— ¿Qué? —YoonGi frunció el ceño.
— Ah, es que JiMin tiene autismo...
— ... oh...
YoonGi comprendió muchísimas cosas entonces, sin embargo lo que aún no entendía era por qué le trataban con tal inutilidad.
— ¡YoonGi! —El menor, sorprendentemente, le llamó por su nombre, ambos le miraron asustados pero le vieron sonriendo—. Limpio.
— Sí, estás limpio... —Asintió el mayor.
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Gracias por todo el apoyo. Seguiré con esto.
Preguntaron por allí qué edad tenía JiMin (más tarde contestaré sus comentarios) tiene 19...
Les amo.
Feliz navidad.
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