Capítulo ochenta y seis «calma»
«♪»
— Así que sólo esperamos la finalización de la investigación.
— ¿Y podríamos empezar?
— Sí.
— Y... —se acercó el pálido con los labios partidos— ¿podrá salir inmediatamente?
— No puedo asegurar eso... pero es lo más probable, depende de la postura que tome el hospital.
— Tenemos pruebas. —HoSeok reafirmó desde su asiento, un cómodo sillón negro elegante como esa misma sala.
— Lo sé... pero aún tenemos que respaldarlas.
— ¿Las pruebas por sí mismas no sirven para respaldarnos? —Gruñó YoonGi.
— Los exámenes y demás sirven demasiado... —miró a los presentes— pero ¿Cómo les aseguramos que lo hizo JiMin?
— ¡El enfermero! —Gritó NamJoon.
— Yah~... —SeokJin negó— no podemos involucrarlo más, si perdemos el juicio...
— SeokJin... —advirtió YoonGi pero el mencionado lo ignoró.
— Si perdemos estaríamos también arriesgando la carrera de JungKook.
— Pero... —YoonGi trató de convencer.
— No podemos... ya nos ha ayudado mucho... —negó el abogado más joven en la sala— piensa en todo lo que se ha esforzado.
— Pero si ganamos... si ganamos el juicio él estaría limpio de cargos ¿No es así? —Preguntó, alterado, YoonGi.
— Bueno... —esta vez, tomó la palabra NamJoon— en eso tiene razón. JungKook está, oficialmente, a cargo de JiMin... si él no reporta irregularidades ¿No podría ser manchado su nombre?
— Esto... —el abogado se sentó correctamente en su escritorio— creo que deben hablarlo primero con el joven Jeon... su aporte es suficiente, si el juicio lo tenemos positivo podemos expiarlo pero... si él quiere contribuir con declaración está en su derecho.
— Bien... —YoonGi asintió mirando por la ventana.
Salieron recogiendo sus pertenencias poco a poco, y mientras SeokJin guardaba los papeles su teléfono comenzó a sonar. Lo contestó doblando un poco la cabeza para recargar el teléfono en su hombro y así poder ocupar ambas manos.
— ¿Sí?
— "SeokJin... ¿Dónde estás? Vine a visitarte pero no estás con tu padre." —La voz de su madre resonó y él inmediatamente se detuvo levantando la mano para pedir silencio en la sala.
— Mamá... —con esa palabra todos entendieron— ¿Para qué me buscas? Te dejé el dinero para el hospital de JiMin en la mesa de la sala.
— "Yah~" —hubo un suspiro— "no te hablo por eso, no es como que sólo te busque para el dinero... por favor. Quiero comer contigo, hace mucho no nos vemos."
— Estoy trabajando, mamá. —Respondió con cansancio.
— "Podría esperarte donde tu padre, pero no me dejó pasar. Sigue ofendido porque JiMin sigue en el hospital, aunque sabe que puede ir a verlo y que es por su bien."
— No quiero discutir sobre eso, ya te dije que te di el dinero para tener decisión sobre lo que se hará con JiMin dentro. Fin.
— "SeokJin... vamos... ¿No extrañas a tu madre? Aun puedo esperarte aquí, aunque tu padre no me deje pasar."
— Mamá... —miró a los presentes— e-está bien... yo... te mandaré a dirección.
— "Bien." —Se escuchó cómo sonreía— "sabía que extrañabas a tu madre, espero la dirección, yo pago esta vez."
Después de unas cortas despedidas SeokJin colgó y dejó el teléfono en la mesa. Todos estaban mirándolo con curiosidad, YoonGi tenía entre sus manos su mochila, pues después de esto iría a trabajar, HoSeok estaba simplemente recargado en el umbral de la puerta, TaeHyung estaba ayudándolo a ordenar los papeles mientras que, la mirada más preocupada, venía de NamJoon.
Entreabrió sus labios un poco al ver al moreno ¿Cómo le podría explicar a su madre que ahora ya no vivía con su papá sino que se había mudado —casi totalmente— con NamJoon?, ¿Cómo podría explicarle lo feliz que se sentía ahora aunque ella seguro que lo ignorara?
Vio al moreno —con una camisa blanca fajada a sus pantalones oscuros— acercándosele con lentitud hasta tomar su mano, su cabello bien peinado y sus lentes gruesos que ocupaba únicamente para la vista cansada, lo aprendió después de verlo algunas noches con un libro en la cama, a su lado, mientras él le pedía dormir con voz ronca, pucheros inocentes que terminaban en carcajadas porque NamJoon le decía —suspirando con frustración— "eres imposible, sabes que cuando haces eso me ganas".
— Mi... mi madre quiere ir a comer... conmigo. —Murmuró.
Ante los ojos de HoSeok, TaeHyung y hasta YoonGi no había gran problema, simplemente debía fingir pasarla bien, sonreír y acabar con ello, sobre todo para no insertar sospechas en aquella mujer, podía hacerlo, un simple vino y una ensalada serían suficientes para tenerla lejos otro tanto tiempo, sobre todo ahora que estaban tan cerca de iniciar la demanda, sin embargo... parecía que el único que comprendía su situación era NamJoon.
— Vamos juntos... —mencionó el moreno apenas vio a todos retomar sus labores.
— ¿Qué? —Lo miró extrañado— no... no, eso sería riesgoso... mi madre te conoce de la universidad.
— Sólo me vio una vez, no creo que me recuerde.
— No podemos arriesgarnos.
— Jin...
— Estoy bien... —sonrió tomando el resto de papeles encaminándose hacia la salida.
NamJoon miró su espalda y soltó una respiración profunda.
«♪»
Esperó en el restaurante a su madre con una mirada incómoda alrededor, esperaba verla como siempre, con sus tacones altos, cabello arreglado y su labial caro mate —a veces rojo, a veces vino—. Sin embargo su madre entró con el cabello atado en una simple coleta casual, una sudadera blanca con unas pequeñas letras azules en el centro y unos simples pantalones de mezclilla. SeokJin se extrañó por la apariencia de la mujer, sin embargo no mencionó mucho más, simplemente sonrió genuinamente —porque pese a todo era su madre y la amaba, realmente lo hacía—.
— Ah, no ha estado con tu padre, te has dejado el cabello largo y ahora usas trajes casi todos los días ¿De qué me pierdo? —Sonrió la mujer con vergüenza.
— Nada, mamá, sólo el trabajo —suspiró—.
— ¿Es mucho? —Su madre ladeó el rostro mientras esperaban a ser atendidos.
— Algo así.
— Deberías venir al bufete conmigo. —La mujer suspiró levantando la mano para que una camarera los atendiera— yo te daría sólo los mejores casos.
— No quiero vivir bajo tu yugo, mamá. —SeokJin sonrió hacia la chica uniformada para pedir comida.
La mujer suspiró rodando los ojos mientras también ordenaba, ambos pidieron algo sencillo para comer y, ante la insistencia de su madre, pidieron un vino para acompañar. La mujer se veía bastante cómoda pero SeokJin se removía constantemente en su asiento, ansioso por querer irse del lugar, sólo quería llegar a la casa de NamJoon, quitarse la corbata, quitarse la camisa para colocarse una más ancha que venía de NamJoon y tirarse en el sillón esperando recibir los mimos de su pareja.
— Cuéntame qué has hecho. Tu padre no me dijo mucho de ti... —dejó el tenedor encima de su plato, hizo un puchero inconsciente y miró hacia el techo— está tan raro ¿Sabes por qué?
— No lo sé, mamá. —Negó SeokJin tomando la copa para darle un trago al vino— quizás... puede ser, no lo sé, que... esté un poco sentido porque no puede ver a su hijo.
— ¡Yah! —Su madre negó— bien sabe que puede ir a verlo si quiere, puede hacerlo.
— Mamá... el hospital queda lejos para ambos, queda más lejos para papá... —suspiró— también comprende que tiene una agenda.
— Que él comprenda que tiene un hijo.
— No quiero hablar contigo sobre eso.
— También estás raro... —negó— has visto a tu hermano, está bien, está sano y está siendo cuidado... —tomó un trago de vino y suspiró con desgano— ¿Cuál es el problema?
— No hay problema, mamá... no hay ningún problema.
— Si lo hay... —siguió comiendo— ni siquiera me has preguntado por qué estoy vestida así.
SeokJin miró a su madre, sus pestañas estaban rizadas pero no había signo de mayor maquillaje, una parte de su corazón quiso pensar que ese estilo desarreglado se debía a que extrañaba mucho a JiMin, pero el brillo en sus orbes y su pequeña sonrisa le decían lo contrario, notó sus uñas limpias de esmalte así como sus dedos estaban carentes de anillos.
— No lo sé. —Se rindió mostrándose desinteresado.
— ¡Me mudo! —Sonrió.
— ¿E-... en serio? —SeokJin trató de sonreír, realmente lo intentó, de alguna manera la lejanía de su madre era buena... pero aún debía confirmar.
— Claro... estoy organizando la mudanza, la casa ya es grande, no te tengo, no tengo a JiMinnie, ni siquiera viene tu padre o mi hermana... —suspiró— quisiera irme a un lugar más pequeño.
— Pero... pero dónde vivía hay... muchas casas ¿No es así? —arqueó una ceja.
— Sí... me mudo a otra ciudad. —Sonrió.
— Ya veo... —SeokJin asintió.
— En un mes finalizo todo. Después tengo que empezar los otros trámites, esto es pesado. —Se quejó para tomar un gran trago de vino.
— ¿Otros trámites?
— Mh... —dejó su copa y asintió lamiéndose los labios— de JiMin, haré cambio de hospital, uno que quede más cerca de mí.
SeokJin sintió el corazón congelándosele y la garganta cerrándose alrededor de sus palabras, sus dedos se sintieron tiesos y su respiración se alteró.
— ¿Qué?
— Sí, ahora es un poco difícil visitarlo, cuando quede más cerca de mí podré verlo casi diario. —Sonrió.
— ¿Y qué hay de mí?... —Negó impresionado del egoísmo de su madre— ¡¿Qué hay de TaeHyung, de mi tía?! ¡¿Qué hay de papá que nos espera para saber de él?!
— SeokJin —lo regañó por alzar la voz— no grites... ustedes podrán ir a verlo---...
— ¡Otra ciudad, mamá! ¡¿Cuándo?! —Negó— eres... eres... —dejó caer su tenedor encima de su plato casi vacío produciendo un ruido entre el metal y la porcelana, cubrió su rostro con sus manos y suspiró.
— SeokJin... estás llamando la atención.
— Mamá... sólo te pido que nos lo consultes también. —Sabía que no debía volverse enemigo de su madre.
— Eso estoy haciendo.
— No. Me estás avisando... no me estás preguntando... —su quijada tembló— JiMin es mi hermano también... —"y lo he querido más que tú todos estos años" quiso decir pero se mordió el labio.
— No vine aquí para que cuestionaras mis decisiones, ¿bien? JiMin necesita a su madre. JiMin ha estado en ese hospital por mí. Su progreso actual ha sido por mí... ¿Has visto su progreso médico? Es fantástico. A este paso puede que salga bajo licencia y con algunas citas reguladas a la clínica. Eso ha sido por mí. —Habló firme, con voz agria y el rostro poniéndosele más rojo conforme escupía las palabras. Estaba evidentemente molesta.
— JiMin necesita una madre... sí, lo que no necesita es una cárcel. —Sintió escalofríos al ser consciente de lo que había dicho.
— ¿Cárcel? —Suspiró con una risa irónica— esa "cárcel" ha ayudado mucho a JiMin, se toma su medicamento, acepta las inyecciones, sigue las normas... esa "cárcel" ha ayudado a disciplinar a tu hermano.
SeokJin inhaló profundamente para tranquilizarse, bien... esas cosas que había dicho ella eran mentira, JiMin no consumía ya medicamentos más que básicos —para dolores de cabeza, insomnio etc— pero JungKook había suprimido los antidepresivos y los medicamentos para su esquizofrenia, así también había anulado las inyecciones, fingía dárselos pero no se los subministraba en sí. Bien... ahora que estaba al tanto que la mujer ignoraba los planes internos y movimientos que se llevaba a cabo dentro de la clínica —que sólo podía significar una cosa: no visitaba a JiMin, sólo leía los informes que le llegaban—, así que suspiró tranquilizándose, siendo consciente de que esto no lo llevaría a nada...
— L-lo siento, mamá... es sólo... es mi hermano.
El ceño de su madre se tranquilizó.
— Está bien... es sólo... debes entender que JiMin tiene que estar conmigo. —Ella alcanzó su mano por encima de la mesa— estar con su madre le hará bien.
— Lo sé, mamá... pero... —SeokJin apresó los dedos de su madre— yo quiero verlo.
— Cuando quieras puedes ir, es más... puedes venir conmigo.
— ¿En serio?
— Claro que sí, el espacio es para dos personas, pero lo voy a ocupar sólo yo.
— Gracias, mamá. —Sonrió ladeando el rostro, con fingida alegría.
Ahora debía preguntar por los datos para mandárselos al abogado y tener un plan B.
«♪»
JungKook miró por encima de su hombro encontrando a JiMin muy entretenido con los libros que le había prestado, también le había regalado algunas plumas y resaltadores para que señalara de los textos lo que más le interesara. Así que allí estaba el menor, encima de la cama, echado sobre su estómago con el libro abierto, su cuaderno a un lado y del otro un pesado diccionario. Este libro era sobre la sociedad y sus normas, era uno simple de educación básica que había encontrado en unas viejas librerías un fin de semana —de los pocos que tenía libres— y que compró junto con otros del mismo tipo, pensando en JiMin.
Era divertido estar con él, era tan curioso, solían practicar palabras complejas y ahora no tenía tantos problemas para hablar, sin embargo lo que más le gustaba era cuando estaban comiendo y el menor soltaba millones de preguntas simples sobre lo que le rodeaba, por qué las camas eran así, quién decidió que el azul era para los niños y el rosa para las niñas, quién pensó en las puertas o por qué... JungKook solía reír con algunas pero otras realmente él también las investigaba porque en sus años de estudios jamás se preguntó algo tan simple y que solía dar por sentado. En tan sólo cuatro meses le había enseñado tanto... —no, no él a JiMin, sino JiMin a él—. Lo había visto sonreír al teléfono, ya que una vez cada semana llamaban a sus amigos y familia para saber cómo estaban, una vez incluso pudo hacer una videollamada aunque tuvieron que ser silenciosos por si algún enfermero se asomaba por el sitio.
— Kook... —murmuró JiMin desde la cama— Kookie...
— ¿Mhh? —Se giró apropiadamente para encararlo.
— ¿Qué es esto? —JiMin se sentó en la cama y calzó sus pantuflas azul cielo para caminar hasta JungKook con el libro en la mano— ya... ya busqué en el diccionario pero... n-no... no le entiendo.
— Mhhh... oh... —JungKook pensó en cómo explicarle esa palabra— toma tu cuaderno por si quieres anotar.
JiMin asintió y se sentó en la cama con su lápiz.
— Bien...
JiMin anotaba lentamente cada una de las palabras que le parecían más importantes, JungKook acabó de explicarle y luego se levantó anunciando ir por la cena, JiMin no lo miró, seguía viendo su cuaderno, en este tiempo el mayor había aprendido que cuando su paciente se interesaba por algo miraba hacia ese foco de interés para hacer una especie de cuadro mental en su cabeza, colocando puntos importantes y haciendo preguntas de anotaciones que estaban dentro del mismo cuaderno.
Cuando regresó con la cena —un sándwich de frutas de temporada y un vaso de leche— se encontró con JiMin sonrojado.
— ¿P-puedo... pedir... un libro...?
JungKook sonrió y asintió para darle su cena mientras él investigaba en internet qué tipo de libro podría conseguirle y en qué biblioteca podría localizarlo.
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hOLAAAA!
Lamento mucho haber tardado, la universidad ha estado loca, mi familia ha estado loca y este fin de semana me enfermé :c pero aquí estoy, lamento mucho si sienten que es un episodio de relleno o chafa, es algo necesario, en serio, creánme.
POR OTRO LADO.
estamos cerca del arco final de GA! eso me emociona, estamos por entrar a la última etapa de la novela, aún faltan algunas cosas pero estoy emocionada, TAMBIÉN ESTOY EMOCIONADA POR VOLVER, aunque algunas personas fueron un poco rudas con sus comentarios lo entiendo jajajaja... c:
Espero subir capítulo pronto (ergo esta semana), seguiré escribiendo ahorita que me siento bien c: kdlaskdlsña
YYYYY! THAT'S IT!
nos leemos luego!, lxs amo mucho, gracias por todo el apoyo. gracias por el 1.9 M dsakdlñld y así.
MUCHO AMOR. GRACIAS POR SIEMPRE.
(Si hay algún error avísenme que lo escribí medio ida por lo mismo de la enfermedáh y puede que haya escrito pura estupidez JAJAJA)
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