«♪»
Cuando despertó se asomó por la ventana con lentitud, el día afuera ya había caído, eran cerca de las dos de la tarde. Le dolía un poco la espalda por estar recostado por tanto tiempo pero se sentía bien. Removió sus pies bajo la cobija, talló su ojo derecho con suavidad y escuchó un ruido proveniente de la única puerta disponible en el cuarto. Por allí entró YoonGi con el cabello húmedo —siendo secado con una toalla café— y un cepillo de dientes en sus labios.
— Yoonie... —susurró con una sonrisa encogiéndose en su lugar.
No, no era un sueño.
— Howa... —murmuró el pálido en un intento de decir "Hola" pero siendo imposible por el cepillo de dientes.
JiMin siguió sonriendo causando que el pálido le devolviera la sonrisa, estaba allí, joven, tierno, débil y delgado, sonrosado por haber despertado recién, con el cabello rebeldemente disparado hacia diferentes zonas, con los ojos inflamados y suaves, con sus orbes brillantes y labios rojos. Allí estaba JiMin siendo jodidamente guapo, dedicándole una sonrisa que —sentía y quería pensar con egoísmo— era jodidamente suya. Dejó la toalla en el respaldo de una silla de madera y se acercó al menor para acaricia su mejilla, sólo hacer eso, necesitaba tocarlo para saberlo real.
El menor se inclinó ante el toque, era frío, seguramente YoonGi se había bañado con agua fría pero no importaba... se sentía bien, demasiado bien.
— ¿Dowmishte ben? —JiMin tuvo que fruncir el ceño para tratar de comprenderlo.
— Amh... s-sí, dormí bien.
— Woy a termiñar de lawar mish dienthesh... —YoonGi caminó hasta la salida para acabar rápidamente y regresar.
JiMin, por su parte, se levantó con lentitud y comenzó a tender su cama, cuidó cada detalle, quizá tardó un poco más de lo que habría querido porque cuando colocó las almohadas al final de todas las cobijas YoonGi ya estaba a su lado.
— Ah, la hubiera tendido yo... —YoonGi murmuró acercándose para abrazarlo por la espalda— ¿no tienes hambre? Puedo buscarte algo de comer.
JiMin se dio vuelta lentamente entre sus brazos y lo apresó con fuerza, olía bien, quitando el shampoo y el jabón... olía a él, a YoonGi, un olor que era único de él y que nadie podría igualarlo.
— Dios... —YoonGi lo apresó con fuerza, ocultó su rostro en el cuello de JiMin, sintió la clavícula contra su barbilla y lo delgado que se sentía entre sus brazos. Quiso brindarle miles de pastelillos, jugos y café con leche, malteadas, sopas, todo lo que su joven pareja amaba. Quería sostenerlo por siempre.
Se alejaron y lo sostuvo, esta vez, por las mejillas, las apretó un poco y brindó un pequeñísimo pico en sus carnosos labios.
— Tu papá está aquí. —Murmuró haciendo que JiMin abriera los ojos sorprendido.
— ¡¿Aquí?!
— Sí, igual tu tía.
— ¡Ah! —JiMin se alejó con una sonrisa, entrelazó sus dedos y bajó prácticamente corriendo, arrastrando a su novio— ¡Papá! ¡Papá!
Llegó a la sala y allí estaba, no tenía traje, en realidad traía una simple camisa azul con rayas blancas y un suéter gris que, para entonces, ya se había quitado, también tenía unos tejanos oscuros y unos zapatos cafés. Su tía se hallaba a su lado, con un vestido verde simple, tan fino y suave como ella. Ambos estaban con una sonrisa radiante. Entonces los sentimientos golpearon su pecho, golpeó su corazón, se detuvo y, antes de poder ir con ellos, miró a su novio para simplemente soltar en llanto.
— J-JiMinnie... —su tía lo alcanzó para abrazarlo, la preocupó demasiado verlo así.
— MinMin... —su padre se acercó para acariciarlo.
JiMin seguía sollozando, su nariz se volvió roja y sus ojos permanecían cerrados al igual que sus mejillas quedaban húmedas. YoonGi sonrió caminando a su lado para llegar a la cocina y sentarse.
— Está muy feliz. ¿No? —Cuestionó HoSeok recargándose en la mesa.
— Lo está. —Afirmó el pálido.
— Ambos quieren llevarlo a comprar ropa. —HoSeok sonrió.
— Es buena idea..., la mochila que tiene es pequeña. —Murmuró.
— ¿Vas a ir?
YoonGi miró a HoSeok y luego desvió la mirada hacia la pequeña ventana de la cocina.
— Yo... no quiero... no quiero dejarlo. —Murmuró.
Inmediatamente, y cuando HoSeok iba a burlarse únicamente para avergonzarlo, entró SeokJin con el rostro completamente rojo, mordiéndose los labios para sentarse a lado de YoonGi y tomarle un trago a la taza de café importándole poco de quién fuera.
— E-era mío... —HoSeok murmuró decepcionado.
— MimadrememarcóytuvequemostrarmesorprendidoperoalavezellaqueríaquetestificaraasufavorynopudecontenermemásyledijequeibaaestarafavordeJiMinnie. —Habló tan rápido que ambos chicos se acomodaron para entenderle.
— ¿Qué?
— Su madre... —Habló NamJoon entrando para situarse detrás de SeokJin y acariciar sus hombros— quería que testificara a su favor, y SeokJin no aguantó...
— Le dije que estaría a favor de JiMinnie. —Suspiró SeokJin.
— En realidad se lo gritaste. —Aclaró el moreno.
— ¡Woah! ¡¿Le gritaste?! —HoSeok soltó una risa.
— N-no fue tan así...
— En realidad sí. —NamJoon carcajeó— la llamada empezó como "¡Oh! ¿En serio? No lo sabía, vaya... JiMin debe tener problemas... quizás deberías hablar con él... quizás deberías pensar qué hiciste con él" —negó sorprendido abriendo sus ojos para dramatizar— y de repente se tornó como "no tengo que esta más de tu lado" —imitó su voz y causó la risa de los presentes, SeokJin incluido— "desherédame si quieres, pero JiMin tiene razón y te va a ganar en el juicio" —siguió imitándolo— "¡No! ¡No más! ¡Basta! ¡Bloquearé tu número!" lo mejor fue cuando dijiste "JiMin te puede ganar porque él es más listo que todos nosotros y mucho más listo que tú".
— ¡Wahhhhh! ¡SeokJinnie! —YoonGi carcajeó palmeando su hombro.
— Yah~ —soltó una risa— me estaba colmando la paciencia.
— Jamás te había amado tanto. —Carcajeó NamJoon.
Todos pudieron pensar que era una simple expresión, y de hecho siguieron riendo —excepto él y NamJoon— pero el brillo que el mayor percibió en los ojos morenos fue uno de orgullo, de franqueza... de amor.
SeokJin se sonrojó hasta la punta de sus orejas y carraspeó.
— ¡Y-Yoonie! —Llegó corriendo JiMin— m-mi tía y mi papá quieren... ir a comprar ropa... ¿Vamos? —Juntó sus manos— por favor...
— ¡Ah...! —Se cruzó de brazos— no lo sé, MinMin.
HoSeok arqueó una ceja divertido.
— Por favor... —JiMin se acercó y tomó su rostro— por favor... —besó su mejilla— por favor... —besó su sien— por favor... —beso, esta vez su frente— por fav--...
— S-sí... sí... —YoonGi murmuró separándose rojo de la vergüenza— a-ah... —miró sonrojado al resto de los presentes que lo veían.
— ¡Voy a bañarme! —Sonrió para salir de la cocina con los mismos trotes.
— Debería ir con él. —SeokJin suspiró levantándose.
— ¿Por qué? —HoSeok soltó suspirando para tomar su taza haciendo un puchero al encontrarla vacía.
— JiMinnie podría usar el shampoo de tu hermana —soltó una risa— sólo porque tiene fresas.
YoonGi asintió pensando en mente que, una vez que salieran, podrían ir a escoger un shampoo, un jabón, crema y demás cosas que el menor quisiera.
«♪»
JiMin tardó un poco más de lo esperado, considerando que aún debía comer algo antes de salir, YoonGi subió para ver a JiMin que estaba junto con SeokJin. Lentamente tocó la puerta para abrirla y encontró a JiMin con una camiseta blanca grande —que seguramente pertenecía a JungKook— y un par de pantalones cortos. Él, cuando lo vio entrar, se ocultó en el pecho de su hermano con fuerza, obligando a que este lo abrazara.
— ¿E-está todo bien? —Preguntó asustado.
— Sí... —SeokJin acarició el cabello húmedo de su hermano.
— ¿MinMin...?
— ¡No! —Gritó alejándose.
— Tarde o temprano va a verlo. —Murmuró SeokJin para abrazar a su hermano.
— Pero...
— ¿Tengo que irme? —YoonGi preguntó incómodo, asustado y tenso.
— JiMinnie... —insistió SeokJin.
— Pero es-estoy... feo... —murmuró en el pecho de su hermano.
YoonGi suspiró negando, tendrían que hablar muchísimo sobre los cánones de belleza y como para él seguía siendo el hombre más atractivo que jamás haya visto. Porque aún sin piel perfecta, aun cuando tenía adorables rollitos que sobresaltaban sólo un poco de entre sus pantalones, aún ahora que lo veía delgado... seguía siendo atractivo, porque su belleza no consistía en la cantidad de músculos que tenía, o en qué tan brilloso fuera su cabello. La belleza de JiMin la hallaba en su risa, en sus ojos cuando sonreía, en su andar suave y a la tez tierno, en su perfil de adulto, en su trote infantil cuando quería enseñar algo. La belleza de JiMin era él mismo y eso debía comprenderlo.
— Sabes que no es así... —lo regañó SeokJin— vamos... quizás él te pueda prestar su chaqueta...
JiMin se separó lentamente, YoonGi lo observó, se veían sus clavículas, su cuello delgado y su cabello largo, no encontró algo extraño, no hasta que JiMin sobó sus brazos queriendo cubrirlos. Allí, poco arriba de su antebrazo, tenía marcas oscuras, parecían moretones. Se acercó con lentitud y acarició con lentitud la piel, entonces allí comprendió... eran las marcas de las vacunas...
— MinMin...
— ¡No! —JiMin lo empujó y caminó hasta el clóset, lo abrió desesperado queriendo buscar algo para cubrirse.
Su respiración estaba alterada, esperaba que con el tiempo esas marcas se fueran y así fue pero estaban tardando demasiado. Se tranquilizó cuando sintió una chaqueta en sus brazos, miró por encima de su hombro encontrando así al pálido.
— Lo siento... —murmuró acariciando su hombro por encima de la tela— ponte esto... voy abajo. Más tarde hablamos, si quieres.
YoonGi comprendía que aún era una etapa difícil para su joven novio, JungKook había hablado con él —antes de marcharse para ir a su trabajo—, diciéndole que era probable la aparición de algunas pesadillas, el miedo hacia algunos colores —como el azul pálido— así como, quizás, el temor de que vieran algunas marcas en su cuerpo, e incluso el pánico a estar encerrado en algunos lugares. El pálido lo había comprendido, sin embargo —tanto él como sus amigos— le pidieron consejos para afrontar tales situaciones.
— "JiMin es listo pero necesita apoyo, si no quiere decir algo, si no quiere hacer algo es mejor que no lo presionen, dejen que se calme. —Suspiró— por ejemplo, llegar a sostenerlo de las muñecas para tranquilizarlo puede traerle recuerdos de los enfermeros que lo sometían."
Llegó a la sala fingiendo una sonrisa para sentarse al lado del padre de JiMin.
— Es... está tardando porque no sabe cómo peinarse. —Tranquilizó a los presentes.
«♪»
El camino fue incómodo JiMin no se atrevía a mirar a YoonGi y los presentes lo notaron, por eso mismo el pálido no se sintió con el valor para tomarlo de la mano como era costumbre. Aun cuando estaban paseando entre tiendas de ropa el menor iba detrás de su padre con la mirada esquiva. A medio camino se despidió TaeHyung y su madre, pues ella tenía que regresar a la casa —anunciándole a su joven sobrino que tenía un nuevo cachorro y que, desafortunadamente, debía revisarlo a cada instante para evitar le desastre en su casa— y su primo tenía proyectos que aún debía terminar.
— Dale tiempo... —susurró SeokJin a lado de YoonGi.
— Lo sé... es sólo... no sé cómo actuar.
— Lo estás haciendo bien. —Asintió.
Por su parte, NamJoon jaló inmediatamente a SeokJin para ir a una tienda de discos mientras que HoSeok fue a buscar algo para comer. —Pues sólo habían comido unos sándwiches en el coche—, de esa forma sólo quedaron el señor Chung, YoonGi y JiMin.
— ¿Has encontrado algo que te guste, MinMin? —Preguntó el hombre a su hijo.
— N-no...
— Ah, pero ni siquiera vas viendo. —Suspiró acariciando el cabello de su hijo— vamos, tienes que escoger algo.
— Amh... —YoonGi se detuvo— iré con HoSeok... compraré algunas cosas también... —asintió con una sonrisa conformista pero que no demostraba coraje sino incomodidad— los veo más tarde.
— ¿Estás seguro? —Cuestionó el padre de JiMin.
— Claro. —Sonrió— nos vemos más tarde, MinMin... —se despidió con la mano al aire para caminar en dirección contraria.
El señor miró a su hijo, lo tomó de la mano y entraron a la primera tienda que se cruzaron.
— Bien... vamos a escoger ropa. —Afirmó queriendo borrar la mirada triste del menor.
— Sí.
Hizo reír a su hijo con pequeñas bromas y juegos mientras elegían la ropa, así que cuando lo vio oportuno comenzó a hablar.
— Tu madre y yo peleábamos mucho antes... —JiMin lo miró sorprendido mientras sostenía la ropa que había elegido— ¿Sabes qué era lo peor? Jamás solucionábamos los problemas, siempre los dejábamos atrás, sin hablarlos, sin decir lo que pensamos o sentíamos. —Negó revisando, sin mirar en realidad, una chaqueta negra— está bien tener peleas, malentendidos... todas las relaciones humanas tienen esos problemas... —sonrió para mirar a JiMin y picar suavemente su nariz con su dedo índice— pero lo sano es hablarlo... —acarició su mejilla— si tú dices lo que sientes y la otra persona también lo dice... no habrá secretos ¿No?
JiMin asintió viendo a su padre caminando lejos, lo siguió y con un trote suave.
— Papá...
— ¡Wah! —Su padre tomó una camiseta blanca con detalles dorados en los botones— imagina esto en una cena, MinMin.
JiMin se sonrojó y su padre le sonrió para buscar su talla.
Acabaron de comprar y recibieron un mensaje del resto de los chicos diciendo que lo esperaban en una cafetería. Su padre iba con una sonrisa genuina pues JiMin estaba bastante animado, estaba convencido de poder hablar con YoonGi. Cuando llegaron vieron a los chicos que estaban con bolsas de plástico y HoSeok ya estaba comiendo una dona junto con un café.
— Compramos comida para ustedes. —SeokJin le tendió a su padre una bolsa— es un sándwich de pollo y un café helado.
— Gracias... —suspiró sentándose junto al resto que descansaban.
— Y umh... —YoonGi le tendió una bolsa a JiMin.
JiMin abrió la bolsa encontrando un sándwich de champiñones con queso y espinaca. También encontró un café con leche...
— G-gracias...
— No hay problema. —Sonrió el pálido desviando la mirada— umh... —asintió dándole una mordida a su dona.
JiMin miró al resto platicando y riendo mientras que él y YoonGi permanecían en silencio. Sintió un pequeño toque en su brazo, su padre lo alentaba con una sonrisa.
El menor asintió sonriendo, se acercó poco a poco al pálido y sonrió.
— ¿Q-qui... —suspiró frustrado, de repente la timidez había regresado— ¿Quieres... un... umh... poco? —extendió su sándwich.
— Ah, no gracias... —sonrió tímido— es... mi dona es dulce y va a saber extraño.
— Oh... —JiMin asintió bajando la mirada, quizás realmente no tenía solución.
— ¡A-ah! —YoonGi negó— p-pero... pero... tú... café... —carraspeó— ¿P-puedo... probarlo?
— S-sí. —JiMin tomó su café y lo acercó a YoonGi.
Se tocaron las manos y sonrieron.
YoonGi probó lentamente el café.
— Gracias...
— Yoonie... —se recostó en su hombro sintiendo la tensión en el pálido— lo siento.
— No... no, no, está bien.
JiMin se incorporó para verlo.
— No debí gritarte...
— Te entiendo... —YoonGi tomó su mano y murmuró, JiMin adoraba verlo murmurar, hacia pequeños pucheros con las palabras y le parecía muy cálido, tierno— sólo... tuve miedo, pensé que algo malo te había pasado.
— Es feo... —se acercó con lentitud.
— No... —YoonGi acarició sus manos.
— Sí.
— No lo es... es algo que pasaste... —lo miró fijamente— y... fuiste muy fuerte... eres muy fuerte.
JiMin sonrió negando.
— No lo soy...
— Lo eres.
— No.
— ¿Por qué dices eso?
— Mi fuerza son... ustedes. —Afirmó acercándose más, ocultándose en su cuello— ustedes me han hecho quien soy. —JiMin se levantó con lentitud acercándose lentamente a los labios de su novio— tú me has hecho quien soy.
YoonGi se maravilló con la seguridad de sus palabras.
— MinMin... —se acercó lentamente para juntar sus labios.
Por un instante sus labios estuvieron juntos, pero fue más el roce de las pieles suaves, la respiración mezclándose, sus dedos entrelazándose. YoonGi entreabrió sus ojos y dirigió su mano libre hasta la mejilla de JiMin, lo acarició, sus dedos delinearon su quijada hasta acariciar su lóbulo para enterrar sus dedos entre las hebras de su nuca. JiMin apresó sus dedos entre los de YoonGi y su mano libre se deslizó con lentitud hasta llegar al cuello de su novio y acariciarlo. Lo extrañaba tanto, lo necesitaba tanto.
Un suave carraspeo hizo que se separaran.
— Lo siento... —SeokJin sonrió— pero debemos irnos, de hace tarde.
— A-ah, sí. —YoonGi sonrió avergonzado y se incorporó abrazando a JiMin.
JiMin iba tomando la mano de YoonGi y no la soltó sino hasta que subieron a la camioneta de su padre. Ignoró las pláticas de HoSeok, NamJoon, SeokJin y su padre, pues sólo se enfocó en escuchar las palabras de su novio. Ni siquiera prestó atención al celular de su padre que sonó insistentemente hasta que él lo apagó.
Llegaron a la casa de HoSeok y se despidieron del señor Chung, JiMin lo abrazó con muchísima fuerza, prometiendo verse de nuevo.
Después, ya entrada la noche y JiWoo ya en la casa, JiMin sólo besaba la mano de YoonGi mientras estaban juntos en la habitación. Sabía que debían separarse y no quería pero era necesario. Así se despidió de él y de SeokJin con lágrimas en los ojos prometiendo verse pronto.
— ¿Pronto?
— Mañana...
JiMin sonrió con el corazón alegre e inmenso, expresó su alegría con un abrazo.
— Mañana... —repitió soltando a YoonGi.
Y después de haberse despedido, una vez estuvo solo con HoSeok y JiWoo escuchó la voz de la dulce chica diciéndole.
— JiMinnie ya que te vas a quedar aquí tendrás que ayudarme con la cena. —Se asomó con una sonrisa.
— Sí, tendrás que ayudar. —Carcajeó HoSeok— aparte, YoonGi compró cosas para ti.
JiMin sonrió asintiendo, ahora que estaba solo debía valerse por sí mismo... el abogado le había comunicado que probablemente en un par de días, debido a la agresividad de su madre, probablemente iniciarían el juicio en tribunales.
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DEBÍA SUBIR ESTO PORQUE YA SON 2M!
DOS MILLONES
WTF?!?!?!
GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS <3 <3
¡grACIAAAAAS!
AJDSJDKLSAJDKLJAKDKSAJKLDJKALJDKLSAJDKLJALDJLAJDKLA
¿Qué les pareció el capítulo? Me gustó poner una mini-pelea que más bien es el inicio de un proceso que ambos (yoonmin) tienen que afrontar: la rehabilitación emocional de JiMinnie <3
espero que les haya gustado, no es relleno, como dije es el inicio de una etapa.
Nos leemos después, gracias por el apoyo. <3 <3 <3 <3
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