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Capítulo ochenta «cactus»

«♪»

La enfermera caminaba junto a SeokJin, TaeHyung y Sook con el folder entre sus manos, sus blancos zapatos hacían un eco entre los pasillos quietos, los susurros de algunos trabajadores que estaban, de igual manera, con folders y papeles entre las manos, otros tantos iban y venían con charolas en las que se contenían vasos de papel, mismos en los que se podían ver pastillas y, a un lado, otros vasitos pero llenos de agua. SeokJin apresó la gabardina verde entre sus dedos, con su corazón golpeando violentamente sus costillas, sus ojos miraban cada rincón, si bien no parecía un lugar hostil tampoco era un espacio que le agradara, prefería tener a su hermano junto a su tía y a su primo antes que mantenerlo preso en aquellos blancos muros, con esa misma tensión metió las manos en sus bolsillos sintiendo el plástico de una bolsa pensando en seguir con el recorrido por más que sus entrañas estuvieran a punto de colisionar de la ira o los nervios. TaeHyung, por su parte, sostenía la mano de su tía con firmeza, analizando todas las cosas que tendría para platicar con su tío respecto al lugar.

Cuando al fin llegaron al final del pasillo la enfermera los detuvo.

Hay dos maneras para poder ver a su familiar... —asintió carraspeando— pueden verlo por medio de las cámaras o pueden visitarlo directamente.

¿Cámaras? —Preguntó SeokJin incrédulo.

Ah, bueno... algunos familiares prefieren verlos por medio de las cámaras para no interrumpir su avance. —Sonrió.

Queremos verlo. —Respondió rápidamente SeokJin, ansiaba abrazar a su hermano.

Bien... —la mujer metió la mano en uno de los bolsos que portaba su uniforme, sacando de allí un llavero del que desprendían de tres a cuatro llaves, tomó una de ellas y la insertó con suavidad en el cerrojo girándola para así abrir, al hacerlo se enfrentó a una recepción y otro pasillo en el que habían ventanas grandes polarizadas. Se acercó a una mesa en la que tres enfermeras estaban frente a computadoras traspasando archivos que se veían plasmados en folders beige— venimos por el paciente... —despegó el folder de su pecho leyendo la etiqueta con rapidez— cero cuarenta y seis...

Una de ellas asintió colocando su pluma encima del folder abierto a su lado para luego teclear rápidamente en su computadora para luego mirar a su compañera por un mínimo instante.

¿Tratamiento especial? —Susurró removiendo sus lentes.

Sí. —Afirmó la misma enfermera rectificándolo en el folder que mantenía entre sus manos.

SeokJin apresó con un poco de furia el hombro de su primo al escuchar aquella patética frase, JiMin no necesitaba ningún tratamiento, menos uno especial ¿Qué clase de lugar era aquel?

Después de aquella respuesta la misma enfermera —que tecleaba constantemente— volvió a mirar la pantalla de su computadora para luego asentir y hablar mostrando así sus uñas limpias y cortas a la par que sus ojos se presumían filosos, toscos.

Hay un nuevo expediente, mejor dicho... —mencionó ella quitándose los lentes mientras tecleaba un par de cosas extra— es un anexo al expediente del joven JiMin. —La enfermera se levantó para aplacar su uniforme y luego encaminarse hacia la parte última de la larga mesa, en la que había una impresora que, justo antes de que ella arribara, comenzó a sonar sin estruendo notorio, producto de una hoja imprimiéndose.

¿Aún podremos verlo? —Preguntó Sook sosteniendo con miedo la mano de su hijo, esperando que su hermana no hubiera hecho otra locura.

Claro que sí, señora. —Replicó la enfermera con una sonrisa cálida, al parecer, la terquedad de sus ojos sólo eran producto del cansancio constante por estar traspasando palabras, refranes, nombres de medicamentos y horarios, y aun con ello sus labios se veían tan delgados y curvados en una mueca seria que el gesto amable se consumió en cuanto la hoja terminó de imprimirse, su cuello delgado se movió hasta poder mirar la máquina para así poder tomar entre sus delgadas y largas manos la hoja blanquecina. TaeHyung pensó que esa acción se volvía cansina, pues sólo la vio remover sus hombros en un rápido gesto, parecía que aquellos pintados y blancos ojos sólo se movían del papel a la computadora y viceversa— cabe aclarar que el joven JiMin... —mencionó ella leyendo rápidamente el nombre, esperando para continuar su frase hasta que encontró sus lentes en la mesa, colocándoselos y leyendo el papel de manera correcta— no ha tenido el mejor comportamiento durante su primer semana aquí... —giró la hoja mostrando el reporte de los enfermeros y las enfermeras encargadas del sitio, por horas y fechas— al parecer ha tenido bastantes problemas para ducharse y comer... aunque en los últimos dos días también ha tenido problemas para conciliar el sueño... ni hablar del medicamento, se rehúsa a consumirlo. —Afirmó ella con una mueca un tanto desganada, como si estuviera triste pero no mostrando empatía de verdad.

Bueno... —SeokJin se aventuró— JiMin no suele comer carne y es muy tímido, si las duchas son con todos al mismo tiempo dudo mucho que quiera hacerlo. Además jamás consumía algo que alguien extraño le diera.

Comprendo... —Afirmó ella pidiendo el folder de la enfermera que se mantenía a su lado— sin embargo... —siguió recibiendo el mismo, abriéndolo y así leyendo el expediente interno— su... madre, la madre de JiMin nos ha dado todo un historial médico, comprendo el deseo de protegerlo pero... —levantó los hombros— de ella recibimos al paciente. No podemos cambiar el formato o darle atenciones especiales si el familiar encargado en cuestión no da su aprobación.

Bueno... —TaeHyung habló tratando de calmar el ambiente— ¿Qué se puede hacer si mi primo no se siente bien con todo esto? Su prioridad es la estabilidad de JiMin ¿no?

Exacto. —Sonrió— bueno... los medicamentos suelen calmarlo, aunque es difícil dárselos suelen funcionar... pero eso no funciona a la hora de comer, además durante... —leyó el informe recién impreso— sí, durante los últimas dos noches no ha aceptado el medicamento, se torna agresivo, esto es grave. —Los miró— tienen que saber que esto no es ningún hotel, aquí procuramos el bienestar y el joven tiene que consumir su medicamento en tiempo y forma, los doctores ha encontrado otras formas de medicarlo, las inyecciones son eficientes, repito que lo mantienen calmado pero esto no ayuda en nada al paciente. —Juntó sus labios en una línea— si esto sigue así, dentro de dos o tres semanas más se tendrá que pasar a otra sección.

¿Otra sección? —SeokJin frunció el ceño.

Sí, verá... en esta sección... —señaló detrás de ellos, mostrando así los ventanales desde los que se podía ver gente caminando— los pacientes pueden andar libres, caminar, correr, jugar, hacer lo que ellos deseen siempre y cuando acaten las reglas —asintió— en esta sección hay varios enfermeros y enfermeras que se encargan de todos. Como verá aquí —señaló, ahora, la hoja— son varios los que nos aportan reportes de JiMin, claro que esto no es para todos, hay pacientes con los que batallamos en realidad. Para ello está la sección interna... en esta sólo se cuenta con un pequeñísimo patio al que no pueden asistir sin compañía, procuramos asignar un auxiliar particular para cada paciente, pero si este no tiene el tiempo entonces se le asignarán dos, uno por la mañana y otro por la noche. Es mucho más estricto y aunque se posee privacidad prácticamente nunca pueden estar solos.

SeokJin miró a su familia y luego bajó la mirada incómodo.

Si ésta decisión es... umh... tomada ¿Nos avisarán? —Preguntó metiendo, nuevamente, las manos dentro de su gabardina.

Claro, nosotros llamaremos a la señora para--...

No, no... —SeokJin se tomó la libertad de acercar su mano hasta unos post-it amarillos que se hallaban a un lado, tomó la pluma de encima del folder también para anotar en el papel— quiero que me avisen a mí también... no suelo tener mucha comunicación con mi madre por mi trabajo, y soy el hermano de JiMin así que agradecería mucho si me dieran aviso de cualquier procedimiento respecto a mi hermano. —Afirmó entregando el post-it a la enfermera quien asintió— cualquier cosa... —recalcó serio— eso incluye si cambian el medicamento por inyecciones.

Entiendo, ahora mismo lo anexo. —Asintió de nueva cuenta, tomando el post-it para comenzar a anotar en el expediente virtual del menor, y así también hacer una pequeña anotación de notificar cualquier tipo de suceso respecto al mismo— eso sería todo por mi parte, pueden pasar para ver a su paciente.

SeokJin asintió agradeciendo para luego mirar a su primo y a su tía. Juntos se encaminaron por el pasillo hasta la puerta de metal, misma que se abrió. La enfermera mencionó, esperaran en una mesa, ella iría por JiMin que seguramente estaría en su recámara después de la ducha diaria. TaeHyung negó escondiendo su rostro entre sus palmas, susurrando un "esto es una cárcel" para recibir las caricias de su tía. SeokJin, por su parte, sacó la bolsa de plástico negra, era demasiado pequeña y había preguntado con antelación si se le podía dejar pequeños regalos a los pacientes, recibiendo una negativa para luego escuchar una lista sobre cosas prohibidas: comida, ropa extravagante, jabón y objetos grandes, respecto a la primera lo comprendía, sin embargo preguntó por qué lo demás y de manera corta se le hizo saber de manera simple que aquellas cosas podrían despertar celos en algunos otros pacientes cuyos familiares no los visitaban.

Sus pensamientos se callaron cuando el ruido de la puerta se escuchó y JiMin atravesó el umbral. Sus mejillas estaban pálidas y debajo de sus ojos estaban naciendo hileras azules producto de no poder dormir, sus manos estaban temblorosas y su cabello húmedo, la ropa blanca le quedaba un poco grande por lo que su clavícula resaltaba de la misma. Se veía realmente mal, en tan poco tiempo había desaparecido su sonrisa, el sonrojo natural de sus mejillas estaba apagándose y sin embargo, con todo ese semblante tétrico y triste, sonrió lo más que pudo cuando los miró, soltándose del agarre que el enfermero mantenía en su brazo para correr hacia los tres, quienes se levantaron para abrazarlo.

Se fundió entre los brazos de SeokJin que lo apresó con fuerza, con necesidad, el corazón bailándole en el pecho en latidos que sólo representaban la alegría de tener a alguien, de no ser olvidado.

L-lo... lo... si-... si... sien... to... —susurró el menor entre los brazos de su familia, sentía los besos cariñosos de su tía en su mejilla, los brazos delgados de su primo en su cintura y los hombros de su hermano apresándolo por detrás— l... lo... siento... m-mu... mucho... —para este punto, la ropa de su tía, en quien estaba recargad, comenzaba a humedecerse por las lágrimas.

¿De qué hablas, JiMinnie? —Su tía se separó con lentitud acariciando sus mejillas con una sonrisa intentando tranquilizarlo.

L-lo... siento... —replicó, con sus pálidas mejillas inundadas en amargas lágrimas, con su pecho subiendo y bajando violentamente— m-me... me por... taré... bien...

TaeHyung sacó de su saco un pedazo de papel higiénico de su chaqueta que pasó con lentitud por las mejillas de su primo, acción que no pudo completar sin sentir sus ojos cristalizándose, su corazón encogiéndose y el deseo constante de abrazarlo.

Me... me... por... taré... bien... l-lo... pro-prome... to... —juntó sus manos, separándose de su familia sólo un poco— ¿me... per... donan?

No hay nada que perdonar... —SeokJin abrazó con fuerza a su hermano besando su frente, sintiendo el nudo en su garganta haciéndose fuerte, grande, doloroso, pero no debía llorar... no frente a él— no has hecho nada malo...

E-... en... ento-... entonces... ¿por... por... qué... e-estoy... a-aq... aquí? —Preguntó aferrándose a su hermano.

SeokJin cerró los ojos con furia, pensando en cuánto odiaba —porque eso sentía ya— a su madre.

JiMinnie... JiMinnie... —TaeHyung tomó las manos de su primo, haciendo que este se separara de su hermano, sentándose en una de las sillas incitándolo a hacer lo mismo— cuéntame qué has hecho.

JiMin, con los ojos y la nariz rojos, sonrió asintiendo para contar cuántas flores habían en los arbustos, diciendo también cuántas veces habían perdido unos chicos que jugaban básquetbol —desde que él llegó— así como cuantas veces un viejo maldecía cuando perdía en el ajedrez. SeokJin sólo acariciaba el cabello de su joven hermano pensando que, aun con todo su doloroso entorno, él podía ser una de las personas más perceptivas. No comprendía por qué nadie podía verlo. Y, cuando acabó de narrar, preguntó por YoonGi...

¿Es... tá... mol... moles... to? —SeokJin negó viendo como JiMin seguía hipando por su llanto aunque ya no hubieran lágrimas.

No, no, él jamás se molestaría contigo por esto... jamás. —Sonrió.

Pe-... ro... no... asis... tí... a la... ci... cita... —JiMin mordió su labio.

¿Te cuento un secreto? —Susurró TaeHyung inclinándose en la mesa, mirando con diversión a su primo, haciendo que este lo imitara para sonreír aún con sus hipadas— estamos buscando como locos una forma de sacarte de aquí. —Sonrió haciendo que JiMin también sonriera con más fuerza, apretujando sus ojos entre sus mejillas— y YoonGi está buscando como nadie...

Ah... pe-pero... —JiMin se incorporó, sus ojos brillosos en dudas así como sus lagrimales en sentimientos— ¿E-es... está... dur-... miendo bien? —Su tía sonrió al escucharlo, realmente podía ser una persona tan cautivadora.

Sí. —Afirmó SeokJin.

Siguieron con la plática, JiMin contaba cómo tragaba a comida a grandes mordidas para no sentirla en la lengua o como las pequeñas lagartijas del sitio se dejaban acariciar, todo ello hasta que las dos horas culminaron haciendo que se levantaran y dejaran al menor, quien comenzó a llorar apenas se levantaron. SeokJin negó abrazándolo, asegurándole estaría bien.

Mientras susurraba esto tomó la bolsa de plástico y la dejó en manos del menor quien lo miró sin comprender y antes de poder dar una explicación JiMin ya lo había abierto, sus ojos se expandieron impresionados, sus labios se remojaron con su lengua por el nerviosismo, un sutil sonrojo pareció iluminar sus mejillas y parte de sus orejas.

Jinnie... —susurró aún con lágrimas— ¿Q... qué... día es... hoy?

Mmh... —SeokJin sacó el teléfono de su pantalón, mostrándoselo a JiMin. En ese mismo instante el más joven comenzó a llorar nuevamente mientras abrazaba con fuerza el pequeño objeto.

¿JiMin? —TaeHyung se preocupó.

¿Y-Yo... Yoonie es... tá a-aquí? —Preguntó después de algunos segundos más en aquella posición hasta que se enderezó colocando en su palma el objeto para luego detallarlo con su dedo pulgar, allí SeokJin miró que era llavero en forma de cactus.

Ninguno supo de su significado real, miraron al menor yéndose que ahora parecía más animado, entre sus dedos apresaba con fuerza el llavero con una diminuta sonrisa. Y no fue sino hasta después de haberlo dejado, y después de haber salido de la clínica, encontrándose a NamJoon y YoonGi sentados en un banco, que preguntó al pálido el significado.

Él, mientras pisaba algunas hojas secas, susurró.

Ayer fue nuestro séptimo mes... umh... juntos... 



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Guess who's back, back again
Midnight's back, tell a friend

Guess who's back?
Guess who's back?  

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