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Capítulo noventa y uno «apoyo»

 «♪»

Estaba sentado frente a un doctor, aunque para él no parecía uno como tal, no tenía la bata blanca y los lentes gruesos, parecía una persona común aunque lo miraba fijamente. Estaba nervioso, no tenía a nadie a su lado, nadie había podido acompañarlo, estaba sentado en el gran y rojo sillón.

JiMin... —habló el médico y él, automáticamente, se sintió cohibido.

¿Sí?

Vamos a hablar... —el hombre se acomodó el saco café.

JiMin desvió la mirada, no se sentía cómodo, no le gustaba ese ambiente, quería abrir la puerta y salir con sus amigos y su novio para nunca regresar, pero era necesario, le habían dicho que era necesario. Removió sus dedos dentro de sus tenis negros y los paseó sobre el piso de madera, inmediatamente miró hacia la ventana, las cortinas estaban abiertas y el día parecía estarse apagando aunque tan sólo fueran las once de la mañana. Sus manos comenzaron a sentirse tibias; estaba sudando, entrando en pánico por estar frente a alguien que desconocía. SeokJin le dijo que todo iba a estar bien, que sólo fuera natural, que dijera todo lo que sentía, por otro lado YoonGi sólo lo había besado cortamente en los labios mientras murmuraba un "te espero afuera, lo harás bien, confío en ti".

Bien, sus amigos, familia y novio confiaban en él, debía mantenerse fuerte, ser capaz de afrontar la situación que ahora le hacía un nudo en la garganta por el miedo. Odiaba tano enfrentarse a cosas nuevas, más si estaba solo.

JiMin... necesito que hablemos ¿Bien? Sé que tienes miedo pero soy tu amigo, de aquí nada saldrá, jamás.

¿Jamás?

Jamás.

JiMin frunció el ceño con suavidad.

Pero... si nada sale de aquí... ¿Cómo podrá ayudarme e-en el... juicio?

El hombre sonrió y se levantó para servirle una taza de té, mientras JiMin escuchaba el agradable tintineo de la cerámica contra la cucharilla que el hombre utilizaba, apenas escuchó el agua caliente llenando la taza pudo oler también el agradable y dulce hervor de la manzanilla. Le gustaba tanto. Mordió su labio cuando el hombre giró con la taza entre sus manos y la dejó frente a JiMin, justo en la mesita pequeña y de estatura baja que se encontraba en el centro de esa habitación.

Es porque tengo que dar un informe... pero en ese informe no diré nada de lo que hemos hablado.

¿Cómo... —JiMin tomó la taza y la acercó a su rostro sólo para poder oler con más claridad el té— un informe?

Algo así.

«♪»

YoonGi estaba afuera, sentado en el suelo con las piernas en posición de loto y un encendedor entre sus dedos, a su lado NamJoon estaba acompañando a SeokJin pero constantemente revisaba su celular, el aire parecía irse poniendo frío. El pálido miró el cielo luego las copas de los árboles y se preguntó cortamente si JiMin habría llevado un suéter extra, ladeó un poco el rostro concluyendo que, si no llevaba uno él le daría su saco.

Últimamente los días iban tranquilizándose por un lado pero tensándose por el otro. La madre seguía poniendo amparos, pidiendo investigaciones, señalando al padre o a SeokJin como los culpables del comportamiento de JiMin, es por eso que todos concluyeron que un primer y pre-eliminar estudio psicológico ayudaría a que el juicio se emitiera. El padre de JiMin y el mismo abogado habían acordado celebrar el juicio lejos de los contactos de la madre, aunque esto no aseguraba que ella no arrastrara fajos de billetes con ella para así volver a esas personas a su favor, aunque este era un riesgo también era una ventaja porque fácilmente podría acusársele de extorsión y soborno, eso... claro... sólo si las personas alrededor del juicio tenían el suficiente carácter moral como para negarse.

Sin embargo estaba feliz, había pasado otra semana y media más, aunque era demasiado tiempo —más del que imaginó para el juicio— estaba enormemente feliz por su estado actual con JiMin. Antes compartían cosas simples como preparar panqueques o ver alguna película, y aunque ahora seguían haciéndolo aprendió con facilidad y gran orgullo que podía discutir con JiMin, no a modo de pelea sino que entablaban pequeños diálogos sobre cualquier tipo de tema, últimamente habían hablado sobre el significado del bitcoin y sus posibles problemas y consecuencias. También podían pasar mucho tiempo hablando respecto al final de una película porque no comprendían bien de qué iba. A veces JiMin sacaba —no sabe de dónde— artículos de internet que buscaban respaldar su idea.

YoonGi soltó una pequeña sonrisa al recordar que JiMin le estaba recalcando a YoonGi que Doonie Darko no es una aventura sobre dimensiones sino sobre deseos y espiritualidad. Incluso durante la comida le decía "pero aparece "la última ten...tación de Cristo ¿Recuerdas... que la vimos? ¿Recuerdas? No es... umh, casualidad".

Había descubierto, con temor y cautela, que podía compartir aún más tiempo y más de él con JiMin.

Había encontrado que aquel JiMin que podía hablar tan seriamente sobre algún caso que vio en internet era exactamente el mismo que le pedía con pucheros un helado y eso le fascinaba.

Tengo que irme pronto. —Suspiró NamJoon— tengo una entrevista de trabajo pronto, lo siento.

Está bien. —SeokJin sonrió— te mando mensaje cuando salgamos de aquí...

Sí. Te veo en la casa. —Agitó su mano para marcharse con lentitud.

Ti vii in li cisi... qué asco. —Sonrió YoonGi con ojos de evidente juego.

Ah, no quieres empezar.

¿Desde cuándo están casados que decir eso es tan natural?

Quizás desde el mismo instante en el que le dijiste a JiMin que te irías con él a un departamento para llenarlo de muchas de sus cosas favoritas. —Habló rápido, molesto para al final cruzarse de brazos.

¡E-eso fue...! —Negó— no puedo creer que te lo haya dicho, Dios, ¿Por qué dice lo que platicamos?

En realidad me preguntó cuánto cobraban los departamentos, él pensaba que sólo se daba un pago. —Suspiró— tuve que explicarle qué es una renta... entonces me preguntó cuánto cobraban la renta... él quiere ayudarte con eso.

YoonGi se sintió cohibido de repente, sí, un día en el que se habían abrazado mucho, en el que habían hecho un intento fallido de pastel barato —porque era todo lo que YoonGi tenía— pero que sabía bastante bien obviando su textura y color, le había prometido todo eso con las manos en su vientre y la espalda de JiMin en su pecho, ambos estaban leyendo un nuevo libro que NamJoon les había conseguido. Así que mientras JiMin lo miraba desde su pecho para saber si ya debía cambiar de página, con las mejillas rosas de tanto tallarse contra su sudadera y el cabello desaliñado, simplemente soltó aquello "algún día nos iremos a un departamento, lo llenaré con las cosas que te gustan, viviremos sólo los dos... ¿Sí?" A lo que su joven pareja le había respondido con una sonrisa contagiosa y un sí sincero a la par que dejaba el libro y se giraba para abrazarlo terminando en un beso.

Oh, ya salió. —Respondió SeokJin levantándose.

JiMin estaba sonriendo, haciendo pequeñas reverencias hacia el psicólogo.

Nos vemos la próxima semana, JiMin.

Nos vemos. —Sonrió caminando hacia su hermano y su novio.

SeokJin iba tomado de la mano del menor cuando lo sintió detenerse, giró y admiró a YoonGi colocándole el saco en los hombros.

Hace frío. —Murmuró.

Gracias... —sonrió.

El regreso fue lento, JiMin sonreía contándoles cómo el psicólogo había sido amable y le había preguntado cosas con lentitud, afirmó que jamás se había sentido tan tranquilo al contar sus sentimientos. YoonGi sonrió y tomó su mano libre, él comprendía que habían cosas en la mente de JiMin que eran exclusivas de él, que nadie más podría conocerlas o tendría siquiera el derecho a especularlas, él sabía que este proceso no sólo iba a ayudar con el juicio sino que también ayudaría al desarrollo de JiMin, a comprender las cosas y sobre todo a comprenderse. Había sido una excelente señal que él contara todo con una sonrisa así que seguirían con las visitas.

SeokJin los dejó en la estación de autobuses, no sin antes abrazar a su hermano con fuerza.

Este fin de semana iremos con papá... podremos comer un poco. —Sonrió presionando las mejillas de JiMin.

Shi... —respondió alegre.

YoonGi y él siguieron caminando, en un instante, cuando el aire se hizo más fuerte y frío, el mayor lo detuvo para que este se colocara bien el saco. JiMin soltó carcajadas limpias y puras cuando admiró que la manga le quedaba más larga de lo que a su novio. Comenzó a jugar con eso frente a él, agitando su mano frente al rostro de YoonGi para luego correr hacia el parque con una carcajada que provocó en YoonGi querer ir por él. Tuvieron una pequeña carrera que acabó con YoonGi en el suelo y JiMin encima de él, pues este se había lanzado hacia él cuando menos lo esperaba.

YoonGi estaba rodeado por pasto que estaba secándose así que algunos eran color naranja y otros permanecían verdes fresco.

JiMin sonrió con ternura, levantó su mano suavemente y acomodó los mechones de YoonGi, admiró con un sonrojo las cejas perfiladas del mayor, su nariz que le daba una ternura que lo hacía sonreír estrujando sus mejillas.

El psicólogo me... uh, me dijo que no debo... amh, guardarme las cosas. —Sonrió inclinándose hacia YoonGi para rozar sus narices.

El pálido podía sentirse ridículo, estaban en medio de un parque, con el aire frío, JiMin con un saco que le quedaba grande y él en el suelo sosteniendo a su novio por la cintura, parecía una escena romántica de película que seguramente le daría escalofríos, pero teniéndolo tan cerca, percibiéndolo tan suave... no, no quiso sentirse mal.

Eso es bueno... —murmuró— siempre debes decir lo que piensas o sientes... —acarició su espalda— aunque debes tener prudencia.

L-lo mismo me dijo el psicólogo.

¿Y te sientes seguro de decir las cosas que quieres?

Sí.

¿Y qué quieres?

A ti. —Sonrió escondiéndose en el cuello de YoonGi— sólo a ti.

El pálido ganó color rápidamente y agradeció que estuviera oculto en su cuello. Sonrió apresando con más fuerza a JiMin y rodó con él causándole una carcajada, después de pelear un poco debido a las cosquillas que YoonGi le estaba propinando soltó...

MinMin... debo regresar... el trabajo me necesita... —ahora él estaba arriba de JiMin, así que aprovechó para ocultarse en el cuello del menor— no quiero ir... —alargó la última vocal.

¿N-nos veremos más tarde? —Susurró.

Videollamada, sí.

Está bien. —Sonrió alejándose de YoonGi para apresar sus mejillas y besarlo cortamente.

Vamos...

JiMin asintió y se levantaron entre risas por quitarse los pequeños restos de pastos.

«♪»

JiMin estaba ayudando en la cena, JiWoo cantaba con un cucharón mientras que HoSeok estaba picando algunas verduras. Él sólo podía reír, le gustaba estar en ese ambiente, le gustaba la sensación de familiaridad que percibía, había pasado demasiado tiempo desde que podía oler la armonía de una familia, del amor fraternal.

La cena fue igual de tranquila, HoSeok contaba sus pesadas jornadas en la empresa mientras que JiWoo insistía en poner una película e irse a comer en la sala para verla mejor. Al final accedieron y mientras estaban en aquel cómodo sillón viendo la película JiMin sólo estaba entretenido en su comida, JiWoo había sido amable con cortar unos pedazos de sandía en forma de estrella, ellos habían sido totalmente comprensivos, todas las comidas, desayunos o cenas que preparaban siempre incluían muchas frutas y verduras para JiMin, así mientras ellos comían pollo a la plancha, JiMin comía berenjena asada o rollos de calabacín. Vio los créditos y sintió el plato vacío desaparecer de sus manos cuando JiWoo lo tomó para ir a la cocina gritando "Hoy tú lavas los trastes, HoSeok".

Así, JiMin se giró hacia el mayor y con los nervios entre sus manos, pero las palabras del psicólogo en su mente, susurró.

¿Me puedes ayudar?

«♪»

YoonGi le había mandado un mensaje a JiMin avisándole que llegaría tarde ese día, por lo que su tiempo con su novio se acortaría. Entro al complejo de departamentos caminando rápido para poder verlo, hoy habían planeado terminar ese libro que NamJoon les había conseguido, sabía que después de ello JiMin le contaría todo lo que piensa o siente de la lectura. Estaba sumamente emocionado por ello pues "rebelión en la granja" era una novela para discutir, sobre todo con su joven novio que siempre tenía maneras diferentes de ver el mundo.

Tocó la puerta y HoSeok abrió con una sonrisa.

Ah, pasa... —YoonGi entró y se sentó en el sillón, extrañado por la ausencia de JiMin— JiMinnie pronto llegará.

YoonGi asintió sin pensarlo mucho, pensó que quizás su novio había salido a comprar algo con JiWoo, aunque este pensamiento se cortó cuando ella entró corriendo desde la cocina, atravesando la sala y trotando por las escaleras mientras susurraba "es tarde". Eso, quizás de manera errónea, lo estaba poniendo nervioso, escuchó la música de HoSeok desde algún lugar de la casa —quizás desde el baño— y sonrió cuando JiWoo se despidió con la mano mientras traía una sonrisa forzada y luchaba contra su mochila.

Diez minutos más pasaron y encontró a HoSeok caminando hacia la cocina, para ese entonces YoonGi pensó en SeokJin, quizás él había llegado más temprano y había salido... estaba a punto de levantarse para preguntarle a su amigo dónde estaba su novio hasta que escuchó la puerta.

JiMin entró quitándose una gorra beisbolera café claro, traía un chaleco del mismo color, sus pantalones de mezclilla y debajo del chaleco una camiseta blanca simple. Lo vio en silencio abandonar una mochila en el perchero a lado de la puerta.

¡Yoonie! —Respondió JiMin con alegría acercándose para abrazarlo.

El pálido correspondió el abrazo pero no entendía qué hacía con ese uniforme.

¿Dónde estabas?

Umh... —se sonrojó y bajó la mirada tímido— estaba... en mi trabajo.

¡¿Trabajo?!

Hobie me consiguió... umh, un trabajo, reparto el periódico entre los depar-departamentos. —Susurró.

¿Es en serio?

¡Sí! —Gritó HoSeok desde la cocina— él quería trabajar y sólo tuve que pedirle al dueño un empleo aquí... él es amable y empatizó rápido con JiMinnie. —Caminó hasta ellos con un plato de cereal— y... —masticó cereal— empeshó hoy, esh fantashtico porque she deshpertó tempraño y eshataba emoshionado.

Wah... —YoonGi vio con admiración a JiMin.

JiMin sonrió y abrazó a YoonGi con más fuerza, escondiéndose en su cuello.

La siguiente plática, contrario a lo que imaginó el pálido, fue sobre su día, JiMin dijo que algunos gatitos lo habían saludado escabulléndose entre las piernas de algunos dueños que le abrieron la puerta así como algunos cachorros con sus lenguas largas y ojos amorosos. Estaba cansado, había tenido que recorrer no sólo su conjunto de departamentos sino el de todo el bloque, había tenido que caminar por pasillos, dejarlos fuera de su puerta o meterlos en la rendija de la correspondencia. Ante este comentario YoonGi comenzó a masajear sus hombros mientras escuchaba sus relatos, para luego pasar a sus pies.

HoSeok admiró la escena desde la cocina, sonrió ladino preguntándose qué diría el YoonGi de hace un par de años si se viera en esa escena, él que se burlaba de NamJoon quien soñaba con vivir con alguien, escuchar a esa persona todo el tiempo, hacerse de comer, en fin... ser hogareño.

Así ambos despidieron a Yoongi y éste se fue con una sonrisa en el rostro y el corazón esperanzado.

En medio de su trabajo recibió un mensaje de HoSeok, lo abrió rápidamente encontrándose una foto comprendiendo en ese instante que era de JiMin.

"gracias por apoyarme siempre ❤  te quiero."

.

.

.

*green eyes intensifies*

ahreNO!

¿Cómo están? He estado un poco estresada, siento que ningún capítulo queda, pero realmente ya quería actualizar, siento que es un paso importante en la vida de JiMin tener un trabajo y visitar un psicólogo... poco a poco nos acercamos al final y me emociona a la par que me pone triste... :(

btw... ¿Lo sienten?

ES ORGULLO. ahsicierto.

Bueno, me retiro, gracias por leer~ gracias por el apoyo. 

Gracias por los mensajes en mi último comentario en mi perfil, ah, eso realmente me había estresado jajajajaja pero ya estoy mejor gracias a ustedes <3 

NOS VEMOS! GRACIAS! 

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