«♪»
Estaba en la sala esperando, unos uniformados estaban a su lado y a abogada frente a ella se mantenía seria.
— Señora... esto es grave... —susurró ella levantándose para acomodarse a su lado.
— Lo sé...
— Señora Yang... ¿Por qué?
— Es mi hijo...
— Pero... pero la falsificación de documentos... la corrupción en medio de un juicio y el soborno al hospital en el que estuvo su hijo... es grave, esto es muy grave... —negó.
— Lo sé...
— Señora...
— Sé lo que me puede pasar... por algo acepté ser culpable.
— ¿Por qué me mintió?
Yang miró directamente a la joven mujer, sus ojos se verían serios pero sus labios temblaban, lo sabía, se había aprovechado del corazón noble, ella se había compadecido tanto de su historia, donde su hijo había sido arrebatado, maltratado, golpeado... que se cegó y decidió ayudarla a recuperarlo.
— Es mi hijo...
— Pero no es de su propiedad...
— Lo sé... es sólo...
— Está bien... ya no importa... —acomodó su cabello— más tarde darán su sentencia...
— ¿Puedo hablar con mi hijo? —Cuestionó con el rostro cabizbajo.
— No creo que lo permitan...
— Sólo un momento, antes de que me sentencien...
— Veré lo que puedo hacer.
«♪»
JiMin estaba sentado junto con los demás, su padre le hablaba emocionado sobre una escuela de leyes a la que podría ingresar, esto a la par que SeokJin negaba diciéndole que él debía escoger lo que más quisiera. YoonGi sólo acariciaba el cabello creciente de su nuca mientras que JungKook —junto con TaeHyung— buscaban desesperadamente un restaurante donde debían comer. Su tía estaba seria, JiMin intuía que la ponía triste ver a su hermana en esa situación pero no era algo que se pudiera evitar... una caricia suave en su cabello le llamó la atención; JiWoo y HoSeok habían llegado con jugos, a él le brindaron el de manzana y los demás poco a poco los repartieron, vio a YoonGi acomodarse detrás de él para abrazarlo por la espalda, apoyando la frente contra su hombro, pudiendo escuchar perfectamente su respiración. Entre sus piernas colocó la botella de agua que YoonGi tenía entre sus manos y con los brazos libres colocó el pequeño sorbete en el hueco para así beber un poco.
— Su madre solicita hablar con su hijo... —la señorita abogada parecía tensa.
— JiMin no quiere hablar. —YoonGi respondió apresándolo con más fuerza contra su cuerpo, ni siquiera miró a la abogada sólo resopló esas palabras.
— No... no con él... con usted... —miró a SeokJin.
SeokJin frunció el ceño pero se levantó, caminó hasta donde estaba a abogada saliendo por la puerta para verla.
Escuchó los tacones resonando, vio a los policías abrirle paso a la abogada y a él, en medio de ese cuarto donde sólo había una mesa y un jarrón de agua se encontraba su madre, había pedido su bolso y se encontraba desmaquillándose.
— Mamá... —SeokJin suspiró sentándose frente a ella.
— ¿Puedes creerlo?
— ¿Mhh?
— Yo... aquí...
— Parece irreal pero... debía pasar.
— Eso creo... —sonrió la mujer tomando un nuevo círculo de algodón para empaparlo de desmaquillante y pasarlo por encima de sus labios.
— ¿Qué quieres, mamá? —La frase había sonado agresiva pero el tono de voz de SeokJin se notaba triste.
— JiMinnie no me va a querer hablar... —parpadeó— en realidad... —se miró en su espejo de mano— no creo que sea bueno hablar con él.
— ¿Qué planeas?
— Que no me odie... —lo miró.
SeokJin quedó callado.
— JiMin no quiere estar conmigo... no sé por qué... —negó— aún no comprendo... —parpadeó— pero... voy a buscar ayuda.
— Mamá...
— Ayuda psicológica... yo... lo herí ¿Verdad? —Los ojos de su madre se veían tan fragmentados que SeokJin se levantó para abrazarla.
— No pasa nada, mamá... JiMin no te odia, no te odia... jamás te va a odiar...
— Lo siento... —sollozó en el hombro de su hijo mayor.
El lamento de la mujer hizo eco en el solitario cuarto, ella solía preguntar "por qué" afirmaba no saber por qué JiMin no quería estar con ella, para su mentalidad aún era una buena madre, pero verlo tan decidido fue suficiente para poder con su corazón, ese era el JiMin que siempre había querido ver pero le causaba un pánico, claro que le daba terror que su pequeño hijo diera pasos por sí solo. Ella era consciente de que en le clínica serían estrictos con él pero en su mente no quería ir a ese lugar a verlo, si lo hacía se tocaría el corazón y lo sacaría para que vivieran juntos de nuevo pero probablemente él se volvería a escapar...
fue allí cuando se quebró.
JiMin quería escapar, pero no de la casa, no del cuarto o del hospital... sino de ella... su pequeño hijo huía de ella...
— Mamá... —SeokJin acarició su cabello.
— Espera... espera... —ella se separó, limpió sus ojos y lo miró— es... es por ti... por eso te llame... no sé cuánto tiempo me van a dar... la abogada dijo que iba a pedir una pena mínima... pero... eso no importa mucho... es probable que me pongan una orden de alejamiento....
SeokJin asintió.
— Así... así que estamos aquí... no es el final... pero se siente como uno... —acuñó el rostro de su hijo mayor que tenía ganas de llorar— uh... mi guapo SeokJin... ¿Me cuentas de tu novio?
SeokJin inhaló sorprendido y sonrió, caminó para acercar una silla a ella dispuesto a contarle todo sobre él y su pareja, cómo se conocieron, a dónde fueron, qué cosas hicieron y cómo fueron a vivirse juntos. Las manías de NamJoon, sus fines de semana aburridos y los viejos canales de televisión que veían juntos. Contó perfilando con sus dedos las delgadas manos de su madre... soltó unas risas cuando su madre —entre lágrimas— le recomendaba algunas cosas para su vida cotidiana, algunos trucos para hacer rendir más la comida e incluso unos pequeños tips para evitar que su novio dejara la ropa en el suelo, afirmó con su típico tono sabio —con una ceja levantada— que así volvió ordenado a su ex-esposo.
— SeokJin... pronto te tienes que ir... —susurró besando su mejilla— si puedes verme... por favor... dime qué haces... qué hace tu hermano...
— Mamá... —SeokJin tomó sus manos— puedo... puedo pedirle a JiMin que venga... a él le haría bien escuchar que te disculpas...
— No creo que esté lista... no ahora... —negó— para mí... yo... yo aún lo quiero conmigo... —su voz se quebró— quiero ver a mi JiMinnie cuando pueda aceptar que es libre y feliz sin mi... si lo veo... quizás... —tragó saliva para luego negar— lo dañe...
SeokJin parpadeó constantemente queriendo evitar las lágrimas, él sabía que el arrepentimiento y el cambio siempre era algo aceptable, sin embargo... ya era tarde.
— Le voy a decir todo lo que me dijiste hoy... —besó sus manos como en aquellos días, cuando era más joven y ella estaba embarazada de su hermano— todo... él perdona... tiene un corazón hermoso...
— Gracias... —sonrió y escuchó movimiento en la puerta.
— Lo siento, señora Yang... pero la sesión va a comenzar...
— Sí... —limpió su rostro y miró a su hijo una última vez— te amo mucho... —lo abrazó— a ti y a tu hermano... los amo...
— Sí, mamá... nosotros también.
Salieron, SeokJin se separó de ella y caminó hasta donde se encontró con NamJoon, quien lo esperaba con su sonrisa tranquilizadora, pasó sus manos por la cintura atrayéndolo en un abrazo, soltó un suspiro tranquilo, sabiendo que estas circunstancias lo habían ayudado, las manos amplias de su pareja recorrieron su cabello y hombros.
— ¿Estás bien?
— Sí... —se separó y sonrió porque NamJoon era sólo un poco más alto que él pese a su joven edad— mi madre se disculpó conmigo...
— ¿En serio?
— Sí...
— Wow...
— Lo sé...
— ¿Por qué lo hizo?
— No sé bien, estaba arrepentida... no sé si fue la confesión de JiMin o el juicio en general pero... eso pasó... y... —sonrió— me preguntó sobre ti...
— ¡¿Qué?! —Se asustó.
— Sí...
— ¿Y qué le contaste?
— Que dejas tus boxers tirados... —carcajeó siendo apresado por NamJoon con más fuerza.
— Ugh... eres imposible.
— Que no lavas los trastes...
— Jin... —suspiró.
— Que no sabemos cocinar...
— Eso es verdad... —afirmó con una sonrisa— aunque poco a poco aprendemos... recién hicimos una pasta... y quedó... —puso la punta de sus dedos sobre sus propios labios e imitó el sonido de un beso— fabulosa...
SeokJin carcajeó ampliamente, miró con lentitud el rostro de su pareja, su piel tersa y sus hoyuelos constantes, sus ojos que se hacían pequeños al sonreír al igual que su manía por sentirse avergonzado y ser amable, decidido siguió hablando
— Y que... —se sonrojó— que te amo...
NamJoon también se sonrojó, se separó con lentitud y se quitó los lentes.
— Espera... es... uh... tú... —lo tomó agresivamente por las mejillas y besó sus labios.
SeokJin sonrió entre el beso.
— Cuando lleguemos a casa... —susurró NamJoon separándose, negando, ocultándose en el cuello se SeokJin— cuando lleguemos...
— Falta... —sonrió— iremos a comer con JiMinnie y luego a pasar el rato a su casa... —se separó y comenzó a caminar.
— ¡Ah! Maldita injusticia, pero no importa... cuando lleguemos a casa...
— ¿Qué?
— Haré café... —completó el moreno.
SeokJin soltó una risa negando, tomándolo de la mano y caminando hasta la sala donde todos se encontraban sentados. JiMin estaba junto a su abogado y su madre tenía la cabeza gacha, la jueza ya estaba hablando por lo que su entrada tuvo que ser lo más sigilosa posible. Miró a YoonGi quien estaba sentado cerca de JiMin, sosteniendo su mano, subiéndola para brindarle un beso de vez en cuando.
— Debido a las pruebas brindadas y al análisis del jurado conforme a las mismas, a la señora Kim Yang se le condena a cinco años de prisión por falsificación de documentos, esta sentencia implica también la apertura de un nuevo archivo donde se investigará a los implicados en el caso del joven JiMin, el doctor Kim SuWoong, quien se declarara como el médico del demandante y que firmó los documentos que permitieron el acceso del mismo a la clínica y el doctor Lee HongSuk quien es el director de la clínica donde estuviera el demandado, la carpeta incluirá la investigación de soborno hacia cualquiera de los dos profesionales, además de la investigación a la misma clínica. Aunado a esto se le sentencia a dos años por abuso de autoridad, seis años por falsedad de declaraciones, cinco años por lesiones doscientos ochenta y ocho, doscientos noventa y cinco según el código penal vigente.
JiMin apresó los dedos de YoonGi con un poco de fuerza.
— Además, a la señora Yang le será revocado su título y maestría... además también el tribunal considera pertinente una orden de alejamiento que implica al joven JiMin con una duración de cuatro años a partir de su salida de la cárcel. De ser necesario el joven demandante puede renovar esta orden de alejamiento. Así mismo se le brinda al joven JiMin la emancipación total de sus padres siendo así reconocido legalmente como un adulto de veintiún años con las capacidades cognitivas suficientes para desempeñarse en la sociedad.
Se escuchó el martilleo en la madera, con la tensión en el aire.
— ¿Alguna contrapropuesta? —Preguntó la jueza.
— No. —Respondió Masao.
— Sí. —Respondió la abogada levantándose— quisiéramos apelar...
JiMin se sorprendió y miró a su abogado con miedo.
— Mi clienta desea apelar por tratamiento psicológico, solicitamos tiempo para análisis y pruebas que justifiquen.
La jueza asintió tomando los papeles de apelación.
— Debido al tipo de demanda ejecutada, y que implica faltas se pedirá que la sentencia final sea mañana. —Miró el folder y lo colocó sobre la mesa— así que solicito una sesión a las tres de la tarde...
La abogada asintió y se sentó de nuevo junto a su cliente.
— Mientras tanto... la señora Yang permanecerá en prisión preventiva al igual que el señor SuWong, pues son implicados directos, esto a la par que se investiga a HongSuk por su participación en el tema de corrupción y falsificación de documentos. —Un martilleo en la madera resonó nuevamente— doy por concluida la sesión.
Nuevamente los gritos resonaron por la sala, todos parecían alegres, JiMin miró a YoonGi quien le sonreía ampliamente, no tuvo tiempo para ver a alguien más, su madre ya estaba siendo procesada y él simplemente se mantenía en la misma posición, con las piernas muy juntas y el pulso golpeando su garganta.
No supo cómo, quizás todo se sentía nuevo, pero en un instante ya estaba caminando afuera del lugar, SeokJin y YoonGi estaban hablando con su abogado, estaban agradeciéndole por algo mientras que JungKook le había colocado su gorro negro haciéndolo reír.
— Estaba tan nervioso... —carcajeó.
— ¿Qué... qué va a pasar... con tu carrera? —Susurró tímido, ahora... ahora que se sentía ligero... era todo tan extraño.
— Está todo bien... —sonrió— estoy por obtener un nuevo empleo...
JiMin asintió y luego una mano acarició su cuello, giró encontrando a SeokJin, quien le sonrió y caminó junto a él...
— Mamá... ella va a tomar terapias... seguramente lo hará.
— Sí.
— Ella... ella me pidió que te dijera algo... —sonrió viendo la mirada expectante de JiMin— quiso pedirte perdón...
— Perdón... —Repitió.
— Sí... ella realmente te ama... por eso va a tomar terapias... porque quiere verte pero ella estando estable. —Afirmó.
JiMin asintió un poco y luego sonrió.
— P-pero... no lo tiene que hacer por mí... —se encogió entre sus hombros, sus mejillas inflándose entre su sonrisa— debe hacerlo... por ella...
SeokJin se mordió los labios y asintió, quiso decirle más, quiso explicarle pero JiMin parecía no querer escuchar eso en este instante, quería —o parecía— ignorar todo, pues sus pasos despreocupados parecieron caminar más rápido hasta dejar su lado, quizás realmente no quería saber de eso, quizás el estrés había sido tanto que ansiaba olvidar que en ese espacio se encontraba su madre.
Decidió dejar el tema, no era sano estresarlo más.
— ¡Heeeeey! —Gritó TaeHyung— ¡Vamos a comer!
JiMin sonrió nuevamente, se detuvo hasta que SeokJin lo alcanzó con su lentitud, tomó su mano para ir hasta la camioneta de JungKook, unos irían allí y otros más irían en la camioneta de su papá. La de JungKook era más vieja y despintada pero —JiMin pensaba— tenía muchísima más personalidad, un pequeño conejo rosa estaba en el tablero —a JiMin le encantaba, tenía cejas graciosas y un esponjoso cuerpo, siempre se preguntó dónde lo consiguió y si podía tener uno pues cada que se movía el coche él bailaba— en los asientos tenía un par de cobijas de colores que servían para brindarle tonos y vida al monótono gris —aunque a veces lo ocupaba porque los vidrios solían bajarse en el camino por sí solos así que los cubría del frío, además le agradaba que siempre olía a vainilla por algún aromatizante que él tenía colgado del espejo retrovisor.
— Aquí sólo caben unos cuatro... —afirmó JungKook— cinco si alguien quiere irse en las piernas de alguien más... —siguió cambiando su mirada a una coqueta— no, Jin, contigo y con NamJoon eso no cuenta, mi camioneta aún es virgen.
— ¡Este niño! —Se sonrojó SeokJin.
— Ok... —levantó los brazos el moreno— nos iremos en la otra camioneta. —Al terminar su frase recibió unos pequeños golpes de SeokJin.
En un instante YoonGi rodeó a cadera de JiMin con su brazo y sonrió, el ronroneo de su voz calmó su corazón y su cuerpo.
— ¿Estás bien? —Susurró.
— Sí... —susurró de vuelta.
— ¿Quieres un tiempo a solas? —Preguntó de nuevo, acariciando el vientre de su joven novio mientras el resto peleaban por cosas absurdas.
— N-no... no lo sé... —miró a YoonGi.
De repente los brazos se desprendieron de su cuerpo y se sintió abandonado, quiso negarlo, decir que estaba bien, ansió ir detrás de su novio pero no tardó mucho cuando escuchó la conversación.
— Pero... ¿a dónde irán? —TaeHyung puchereó.
— Necesitamos caminar... llegaremos rápido... pidan por nosotros. —Levantó los hombros desinteresado.
— ¿JiMinnie? —Cuestionó TaeHyung.
JiMin asintió con suavidad, bajando su mano para acariciar la de YoonGi y entrelazar sus dedos.
— ¡Pero...! —TaeHyung puchereó nuevamente pero sintió una mano en su brazo— uh...
JungKook lo había detenido, él comprendía que JiMin debía reordenar sus pensamientos, había sido un día demasiado agotador. Antes de que pudieran marcharse a pie la madre de YoonGi —y su padre— aparecieron para despedirse.
— Eres libre, mi niño... —susurró ella abrazándolo con fuerza.
JiMin correspondió el cálido tacto y luego sintió la soledad de verlos despedirse. Los miró entrar en su coche con una sonrisa, el padre de YoonGi le había dejado un pequeño regalo en una bolsa de papel café, no sabía qué era pero estaba demasiado agradecido...
— ¿Nos vamos? —Preguntó YoonGi y JiMin asintió.
Apenas salieron del estacionamiento del lugar, atravesando un pequeño parque, en medio del aire, las hojas chocando entre sí y el ruido constante de los coches rodando sus llantas encima del asfalto lo tranquilizaron poco a poco, segundos después de que su mente comenzara a estabilizarse una mano se deslizó fuera de la suya.
— Sé... sé que querías estar solo... ellos... ellos no te iban a dejar... —miró a YoonGi quien estaba sonrojado suavemente— es decir... yo tampoco te dejaría solo, no querría... —soltó una risa nerviosa— pero puedes hacer lo que desees, no me prestes atención, si quieres... podemos sentarnos y sólo esperar...
JiMin asintió encogiéndose entre sus hombros, se sentó e inmediatamente YoonGi hizo lo mismo, el menor tenía algo extraño en el pecho, en un instante era libre, no debía preocuparse por quién lo vería, por quién lo juzgaría, podía hacer lo que quisiera con su vida porque era una adulto que no dependía de nadie... la noticia y la realización de esto mismo le llegó muy rápido, demasiado rápido, lo mareaba y le daban muchísimos nervios, tenía miedo de tropezar, caer y ver que realmente necesitaba ser cuidado por alguien mayor que él...
Estuvo muy sumergido en sus pensamientos, analizando qué sería de él ahora mismo... hasta que YoonGi colocó en sus muslos una hoja... era bonita, demasiado bonita... tenía la forma de una estrella.
Sonrió y miró a su novio.
— ¿Puedes sonreírme? —Preguntó tímido— has estado serio... me gustas serio... pero te prefiero alegre.
JiMin sonrió abiertamente, tomó la hojita y la acarició con sus pulgares, los hilos de ramificaciones se desprendían de manera estética y armoniosa, le recordaba a todas esas hojas que él solía coleccionar, inhaló aire tratando de llenar el hueco en su pecho y miró al cielo...
— Y-Yo... Yoonie... —susurró tímido, sus manos nerviosas sobre la hojita— ¿Y... ahora... qué?
— ¿Mhh? —Preguntó YoonGi sin comprenderlo.
— ¿Y... ahora... qué voy... uh, a hacer? —Cuando sus ojos conectaron el pálido pudo encontrar en sus ojos la inocencia con la que lo conoció, el miedo en sus labios temblorosos y la vergüenza en sus mejillas sonrojadas. Quería besarlo hasta que estos sentimientos se fueran... quería besarlo tanto...
— No lo sé... —admitió— ¿Ser felices? ¿Algo así de cliché? —Respondió casi riendo.
— Uh... —JiMin se acercó a YoonGi, inclinó su cabeza y mientras aún sostenía la hojita con una mano, con la que tenía libre acarició el rostro pálido de su novio, hundiendo su dedo índice en las mejillas suaves de su novio— ¿Cómo... se hace? ¿Cómo podemos ser, amh... felices?
— Francamente tampoco lo sé... —soltó una risa— pero... podemos averiguarlo... —tomó la mano de su joven pareja y beso sus nudillos.
JiMin sonrió ante el acto y se mordió los labios... el sentimiento que ahora lo inundaba se acercaba mucho a lo que creía que era la felicidad... pero no tenía prisa por sacar conclusiones, tenía toda una vida... toda una vida libre junto a su familia, amigos... tenía toda la vida junto a YoonGi para saber qué es la felicidad...
Este... este era su inicio.
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EL FINAL NO ME CONVENCIÓ DEL TODO PERO ES LO MEJOR QUE PUDE HACERLO, LO SIENTO, YA ME HABÍA TARDADO EN SUBIR, JO-DER-HER-MA-NO-FUCK!!!!!
Respecto a lo del juicio ksadjsklajdklajdksaljdklsajkdljaklda estuve leyendo el código penal y MADREMÍAWILLY creo que ahora sé qué no me pueden hacer los policías, ahre... si hay algún fallo me disculpo... fue difícil encontrar algo más específico... :/
Gracias por todo el apoyo, lamento el capítulo tan tarde ksadkñlsa es que... UGH! la tarea que tuve fue compleja y pensé en acabarla el viernes pero me tomó más tiempo porque NO SABÍA BIEN CÓMO HACERLA, pero todo está bien ahora :3 adkslñakd
muchísimas gracias por todo
gracias...
¿Les gustó? Eso espero... estamos a nada del final... A NADA!
¿Saben? Leí un cometario que decía algo como que la esencia de JiMin ha cambiado... no lo niego, realmente siento que JiMin evolucionó y no me arrepiento de ello, lamento si no es el pequeño Mochi que lxs atrapó al inicio del fic :c pero no puedo hacer mucho, él debía cambiar sí o sí... aunque Mochi naces Mochi te mueres, por lo que él siendo ternura siempre se quedará :3 ESPERO QUE SIGAN QUERIENDO A JIMINNIE ;-; aun ahora que ya no es el bebé del inicio.
ESPERO QUE ESTÉN BIEN!
AHORA SÍ, VOY A RESPONDER MENSAJES Y TAL DJKSDJLKSADA GRACIAS
GRACIAS POR TODO!
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