Capítulo diez «café dulce»
«♪»
NamJoon estaba atiborrado de libros, su carpeta se encontraba abierta con varios post-it en algunas esquinas, realmente quería aprobar ese examen con una muy buena calificación, eso significaría tener la beca y obtener aquella colección de libros y películas que encontró en oferta.
NamJoon era un cinéfilo aprobado, amaba ver películas y hablar sobre ellas, la trama, la estética, la música, el guión, la actuación, todo lo que englobara ese mundo era parte de su atracción, y como consecuencia de ello tambien le atrajo la literatura, nació como una necesidad de saber las diferencias entre el libro y la película, y se volvió un hobbie que amaba.
— Oye ñoño, trajimos café. —HoSeok sonrió entregando el vaso al mencionado, aunque él tampoco se libraba de aquel apodo, cuando NamJoon mencionaba títulos HoSeok saltaba reluciente y animado, pues él ya había leído esos títulos, además de recomendarle otros cinco.
— Quiero aprobar esto. —Asintió agradecido del café.
— Pero ya lo tienes en la bolsa, los exámenes tienen miedo de ti. —Bromeó YoonGi.
Los tres siguieron hablando del exámen que presentarían y que, afortunadamente, sería el último. Estudiaban música, diferentes especializaciones pero haciendo lo que amaban. NamJoon había dejado un instante sus libros para poder tener un poco de vida social. Las risas resonaron causadas por el bullying constante entre ellos.
— ¿YoonGi? —Una voz sonó detrás, deteniendo sus risas.
YoonGi giró al reconocer el tono y se sorprendió de ver a JiMin allí, hace tiempo que no le veía, llegó a pensar que incluso se había enfermado —y sí, se preocupó—. El menor sonrió, ahora no tenía aquella cobija blanca y azul, sino que sólo poseía una chaqueta grande gris, un suéter delgado blanco, y un pantalón negro de mezclilla.
— ¿MinMin? —YoonGi frunció el ceño sin entender cómo había llegado hasta allí.
— Yoonie —El menor sonrió feliz, demasiado feliz, había extrañado mucho al mayor.
— ¿Qué haces aquí? —Sus dos amigos miraron cómo se levantó con preocupación.
— SeokJin —JiMin señaló al frente, donde su hermano se encontraba ordenando peleando con algunos por su lugar.
— Ya veo, vamos... —YoonGi trató de llevarlo con su hermano pero el menor negó y tomó uno de los libros de NamJoon totalmente interesado.
El mencionado miró curioso a JiMin, admiró cómo tocaba la pasta y lo hojeaba, como si nunca hubiera visto un libro tan grueso.
— ¿Te... te gusta? —Habló NamJoon con un poco de temor, pues YoonGi ya les había contado del menor y su condición.
JiMin le ignoró porque no le conocía, y le mostró el libro a YoonGi, quien sólo sonrió y asintió.
— Es de NamJoon. —YoonGi señaló a su amigo—. Él es NamJoon.
JiMin giró y vio a NamJoon, sonrió y le entregó el libro, luego miró el café de YoonGi y juntó sus manos tímido.
— U-uh... ¿Quieres un café? —Se atrevió a preguntar después de verlo entretenido en el vaso.
Pero el menor negó.
— Es malo. —Negó con la cabeza varias veces—. Oscuro y malo. —Repitió recordando lo que su mamá le decía.
YoonGi asintió, pero aquella mirada fija en el vaso no se iba por lo que le pidió a HoSeok ir por un café cargado de leche, de ser posible muchísima más leche que café, quizás así le gustaría.
Cuando el vaso llegó se lo entregó a JiMin, y él dudo.
— Es dulce... —Habló YoonGi sonriendo.
— Dulce... —Repitió JiMin tomando el vaso mirándole lentamente antes de darle un sorbo, miró al mayor y su sonrisa se tornó confiada y feliz—. Dulce... —luego miró a HoSeok y NamJoon— dulce... —ambos chicos asintieron sonriendo.
— ¿Por qué siempre te escapas? —La voz jadeante de SeokJin les sacó de su concentración, traía dos pequeños platitos en una charola, en el primero había una ensalada y en el otro un sándwich, pensó en tomar la mano de JiMin y alejarlo de aquellos extraños.
— ¡Dulce! —JiMin extendió el café a SeokJin.
— ¿Le compraron café? —Habló extrañado de que él aceptara el café.
— Es... es café con leche... bueno, es más leche con café. —Se apresuró YoonGi para que no le quitaran el vaso a JiMin.
— ¡YoonGi! Ya veo por qué JiMin vino... —Sonrió— JiMin jamás había tomado café... ¿cuánto te costo?
— No fue nada, él quería café...
JiMin volvió a sonreír mientras bebía el café con sumo agrado y se acomodaba en la silla a lado de YoonGi.
— No sabía que estudias aquí. —Sin preguntar, el mayor de todos tomó asiento entre ellos pasándole el plato con el sándwich a JiMin.
— Sí, oh, ellos son mis amigos y compañeros —señaló rápido— NamJoon y HoSeok —ambos saludaron amablemente— él es SeokJin y él JiMin.
— MinMin —corrigió el menor sorprendiéndoles porque no creían que estuviera prestando atención, pues su mirada se fijó en su sándwich.
— Sí, perdón... él es MinMin.
SeokJin había explicado que estaba allí por un profesor que tuvo tres juntas en diferentes facultades y tuvo que seguirlo por un libro, estudiaba derecho y estaba en exámenes finales, y aprovechó aquella facultad cercana para ir a comer pues JiMin sería, seguramente, el más hambriento. También le confesó que había estado demasiado ocupado como para acompañar a JiMin al parque, aunque le hizo consciente de toda la insistencia del menor por ir, a veces, a punto de llorar.
JiMin había aprovechando para revisar los libros de NamJoon, los lentes de HoSeok y toda, toda la mochila de YoonGi. Incluyendo sus audífonos, su bufanda y su cartera. Todo mientras daba mordidas al sándwich, y cada cosa que encontraba interesante le mostraba a YoonGi, además de contarle sobre sus días, sobre que había comido puré pero no le gustaba o que su papá le había marcado prometiendo ir pronto, incluso le mencionó cuánto amaba los sandwiches de champiñones a la par que le invitaba tímidamente de su propio sándwich, y aunque la plática la hacía en voz baja —pues se sentía intimidado por HoSeok y NamJoon— no paraba por el simple hecho de que YoonGi le prestaba total atención, no cortaba sus frases e incluso ignoró la plática de los otros tres sólo por escucharlo a él. Se sentía bien estar junto a YoonGi, porque siempre le preguntaba por más, y a JiMin le gustaba contar lo que veía y sentía.
— Se hace tarde y JiMin ya terminó de comer, nos vemos. —Sonrió el mayor de todos despidiéndose de los presentes—. JiMin, toma tu chaqueta, nos vamos.
JiMin hizo un puchero y bajó la mirada pretendiendo que no escuchó y tomó nuevamente el libro de NamJoon.
— Sé que me escuchaste, JiMin. —SeokJin caminó hacia él. Entendía que se sintiera bien allí, pero debían de irse o enfrentar más problemas con su mamá.
— Ten. —YoonGi le dió una pluma al menor, una que tenía un bonito decorado externo color plata en forma de hojitas—. Nos vemos.
— ¿Mañana? —Preguntó aferrándose a la pluma.
— Uh... —Miró a SeokJin y notó un mohín que significaba que no podría— tal vez...
JiMin bajó la mirada decepcionado.
— Pero aún tengo el juego que te gusta. —Se apresuró a decir para erradicar la cara de decepción.
— ¿Memoria? —JiMin sonrió ante el asentimiento del mayor.
— Sí, memoria. Jugaremos después, JiMin.
— MinMin... soy MinMin.—puchereó.
— Perdón, MinMin. —Sonrió.
JiMin, más animado, asintió y se despidió agitando la mano al aire. Se levantó y caminó hasta llegar a lado de su hermano... durante todo el camino sólo miraba la bonita pluma, pensó, sólo en sus adentros, que ocultaría esa pluma, la pondría cerca de sus peluches así su mamá no lo encontraría.
— Tenías razón... —Habló HoSeok— es lindo...
YoonGi asintió un poco avergonzado viéndole caminar.
— Sí, es lindo... —replicó NamJoon.
— Es como un cachorrito ¿no? —Volvió a hablar HoSeok soltando una pequeña risa.
— No, es como un chico, y ya... JiMin... es... como cualquier otro chico... —YoonGi no le veía con la ternura infantil e inmadura ¿Lindo? sí, lo era, pero era lindo como un adolescente propio de su edad... sería raro catalogar lo que sentía al ver la inocencia de JiMin.
— ¿Eh? Ah, sí, JiMin también es lindo. —NamJoon volvió a hablar.
YoonGi y HoSeok le miraron mudos, no querían preguntar a qué se refería porque aparte de ser explícito no querían afirmar su pensamiento.
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No me aguanté y volví a publicar... xd
Y...
Me gusta el NamJin... :'u
Gracias por leer 🙌💞
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