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JiMin miraba interesado el pizarrón que se llenaba de letras, números y otras cosas que quería entender, así que de vez en cuando, tomaba tímidamente la mano de YoonGi y le preguntaba por alguna palabra, no hablaba, sólo señalaba en el cuaderno del mayor y éste le respondía cortamente en un susurro, ese día JiMin quería presumir que había aprendido qué es "vociferar" y "estridente", se sentía muy bien porque ahora podría ocupar ambas palabras en sus pláticas comunes. Cuando hubo un receso le acompañó hasta la cafetería, donde se encontró a aquel chico que vio una vez fuera de su casa junto a su hermano; NamJoon y al otro chico que siempre hacía bromas bonitas; HoSeok, y aunque comenzaba a ganar confianza aún poseía esa incomodidad de sentirse intimidado. 

Tomó un libro de NamJoon y miró entretenido la pasta, los libros gruesos le gustaban muchos, quería poder, algún día, terminar uno de esos, o ver de esas películas que su mamá prohibía porque le consideraba niño. Así que se sorprendió cuando NamJoon y HoSeok hablaron entretenidos sobre la trama de aquella novela, ambos hablaban mucho sobre los personajes, las escenas, y muchas otras cosas que JiMin ansiaba entender.

Sobre todo porque YoonGi también participaba en ésa plática, él quería platicar con él de esa manera, quería que el mayor le viera como todo un adulto, pero todos ellos usaban palabras que difícilmente comprendía, también hablaban con una seguridad que él carecía, se sintió nuevamente como alguien incapaz. 

Él quería poder hablar de libros, de música, de las clases, quería hablar sobre la comida como ellos lo hacían, quería mostrarse como ellos, pero vio frente a él una brecha enorme difícil de cruzar y ello le causó un poco de dolor en su corazón, sí, se había bañado por él mismo de nueva cuenta, había elegido su propia ropa, había, incluso, acomodado sus propias cosas, tendido su cama y se había peinado... pero eso era algo que NamJoon o HoSeok hacían con naturalidad, bajó la mirada mirando sus manos, jugando con sus uñas.

— ¿MinMin? —YoonGi susurró tomando su hombro.

El menor le miró y trató de sonreír.

— ¿Estás bien? —Asintió—. ¿Seguro? ¿Te duele algo? ¿Te cayó mal el sandwich? —JiMin negó y sonrió de nueva cuenta. 

— E-... estoy... bien... —miró nuevamente sus manos. 

Sintió la mano del mayor sobre su barbilla alentando a levantar su rostro, se dejó hacer mirándole, los otros dos chicos seguían hablando y sintió un latido muy cálido cuando cayó en cuenta de que YoonGi había dejado de hablar con ellos sólo para mirarle.

— No bajes la mirada... dime... ¿te aburren? —Señaló a sus amigos.

— ¡Hey! ¡JiMin! ¡Admite que el que te aburre es YoonGi! —Gritoneó dramático HoSeok.

JiMin soltó una sonrisa y negó hacia HoSeok mientras tomaba la mano del mayor entrelazando sus dedos. 

— Si te aburren podemos irnos. —Replicó el mayor ignorando a sus amigos.

— No... es... nada. —Se mordió el labio acallando su risa, esta vez, sincera.

Bien, podría no tener las mismas pláticas de YoonGi con sus amigos, pero aún tenía su atención, y eso, por más extraño que fuera, le alegraba mucho, le causaba una calidez agradable que amenazaba con colorear sus mejillas.

Mientras miraba los libros dentro de la mochila de NamJoon, las libretas en la de HoSeok o los auriculares conectados al celular de YoonGi, pensó que tendría demasiado tiempo para aprender muchas cosas y todas ellas compartirlas con el mayor.

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YoonGi había mencionado que la última clase no la tendría, pues su profesor no asistió, así que se quedaron afuera y después de comprar agua pensó que, por cómo conocía al menor, quizás sería buena idea ir a los jardines, sin embargo JiMin se quedó de pie, mirando el pasto únicamente. 

— ¿Por qué... no te sientas? —Susurró viéndolo.

— Porque... si toco... después... dolerá. —Sentenció.

— ¿Dolerá? —YoonGi le miró caminar acercándose entre los árboles. 

— Sí... me... en-ensuciaré... —Miró su botellita de agua sabor fresa— y dolerá.

YoonGi apretó la mandíbula, mordió con impotencia sus labios y suspiró, él y NamJoon habían especulado sobre algún maltrato por parte de la madre de JiMin, su amigo le apoyó recordando la voz de SeokJin, se escuchaba muy alterado, y YoonGi había reforzado su teoría cuando, al salir de la casa del menor, le miró llorar tan intensamente. 

— ¿Aún te duele? —Preguntó, sabía que JiMin no le diría directamente pero si al menos señalaba dónde le había golpeado o jaloneado su teoría se daría por confirmada.

Notó cómo JiMin miró sus manos, en sus recuerdos el dorso de las mismas se encontraban rojas, después, extendió sus dedos recordando el ardor de la esponja cuando su madre le limpió con furia, analizó sus manos como queriendo encontrar cualquier signo de dolor.

— Sí... —Susurró y el mayor entendió, tomó sus manos y sobó con sus pulgares las mismas, las manos de JiMin eran tan pequeñas y suaves que no entendía cómo se atrevió a golpearle—... ahí no.

YoonGi detuvo sus movimientos pero no dejó las manos del menor.

— E-entonces... ¿dónde te duele? —YoonGi tuvo miedo de que señalara alguna parte más delicada de su cuerpo, si señalaba su cabeza o su espalda estaba casi seguro que iría a reclamarle a su madre.

— Aquí... —No se equivocó, señaló una de las partes más delicadas de todo su ser, sin embargo era una que difícilmente podría ayudar a sanar.

JiMin había señalado su pecho, justo dónde se hallaba su corazón. YoonGi se mordió el labio y lo abrazó con fuerza, acariciando su nuca, esperando que los latidos de su propio pecho ayudaran a los del menor, al poco rato sintió las manos de JiMin en su espalda apresando su chaqueta, para luego escuchar una pequeña, muy pequeña, risa.

— Cuan... cuando me... a-abrazas... el... el dolor... se va. —YoonGi no pudo evitarlo, fue una reacción que salió natural en su cuerpo; sus mejillas tomaron un color vergonzoso y sus latidos se volvieron estruendosos y casi todos esos bombeos eran para el menor en sus brazos—. ¿Vendrás... con.... migo? 

YoonGi no quiso separarse por miedo a que descubriera su sonrojo, y aún entre suspiros preguntó.

— ¿A dónde? —Sin embargo, y contra su voluntad, el menor tomó su mano y sonrió tierno—. ¿MinMin?

— A casa... —miró sus manos unidas, le gustaba esa sensación— va... vayamos a... mi casa... qué... quédate conmigo.—El mayor, sin evitarlo de nueva cuenta, sintió un nudo en su garganta.

— No puedo. —Bajó la mirada esperando no decepcionar al menor.

— Uh... —Su otra mano jugueteó con los dedos de YoonGi— pero... ¿puedo... quedarme... aquí... un... poco más...? —Susurró.

«♪»

Estaban esperando a SeokJin en una de las bancas, JiMin había terminado agotado, jamás había salido y visto tanto por tanto tiempo, así que se encontraba descansando en el hombro de YoonGi, sus ojos estaban cerrados pero no estaba durmiendo.

— ¿Vendrás... conmigo? —Preguntó de nueva cuenta.

— No puedo... —Afianzó sus dedos con los de JiMin—, perdóname.

— ¿Pronto? —Susurró.

— Pronto... —Sonrió levantando un poco la larga manga de JiMin, pues impedía a sus manos entrelazarse correctamente—, mañana. 

— ¡¿Mañana?! —JiMin se levantó bruscamente mirándole con emoción para abrazarlo después de recibir un asentimiento—. 

Su corazón estaba feliz, vería a YoonGi al día siguiente, sus pasos eran firmes pero siempre se giraba para despedirse del mayor agitando su mano, le contó a SeokJin sobre lo amplia que eran las aulas o sobre los pizarrones enormes, su hermano sonreía y le acariciaba la nuca totalmente orgulloso. Toda su felicidad incrementó cuando, al entrar, encontró a su papá sentado en el negro sillón, sonrió feliz y corrió para abrazarle. 

— Papá... —Susurró mientras reía.

— MinMin... ¿Dónde estabas? —Preguntó después de abrazarlo—. Tan ansioso que estaba por verte y tu desapareces. —Bromeó haciendo que JiMin riera negando—. Oh... no me digas, ahora que eres adulto... ¿sales tanto?

JiMin asintió y tomó la mano de su papá para que ambos se sentaran, se acomodó en el sillón y se acercó a su papá para susurrar. 

— Hoy... estuve.. con... Yo-YoonGi... —Su papá asintió alentándole a que continuara—... en-entré a sus... cla-clases... —Sonrió recordando— y... me compró un agua.

— ¿De qué sabor?

— Fresa.

— Te conoce bien.

JiMin asintió y no se despegó se su papá aún cuando su madre le dijo que irían a lavarse las manos, cosa que nuevamente hizo solo como el chico adulto que quería demostrar ser. Una vez terminada la cena nuevamente se acercó a su papá. 

— Pa... papá... —Sonrió— yo... yo sé qué es "vo-vociferar".

— ¿En serio? —Su papá le miró interesado—. ¿Qué es? 

— Ha-hablar fuerte. —Sonrió orgulloso.

— Tu primer día en la universidad y ya llegas sabiendo cosas, a este paso trabajarás conmigo. —JiMin soltó una risa y abrazó nuevamente a su papá.

— Ta-tam... también sé qué es... "es-estridente".

— Dime...

— Es... es un rui... ruido muy fuerte. —Su papá estaba, sin dudas, muy orgulloso—. E-entonces... mamá vocifera mucho y es estridente... —El hombre no pudo evitarlo y soltó una carcajada asintiendo, su hijo era demasiado listo.

— ¿Eso aprendiste hoy? —Tomó la mano de su hijo al ver su asentimiento—. Vaya... deben ser buenos maestros.

— YoonGi... —Susurró— él me.... enseñó.

— Realmente... realmente debo conocer a YoonGi.

Pasaron unos instantes más, viendo una película, hasta que el menor se acercó nuevamente hasta su papá y susurró.

— ¿Pue... puedo pedir... algo? —Le miró tímido.

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El segundo capítulo como prometí :3

Ojalá les haya gustado, yo sentí una especie de orgullo con éste, perdonen que no responda a sus comentarios, lo haré cuando tenga mi teléfono. Ojalá sea mañana ;-;

Gracias por leerme. 

Perdón, nuevamente, por no poder responderlos 7-7 sklakslasa