Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo ciento tres «... guardián pt2»


 «♪»

YoonGi estaba con la cabeza gacha en su sillón, un block de hojas amarillas se encontraba en su mesa del frente, en él estaban rayones hechos con pluma y muchos números. Llevó con lentitud sus manos hacia su cabello y tironeó de él con suavidad. Sabía que le había prometido a JiMin conseguir un departamento, uno lindo con ventanas enmarcadas en madera, con paredes de colores cálidos para que el sol entrara como a JiMin le gustaba, con un sillón mullido en el cual pudiera hundirse, quizás con algunos cojines, muebles cafés con detalles limpios, una habitación limpia y grande, la cama más cómoda que pudiera encontrar, una cafetera y un mueble donde pudieran poner todos los libros que quisieran, las películas viejas, los cuadernos en el que el más joven pintaba...

Todo eso lo había prometido... pero ahora era tan difícil.

Costear un departamento en el centro como él quería significaba un trabajo mayor, los números no concordaban, podía estar pagando el alquiler eso es verdad... pero si lo hacía tendría que pasar —al menos los primeros cinco meses— en un departamento con poco muebles. Él en realidad no tenía mucho, su departamento era demasiado sencillo, y era mucho más pequeño de los que el centro de la ciudad... eso significaba que aunque su sillón viejo se veía bien en su departamento, al mudarse no concordaría demasiado con el espacio, además... quedaría demasiado pequeño...

Sobó su cuello con presión en sus sienes, comenzaba a sentirse cansado, se levantó con pesadez para ir a su pequeña cocina y colocar agua a calentar... necesitaba café o té, algo que calentara y deshiciera el nudo que portaba en la garganta. Miró desde su posición el estante con libros, bien JiMin era una máquina de inspiración constante, causaba que fueran a librerías viejas y compraran nuevos ejemplares para leer juntos, encima de la cama, en la mesa o en el sillón, a veces incluso mientras iban a algún sitio, JiMin se sentaría a su lado en el transporte público, se inclinaría sobre su hombro y leería en silencio, YoonGi haría lo mismo, compartiéndose y al mismo tiempo respetándose.

Caminó escuchando el crujir del agua calentándose, tomó uno de los ejemplares entre sus dedos...

Quizás... si los vendo... —pensó en una posibilidad de tener más dinero.

Un pequeño timbre lo sacó de su concentración, dejó el libro encima del resto y caminó hasta el sillón donde se encontraba su teléfono.

Mi MinMin
¡Yoonie! TaeHyung quiere que vayamos por un café
¿Tienes tiempo?

05:30 pm

YoonGi movió la lengua dentro de su boca, suspiró, significaba un gasto más... pero no era excesivo...

Claro ¿Dónde nos vemos?
05:31 pm

Negó contra los problemas dentro de su mente y caminó hacia la cocina para apagar el agua, no tendría sentido tomar café en ese instante, buscó algo para cambiar su playera desgastada e ir presentable. Otro pequeño sonido lo trajo de vuelta a la realidad mientras escarbaba entre las prendas, terminó de vestirse y respondió con una sonrisa...

YoonGi caminó con su teléfono entre las manos hasta la ventana.

Ahora mismo veía que su vida era un fracaso y así, con ese sentimiento, no podía traer a su novio a su cotidianidad de la manera en la que él quería... no podía darle las comodidades con las que había soñado.

«♪»

¿Ya vieron departamentos? —Preguntó TaeHyung con una sonrisa en sus labios a la par que tomaba la taza para beber un poco.

Sí... —JiMin se encogió de hombros— hay un lugar muy lindo que tiene cerca de todo... es-... es lindo el lugar.

YoonGi asintió con una sonrisa.

Pero su papá quiere ver el departamento... —suspiró el pálido.

¿Mi tío? —TaeHyung e extrañó— ¿por qué?

Ah... —JiMin se enderezó— papá dice... que él conoce... los fraudes cuando venden departamentos...

Dice que quiere evitar que nos timen... —YoonGi sonrió.

Sí. —JiMin tomó la mano de YoonGi por encima de la mesa.

Ah... eso me parece bien, recién JungKookie se mudó y me contó que en realidad tenían muchas fallas de electricidad, obviamente no tenía tiempo para buscar un nuevo departamento así que gastó para repararlo. —Negó dándole un trago pesado a su café— y... —suspiró— no se dio cuenta sino hasta medio mes después. Ya estaba totalmente instalado.

Sí, por esa parte yo también concuerdo... —YoonGi acarició con sus dedos los de JiMin.

El señor Chung no había puesto insistencias respecto a su hijo mudándose, claramente le había dicho que lo extrañaría demasiado pero una parte de su corazón estaba alegre, no había podido ser parte de algunas etapas importantes en la vida de su hijo así que ser testigo de la mudanza con su pareja le causó una satisfacción como padre. Por lo que trató de involucrarse lo más posible sin incomodarlos, les había dicho los sitios en la ciudad que eran más cómodos para dos personas solas, les dijo lo conveniente que tenía cada conjunto de departamentos que irían a ver, y aunque no podría ir con ellos a verlos el primer día les dijo recomendaciones básicas. YoonGi se había sentido cohibido en esos días por lo mucho que el hombre parecía interesado en que viviera bien... y una vez tuvo que hacer un presupuesto se sintió más acongojado... ¿Qué le diría? "Señor... no puedo pagar este, mejor mudémonos a uno de los extremos de la ciudad" No... seguramente lo decepcionaría.

TaeHyung había insistido en querer acompañarlos para ver los muebles, él siempre decía tener un espectacular sentido de la moda y los colores por lo que quería ayudarles a escoger entre los distintos modelos que fueran a ver. JiMin había asentido rápidamente pero YoonGi los detuvo...

Esperen... ni siquiera sabemos qué departamento tendremos... —"ni cuánto dinero me sobrará" pensó.

Yah~ pero cuando tengan listo el departamento tengo que ir yo. —TaeHyung afirmó alegre.

Está bien... —YoonGi sonrió derrotado.

TaeHyung siguió contándoles sobre su carrera que no lo estaba satisfaciendo del todo pero que seguiría para no perder tiempo, así como su necesidad por entrar a las artes, específicamente a la actuación, incluso les presumió una perforación en sus orejas de las que colgaban elegantes pendientes. Aunque recién se los estuviera mostrando JiMin ya se había percatado de ellos, también de su cambio de imagen gradualmente, se estaba dejando crecer el cabello poco a poco y este terminaba en su nuca en forma de rulos suaves que acentuaban más su imagen. Había reemplazado sus sudaderas por ropa más elegante, era sencillo pero demasiado refinado... incluso estaba usando loción, él no era el único que se había dado cuenta de esto sino que también, al parecer, gente de la calle que veía a su primo por más tiempo, JiMin sólo quería cubrirlo porque no le gustaba que lo vieran mucho gente que no lo conocía.

YoonGi y él hablaron sobre algún producto que JiMin desconocía pero tampoco le interesaba del todo, así que tomó la mano del pálido y jugó con sus anillos, poco tiempo después, cuando el moreno recibió una llamada, tuvieron que marcharse.

Necesito volver, cuando estrenemos la obra... tienen que ir. —TaeHyung los abrazo.

Sí, sí... —YoonGi devolvió el abrazo para después verlo partir.

TaeHyung iba caminando con su chaqueta amplia color café claro, el aire lo movía de manera elegante. JiMin sonrió al verlo tan seguro de sí mismo.

Una vez JiMin le quitó la cadena a su bicicleta amarilla —que había puesto en una pequeña baranda perteneciente a la cafetería donde se colocaban las bicicletas— caminaron juntos. El trinar de la cadera los acompañaba en su pequeña plática. JiMin, además, había comprado unos pequeños panecitos para llevárselos a su padre y a SeokJin —que había ido a quedarse con ellos una semana—.

Yoonie... —JiMin lo miró mientras esperaban a que el semáforo les permitiera pasar— ¿cuándo haremos el... pre-presupuesto?

YoonGi lo miró en silencio y negó.

No te preocupes por eso, lo hago yo. —Sonrió tratando de tranquilizar a su pareja.

No es... que me preocupe... —JiMin miró el semáforo y sintió un poco de escalofríos, el aire estaba volviéndose frío y aunque llevara un suéter, este era delgado— pero... debemos hacerlo juntos... —caminó una vez la luz verde se lo permitió— para saber cuál nos conviene...

Lo sé... —YoonGi asintió metiendo las manos en su chaqueta— pero... puedo hacerlo yo... y lo discutimos ¿Sí?

JiMin soltó una risa.

Pero ¿Cómo puedes hacerlo... si no sabes cuánto... umh... dinero tengo ahorrado para sumarlo? —Su sonrisa seguía.

Ah... no... no es necesario, amh... —YoonGi comenzaba a sentirse nervioso.

El trinar de la bicicleta paró, JiMin se había detenido.

¿Q-quieres pagarlo tú? —Preguntó incrédulo.

Ah... —YoonGi negó regresando dos pasos que se había adelantado— no es que quiera...

¿Entonces? —JiMin soltó un puchero.

YoonGi instintivamente se acercó a él, tomó su barbilla con delicadeza y besó el puchero.

Es sólo... tú no tienes por qué pagarlo. —Afirmó cerca de su rostro.

Yoonie... —negó mirándolo fijamente— ta-también va a ser mi casa y...

Ah, no, no es por eso... —YoonGi negó acomodando el cabello de JiMin, para luego pasar a su fleco, donde delgados mechones caían encima de sus cejas— esa también será tu casa... tenlo por seguro.

Entonces... deja que participe. —Susurró.

MinMin... —YoonGi lo miró a los ojos, estaba realmente preocupado, había sido su idea formar una vida como pareja, había sentido que podría con la carga... ahora era demasiado...

No aguantó mucho, lo abrazó con fuerza, JiMin sólo pudo corresponderle con una mano pues la otra seguía sosteniendo su bicicleta.

¿Está todo bien? —Preguntó, su voz siendo amortiguada por el hombro del pálido.

Yo... —carraspeó sintiéndose patético— yo... uh, no sé si me alcance...

¿Ha-hablas... del dinero?

Sí.

Los dos juntos... —JiMin, con una sola mano se aferró a él— los dos juntos podremos...

Yo... yo quería comprarlo para ti... quería comprarte un departamento... y...

JiMin se separó, con la misma mano libre acarició el rostro de YoonGi y luego lo besó de manera corta.

No es pa-para mí... —con su pulgar acarició, apenas rozando, el labio inferior de YoonGi— es para ambos... y los dos vamos a comprar el departamento...

Sí... —YoonGi asintió, colocando su mano encima de la de JiMin.

Por alguna extraña razón, aunque hubiera confesado lo que le daba tanta vergüenza, se sentía extrañamente confortado, estaba con un peso menos en su cuello.

Mañana... iré a tu casa... haremos el presupuesto... —JiMin sonrió.

Sólo esa pequeña acción, esa pequeña iluminación en sus ojos, fue lo suficiente para poder acabar con las voces de YoonGi, quien asintió, tomó su mano —que seguía acariciándolo— y besó el interior de la misma.

«♪»

JiMin estaba recargado en su sillón, con las piernas en posición de loto encima de una almohada del mismo sillón, portaba sus lentes de pasta gruesa y miraba varios papeles en la mesa del centro. YoonGi estaba sirviendo un poco más de té helado que habían preparado antes de revisar los documentos.

Realmente había sido mucho más ameno de lo que esperaba, estar con JiMin realmente le quitaba el estrés que poseía.

Habían evaluado las posibilidades de cada uno de los departamentos que habían ido a ver —cinco en total—. Pero debían apresurar a elegir, pues la misma mujer que les había guiado afirmó —quizás para asegura alguna venta— que dos de esos departamentos estaban siendo también vistos y uno más lo habían solicitado para cita.

Creo que... —JiMin habló cuando YoonGi llegó a su lado— e-este estaría bien... no es... el más barato pero... tampoco es el más caro... —JiMin tomó una fotografía con los detalles impresos del departamento y lo pasó al pálido que se sentó en el sillón.

Puede ser... —YoonGi suspiró— aun así estaríamos cortos de dinero.

Sí... —JiMin asintió mirando las cuentas que realizaron— pero la zona es mejor... y-... ta-también queda cerca de la escuela en... la que pediste cambio.

JiMin sabía que pronto tendría que dejar su trabajo en la librería así que también debería recorrer las calles buscando algún oficio para poder ganarse dinero, pensaba quizás en algún restaurante o algo similar, mientras más rápido obtuviera el empleo sería mejor para ambos como pareja.

Eso... también es verdad... —YoonGi miró la fotografía, las ventanas eran grandes, demasiado para ser exacto, estaba en el quinto piso, el suelo era de madera y las paredes parecían estar hechas de tabiques rojos, el espacio era amplio, el precio no era descabellado para lo que ofrecían, los contratos eran por tres años, YoonGi sabía que sería un golpe duro al inicio pero quizás valdría la pena— aún tenemos que ver algunos muebles... —YoonGi mordió el interior de su mejilla.

Mhh... —JiMin miró el contrato del departamento negó— no tiene que ser tan pronto... po-podríamos dormir en tu cama... —sonrió sonrojado.

Es muy pequeña...

La pondremos en el suelo... nos... acostaremos lateralmente... —asintió tres veces— nuestros pies estarán fuera de la cama pero... será más cómodo.

Mi refrigerador también es pequeño... —YoonGi sonrió por lo emocionado que parecía JiMin— es una suerte que en estos departamentos integren una estufa y un lavamanos. —Murmuró recordando cómo había sufrido sus primeros días viviendo solo por estar en un cuarto prácticamente vacío.

Yoonie... —acarició su pierna— no te preocupes...

Es sólo... —negó— no... no es nada...

JiMin lo miró preocupado, dejó los documentos y se subió lentamente al sillón para besarlo con lentitud.

«♪»

Al señor Chung le había parecido un muy buen departamento, le gustaba no sólo estéticamente sino también en cuanto a mantenimiento, les había sugerido algunas cosas en cuanto al mismo mantenimiento, había ido a comer con ellos a un restaurante cercano, incluso los había acompañado a ver las camas y otras tantas cosas que podrían servir en su casa.

No sabes cuánto los voy a extrañar... —murmuró.

Papá... no nos vamos del país. —Sonrió JiMin.

Lo sé... pero... —lo abrazó— ya me había acostumbrado a tenerte... a tenerlos, a ambos... en mi casa...

Papá... —JiMin le devolvió el abrazo— iremos a visitarte... tú también podrás visitarnos, lo sabes...

Lo sé, pero no es lo mismo regresar a mi departamento vacío de nuevo...

JiMin lo abrazó con fuerza, él, personalmente, no creía que una pareja fuera la solución para algo —más bien confiaba en que una pareja era para compartir y ser libre con esa persona—, pero en ese instante deseó con todo su corazón que el hombre entre sus brazos se diera una nueva oportunidad con alguien más...

Antes de despedirse, —asegurándose de que todo en el contrato estuviera correcto— dejó un sobre en manos de ambos.

Este es mi regalo para ambos... —sonrió y los abrazó con fuerza.

JiMin lo abrazó con la misma intensidad pero YoonGi negó.

Señor... yo... no... no puedo... —Titubeó.

Es mi regalo, acéptalo... utilícenlo en lo que deseen.

YoonGi abrió el sobre encontrándose así con dinero...

Señor...

Gracias... —Chung lo abrazó por los hombros, no era más grande que ambos, en realidad era un hombre de mediana estatura, pero ese contacto lo hizo sentir como si fuera muy joven, como si su padre lo estuviera estrechando con cariño— gracias por aparecer en nuestras vidas...

YoonGi sintió vergüenza, bajó la mirada y negó para rascarse un poco el cuello.

No... señor... uh...

Sí. —Parecía tener lágrimas en los ojos— gracias, YoonGi, en serio gracias.

Lo despidieron tomados de la mano, viendo cómo el coche negro elegante se marchaba. Las cosas en la casa de ambos ya estaban empacadas, JiMin se habría marchado con su padre pero quería pasar más tiempo con su novio —además su padre iba a ir a la oficina—. Regresaron a la casa de YoonGi para acomodar las cajas, JungKook se había ofrecido a llevar los muebles al departamento y así ahorrarles tener que buscar algún medio de transporte.

JiMin, al final del día, se dejó caer en el sillón, YoonGi, siguiendo el juego, cayó encima de JiMin —sin dejar caer todo su peso en realidad—. El menor comenzó a reír cuando sintió los besos en su cuello y las cosquillas en su estómago. Se revolvieron entre carcajadas hasta caer al suelo...

JiMin seguía riendo, abrazaba a YoonGi con fuerza, sus carcajadas hacían eco en la casa vacía, el sol vespertino entraba con total libertad por la ventana al no tener cortinas ya. Una vez su risa se calmó mantuvo su sonrisa. YoonGi estaba aún encima de él, las piernas del menor rodeaban su cintura con languidez, sus brazos se levantaron lentamente hasta entrelazarse en el cuello del pálido. Lentamente se acercaron hasta cerrar sus ojos, el chasquido de un beso rompió la atmósfera quieta, lentamente abrieron sus labios para continuar el tacto, YoonGi removió sus manos hasta dar con el borde del suéter de JiMin, metió su mano con lentitud, sintiendo la respiración de JiMin alterándose por encima del beso, sintió los dedos del mismo entrelazándose con su cabello, dándole tirones. Se animó a meter poco a poco su mano, enterró las uñas con suavidad en la piel que tocaba y JiMin soltó un suspiro.

Se separaron, YoonGi besó su cuello, quiso quitar el suéter, quiso abandonarlo en medio del cuarto... pero sabía que si lo hacía no podría contenerse mucho...

Desde aquella vez en que JiMin se había confesado listo, su relación estaba rozando poco a poco esa etapa, lentamente la tensión entre ellos se hacía más presente, ninguno de los dos parecía querer dar el paso para quebrarla pero al mismo tiempo daba la impresión que esos pequeños juegos les fascinaban. JiMin tomó el rostro de YoonGi besándolo con necesidad, se incorporó torpemente, distrayéndolo con sus labios, una vez estuvieron sentados en el suelo se atrevió a sentarse encima de sus piernas, evitándole así que huyera.

Se separó lentamente, YoonGi tenía los ojos entrecerrados, las mejillas coloradas, el cuello sonrojado y la respiración alterada. No se alejó demasiado de su rostro, aún compartían nubes de respiración, llevó su mano hasta la orilla de su playera y acarició el pedazo de pálida piel que se asomaba entre la tela, sus dedos rozaron el vientre plano, sus yemas quemaron por donde tocaban. JiMin levantó la mirada, YoonGi realmente estaba perdido, su rostro estaba muy rojo, quería esconderlo, su antebrazo funcionó como vendaje para evitar mirarlo. Se acercó lentamente y quitó su brazo, el mayor lo miraba, sus ojos estaban nublados por alguna extraña razón, parecía estar estático, temeroso.

JiMin sonrió besándolo cortamente.

Yoonie... —murmuró abrazándolo, dejando ese lado suyo que hacía a YoonGi perder el control, pensó en todas esas veces que lo había visto de lejos, las veces en que había sostenido su mano, sus palabras de apoyo, pensó en cuánto significaba el pálido en su vida, en cómo lo adoraba con locura y cuánto estaba dispuesto a dar por él, recordó cómo era él antes de conocerlo y cómo lo había ayudado, el corazón se le encogió demasiado al pensar que antes podía apenas decir palabras y ahora mismo estaba preparando la mudanza para irse a vivir con su pareja. Se separó poco a poco, miró el rostro de YoonGi con detenimiento, tenía pequeñas marcas que eran producto de su infancia, sus ojos estaban cansados y había unas pequeñas ojeras que, había aprendido, ya le pertenecían, su cabello ya estaba largo, caían algunos mechones en su frente... lentamente despojó su rostro de todo cabello y, viéndolo a contraluz, sintiéndose más enamorado que nunca susurró— te amo.

Lo siguiente que sucedió fue un ataque de tos por parte del pálido, JiMin se asustó separándose para asegurarse que estuviera bien. El mismo ataque no paró sino hasta tres minutos después aproximadamente.

¿Estás bien? —JiMin llegó con un vaso de agua, habían decidido dejar fuera sólo dos vasos, dos platos y dos cucharas para esa noche y la mañana siguiente, pues tendrían que ir a recoger las cosas a la casa de Chung.

S-sí... lo siento... —tomó el vaso— es... es que... tú lo dijiste así... y yo...

¿E-estuvo mal? —JiMin se sentó a su lado.

No... sólo... me tomaste por sorpresa... —susurró avergonzado, dio un pequeño trago al agua— pero... —se sonrojó— yo... yo también... lo sabes ¿no?

JiMin sonrió bajando la mirada, ah... el YoonGi tímido también le gustaba.

Sí... lo sé. —Sintió la mano del mayor tomar la suya.

Lo hago... yo... —estaba por decirlo pero cuando JiMin lo miró la vergüenza regresó— te... ah... amh...

JiMin soltó una risa y lo abrazó por el cuello de manera floja.

Lo sé...

YoonGi asintió queriendo acabar con su timidez.

También te amo... —susurró con voz baja, pero ese pequeño susurro fue suficiente para llenar el corazón de JiMin.

JiMin no creía en seres divinos, no pensaba que hubiera algún ser arriba que los estuviera señalando, por algún motivo mientras más lo razonaba menos creía... pero algo en su corazón le decía que ellos estaban en esta vida para cuidarse, para amarse. 

.

.

.

.

¡¿Y ESTA ROSA?!

ah... xdxdxd nociertooooo pero tuve muchísimas ganas de continuar, además, tenía la playlist correcta.

¿Les gustó? En serio, ya huelo muchísimo el final... djadjkslajdkla 

Espero que la historia siga atrayéndoles hasta este punto JAJAJAJA bueno, me sentí cálida con el capítulo de hoy, es como ver a mi yoonmin maduro y lindo ;--; 

BUENOOOOOO! espero que tengan un lindo fin de semana, kiensabe, quizás siga escribiendo, eso trataré uwu 

GRACIAS POR TODO EL AMOR, POR EL CARIÑO.

GRACIAS.

POR.

TODO.

MUCHOAMOOOOOOOOR! 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro