Capítulo catorce «año nuevo»
«♪»
Habían pasado varios días después de navidad... de hecho era el último día del año, JiMin jalaba a su hermano con fuerza, mientras miraba hacia todos los lados procurando que su mamá no les viera.
— Ya... ya voy, JiMin... —Hablaba el mayor mientras trastabillaba por el jaloneo.
JiMin negó.
— Rápido, rápido... rápido... —Corrió hacia la puerta y se aferró a su mochila con toda la fuerza que pudo.
Ambos salieron y el menor tomó la mano de su hermano, sus ojos estaban inquietos, no quería que se hiciera más tarde. Sus pasos avanzaron lentos pero seguros hasta un pequeño mercado, donde había demasiada gente, muchos comprando o vendiendo y otras tantas curioseando. JiMin se sintió tenso pero la mano de su hermano le calmó. Caminaron adentrándose entre todas esas personas procurando no chocar contra ninguna de manera brusca, más que nada para no espantar al menor. El bullicio era grande pero JiMin fue muy valiente al tratar de ignorarles.
Llegaron hasta un puesto que vendía todo tipo de cosas bonitas, peluches, juguetes, flores, chocolates, todo para un buen regalo, habían papeles de colores y el olor dulce inundaba el lugar. JiMin sintió emoción ante ello. Su mirada viajo hacia todos lados.
— ¿Les agrada algo? —Preguntó la chica sonriente.
SeokJin se alzó de hombros y miró a JiMin esperando respuesta. El menor seguía analizando todas las cosas, pero ninguna le gustó, negó y volvió a mirar a su hermano.
— Gracias. —Asintió amable SeokJin despidiéndose de la empleada.
— Gra... gracias. —Respondió JiMin sonriente.
Sus pasos siguieron hasta que el mayor sintió como JiMin le jaló. Frente a ellos estaba un puesto similar, los peluches no hacían falta al igual que los chocolates. El menor mordió su labio y miró hacia todos lados. En una esquina miró una taza que tenía a dos ositos recargados en las espaldas del contrario, ambos parecían tener moños en el cuello, uno blanco y otro rojo, sonrió y señaló.
— ¿Me puede mostrar esa taza, por favor? —SeokJin señaló ante la sonrisa de su hermano.
El hombre tomó la taza y se las mostró, SeokJin sólo quería que su hermano viera el grabado más cerca para saber si le gustaba.
— Dentro tiene chocolates amargos, con vino y otros de rompope. —Sonrió el señor—. De igual manera puedo ponerle un moño si desean.
JiMin asintió y le dió la taza al hombre, cuando éste último le mostró los colores de los moños, eligió el azul claro. Estaba feliz.
— ¿Cuánto es? —SeokJin preguntó sacando su cartera.
— Yo... yo quiero. —JiMin giró su mochila y saco su pequeño monedero de gatito, abriéndolo y sacando moneditas y un billete.
— ¿De dónde sacaste eso?
— Papá. —Respondió feliz.
— ¿Ahorraste lo que papá te dió? —JiMin asintió y se estiró dando el billete al hombre. Esa simple acción le hizo sentir como un adulto y ello le emocionó.
«♪»
YoonGi estaba sentado en un banco, realmente no había mucho que hacer más que cuidar que las pocas ardillas no comieran los cables o que los niños no reventaran los adornos. El día comenzaba a caer dejando ver así un naranja como premonición de la noche. Sus pies jugaban con el pasto ante el aburrimiento, sólo quería llegar a su casa para saber qué cenaría en año nuevo, su cena de Navidad consistió en una sopa instantánea, y no quería repetir ello.
— ¡Yoonie! —El grito sonó y como si fuera algo instintivo giró buscando al pequeño dueño de ese grito emocionado.
— ¡JiMin! ¡Te vas a caer! —Gritó su hermano.
YoonGi no pudo evitar sonreír y levantarse, cuando lo hizo sólo sintió los brazos del menor en su cuello. Un abrazo espontáneo y sincero. JiMin seguía soltando pequeñas risas mientras lo abrazaba, el mayor, de manera lenta, guió sus manos a su espalda para corresponder el abrazo, sintiendo la suavidad de su suéter café claro.
— MinMin... ¿Cómo estuvo tú navidad? —Preguntó al separarse.
— Comí... comí pavo... pero casi no... me gusta... —sonrió— y fruta... ponche... de fruta... ¡y ensalada! ¡y papá vino! —siguió con su relato— y jugó conmigo... y le conté... del juego de... «memoria»... y... me... me felicitó...
— Qué bien que te hayas divertido. —Sonrió sincero ante la emoción del menor.
— ¿Y... tú? —Preguntó de vuelta.
— Ah~ lo normal, MinMin, al menos pude dormir más. —Rió.
— ¿No... no cenaste fruta? —JiMin hizo un puchero.
— No, lamentablemente no, MinMin, pero... no estuvo mal. —Sonrió.
— Yo... yo... te traeré... fruta. —Sonrió de nueva manera produciendo un latido en el mayor.
— Gracias. —Respondió acariciando su nuca.
Cuando SeokJin se animó a acercarse, porque era raro que su hermano entablara una plática tan larga y no quería apagar esa bonita imagen, notó como JiMin siguió sonriendo pero paró de hablar, se sintió un poco mal ¿por qué JiMin no querría continuar hablando si estaba él? ¿acaso le temía al igual que a su mamá? Todo ello lo pensó a raíz de notar como ahora respondía cortamente.
— Oh... regalo... —Susurró JiMin girando su mochila.
Ambos mayores notaron como sacó delicadamente la taza envuelta en papel celofán transparente y se lo extendió a YoonGi.
— Es... uh... feliz... navidad. —Sonrió esperando que aceptara.
YoonGi miró a ambos con sorpresa y agradeció, tomó la taza y JiMin volvió a abrazarle, para reír suavemente cerca del oído del mayor, causando que otro latido se instalara fuertemente.
— Gracias... MinMin. —Se separó y le miró sonriendo.
A JiMin le gustaba mucho cuando YoonGi sonreía. Le gustaba cuando decía "MinMin".
— Ah~ pero yo no tengo algo para darte... —Suspiró realmente frustrado.
El menor se alzó de hombros restándole importancia mirando sus pies tímido, era la primera vez que regalaba algo a alguien que no fuera un familiar, sintió sus mejillas calentarse y sólo quería reír nervioso.
YoonGi miró a SeokJin preguntando con la mirada y éste sólo sonrió señalando a JiMin de manera disimulada.
«♪»
Mientras el menor se encontraba mirando los múltiples santa que estaban colgados, ambos mayores hablaban.
— Ah, siento vergüenza. ¿Cuánto costó? —Preguntó mirando la taza.
— Eso no lo tienes que hablar conmigo. —Sonrió el mayor.
— Pero... o sea... el dinero —YoonGi se sintió tímido.
— JiMin ahorró lo que papá le daba cuando venía... él pagó la taza. —YoonGi sintió la sangre colarse hasta su rostro.
Se quedaron en silencio —cosa que agradeció para que así su sonrojo se disipara— hasta que JiMin llegó nuevamente y se sentó junto a YoonGi comenzando a hablar sobre un santa que tenía mal colocado el gorro.
— Gracias por el regalo, MinMin... —YoonGi acarició su cabeza.
— E-está bien... —tomó la mano de YoonGi, bajándola junto con la suya hasta su regazo para después bajar también la mirada— yo... yo quería... hacer algo... uh... quería... quería hacer... un... un árbolito... de Navidad...
YoonGi sonrió y asintió tratando de ignorar lo suavecitas que eran las manos de JiMin sobre su dorso.
— Uh... yo... yo tenía los... umh... papeles... de colores... —asintió recordando— SeokJinnie... trajo... co-cosas bonitas... —sonrió recordando que algunas de esas hojas tenían brillitos y otras tantas eran más gruesas.
— ¿Y por qué no lo hiciste? —Preguntó— a mí me habría encantado ver el arbolito...
JiMin se remojó los labios y bajó la mirada.
— Mamá... mamá me... quitó las hojas... ella dijo... —pasó saliva recordando lo enojado que se puso SeokJin con ella— que... era peligroso. —Miró a YoonGi— y no pude... hacerlo... y... SeokJinnie... me dijo... que... co-compraríamos... algo sin que mamá se... entere y... tomé... mi dinero.
YoonGi acarició la mano de JiMin, quiso ir a su casa y pedirle a aquella señora que parara con ese trato. Pero lo único que pudo hacer fue abrazarlo de nuevo.
— No te preocupes, MinMin, la taza es bonita. —Susurró en el abrazo mientras escuchaba la sonrisa alegre del menor.
SeokJin no escuchó nada, la plática de su hermano la hacía en voz baja, pensó en meterse porque él quería escuchar a JiMin hablar bien, quería saber cómo hablaba con alguien más, pero prefirió respetar su intimidad, JiMin ya no era un niño y él debía aceptarlo, por lo que simplemente se entretuvo con su celular hasta que la noche cayó.
Llegando a casa se justificaron ante las preguntas de su madre diciendo que JiMin quería ver las luces antes de que las quitaran. El menor sólo siguió al mayor en silencio y cuando estuvo en su cuarto miró la ventana sintiéndose alegre de haber recibido muchos abrazos de YoonGi, su sonrisa no se borró aún cuando su mamá no le permitió prender las velitas del centro de la mesa, aunque sí le confesó a su papá, cuando llegó para la cena, en un tono bajito y en su oído que le había regalado algo a YoonGi, su papá sonrío y le dijo que algún día tendría que conocerlo.
«♪»
Cuando YoonGi llegó a su casa miró la taza, él no era partidario del chocolate, pero recordó el rostro bonito y sonriente del menor.
— Pues... son de MinMin. —Habló en su soledad, sacando un chocolate y comiéndolo mientras dejaba la comida preparada en la mesa para celebrar el año nuevo.
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🌚 Yo sé que no se esperaban capítulo tan pronto(?
;u; también sé que van a querer mucho al papá de JiMin...
Gracias por el apoyo.
(Tardaré en responder sus comentarios ¡pero lo haré!)
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