°♡. ꒰ c i n c o ꒱. ♡°
"¿Entonces? ¿Cuánto tiempo más planeas mantenerte lejos, Kim JongIn? ¿Sabes que ya han pasado tres años? ¿Tienes un calendario contigo siquiera? Santo Dios, no quiero imaginarme lo frustrante que debe ser para KyungSoo en este punto. ¡Aigoo! ¡Los dos son adultos ahora! ¡¿Qué más piensas hacer?! ¡Eh!"
"BaekHyun..."
"¡Ningún «BaekHyun»! ¡Estás siendo un idiota en este punto! ¡¿Sabías que KyungSoo está a punto de sufrir su primer celo?! ¡¿Piensas dejarlo solo sabiendo lo doloroso que es?! ¡Tú..!"
"Pero, BaekHyun..."
"¡Aaaarhg! ¡Eres tan frustrante! ¡Y KyungSoo solo rechaza pretendientes a diestra y siniestra! ¡Podrían estar teniendo un cachorro en este punto! ¡Yo voy a...!"
"¡Volveré a la manada!"
Hubo un silencio momentáneo entre ambos y, no más de un par de segundos después, BaekHyun gritó a todo pulmón a través de su conexión.
"¡¿Qué?! ¡¿De verdad?! ¡Por nuestros ancestros! ¡Sí, mierda, sí! ¡Ya era tiempo, tú, jodido idiota de mierda! ¿Cuándo vas a volver, cuándo llegarás, le dijiste a KyungSoo? ¡Oh, KyungSoo estará tan feliz! Tú, Kim JongIn, eres un imbécil, te amo".
JongIn rió con diversión mientras tomaba su bolso de viaje y lo colocaba sobre la cama tendida y se sentó por un momento en ella. Mirando hacia el paisaje a través de la ventana, encontró el cielo mañanero despuntando hermosamente entre las montañas tupida de colores.
La paz en su manada de infancia era casi palpable; ahora reconstruida y limpia dejaba atrás la imagen triste de un lugar sin esperanza, frío y estéril. Había sido remodelada de principio a fin, las casas fueron arregladas y estaba lista para recibir a alguien en ella.
Y así, quien sea que venga en el futuro será bienvenido y abrazado calurosamente en estos recónditos reconfortantes.
"Él no sabe nada, quiero que se sorprenda al verme llegar, y puedo decirte que será pronto. Viajaré de regreso hoy mismo, así que no tardaré demasiado."
"Eso es fantástico, JongIn, de verdad. Me alegra saber que has decidido regresar finalmente; KyungSoo será muy feliz".
"Lo sé, porque yo también lo soy".
Habló con BaekHyun por un tiempo más, se pusieron al día con algunos asuntos y fue víctima de numerosos deseos de buen viaje. Finalmente, cuando la conexión se rompió y él volvió a quedar en soledad, tomó su bolso y lo colgó en su hombro, luego acomodó la esquina conflictiva de la sábana que cubría el colchón y le echó un vistazo a la mesita de noche junto a la cama, directamente sobre la foto familiar que reposaba tras un marco plateado.
Sus padres y un JongIn guapo y joven le devolvieron la mirada; le sonreían cálida y amorosamente, felices y armoniosos en su burbuja familiar, y JongIn se sintió contagiado por todo eso.
Tomó el portaretratos y con dedos amorosos acarició el cristal. El rostro de su madre, el rostro de su padre y su propio rostro, y con esto sintió un alivio inmediato en su corazón. Está en paz, está tranquilo; él finalmente puede vivir correctamente.
Puedo verlos sin sentir tristeza. Puedo tocarlos sin dolor. Puedo ver mi hogar nuevamente, apreciarlo y rodearme de esto. Yo puedo dejarlos ir ahora mismo para comenzar una nueva vida.
JongIn besó la fotografía y luego colocó el portarretratos en su lugar, y así, de esa manera, salió de la habitación y del hogar que lo había recibido tan amable y cálidamente.
Afuera, las cabañas remodeladas, limpias y con vida le saludaron como viejas amigas.
De la misma forma que las había reconstruido, JongIn se reconstruyó a sí mismo, y eso le dio paso a una visión maravillosa, hermosa y de fuerte estructura. Estaban listos para recibir calidez, estaban listos para tomar nuevos rumbos. Era hora de recibir el futuro de forma apropiada.
Ansioso, su lobo gruñó y él le dio una última sonrisa a su hogar, se hizo con la energía pura de sus antepasados y con un movimiento instintivo y practicado, cuatro patas se hundieron en el suelo y el pelaje pelirrojo lo arropó. El bolso colgó alrededor de su cuello y sus sentimientos y sus sentidos se profundizaron con la posesión del lobo.
JongIn echó la cabeza hacia atrás y aulló con agradecimiento y con la promesa de una visita futura, luego, motivado por su anhelo y el deseo palpable de volver a su compañero, corrió a toda prisa a través del bosque. De vuelta a ti, corazón.
. . .
"¿Estás bien, JongIn? Te siento un poco agitado". La voz de KyungSoo se escuchó en su mente con una curiosidad latente.
JongIn se había detenido para pasar la noche en una zona ciertamente espaciosa en el bosque. Comió un sándwich que había empacado antes de irse y encendió una fogata para iluminar sus alrededores y conservar el calor. Fue entonces cuando KyungSoo llegó a él, dulce y contento, contándole su día junto a los niños de la escuela y lo adorable que era el pequeño JaeMin, el hijo de JaeKyung.
Por supuesto, oírle hablar de todo esto mientras era consciente de su viaje de regreso lo había puesto al descubierto. Se sentía emocionado al pensar que pronto podría verle mientras se expresaba de esa forma amorosa suya al referirse a los niños, podría escucharlo en persona y ser testigo del cambio de su voz, podría tocarle y mirarle a los ojos... ¿cómo podría ocultarlo? Era imposible.
"Estoy bien, no te preocupes, KyungSoo. Ahora dime, ¿cómo has estado? ¿Te has sentido bien?"
"Oh, sí. Admito que me he sentido un poco cansado estos días pero no es nada que no pueda manejar. ¿Cómo va tu trabajo?"
"¿Honestamente? Está bastante bien. ¿Por qué no descansas un poco? No deberías esforzarte demasiado".
"No lo hago, de hecho, estoy enfocado en mis rutinas diarias sin ningún tipo de cambios. El tío BaekHyun y la tía Min creen que puede ser mi celo llegando".
JongIn sintió un tirón en el estómago y su alfa se removió con mucho más entusiasmo y altas expectativas. No quería que KyungSoo se enterara de esto, así que se obligó a calmarse, no obstante, el sentimiento permaneció como un parásito lleno de excitación en su interior.
"Comprendo. ¿Cómo te sientes sabiendo esto?"
"Bueno, estoy bastante emocionado y expectante. Todos dicen que es realmente malo y doloroso cuando se trata del primer celo, pero quiero creer que mi caso es especial y que las cosas serán diferentes para mí. Que tú vas a estar conmigo".
JongIn cerró los ojos y suspiró suavemente para sí mismo. KyungSoo estaba bordeando las mismas aguas que él había estado esquivando todo este tiempo, era consciente de lo que ocurría y esto aumentaba sus expectativas, lo hacía sentirse mucho más ansioso y emocionado y la ilusión de verlo de nuevo para mantenerse a su lado crecía exponencialmente.
Como un alfa que había vivido de forma solitaria durante gran parte de su vida, JongIn encontraba en esto un soplo de aire fresco. La respuesta absoluta a todas sus preguntas y el punto álgido de su placer personal.
Difícilmente había creído que merecía algo cercano a la perfección, pero KyungSoo rompe con creces lo que pude haber deseado, anhelado y sentido. Él es la definición perfecta de lo etéreo y maravilloso. Él lo es todo para mí.
"Lo haré". Respondió finalmente, con un hilo de voz y la seguridad naciendo en su alma. "Estaré contigo cuando eso suceda, te lo prometo".
Y con sus palabras, el orgullo y la emoción irrumpen su lazo para volverlo todo mucho más profundo e íntimo.
. . .
JongIn sabía que no podía llegar a la aldea con las manos vacías.
Con la verdad tácita rondando entre él y KyungSoo, volver junto a su compañero sin un presente no lo volvía un alfa honorable ni mucho menos digno. Entonces consiguió una buena presa en el bosque y así, fresca y aún caliente entre sus fauces, se dirigió a la aldea más cercana.
Había estado merodeando por estas zonas desde que era joven (durante sus viajes hacia su antigua manada), así que era conocido y bien recibido por todos. No fue raro entonces que los centinelas le abrieran la puerta a la aldea con calidez y fuera recibido con algunas palmaditas amistosas en el lomo.
Una vez dentro, JongIn fue saludado por algunos conocidos y admirado con atención y curiosidad por los nuevos miembros que no le habían visto nunca. Aún así, todos fueron especialmente cordiales y manejarse por la zona fue nada más que sencillo y pacífico.
Sabiendo hacia dónde tenía que ir, JongIn caminó tranquilamente por los alrededores hasta detenerse en un puesto rebosante de objetos cautivadores y artesanías muy bien elaboradas y preciosas. Dejó la presa en el suelo, justo a su lado, y se sentó en sus cuartos traseros mientras se lamía el hocico sangrante.
La dueña del puesto lo miró con sorpresa y poco a poco una sonrisa comenzó a tirar de sus labios hasta que se arrugaron las esquinas y las líneas de expresión aparecieron. El rostro redondo y amigable fue bien recibido, conocido y reconfortante, y JongIn movió la cola para mostrar su emoción al verla de nuevo.
ㅡ¡Oh, JongIn, cariño! ¡Ha pasado un tiempo desde la última vez que te vi! Mira lo grande que estás, Madre Luna. ¡Ya eres todo un hombre!
JongIn ladró con buen humor y la mayor se rió animadamente mientras se inclinaba y comenzaba a acariciarle la cabeza como cuando era un poco más joven.
ㅡQué feliz me siento de verte bien nuevamente. ¿Vienes de visitar tu hogar? ㅡJongIn ladró nuevamente y ella asintióㅡ. Eso es bueno, es muy bueno; seguramente tus padres se sintieron felices por eso. Ahora ven, ven, ¿por qué no te cambias en mi casa? ¡Hablemos un poco! ¡Pasaron años, chico! Dale a esta anciana ese beneficio.
Y JongIn la complació porque era imposible no sentirse contagiado con su entusiasmo. Entró en la pequeña cabaña de la mayor, MinJi, y cambió sus pieles por un cuerpo humano bien construido. Se vistió con la ropa guardada en su bolso de viaje y luego, cuando estuvo listo, se lo colgó al hombro nuevamente y salió para saludar adecuadamente a la mayor.
MinJi ya había traído algunas galletas y un poco de café y su sobrino, Nicolás, estaba atendiendo el venado muerto. JongIn sonrió ampliamente cuando MinJi señaló la silla a su lado y se acercó tranquilamente, tomó el lugar vacío y asintió a Nicolás antes de tomar la taza de café que MinJi le había extendido.
ㅡGracias, tía, no era necesario.
ㅡ¡Bah! Puras tonterías... oh, pero mírate, JongIn, como hombre eres incluso más guapo. ¿Cuántos centímetros creciste? ¡Estás enorme por todas partes! ¿En qué momento dejaste de ser ese chico escuálido que vi por última vez?
JongIn rió suavemente, bebió un sorbo del café caliente y la miró con afecto antes de responder:
ㅡHace algunos años ya, tía. Crecer es inevitable.
MinJi asintió sabiamente y se dio algunas palmaditas en las rodillas huesudas ocultas bajo su larga falda.
ㅡPor supuesto, por supuesto. También madurar es parte de ello, y parece que lo has hecho muy bien. También pareces feliz ㅡle echó un vistazo de reojo y sus labios se arquearon amablementeㅡ; tu mirada brilla de una forma realmente maravillosa.
ㅡEs porque finalmente soy feliz, tía, y estoy en paz.
Y solo con eso, con esas palabras tan simples, JongIn distinguió la felicidad pura y honesta de la mujer. MinJi le dio una palmada amable en el dorso de la mano y murmuró con su característica generosidad.
ㅡEso es bueno, JongIn, realmente bueno. Estoy orgullosa de ti y también me siento feliz porque has conseguido llegar hasta aquí después de tanto tiempo. Es algo que merecías desde hace mucho.
ㅡTe lo agradezco, tía.
Luego de una conversación sencilla con muchas anécdotas divertidas y otras tantas incómodas, MinJi finalmente trajo a colación la pregunta principal de todo aquello (y JongIn estaba muy feliz de responderle).
ㅡEntonces... me has dicho que estás establecido en la manada del joven JuSeon, que tienes algunos amigos, que reconstruiste tu antiguo hogar y dejaste ir a tus padres, sin embargo, aún no me dices por qué has venido a mí con una presa gigante y recién cazada, ¿hmm? ¿Hay algo que me estás ocultando, chico?
JongIn rió entre dientes, pero no negó su parte de culpa. En cambio, él asintió con ligereza, llevó su cuerpo de tal manera que apuntara por completo hacia la mayor y, mirándola a los ojos, se sinceró con ella.
ㅡSí... en realidad, vengo a ti buscando un poco de ayuda. Tía, encontré a mi alma y necesito un buen regalo de cortejo para él.
Los ojos de MinJi, conocedores y sabios, resplandecieron y su olor fue un poco más dulce. Su mano pequeña sobre la suya le apretó de forma maternal y JongIn correspondió con suavidad.
ㅡEso es maravilloso, JongIn, sin embargo, ¿tenías que traer un venado tan grande para eso? Podría haberte regalado algo bueno sin necesidad de que cazaras nada.
JongIn negó con ligereza, sin mostrarse contrariado ni enojado, y sus labios volvieron a curvarse con afecto.
ㅡNo podría... KyungSoo merece que ponga todo mi esfuerzo en esto. Él vale la pena el trabajo duro; ¿qué clase de alfa sería si lo consiguiera todo fácilmente?
No hubo calor en sus palabras, de hecho, en él no se pudo hallar nada más que suavidad y un cariño tan honesto que incluso podría ser tangible. Era un nuevo rasgo de sí mismo que había sido descubierto recientemente debajo las sábanas de su autocontrol y, si es sincero, le hacía sentir muy bien dejándolo libre.
Le gustaba ser este hombre que exponía su amor por su alma, su respeto y su admiración sin ningún tipo de ataduras, dudas o temores. Se sentía en completa libertad, feliz como un alfa completo, y si podía obtener esta satisfacción en respuesta, entonces se encargaría de ser esa clase de hombre para KyungSoo.
Honrándolo y venerándolo como la persona que lo salvó de la oscuridad y la frialdad.
ㅡTú realmente creciste, JongIn ㅡdijo MinJi con dulzura y una calidez notableㅡ. Ahora más que nunca estoy segura de que todos tus antepasados están felices por verte crecer y convertirte en el hombre que eres hoy en día. Tu alma es muy afortunada.
JongIn negó y su corazón latió rápidamente en su pecho.
ㅡNo, tía, en realidad es todo lo contrario. Por mucho soy yo el afortunado.
.
ㅡYa que has traído una presa tan buena, tienes derecho a elegir una de mis piezas más elaboradas. Recientemente he tejido estas pulseras de cuero que he adquirido directamente de Hansol, y como ya lo sabes, el cuero de esa zona es especialmente bueno, resistente y hermoso. Tengo un par, además, con dijes de oro y lobos grabados en plata.
MinJi desdobló un pequeño paquete que tenía en sus manos y ante ellos brillaron con fascinante hermosura los accesorios prometidos. Había collares, aretes, pulseras gruesas y delgadas y un par de prendedores dorados; todos ellos olían a cuero fresco y no había ningún tipo de aroma ajeno sobre ellos. Estaban listos para tener un dueño fijo, y JongIn no se iría sin uno de ellos.
Observó atentamente todas y cada una de las prendas expuestas y fue muy cuidadoso en no tocar ninguna, sabiendo perfectamente el valor de cada pieza solo por la pureza de las mismas.
MinJi había sido certera y analítica. Los tejidos eran elaborados y formaban figuras ondulantes. Además, entretejió algunos trozos delgados de cuero colorido alrededor de los dijes decorativos de gran valor y con ello rompió la sobriedad de algunas piezas.
Esas eran, precisamente, las que JongIn había estado buscando.
KyungSoo era una personalidad brillante, pura y armoniosa. Los colores, el resplandor y la belleza delicada y única eran lo que le caracterizaba, así que no podía llevarse algo que no fuera un referente a la calidez de su alma y su corazón.
Entonces, decidido, señaló una de las pulseras delgadas del repertorio. Tenía hilos dorados, rosados y morados, era cara y valiosa y en el centro reposaba una placa de plata con una gardenia y un tulipán grabados en su centro. Los bordes de la placa fueron figuras delicadas y circulares, pequeños grabados precisos y expertos exponiendo delicadeza y elegancia y, en general, fue completamente perfecta e ideal.
ㅡTía, esta es la que deseo.
MinJi observó la pulsera señalada y una gran sonrisa dominó su rostro generoso y amable.
ㅡOh, esa es una buena opción, JongIn. Es una pieza muy especial ㅡadmitió mientras sellaba su aroma para tomar la pulsera y colocaba el paquete en la mesita de su puesto de artesaníasㅡ. La hice en un momento de inspiración romántica otorgada por mi alma fallecida; pensaba en el romance y el amor y creía que la persona que la eligiera sería bendecida con mis propios sentimientos vertidos en ella.
MinJi señaló el grabado en la placa y continuó, sin dejar de sonreír.
ㅡEn cuanto a las flores, bueno, la gardenia significa pureza, sinceridad y admiración. Son la representación perfecta del amor secreto que sentimos por alguien; los tulipanes, por su parte, son conocidos por representar el amor perfecto, la pasión, la amistad y la lealtad. Creo que es bastante acertada en cuanto a los deseos de un amante anhelando a su compañero... tienes un buen ojo, JongIn.
Era fascinante e increíble, piensa abstraído mientras escuchaba a la mayor, lo mucho que puede otorgarle su instinto. Cómo el alfa lo había guiado hasta esta pieza en particular y descubrir un significado tan hermoso tras su elaboración.
ㅡEspero que a tu alma le guste ㅡconcluyó ella con una mirada suave y gentil y JongIn sonrió, asintió y tomó delicadamente la pulsera en su manoㅡ.
ㅡGracias, tía, seguramente lo hará.
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ㅡ¿No vas a quedarte a descansar, JongIn? Hay una habitación disponible en mi cabaña.
JongIn negó con una sonrisa y acomodó el bolso de viaje sobre su hombro.
ㅡNo, tía. He hecho esperar a mi compañero por un largo tiempo, así que no puedo tardar mucho más en volver.
El regalo para KyungSoo estaba bien envuelto con un pañuelo suave en uno de los bolsillos de su bolso, y el pequeño peso del mismo se mantenía anclado en su corazón. Con él viajando a su lado, JongIn se sentía acompañado, protegido y reconfortado, y las ansias por KyungSoo aumentaron inevitablemente.
Quería volver cuanto antes, necesitaba irse, y MinJi pudo notarlo al mirarlo directamente a los ojos.
ㅡComprendo. Entonces asegúrate de cuidarte y tener un viaje seguro, ¿está bien?
ㅡLo tendré. Gracias por todo, prometo visitarte pronto.
ㅡ¡Más te vale! ¡Que no pasen veinte o treinta años más para ver tu rostro de nuevo!
ㅡ¡No pasará!
MinJi rió, lo abrazó brevemente y luego le dio un suave empujoncito que lo dejó riendo entre dientes. Ella lo corrió calurosamente con algunos aspavientos y JongIn se despidió una vez más antes de echarse al suelo en medio de una transformación rápida y lanzarse a las puertas de entrada a la aldea.
Atrás dejó su ropa, sus deudas y su pasado. Con KyungSoo esperándolo adelante no había razones para volver allí.
. . .
Los bosques conocidos de la manada de JuSeon comenzaron a notarse. JongIn se sintió envuelto en la familiaridad de la zona que lo había arropado durante todos esos años; los olores conocidos sacudieron su nariz y las memorias de él surcando estos caminos una y otra vez se reprodujeron en su mente como una cinta nostálgica.
Un nuevo tipo de comodidad se asentó en su cuerpo. Su lobo, que había estado anhelando esto durante esos tres años, se encontraba extasiado, emocionado y complacido con haber vuelto finalmente. Con hundir las patas en la tierra que no sabía que se había convertido en una parte tan valiosa en su interior.
JongIn trotó hacia la aldea y ladró cuando ChanYeol comenzó a visualizarse a lo lejos. El alfa alto y robusto alzó la mirada al escucharlo y una gran sonrisa pintó su rostro bobo y bonachón.
ㅡ¡Eh! ¡JongIn!
Terminó de acortar la distancia con una carrera suave y ChanYeol lo recibió con algunas palmadas amistosas en el lomo y la cabeza.
ㅡ¡Vaya, hombre! ¡Qué bueno que has vuelto! ¿Estás más musculoso? ¡Tu lobo definitivamente se ve increíble!
"Estuve trabajando duro. ¿Cómo has estado? ¿Qué tal BaekHyun y ChanHyun?"
ㅡ¡Ah! Ellos están bien, muy bien. ChanHyun salió recientemente a cazar y Baek se encuentra en la escuela, pero no creo que hayas hecho un viaje tan largo solo para preguntar por mi familia, ¿correcto? ㅡmurmuró con picardía y una mirada sucia que se veía realmente extraña en sus facciones. JongIn le mordió la mano y él gruñó ante la sacudida de dolorㅡ. ¡Argh! ¡Tú, maldito...!
"No seas un idiota, tu familia también me importa".
ㅡ¡Lo sé! Sin embargo, ellos no son KyungSoo, ¿correcto? ㅡafirmó y luego le echó un vistazo a través de sus espesas pestañas, el calor del momento causado por su mordida desapareciendo fácilmente, clásico en un hombre de buen corazónㅡ. Él está en el campo de margaritas haciendo sus ejercicios de meditación.
"¿Por qué en el campo de margaritas?"
ChanYeol se encogió de hombros y dejó una mano en su cintura.
ㅡLe gusta entrenar lejos de todos. Supongo que era inevitable que adoptara algunos rasgos de distanciamiento de tu parte.
JongIn ladró una vez más y ChanYeol rió en respuesta.
ㅡDe todas formas, ya ve. Sé que quieres verlo de nuevo... ¡chicos, abran las puertas!
Con esa exclamación, JongIn sintió como su corazón se aceleraba en su pecho y su respiración se agitaba. Sus garras vibraron y su pelo se espesó, y entonces, cuando las puertas se abrieron por completo, él gruñó y se echó a correr cuando ChanYeol le dio una nalgada sonora en el trasero.
JongIn ignoró los llamados y los saludos ruidosos de la gente de la manada, pasó de los cachorros y de los ancianos, de los jóvenes y las mujeres sorprendidas. Él ignoró el júbilo en los rostros más sabios y simplemente corrió con todas sus fuerzas hacia donde sabía que podría encontrar a KyungSoo.
Pasó de la aldea y se internó en la parte trasera de la misma, dejando atrás las cabañas y chozas bien construidas y la oportunidad de saludar a la tía Min y los demás. Su corazón agitado retumbó con fuerza contra sus costillas y el alfa se removió violentamente, instándolo a ir más rápido hacia su vida.
Finalmente, cuando la civilización quedó atrás una vez más y la naturaleza dominó la zona con una belleza etérea, JongIn desaceleró y comenzó a caminar pacíficamente en el campo abriéndose paso para él.
Las flores acariciaron sus patas y el olor suave y reconfortante de la primavera llenó su olfato. JongIn cerró los ojos por un momento para disfrutar de esto, del aroma y las sensaciones nuevas y conocidas siendo parte de él una vez más, y el viento sacudió su pelaje con ligereza, dándole un saludo cordial y amable.
Fue entonces cuando pudo captar un vago vestigio de una esencia anhelada.
Su pelo se encrespó en la zona lomo y su cola se agitó una única vez, y entonces, al mirar al árbol de descanso en el campo, su alma dio un tirón y sus sentimientos fueron completamente vertidos en la imagen inmaculada y pura de un KyungSoo solitario y hermoso esperando por él.
Su alma lo miraba con sorpresa, con los gruesos labios entreabiertos y los ojos grandes brillando con entusiasmo. La piel pálida y cremosa resplandecía en contraste con su camiseta negra y el pelo desordenado cayó sobre su frente cuando el viento hizo su recorrido sobre sí mismo.
Fue hermoso, indudablemente, irresistiblemente hermoso.
"JongIn". Escuchó el susurro ahogado en su mente sin necesidad de un permiso previo, la conexión del alma gemela siendo totalmente explícita entre ellos por primera vez. "JongIn".
JongIn aulló, un sonido rico y profundo que rompió el silencio entre ambos, y con eso tuvo a KyungSoo incorporándose y corriendo hacia él con todas sus fuerzas.
A mitad de camino, y porque KyungSoo se encontraba realmente emocionado y dominado por su lado más salvaje, él terminó por cambiar a su forma de lobo y su velocidad aumentó mientras el pelaje espeso y suave se balanceaba con cada movimiento.
JongIn ladró con dulzura y aceptó la embestida de KyungSoo cuando finalmente llegó a él. Cayeron al suelo y rodaron un par de veces; JongIn fue capaz de notar la cola esponjosa del menor moviéndose de un lado a otro antes de que él se dejara caer sobre su pecho y comenzara a lamerle el rostro, y la imagen fue nada más que adorable y encantadora.
Correspondió los lametones amorosos con mucho más cuidado y ligereza y mordisqueó dulcemente una de sus orejas cuando KyungSoo se acurrucó contra su cuello. Y entonces ahí estaba todo: calzando en el lugar adecuado una vez más.
JongIn cerró los ojos y olfateó profundamente el aroma a jazmín de KyungSoo; estaba endulzado por la pronta llegada de su celo y también había madurado para convertirse en la esencia de un hombre saludable y próximamente fértil. La mezcla perfecta para despertar la pasión de un hombre y llevarlo directamente a la adoración de por vida.
"Realmente estás aquí. Estás aquí; volviste". Murmuró a través de su conexión y JongIn lamió la esquina de su rostro lenta y suavemente, peinando su pelo con afecto antes de descansar su mejilla contra su cabeza.
"Lo hice, he vuelto por ti, KyungSoo".
"Qué felicidad... gracias. Gracias por regresar a mí nuevamente".
JongIn no está seguro del tiempo que transcurrió con ellos en la misma posición. Se habían acomodado en algún punto para pasar a echarse uno junto al otro, las colas envueltas entre ellas y sus cabezas descansando juntas como un par de amantes. No había ni un poco de separación entre ambos.
Luego de tanto tiempo distanciados la idea de mantenerse lejos era nada más que ridícula, así que no se atrevieron a hacerlo. Además, por primera vez desde que KyungSoo se transformó y tuvo una consciencia real, JongIn le permitió dejar algunas mordidas tentativas en su cuello.
Fueron presiones breves, tímidas, como si KyungSoo quisiera probar las aguas y medir hasta dónde podía llegar; luego de morder, él dejaría una lamida lenta y tortuosa sobre la zona y se acurrucaría un poco más cerca, notablemente complacido al ver que podía obtener todo lo que quería de sí mismo y JongIn no haría nada para detenerlo.
Sus aromas también comenzaron a entremezclarse.
Desde que comenzaron los lametones expectantes y significativos y decidieron permanecer juntos e inamovibles, sus esencias comenzaron a fluir con completa libertad. El instinto estaba haciéndose cargo, y con él las cosas se movían al ritmo adecuado.
Así pues, no mucho después de haberse acostado contra el otro, JongIn tenía una buena cantidad de jazmines dulces sobre sí mismo y su propio aroma destilando del cuerpo cálido y ágil de KyungSoo. Una marca de pertenencia obvia, una aceptación mutua y el primer abrazo íntimo a un amante.
Todo estaba cayendo donde debería haberlo hecho.
"Deberías habérmelo dicho antes."
JongIn no se sobresaltó al escucharlo de forma repentina. KyungSoo hablaba con suavidad y nitidez ahora que se encontraban juntos, no había señalamientos ni juicio, tampoco; él fue dulce, se mantuvo tranquilo y no se alejó de él en ningún momento.
"Seguramente fue muy difícil para ti... saberlo y no hacer nada durante todos estos años, verme con JaeKyung... no debió ser fácil".
"No fue tan malo como crees". Respondió con honestidad, dejando caer su cabeza sobre la suya para protegerlo de los delgados rayos del sol que pudieran molestarlo. "En todo caso, desde que te conocí no he dejado de sentirme feliz y reconfortado".
"JongIn..."
"Fue un placer para mí cuidarte y verte crecer, KyungSoo. Y si pudiera, no cambiaría nada de ello si ahora puedo tenerte en mis brazos correctamente, siendo un hombre fuerte, feliz y completo".
KyungSoo se movió y JongIn alzó la cabeza para permitirle mayor rango de movimiento. La cabeza gris de KyungSoo apuntó hacia él y sus brillantes ojos azules lo fijaron en su lugar, le robaron el aliento y provocaron un impulso insano de lamerlo, morderlo y mantenerlo a su lado para siempre.
"En realidad nunca fui capaz de sentirme completo hasta ahora. Sabiendo lo que eres, sabiendo realmente quien eres, siento que una pieza fundamental que había estado faltando en mi interior ha aparecido para llenar el vacío. Ahora, siendo consciente de que eres mi alma, me siento más feliz que nunca. Gracias a ti yo estoy viviendo el mejor momento de mi vida".
JongIn suspiró largamente, profundamente, con muchos sentimientos golpeándolo a la vez.
Esta era la primera vez que KyungSoo lo reconocía como su compañero, la primera vez que mencionaba su complacencia y satisfacción por tenerlo como alfa, como hombre, y le hacía saber lo importante que era en su vida.
Esta era la primera vez que habían roto la barrera que los mantenía lejos, en una zona segura, permanentemente. Y JongIn lo amaba.
Se inclinó, porque era inevitable, y lamió con adoración la boca del lobo de su compañero. Fue una lamida lenta y tentativa, un beso dulce en su forma animal, y KyungSoo, estático, lo miró con sus grandes ojos de gacela reluciendo con notable entusiasmo.
JongIn pudo preverlo, así que no se sorprendió demasiado cuando KyungSoo lo imitó y lamió su propia boca, una vez, dos veces, lamidas cortas e inocentes que le aceleraron el corazón como nadie más lo había conseguido.
Son solo pequeños besos y, no obstante, superan con creces el sexo más apasionado que pude haber tenido antes con alguien más.
KyungSoo se alejó muy levemente, desprendiendo su dulce aroma con mucha más fuerza, y susurró con suavidad en su mente:
"Quisiera que me besaras como un humano... ¿puedes, JongIn?"
JongIn parpadeó una sola vez y buscó en su bolso de viaje una manta, la estiró sobre la espalda de KyungSoo y aguardó pacientemente por él. KyungSoo ladró, le lamió la mejilla y su lobo retrocedió para darle paso a un hombre joven, de pelo brillante y rasgos tan atractivos como dulces y suaves.
JongIn lo admiró por un momento. De cerca podía notar los lunares y las pequeñas y nuevas pecas que habían aparecido, el pronunciamiento de sus clavículas, un punto sensual, la cremosidad de su piel saludable, el tono exacto de sus labios hinchados. El anhelo y el deseo de sus ojos aún azules. Era precioso. Era bello.
KyungSoo era el pequeño muñeco perfecto que quería cuidar para toda su vida.
Y pensando en ello, su propio cambio llegó. Las manos llenas de ampollas y durezas debido al trabajo duro se extendieron para tomar a KyungSoo y sentarlo directamente sobre su regazo desnudo. Se miraron a los ojos entonces, el azul y el dorado enlazándose profundamente mientras se abrazaban por la cintura y el cuello respectivamente, y luego de la liberación de un pequeño gemido de parte de KyungSoo, JongIn terminó de romper la distancia y superpuso sus labios en los suyos.
La gloria explotó en su boca con la textura suave y calurosa bajo su carne ansiosa. Líquida, se filtró en su sistema cuando sus labios se movieron y apresaron unos a otros; la piel, una compañera latente que dejaba expuesta la pasión, se erizó y calentó y sus manos se aferraron a la figura firme y fuerte entre sus brazos. Eran el ancla a su cordura y locura, su punto principal de atracción a su vida misma.
KyungSoo jadeó contra su boca y sus sentimientos y sensaciones fluyeron en JongIn; conectados como estaban, era imposible no distinguir el amor, el deseo, la admiración y la reverencia. La alegría por ser besado y tocado y la satisfacción de hallarse de esta forma con él de todas las personas.
Fue maravilloso. Por mucho se trataba de la experiencia mas impresionante que le había sido otorgada.
Se alejaron jadeando, con los labios húmedos e hinchados creando un chasquido sutil y emocionante. JongIn dejó caer su frente sobre la de KyungSoo con los ojos cerrados y llevó su diestra a la espalda del menor para mantenerlo de esa forma. No era necesario, sin embargo, porque el propio KyungSoo se hizo un lugar contra su cuerpo expuesto y comenzaba a acariciarle las mejillas y las puntas del cabello que conseguía a su paso.
Y fue de esa manera por un tiempo prolongado. JongIn no está seguro de cuánto exactamente, pero no importaba realmente mientras continuara sintiendo el calor de KyungSoo, su peso sobre él, su olor entremezclado y las caricias delicadas de las margaritas a su alrededor.
Frotó amorosamente la punta de su nariz con la de KyungSoo y este respondió con una risita suave y sus labios colocándose breve y cariñosamente sobre los suyos. Y entonces, al separarse una vez más, JongIn estiró una de sus manos para tomar el bolso de viaje y extrajo de su interior el valioso paquete que le acompañó en todo el camino de regreso.
Lo presentó ante KyungSoo con una sonrisa suave y él lo tomó con curiosidad.
ㅡEsto es para ti, Soo. ¿Por qué no lo abres?
KyungSoo parpadeó y observó el paquetito con mucha más atención. Su piel desprendía un adictivo aroma lleno de emoción y expectativas y las piernas a cada lado de sus caderas se apretaron como acto reflejo.
ㅡ¿Para mí? ¿Qué es? ㅡJongIn no respondió, así que KyungSoo no tuvo más remedio que comenzar a desnudar el dije envuelto con dedos cuidadosos y la respiración ligeramente aceleradaㅡ.
A medida que la joya era descubierta, los ojos de KyungSoo se ampliaban, su aroma se descontrolaba y sus mejillas se tornaron rosadas. Finamente quedó estático cuando la pulsera brillante y completamente nueva quedó expuesta para él. La plata se llenó de los colores de las tiras tejidas y los nudos y tejidos exquisitos se mostraron orgullosamente.
KyungSoo acarició la prenda con reverencia, los dedos temblando ligeramente mientras los paseaba sobre el cuero lleno del olor de JongIn y el grabado del dije en el centro. Extasiadas, sus orbes azules lo miraron y su rostro se acercó un poco hacia el suyo.
ㅡJongIn, ¿esto...? Si lo acepto, ¿qué significará para mí?
ㅡSignificará que me has aceptado como tu compañero ante los demás ㅡrespondió con tranquilidad y su mano acarició su espalda cubierta con parsimoniaㅡ. Que eres mío... mi omega para la eternidad.
El color en sus mejillas encantadoras se pronunció con más fuerza y vigor, abrazando incluso las puntas de sus orejas y el cuello pálido e inmaculado mientras un suave jadeo escapaba de sus labios gruesos y exquisitos. Los ojos, reflejando su propia alma, se vieron cristalizados por las lágrimas acumuladas en sus bordes y sus manos tomaron su regalo con reverencia, siendo delicado y respetuoso con él.
ㅡ¿De verdad? ㅡpreguntó con voz temblorosaㅡ. ¿Estás siendo completamente formal conmigo?
ㅡLo hago. Después de esperarte por casi cien años lo mínimo que deseo es una vida feliz a tu lado.
La primera lágrima cayó sobre su mejilla ardiente y luego la siguió otra y otra más, y antes de darse cuenta, JongIn lo tenía sollozando contra su cuello, abrazado a él con fuerza y repitiendo constantemente una estela de "gracias", "te quiero" y "lo acepto" que calzaron perfectamente en su corazón.
Cerró los ojos con la barbilla descansando en el hueco de su cuello y exhaló todas las preocupaciones que podría haber albergado anteriormente, y con sus manos llenas del cuerpo caliente y cómodo de KyungSoo, susurró un dulce agradecimiento.
Esta vez, JongIn había terminado de construir su hogar.
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