Leon estaba parado jadeando, su espalda contra la pared. Había perdido a Ashley otra vez. Esos malditos Novistadores la habían robado. No tenía idea de dónde estaba ella ahora. Salazar estaba dejando notas a sus sirvientes, por lo que Leon había reunido suficiente información para saber que pronto abandonaría el castillo.

Luis también estaba muerto ahora. Leon maldijo en voz alta. Las cosas se estaban yendo de las manos. Se estaba volviendo difícil manejar las cosas. Para aumentar el problema, Saddler parecía haber calmado sus movimientos, haciendo que las cosas fueran aún más sospechosas. Un pequeño golpe llamó la atención de Leon, haciéndole sacar su arma. Echó un vistazo a la vuelta de la esquina. Dos de los criados con túnica de Salazar venían en su dirección.

Leon se movió silenciosamente de su posición y se metió en una puerta. Se deslizó hacia abajo, agachándose y escondiéndose en las sombras. Contuvo el aliento y esperó a que pasaran. Mientras lo hacían, pasó desapercibido. Se movió de su lugar y apuntó el arma hacia la izquierda. Apretó el gatillo. La bala se enterró en el

cabeza del criado y estalló al frente, llevándose con cerebro y trozos de calavera.

El otro criado se volvió para atacar a León. Se lanzó, pero Leon se apartó del camino. En una fracción de segundo, Leon tenía el arma debajo de la barbilla de los sirvientes. Con una leve sonrisa, apretó el gatillo una vez más. El techo se adornó con el líquido rojo rubí cuando el cuerpo cayó al suelo. Leon rápidamente se movió de la vista sangrienta. Sabía que vendrían otros.

En una habitación al otro lado del castillo, Saddler observó toda la escena. Su nuevo títere se estaba haciendo más fuerte. Las plagas se estaban apoderando.

'Leon, serás un excelente guardaespaldas', pensó para sí mismo, una sonrisa horrible surgió en sus rasgos.