Capítulo 56 (No estaba para nada bien)
Continuación:
¿Pueden reconocer ese sentimiento?
Ese pesar de ansiedad cuando el tiempo pasa más lento de lo que en realidad debería, o al menos es así como se siente para un grupo determinado de personas.
El sueño, el hambre, y el agotamiento no se les hacia un problema, aquellos inconvenientes pasaron a segundo plano con la enorme cantidad de disgustos que ya llevaban consigo. Los paparazzi no hacían más que hacer preguntas a las cuales no tenían respuestas. No podían afirmar o negar nada, y de igual forma, no querían, no eran sus problemas, no era el problema de nadie, salgo el de ellos, conocidos o familiares y allegados de las víctimas, pero nada como así se presentaba en aquella sala tranquila de hospital. La información se divulgo, y solo lo supieron de los de alta clase, que de hecho, no podían asistir al hospital por sus trabajos, pero que sabrían de que Stolas estaría bien por su infinito capital que conservaba, de igual forma, si no era así, demandarían a la clínica, ganando por supuesto ellos más riquezas de las que ya tenían.
Ese comentario por parte de varios de los familiares de Stolas le hizo un hueco en el estómago de la pareja de guardaespaldas. Importándoles tan solo si aquel millonario perdía la vida para poder agregar un poco más de maldad a sus nefastas cuentas. Por parte de Blitzø, bueno...sin familia o más amigos que avisar, no se tomaron el tiempo de hacer tal cosas sabiendo bien el estado actual de su amigo. Ellos dos era todo lo que tenía por ahora. En la sala de emergencias hizo acto de presencia Linda, con un rostro opaco de la preocupación. La pareja de guardaespaldas se acerca a la joven, queriendo ella saber toda la verdad.
—¿No le han informado algo del señor Stolas? — pregunto insegura, queriendo saber lo que pasaba con su jefe.
Moxxie niega con la cabeza, afirmando ese acontecimiento su novia. La chica baja la cabeza en decepción. Teniendo que todos guardar paciencia es esperar los resultados.
—¿Y la niña?... — pregunto Millie preocupada, refiriéndose a Octavia.
—Ella fue recogida por su tío. Me dijo que la llevaría con su madre para tranquilizarla — alego abrasándose a ella misma.
—Eso...me parece algo peculiar, que ella no debería de estar aquí, viendo como esta su esposo — comento Moxxi extrañado.
—Ellos...— comenzó Linda queriendo buscar mejor sus palabras —han tenido sus diferencias. Están en medio de su divorcio y...no sé si la señora Stella quisiera estar aquí ahora, y solo le importe que el Señor Stolas este bien, y que este con su hija para que no este triste — hablo queriendo pensar eso de su señora, debía de serlo. Por mucho que ahora se hablen de su odio como algo normal de la vida, no pensaba que era correcto el dar una pequeña muestra de pensamiento y ayudar a su ex esposo en su recuperación, pero eran cosas en las que ella no tenía voz ni voto para comentar al no ser su problema, ni el de nadie más. Quiso cambiar rápido de tema en alguien que valía la pena —Díganme la verdad — espeto Linda con un semblante de preocupación —¿Cómo estaba Blitzø cuando lo encontraron? — aquella interrogante helo la sangre de la pareja.
Recordar como su compañero fue encontrado, casi sin vida, con sus heridas de terror, hechas por el más vil de los animales, provocó un revoltijo en el estómago de ambos.
—No queremos entrar en detalle — hablo Moxxie para él y su novia que estaba de acuerdo.
—Pero lo que si debe de saber es que...no estaba para nada bien — contesto Mils. Cristalizando los ojos de la chica al pensar que podría perder a su único amigo, haciendo que se sintiera tan perdida y miserable, teniendo que esperar en grupo para no perder la cordura.
Los tres se sentaron en las siguientes horas, esperando todavía alguna muestra o resultados del bienestar en ambos, y nada pasaba. La espera se hacía cada vez más eterna. Millie entre tanta presión con el tiempo va a la cafetería, encargando tres capuchinos para ellos.
Al poco rato va con su novio y la trabajadora del señor Stolas para ofrecérselos y seguir aguardando de alguna novedad. Millie se acurruca en el pecho de su pareja, eran las 11pm y el sueño empezaba en apoderarse del trio.
Su cansancio pareció haberse esfumado apeas un doctor con una carpeta en mano apareció delante de ellos, despertándolos de ipso-facto con el estruendoso sonido de la puerta.
Los chicos se levantan, mirando expectantes al médico con aparentes resultados de cualquiera de los dos.
—¿Allegados de Stolas Goetia? — pregunto al reducido grupo de personas quienes se les fue permitido estar al pendiente de él a las afueras de cuidados mayores, teniendo al fin las pruebas finales de la condición del hombre.
—Sí, somos nosotros — hablo Millie —¿Cómo se encuentra Doctor?
—Tuvo una pérdida considerable de su sangre, alcanzando casi el 45% de su cuerpo, pudimos detenerlo y, hacerle una transfusión con éxito. Se pondrá bien sin duda alguna — sonrió el hombre de bata blanca.
A linda se le escapa un par de lágrimas de la emoción, mientras que los guardaespaldas respiran de alivio, pero algo faltaba, o mejor dicho alguien.
—¿Y Blitzø? — pregunto Mox lleno de angustia.
El hombre de bata blanca cambia su expresión queriendo disimular un poco, fracasado en el camino, alarmando a los chicos que se les estaba escapando el alma al temer lo peor.
—No fui el doctor encargado de su cirugía, de hecho, todavía siguen con él — les confeso —pero una de las asistente del doctor responsable de él me hizo saber un par de cosas no muy beneficiarias — hablo dándoles a entender de que no tenía muy buenas nuevas.
El aire se les escapaba otra vez a la pareja, preocupando ahora mucho más a linda.
—Su estado es indescifrable todavía. La extracción de un par de balas ha sido dura. El no dañar la piel de su cara ha sido un poco difícil, y la reconstrucción de su desangre interno no fue algo que lo mato de inmediato, pero hizo que se aguardara una cantidad muy significativa de su vitalidad. Ahora mismo se le hará una transfusión, pero tememos de que por un tiempo permanezca en coma al todavía sus vasos sanguinos no procesar aun bien la carga que perdió y adjunto.
La pareja de trabajadores de seguridad junto con la ama de llaves no supieron cómo reaccionar. No eran del todo terribles noticas, pero tampoco eran las más alentadoras. Por un momento juraron que se les estaba acabando el oxígeno, no tenían más que ser pacientes y seguir en la espera de algo nuevo para su amigo. Les alegro de que Stolas estuviera bien, por supuesto que sí, pero de ninguna forma se iban a conformar con solo eso, y dejar que su amigo perdiera la batalla.
Así estaba en la sala de urgencias...
Era todo un verdadero crucigrama, de hacer un mal movimiento el Doctor en el delgado hilo entre la vida y la muerte que colgaba el paciente seria fácilmente cortado, logrando perderse en el oscuro hueco del más allá.
—Succione un poco más de la linfa en esta zona — ordeno el doctor a la enfermera N-1 que lo asistía. Eran seis en total, unos expectantes de cualquier mal movimiento no deseado y, otros en sus zonas de trabajo, ayudando a Blitzø a quedarse con ellos.
Sin previo aviso, las alarmas que más temían el cuerpo de salud se reprodujo en sus oídos. La tensión del muchacho empezaba a elevarse, provocando que el electrocardiograma retumbara por doquier. La sangre comenzaba a manchar todavía más los guantes del profesional.
—¡Sujeten la barrera protectora, paren el sangrado, no debemos de dejar esto como así! — alarmado por la situación grito la cabeza de la operación, mandando a los enfermeros a funcionar en el proceso. A todo esto, teniendo en el rostro neutral, dormido y sedado de Blitzø, cubierto por una mascarilla de anestesia, sin saber en lo más mínimo con lo que hacían con él, y el cómo su vida dependía de un movimiento casi milagroso.
El pitido no paraba de sonar, alarmando más al jefe del momento.
—¡Demonios, no! — funciono con sus manos todavía en el área abierta, esperan que aquella alarma le diera algo bueno.
Todo se calmó, estaba a salvo, por ahora...
Descanso sus manos de la operación por un par de segundo, suspirando del agotamiento para tener que seguir con su trabajo, esto tan solo era la punta del Ice Bear, con ello debían de tener un sumo cuidado con los próximos procedimientos. Demasiado cuidado.
Irónico que en la serie casi se nos muere Stolas y aquí va para esa Blitzø
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