Capítulo 47 (Hicieron el amor...)
Continuación:
Se sentía como estar entre la espada contra la pared. Un jodida pared que apenas retrocedías podías percibir el punzante dolor de su filo clavarse por su espalda, reforzando todo aquello con el dolor de la cuchilla mortal de la espada. Todo siendo horriblemente exagerado en mi cabeza loca
Narradora:
Trago saliva de golpe, empezando a transpirar en su frente, queriendo decir algo, lo que fuera...incluso una vulgaridad si era posible, pero nada pasaba. Ni siquiera una insignificante palabra podía traspasar su boca fuera de la misma.
Volvió dirigir su mirada hacia Stolas, sonriéndole con esa particular y amorosa mirada rojiza.
Fue ahí...donde supo que hacer.
—¿Sabe algo jefe? — hablo al fin el chico —Creo que por ahora...estoy bien — sonríe este —No malgaste su favor por una irresponsabilidad de mi parte...creo que puede ser un medio de castigo justo por mi metida de pata, no debía bajar la guardia con aquel perro y todavía sigo muy arrepentido, pero...es lo mejor para mi si quiero prender de verdad — propuso este con una clara mentira en su mirada, pero intentando sonar lo más sincero posible.
—¿Esta seguro es su decisión? — pregunto descolocado el hombre mayor.
—...Creo que nunca en la vida había estado tan seguro de algo, señor~ — respondió Blitzø casi en un suspiro.
—Aja, si claro. Ya cuéntame ¿Quién es? — volvió a interrogar el señor sin creer una sola palabra que acababa de dar el joven.
—¡¿Q-Qué?!...Le digo la verdad, jefe...fui un desconsiderado ser que merece una reprenda — hablo lo más convencido para escucharse más seguro.
—Te conozco lo suficiente como para saber que tú no aceptarías un regaño o error de tu parte así como así...algo debe de haber — hablo con una voz algo gruesa, dándose cuenta de algo.
Blitzø vuelve a tragar saliva.
—Noooo, para nada, jefe — el silencio entre su llamada y la de su patrón era una clara señal de que no seguía creyéndole nada —Bueno está bien...me atrapo...supongo que...me agrada la familia — se sinceró, no del todo de hecho, tal vez incluso si estaba fanfarroneando algo, pero era por el bien de su jefe y él.
—Mhhh....puedo notarlo. Eso tiene más sentido — hablo ya persuadido. Blitzø suspira con alivio en silencio —Sé que la familia Goetia es una de las mejores en toda la región, pero ¿Qué hace tan especial aquel conjunto de vivientes que haga incluso que te quedes? — cuestiono curioso al moreno.
Blitzø vuelve a quedar en silencio. Temeroso de no dar una buena respuesta y concreta como creíble.
—Haam...bueno...hice una muy buena unión con ellos — confeso de cierta forma el pelinegro con una sonrisa.
—No me digas — hablo entre el teléfono con algo de desconfianza.
—En serio — asiente Blitzø — tenemos una convivencia calmada...— hablo volviendo a mirar a Stolas...mala idea...volvió a perderse en sus profundos ojos —Una...relación...excéntrica...casi rara....pero...me agrada~ — hablo con toda la voz baja que podía...sin saber muy bien si fue por mirar por mucho tiempo al calentón de su jefe o...de si lo que decía era absolutamente la verdad en algunas cosas.
—Está bien. No se quiere preguntando — se rindió el hombre —bueno...si cambias de opinión, el titulo te estará esperando, solo por si acaso — advirtió el hombre tranquilo.
—Gracias, Señor — hablo sonriendo el chico, despidiéndose del mismo para guardar su celular y volver con su jefe actual.
—¿Y...? ¿Qué dijo el buen hombre? — pregunto el hombre con curiosidad, todavía sentado en el pequeño sofá de la oficina, esperando como Blitzø se acercaba a su persona.
Blitzø se sienta a su lado nuevamente. Se le paso por la cabeza si hizo lo correcto, cuando volví a percibir la blanca sonrisa del Goetia quien era por él, fue entonces cuando reforzó de que sí. Hizo más que lo correcto.
—Nada...solo...algunas actualizaciones del reformatorio...ya sabes, a veces preguntan cómo nos va — sonrió para disuadir mejor aquel ricachón ante él.
—Oh, ya veo — hablo algo sorprendido —entonces...¿Tienes algo que hacer o...podemos continuar? — estaba demás mencionar el tono coqueto e insinuador de Stolas. Tomando con alta confianza e inverecundo la corbata oscura de su guardia.
—Mmh~...no lo sé — susurro tunante. Sin hacer nada al respecto ante el jalón que ejercía Stolas en su prenda solo para acortar su distancia, dejándose llevar para volver a posar sus labios con los de él.
¿Cuándo besarlo se había vuelto algo tan pero tan cotidiano?
No negara que al principio le generaba un hormigueo en su estómago, debatiéndose entre excitado y enojado, pues se dedicaba en hacerlo casi todos los días, molestando a este, eso incluyendo sus cortejos cariñosos y sexuales, pero ahora, podía incluso ahora mismo bajarse el cierre de su pantalón y tomar la cabellera sedosa y azulada de su jefe y hacerlo bajar para que se trague toda su verga.
—Ah~ sería un placer — hablo en un suspiro de satisfacción el hombre de traje azul.
¡Un momento!...
—Mierda... — hablo entre la boca de otro, separándose con algo de pena en su cara — pensé en voz alta — su vergüenza fue casi punzante al escuchar la relajante carcajada corta de Stolas.
—Si...pero me alegra que lo hayas echo...después de todo...— postro un castro beso entre sus labios —no puedo leer los pensamientos y, no sabes lo hambriento que ahora estoy — hablo bajando de a poco su mano en el abdomen del moreno, con intenciones de parar más abajo, hasta llegar a un lugar donde la luz solar nunca pegaba, queriendo liberar aquella cosa de larga longitud para el poder degustar lo que tanto le estaba apeteciendo, todo mientras con anterioridad habían vuelto a sus caricias y besos, sin para la mano de Stolas casi saliendo de la perspectiva de Blitzø, pero vaya que si podía sentir el tacto entre su pantalón, incluso más apenas quiso descender el cierre de la prenda y...
—¡Blitzø! — la voz de la pequeña Via retumbo en los oídos de ambos, separándose casi de golpe —¡¿Dónde estás?! ¡Prometiste seguir dándole lecciones a Max y enseñarme a mí! — grito desde las afueras de la casa en su búsqueda.
Ambos hombres se levantaron, algo apenados y frustrados por no poder seguir, sonriendo una que otra vez por lo ocurrido.
—Ya será otro momento — prometió Stolas, acariciando el mentón del mas bajito.
—Felicidades...ahora tengo una erección y como sea me tiene que bajar — se quejó el pelinegro, jalándose su entre pierna con fastidio ante el punzante bulto entre sus pantalones, así hasta calmarse, enfriarse y ya estar sereno como ante.
Stolas esboza una sonrisa, chocando su cabeza con la del otro.
—Mi hija te ama — sonrió tiernamente. Todo sin despegar su frente a la de él —claro que...no tanto como yo~
Era evidente.
—Ahh, no me dejaras ir ¿Verdad? — le hablo Blitzø, arqueando una ceja.
—Si...solo porque es mi hermoso rayito de sol — dio el permiso de irse con Octavia.
Blitzø se da la vuelta, parándose por unos segundos, estático en la puerta.
—Stolas...— llamo el joven al de tés pálida. Este voltea, esperando lo que sea que le quisiera decir su querido —...me debes una chupada — le advirtió, como si reprogramaran su encuentro para otro momentos después.
Una sonrisa enamorada se formó en la boca del Goetia, mordiéndose el labio inferior, asintiendo sin poder parar. Blitzø se volvió a dar la vuelta, saliendo de una vez por todas de aquel despacho, solo cuando estaba afuera y lejos de la vista de cualquiera...sonrió para él. Sincero y capaz de poder hacer con él, frente a su cara...algún día. Se dirigió a donde la pequeña tanto lo llamaba. Definitivamente a veces pensaba que era un niñero más que un guardaespaldas.
(...)
Algo de lo que no se relato fue de la noche anterior.
—¡Este era el evento perfecto que esperaba! — alzo la voz de la emoción la mujer de vestido blanco —prepárate hijo de puta. Tú y tu guardaespaldas no se lo verán venir.
Una mujer puede hace cualquier locura cuando está enfadada, y se dejaba ver ahora. Llamando por un teléfono público a su más reciente socio.
En esos alquileres de caballas viejas y mugrosas, se hospedaba personas de todo tipo. De bajos recursos, buscados, asesinos, vendedores de sustancias ilegales, de todo, pero nos entraremos en solo uno.
El ser que afilaba desde las sombras sus más amados cuchillos paro en seco, escuchado como el teléfono de su habitación sonaba. Escupió de su chimo en su jarra con el mismo nombre de su función, atendiendo al llamado.
—¿Aló?...ohh señora Goetia, que bueno volver a saber de usted — habló una voz en medio de una oscuridad de su cabaña, con un tono ranchero y tranquilo. Su transmisor habló y él respondió —No se preocupe madame~ — sonrió seguro — el plan será todo un éxito ¿Podría darme más datos de los blancos? — pregunto para estar preparado y más que listo, bebiendo con paz de su licor favorito.
—Bueno, mi esposo es...alto, de cabellera azul, ojos rojos, diablos, usted lo puede reconocer desde lejos, él va hacer quien inaugure todo — refunfuño la señora con algo de fastidio.
—Está bien — dijo sin queja el hombre —¿Y del otro?
—Oh si, esa plaga...es un enano de mierda, 1.60cm o 1.63cm tal vez. Moreno, cabello negro, tiene un ridículo mechón blanco en el mismo, ojos igual de rojos...su nombre es Blitzø-
Muy imprudentemente la señora se detuvo al ser interrumpida en la otra línea. El sicario encargado escupió su vodka.
—¡¿Qué?! — exclamó con asombro —¡¿Me repito el nombre de su guardaespaldas?! — escuchó atentamente, ensanchando más su sonrisa con cada palabra que formulaba su clienta, relamiéndose sus escalofriantes dientes de la emoción, sonriendo con más maldad.
— Blitzø... Blitzø Imp. Es el bastardo con el que se acuesta — hablo furia.
—No se preocupe, Madame~...le aseguro que su marido y ese...guardaespaldas la pagaran muy mal — hablo confiado, sin borrar su sonrisa de su cara.
Ambos cortan la llamada. La sonrisa tétrica en el rostro del tejano no se podía despedir de él. Era simplemente perfecto la ocasión.
Ya podía oler la venganza~
—Ohhh...vaya acontecimiento...yo adoro los acontecimientos~ — hablo para sí mismo, siguiendo con el proceso de afilar sus navajas, ahora sin para de carcajear. Parecía todo un demente en medio de la penumbra.
Clavando su penetrante mirada en sus armas. Era tan emocionante su trabajo que ya no podía esperar porque llegue ese día. Resplandeció su diente de oro en la pequeña luz que se colaba en su dormitorio entre las paredes. Simplemente no quería seguir esperando más años.
A veces se peguntaba que estaría haciendo, a ver si algún día lo descubriera y lo viera...para poder volar sus sesos por todo el asfalto, pero nunca lo hizo, no supo de él así de sencillo, pero el mundo era un pañuelo, dándose cuenta del trabajo tan peligroso e importante como el cuidar de uno de los millonarios más prestigiados de esta ciudad.
Que se prepare bien. Estaba consiente que no sabrá de él hasta que ya lleve con su trabajo acabo.
(...)
—¡~Gime para mí perra~! — exigió el chico desnudo con sus cicatrices a la vista. Jalando la cabeza de su jefe entre su intimidad. Prometió que le daría una felación, y así la pago después de las 12 de la noche.
Solo como travesura para Stolas beso a Blitzø apenas sintió su corrida en su boca sin tragársela, disgustando ambos de la propia semilla del guardia.
A veces se preguntaban si eran normales, y ellos mismo se respondían que un "Definitivamente no" y estaba más que orgullosos de ello.
Siguieron con lo suyo. Prosiguiendo en un sin fin de posiciones, una más romántica que la anterior, así hasta por varias horas, pero vaya que cada vez se volvía más y más pasional, tanto en la lujuria como en lo personal.
Ya para cuando ambos meramente no podían seguir, se acostaron en la cama de Blitzø. Sip, por primera vez lo han hecho en la recamara del joven, solo para experimentar, les gusto, a Blitzø le gusto y ni se hable de Stolas.
—Ahh~ Blitzy...no sé cómo logras siempre sorprenderme cada vez más — hablo extasiado el hombre, visualizando como el pelinegro comenzaba a fumar uno de sus cigarrillos que estaban en su mesita de alado, estirándose con algo de pereza.
—Si...bueno...tú tampoco estuviste tan mal — hablo algo flojo, ofreciéndole un cigarro a su acompáñate con la cajetilla de la misma, este lo acepto. Blitzø quien estaba a punto de encenderle el cigarro con su encendedor, no fue necesario apenas sintió como su jefe tomaba sus mejillas con cuidado, pegando la punta de su tabaco con la del otro, encendiéndolo al instante —¿Si sabes que pude habértelo encendido y ya? — le cuestiono con obviedad.
—Sii...pero no fuera sido tan excitante — respondió este con una sonrisa descarada.
Blitzø solo niega con la cabeza, sin dejar ver la diminuta sonrisa que se formaba entre sus labios y el tabaco que fumada, exhalando la nicotina que le ofrecía el cigarrillo.
— Blitzø...— lo llamo Stone —Debo hablar algo contigo — se notaba algo serio, no por nada lo llamo con su nombre de pila y no con su famoso sobrenombre.
Blitzø se sienta mejor para escucharlo.
—¿Y bien? — pregunto soltando del humo entre su boca y su puro.
—La inauguración de un nuevo proyecto por el que he estado trabajando se dará pronto...no he dicho nada porque quería que fuera sorpresa y...me preguntaría si quisieras venir conmigo, es en esta misma ciudad, pero un tanto alejado — informo Stolas con afecto y emoción.
Blitzø se toma unos segundos antes de contestar.
—¿Si sabes que soy tu guardaespaldas no? — le hablo con algo de sarcasmo —A donde tu caliente culo se mueva yo siempre debo de andar contigo — le informó con una sonrisa algo comprometedora. Stolas le devuelve la sonrisa.
—Lo sé...pero quería saber tu opinión — confeso.
—Y a todo esto...¿De qué trata tu proyecto? — pegunto curioso el matón, apagando su cigarrillo que estaba a punto de acabarse para volverse a recostar con algo de sueño.
—Lo sabrás cuando lo veas — hablo con misterio, repitiendo la misma acción que el otro —Ahh...Blitzø — hablo suspirando —¿No...sentiste algo? — pregunto curioso.
—Si hablas de cuando comencé a gemir un poco más fuerte fue porque pasaste uno de tus dientes por mis bolas — aviso advirtiéndole también.
—No... — rio de la gracia — no es eso...es...olvídalo...creo que solo estoy cansado — bostezo en medio de su oración.
—Sii, yo también — empezó a cerrar sus ojos —Que descanse señor...
Fue todo lo que dijo antes de darle la espalda y acurrucarse en su lugar.
—Tú también, querido...— dijo también dándole la espalda, pero este muy lejos de quedarse dormido, solo hizo una mueca de tristeza muy leve, no pudo proseguir, hubo algo en la noche de hoy, como alguna chispa tan ardiente entre sus cuerpos y miradas que juraría que él también lo había sentido, tan pero tan fogoso y fuerte que por un momento pensó que se estaba quemando, quedándose sin aire, haciéndolo enloquecer, pero estaba equivocado, al menos eso pensaba él, pero no se quejaba, por primera vez en su vida era tan feliz, tanto que ya no podía recordar ni mirar su anterior vida solitaria.
Le gustaría que fuera más apegado, preguntarle si podía abrazarlo mientras dormían, así poder siempre estar con él, escucharlo dormir, suspirar y roncar. Despertar junto a su piel. Así que opto por solo su compañía, en otros tiempos, ya se fuera ido con su ropa puesta, que en este caso a él le fuera tocado irse al estar en el dormitorio de su amado, pero ya no importaba, de tanto pensar se quedó dormido, con una sonrisa en su boca, y un gesto más que agradecido por lo que tenía.
Blitzø quien creíamos dormido no lo estaba, estaba ahí, ido, sin decir ni una sola palabra, solo mirando a la nada. Esa...pregunta de Stolas le hizo recalcar algo; algo que por mucho estaba ocultando. Él si lo sintió, vaya que si lo hizo, por una sola vez en su vida, pudo decir que el día de hoy no cogió con Stolas...
Hicieron el amor...
Le aterro. Definitivamente no sabía porque se estaba sintiendo así, no supo en que momento comenzó todo eso, y ya sentía que era muy tarde, seguirá reprimiendo aquel sentir hasta que su fuerza de voluntad pueda, teme que al momento de él decir algo...sea en el preciso momento en donde si acaso acepte la propuesta de su antiguo jefe.
Cree que eso no pasara, al menos no pronto, pero solo sus emociones hablaran por si solas...solo espera no hacer una estupidez, pero vamos, es de Blitzø quien estamos hablando, las estupideces le grita a todos lados como su fueran voces o fantasmas en su cabeza.
¡Hola mi gente! ¡¿Me extrañaron?! Yo si a ustedes.
OTRA VEZ me disculpo por desaparecer, pero han cambiado mucho las cosas por aquí. U a de esas es que tal cual como la relación entre Stolas y Octavia mi papá y yo hemos vuelto como antes. Al fin se separó de aquella horrible mujer, esta con otra que de verdad me quiere y yo a ella junto con sus hijas que amo con todo el corazón, ahora estoy más feliz y alegre por eso, lo malo es que arreglamos nuestras cosas cuando una tía partió al cielo, haciendo volver a caer en un estado deprimente, dos días después estoy ahora fuera de la cuidad, estudiando para comenzar y cumplir con mi carrera universitaria. Solo que a veces la soledad es algo incomoda pero necesaria.
Solo me queda decir que los dos últimos capítulos de Helluva Boss Uffffff....son todas una joyitas.
Estas imágenes son mi vida...
Por cierto. Antes de irme tengo que recalcar algo MUY importante...
¡CONFIRMADO!
Stolas...tiene cloaca.
Y es que la mitad de todo WATTPAD quedó 🤡 así después de decir y hacer que Stolas era el activo.
Yo de verdad siempre supe o confíe de que Stolas tenía cloaca, pero sé que a muchos le gusta la versátil por ende, cumplía sus peticiones, ahora sabemos que Stolas con nepe solo existe en wattpad....o cuando es humano XD
Por cierto mucha gente me escribió al privado, en mi tablero de mensajes y en otras de mis redes sociales pregunta cuando iba actualizar esta historia. Me hace muy feliz el que les gusta y que estén pendiente.
No es una de mis más famosas obras, pero vaya que sí es una de las más elaboradas.
Otra cosa que quiero decir es que mucha gente cuando me preguntaba cuando lo iba a publicar, siempre escribían "Caza corazones" o "Mi guardaespaldas" nunca "Guarda-corazones" que es el nombre de la historia. Me da mil años de vida este tipo de comentarios, de verdad. Los amo y los adoro muchísimo. Son toda mi vida.
Espero no perderme así otra ves.
Ahora sí. Vamos con lo importante...
Los saludos de hoy son para:
Muchísimas gracias por unirse a esta historia mientras no estuve tan activa, espero no decepcionarlos, y les pido paciencia, porque se viene cosas muy interesantes que hasta yo misma ya no me aguanto por hacer. Seguiré con el resto de usuarios más adelante
Ya para finalizar y no hacer mucho más larga toda esta charla quiero decirles ¡GRACIAS! Porque hemos llegado a 300 seguidores, ¡HHHEEE! Podrá ser un cifra bajita pero para mi es todo un lindo sueño, gracias por todo su apoyo, de verdad, no saben lo feliz que me hace volver a esta historias.
Los quiero mucho, cuídense y nos veremos hasta la próxima, bye~
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