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Capítulo 35 (Su amado guardaespaldas)

Continuación:


Entremedio de la noche, el sueño reinaba la mansión Goetia, en ello un Blitzø dormía con aires de preocupación, removiéndose incomodo en el colchón de su cama. Dejaba salir leves jadeos y quejidos involuntarios en medio de su sueño, convirtiéndose en pesadillas destructivas para su cabeza.

En toda la zona era el mismo paisaje y clima. Soledad absoluta sin una pizca de haber otra alma ahí. No obstante, si que estaba acompañado...muy mal acompañado.

—Volviste a meter la pata, Blitzo — se mofaba aquel bufón tanto en sus sueños como lo solía hacer en la vida real. Flotando como si de un fantasma se hablase —Pensaste que lograrías con tu objetivo, pero solo perdías tu tiempo ¡Jajajaja! — entre burlas y burlas lo empujo al suelo, ensuciándose con la mugre y barro del mismo, dejando más vulnerable al chico que por su mirada estaba a nada de llorar con sus ojos brillosos —¿Acaso alguien te amado, Blitzo? — lo cuestiono con maldad en su voz, sabiendo muy bien la respuesta ambos seres. Blitzø bajo la mirada, pensado momentáneamente esa frase que muchas veces le echaba en cara en el pasado. El payaso se acerca a él, con intenciones desconocidas —Terminaras solo, cada ser que se acerca a ti, muere, lo apartas o simplemente huye de ti~

Blitzø jadeo del miedo, echándose a correr, sabia que esto era una pesadilla, el problema era despertar de ellas.

—¿Vas alguna parte B? — se escucho a lo lejos una voz muy familiarizada para él. Se entristeció aún más, acompañado también de una rabia ciega que no lo dejaba pensar bien.

—¡Sal de donde estés hijo de puta, no te tengo miedo! — grito a donde sea que fuera la voz. No era la de Fizz, pero si era la de que alguna vez fue un viejo amigo.

Sintió un empujón, seguido de un golpe en el estomago, no lo podía ver pero si sentir, callo nuevamente, adolorido tanto física como emocional.

—Tantas veces me contaste de tu familia, pero ahora se da la casualidad de que te quedaste completamente solo —hablo de forma amenazadora aquella ilusión ensombrerada —Vaya mierda terminaste siendo, y solo por tener el consentimiento de tu jefe te hace aún más patético, sabiendo muy bien que solo te usa como a un juguete~

Aquella ultima frase retumbo en cada esquina de su cabeza, exhalando aún más fuerte para solo tener la necesidad de no escuchar. Se tapo los oídos, corriendo lejos de lo que sea. Choco con otra cosa, volviendo a caer sentado al suelo, el olor de aquella sustancia viscosa y pegajosa del piso olía raro, comparándolo con el fluido vaginal que tuviera cualquier mujer en su menstruación.

—Mírate — hablo en un susurro sea lo que sea que fuera aquella plasma de viscosidad, que de apoco tomaba forma de su ahora difunto padre —Ni siquiera tienes la valentía de enfrentar mi muerte como un hombre — lo tomo agresivamente de la camisa de su cuello — y yo que creí que podrías hacer algo con tu vida, pero morí antes de poder verlo, si quiera estoy dudando en si en realidad lo llegaras hacer.

Blitzø cierra sus ojos, repitiéndose una y otra vez el típico "Esto no es real, esto no es real"

Pues fuera lo que fuera, estaba pasando ante sus ojos.

—¡Mírame cuando te hablo! — grito la aparición y entonces despertó.

—¡Aah! — grito exaltado y agitado, contrayendo su pecho y un vaivén alterado. Estaba empapado de sudor, y con los nervios de punta, abrazaba fuertemente a su más querido peluche, y a un costado de su cama estaba su broche, lloro tanto que no se dio cuanta cuando se durmió con eso. Dio un gran suspiro de cansancio, volviéndose a tumbar en la cama con el miedo de volver a tener aquellas horribles apariciones. Se froto su rostro, con la intención de aclarar más sus pensamientos. Ya no lloraba, pero no por eso significaba que estaba mejor, se tranquiloso, queriendo cesar las múltiples voces que lo hacían delirar.


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*BEEP BEEP BEEP*

La alarma de su celular se hizo oír por toda la habitación, no podía creer que ya eran las 06:00am, en todo el alboroto que daba su celular, lo callo de un solo golpe con su zapato, siendo arrojado por este, su mirada de irritación dejaba en claro lo mal que lo paso anoche, se volvió acostar, después de todo, tenia el día libre.

Esto era en cierta parte una mala idea. Quería mantener su mente ocupada, y estando echado sin hacer nada haría que pensara en lo sucedido una y otra vez. Gruño con el simple hecho de tener que aguantar con aquella cruz por el resto de su vida, no quería pasar la pagina, no hasta que averiguase donde esta su hermana exactamente y lo que fue de ella para parar en un lugar así. Volvió a dormirse, era claro que no descanso bien la noche anterior, teniendo la necesidad de descansar más.

Ya para las 07:00am, comenzó la rareza. Linda con Verosika se preguntaban donde estaba aquel guardaespaldas que se despertaba antes que todos. Sabia que era Sábado, pero no por eso tenia un día en donde su sueño le ganaba para evitar sus rondas matutinas de la mañana.

—¡Puto! Stolas con su ¡Puta! regla de "dejar a Blitzo en paz" — se burlaba en mofa imitando de una manera para nada asertiva la voz del nombrado.

—No debería hablar así del señor Stolas, señorita Verorika — advirtió de buena manera la chica sirviendole la comida.

—¿Que harás entonces?...¿Acusarme tal vez? — la reto en amenaza, algo que Linda desdió ignorar comiendo de su desayuno para aprovechar el tiempo —Si eso pensé — termino de hablar al darse cuneta de que Linda no lo haría.

Al rato Stolas bajo, paso por inercia propia por la habitación de Blitzø,. Quería verlo, jamas tuvo antes el gran apuro de admirarlo con sus ojos, y eso era algo sorprendente sabiendo lo necesitado que se había vuelto a su presencia.

Se paro en medio de la puerta, esperando como si de alguna forma él la abriera para él y entrara para hablar, pero ya sabia que eso nunca sucedería. Recargo su frente con la puerta, suspirando con aires de tristeza al no poder ayudarlo, sabia que estaba mal, y que necesitaba por lo menos un hombro en que llorar, él estaba dispuesto en consolarlo, escucharlo, aconsejarlo, y mucho más, si tan solo no fuera una cabeza dura que no deja su coraza de rudeza.

—Ah~ Blitzy — suspiro desanimado —Déjame curarte, déjame protegerte, después de todo tu siempre nos has protegido a mi y a mi familia...

Era una agonía querer ayudar a alguien el cual se niega en aceptarla. ¿Cómo hacerlo? ¿Cómo tocar un punto el cual seria casi innegable para él? Tendrá que pensarlo muy bien si quiere llegar a algo.

Con dolor tuvo que ir a la cocina, al fin y al cabo, no podría quedarse parado en esa puerta por todo el día...aunque faltas no le hacia.

Pasaban los minutos, y esos minutos se transformaron en horas, y ya se estaba sintiendo rara la vivienda sin la aparición de hombre de cabello negro y traje del mismo color.

—¡Ok esperar por la respuesta que me prometieron ayer es estresante! — hablo fuerte caminando a dirección al dormitorio de Blitzø la profesora de canto.

—Ni se te ocurra molestarlo — la freno la voz de su jefe, quien leía el periódico en la sala.

La chica paro con una cara de disgusto. Hacer caso de todo lo que le dijera era tan fastidioso, y más conociendo el carácter de la chica.

Refunfuño regresando de sus pasos, Stolas verifico que lo hiciera. Su plan era permanecer lo más que podía en dicho lugar con la obligación de "cuidar" de Blitzø.

—¡Papiii, Max se volvió a comer uno de mis zapatos! — grito en auxilio la niña desde su cuarto.

—Via, te he dicho que no le dieras al perro ninguna de tus prendas — hablo corriendo al dormitorio de la misma.

Dejando su "guardia" así teniendo la ventaja la chica de cabello rosado claro. Toco la puerta un par de veces.

—¿Blitzo? — hablo esperando una respuesta, respuesta que no consiguió —Habla de una puta vez ¿Qué mierda fue ese teatrito que te montaste ayer? — seguía en su interrogatorio, pero no obtenía lo que quería. Bufo harta, sacando de su cabello un broche, metiendola en la cerradura para abrir los engranes, abriendo la puerta sin problema. Venir de ese reformatorio fue una buena enseñanza en algunas cosas.

El cuarto estaba helado, oscuro, la luz que había adentro era únicamente de la puerta abierta que entraba, en la cama había un Blitzø cubiertos con las sabanas de pies a cabeza, Verlo se enserio, cerrando la puerta detrás de ella para sentarse en el borde de la cama y esperar que dijera algo, pero nunca sucedió.

—Sera mejor que me des una buena explicación maldito infeliz — sin importar lo mucho que lo insultaba no obtenía nada —O me explicas lo que tienes o te esposo nuevamente en la cama, y no me importa que nuestro maldito jefe este en la casa — advirtió o más bien amenazo.

Sin esperar más, Blitzø se destapo de las sabanas solo en su cabeza, mirándola con irritación a tener que aguantársela incluso en su día libre.

—¡¿Qué quieres?! — hablo enojado.

—¿Qué haces todavía en la cama? 

—Me levanto todos los malditos días a las 6 pinches de la mañana, por un día que me levante tarde no sera el fin del mundo — contesto volviéndose a tapar con las sabanas.

—Pues se me hace raro que después de lo que paso anoche, justo hoy no quieras hacer nada, así que sera mejor que me expliques — se cruzo de brazos, sabiendo muy bien que no se iría a no ser que le contase todo.

Blitzø suspiro cansado, no estaba de humor para soportar a nadie. Se levanto, sentándose en la cama, teniendo la mirada entre cerrada a la chica, tapando a sus espaldas muy bien su peluche.

—¿Qué es lo que quieres de mi, Verosika? — restregó su mano en su rostro con fastidio.

—Qué me expliques porque andas así.

—¿Luego te iras?

—Si.

Teniendo eso asegurado, exhalo buscando paciencia en el entorno. Se sentó justo a su lado, su cara todavía era seria y por nada del mundo cambiaría eso.

—Imagínate que estás normal de tu vida, haciendo lo que más amas. Cantar, y de repente, aquella motivación que te impulsaba hacer eso ¡Se va! — explicaba con las manos se acortaba en ser muy dramático con las manos en su explicación — así como llego, se va sin decir nada...¿Qué harías?

—¿Y a que va todo eso? — arqueo una ceja sin entender a lo que se refería su compañero.

—Solo responder — se limito en decir.

— Bueno...¿Te doy mi opinión de que deberías de hacer en esta circunstancia que al parecer estás comparando con tu situación? — pregunto, mirando como el chico asentía con la cabeza baja —Pórtate como hombre — dijo fríamente.

Blitzø levanto la cabeza, disgustado por la respuesta de la chica, entrecerrando su mirada de enojo.

—¿Qué mierda de consejo fue ese?

—La misma mierda de calidad que me diste explicándome tu problema — se levanto dirigiéndose a la puerta— Vine para saber lo que te pasaba ayer, no para ser tu psicóloga — Blitzø hizo un puchero de seriedad — lo único que te puede decir es que no te des mala vida, no dejes que el destino te joda el culo, y ya deja de estresarte, ya empiezan a salirte canas — comento removiendo dicha parte de su cabellera escasamente blanca.

—Es de nacimiento, idiota — resoplo enfadoso. Acomodándose el cabello como pudo —Un trato es un trato, piérdete y no vuelvas — se volvió a costar en su cama sin ánimos.

Verosika le saco su dedo del medio junto con la lengua en forma de burla e insulto.

—Bien, pero sal a comer al menos el almuerzo, tarado — cerro la puerta.

Blitzø suspiro. No quería ver a nadie todavía, no sabe como su compañera había salido de su cuarto con vida. 

¿Debería creerle?

¿Debería dejar comportarse como un adolescente deprimido y salir a luchar por algo que él en realidad quiere?


Narra Blitzø:

—¡Agghhhhh!...crecer es tan jodidamente difícil.

Esa charla en vez de ser una cachetada motivacional, fue una estrujada de bolas.

Fije mi mirada a mi teléfono en el suelo, su caída ocasiono que la pantalla se rompiera, me estire como pude sin levantarme para alcanzarlo, mire la hora. 

Puta madre, si que me había pasado. 

Eran las 12:54pm...

Tal párese que cuando te deprimes el tiempo pasa volando. Creí que eso solo pasaba cuando te divertías...

Que más da, Stolas dijo que podía hacer lo que me diera la gana, y eso implica no salir por el resto del día si así lo quisiera.

Escuche la puerta ser tocada. No quería abrirla, ni quería hablar con nadie más. Tenia esperanza de que cualquiera que estuviera afuera se fuera y me dejara en paz.

—¿Blitzy...?

Genial. Vino la puta mayor, y ahora le sigue la reina...

—¿Qué quieres Stolas? — pregunte con mi voz notoriamente fastidiada.

—Necesito hablar contigo.

Arrugue mi cara en la almohada, dando la orden de que entrara ya sabiendo que estaba sin seguro la entrada. Me senté en mi cama, viendo como su presencia entraba a mi cuarto con una bandeja en sus manos.

—¿Qué se te ofrece? — hable con los brazos cruzados —Creí que hoy era mi día libre.

—Oh, si, si, y lo es. Solo...venia a traerte algo de comer — mostró la bandeja —me supuse que no querías salir, así que me tome la libertad de traerte la comida.

—Si no salgo es para no ver a nadie ¿Y qué crees? Estoy viéndote ahora — enserie su cara.

Él soltó un leve suspiro.

—Me iré — dejo la comida a los pies de mi cama —pero antes de hacerlo, quiero saber como estás — imito la misma acción que Verosika tiempo atrás.

—Estoy bien — mire a otra dirección, cual sea menos su cara.

—¿Seguro? — siguió persistiendo.

—Si.

Quedamos en un horrible silencio, era raro que estuviera callado y no estuviera diciendo alguna insinuación exageradamente sexual. Resople con mi nariz, alargando más mi cara.

—Se que me mientes — hablo al fin —pero no quiero forzarte a que me hables de ti si no quieres — me miro, y volvió a voltear su cara a otra dirección —Octavia esta preocupada por ti, y yo también...

—Pues no deberían — lo encare —preocúpense cuando este actuando de diferente manera, eso significaría que estaría enfermo o un impostor me suplanta — Stolas rió con suavidad al terminar mi aclaratoria, no se ni de que, es la verdad.


Narradora:

Blitzø estiro el brazo con la finalidad de tomar el vaso de la bandeja, digiriendo el juego que viene con el alimento.

—Me gusta mucho tu peluche.

El chico con ropa de dormir casi se ahogaba por lo dicho, se dio la vuelta y sip, no recordaba que escondía a su fiel amigo a sus espaldas.

Stolas lo tomo, detallando cada facción de este.

—Mierda, dámelo, nadie excepto yo puedo tomarlo — arrebato a su amigo de las manos de Stolas.

—Jaja ¿Y qué me dices de Vía? ¿Mmh? 

—Ella...me dijo Tinta que podía estar con ella por solo un par de horas una que otra vez, pero no quiere que lo toque un degenerado, narcisista y ricachon — se eximió seguro el guardia.

Stola sueltó una leve carcajada.

—Auch — expreso como si estuviera dolido —pues dile a tu "caballito" que tendría suerte si estuviera entre mis manos~ —hablo casi infiriéndose a otra cosa con doble sentido — aunque claro...tu sabes de eso — sonrió.

—Por ese tipo de comentarios es que mi caballo refuerza su desagrado hacia ti — dijo Blitzø con un gesto aburrido.

Ambos sonríen, es como si por un momento Blitzø olvidara todo lo que había ocurrido, solo para tener un golpe de la realidad, volteando su vista a su peluche con melancolía, volviendo a suspirar con apego.

—Oh, también quería darte esto — saco de su saco un par de recortes de periódicos. Los mismo que relataban el trágico final de su padre y su hermana. 

Blitzø los tomo, mirando con claridad como uno de ellos anunciaba la muerte de su padre, junto con la fecha, lugar de los acontecimientos y su foto. Del otro, era Barbie, con un par de policías encerrándola en rehabilitación, lo triste del caso es que fue Fizzarolli que se encargo de recortar el nombre del hospital, evitando así que el supiera su ubicación. El chico jadeo, sentía como si reviviera aquella pesadilla.

—Gracias — susurro — guardando los recortes en una mesita de noche a su izquierda.

—Bueno, otra de mis intenciones era saber como están tus heridas — señalo la mano y la cien de Blitzø.

—Ah, eso. Ya se me había olvidado, ya no duelen mucho — contesto determinado.

—Me alegra. Bien, no quiero molestarte más, así que ya...me retiro — dijo caminando de retroceso sin perderle la vista a Blitzø —y si necesitas otro día de descanso, con gusto te lo doy. Mañana es Domingo igual, nadie saldrá así que estaremos bien y eso...

—Stolas — hablo interrumpiéndolo —ya vete de una puta vez— hablo aburrido.

—Ouh, si, si — asintió con una sonrisa nerviosa —ya...adiós — Casi choca con la puerta al darle la vuelta, abriéndola para dirigirse hacia afuera.

Blitzø ya estando solo sonrió en un suspiro, volvió a mirar a su amigo quien pareciera que su mirada estuviera atentamente a él, con sus oscuros y grandes ojos de botón.

—De nada — hablo con el peluche, refiriéndose de salvarlo de las "garras" de Stolas.

Cruzo la boca. Sabia que la vida no dejaría de darles pruebas, pero admite que esta a sido una de las más fuertes...por eso se sentirá más victorioso apenas la superaría.

Paso mayor parte de su tiempo en su cuarto, solo salio para comer la cena e ir al baño, claro con la total discreción de los demás.

Como era de todos los días, por la mañana estaban todas las chicas (incluyendo a Octavia) en la cocina, listas para tocar sus platos para comer su desayuno, la niña se les adelanto sentándose en la mesa, pero una de las adultas fijo sus ojos en algo más interesante afuera de la casa.

—Oye mira eso — dijo la futura cantante, moviendo la cabeza de Linda a la ventada.

—¿Ah? — ya las dos se fijaban bien para estar correctas en lo que miraban —¿Ese es...?

—Blitzo — completo su oración —Párese que se digno a salir de su cuarto ¿Qué estará haciendo?...Ve y preguntarle — empujo a la chica de cabello marrón.

—Oh no, no quiero — se negó.

—Ah vamos, no me jodas ahora.

—No quiero ir a molestarlo.

—Pues alguien tiene que ir a ver que hace y como se encuentra...¿Pero quien seria la persona ideal como para ir a ver sin correr el eminente riesgo de salir cruelmente insultado — se  pregunto Verosika, haciendo que Linda también pensara.

Ambos mujeres voltearon su cabeza a cierta chiquilla que estaba en el comedor, degustando de su cereal feliz por el sabor crocante y dulce.

Dieron con el clavo, haciendo que ambas chicas sonrieran por su hallazgo .

—¿Que? — pregunto la niña a la demás al darse cuenta lo mucho que la miraban.

En un cambio de toma, estaba Via caminando donde se encontraba Blitzø.

En un árbol de cabeza, y con los brazos cruzados sin hacer nada, solo estaba hay. Mirando a saber que cosa, dándole la espalda a la mansión.

—¿Blitzø? — hablo la niña, mirando hacia arriba donde se encontraba este colgado de la rama.

—Octavia, buenos día — saludo él.

—Buenos días...¿Qué haces? — fue directo al grano.

—Nada — contesto así de simple — solo...pienso.

—¿De cabeza?

—Hace que la sangre me llegue al cerebro más rápido de lo que debería, eso me sirve — explico. Detrás de aquella escusa, se escondía una razón más significativa. Era que estar en esa posición le recordaba sus tiempos como trapecista.

—Ah...¿Puedo intentarlo? — cuestiono la niña, alzando sus brazos para alcanzarlo.

—¿Tu padre estaría de acuerdo?

—Ciegamente si eres tu.

Blitzø quedo un poco sorprendido por lo dicho de la pequeña, hablaba como una joven para ser una niña. Culpaba a los muchos libros que leía la niña por las ordenes de Stolas.

Blitzø suspiro, estirando sus brazos junto con la gravedad que lo hacia un poco su camisa y su pelo, haciendo que tomara los brazos de la niña para subirla con él.

—Tienes piernas cortas, sera mejor que nos quedemos así — se refirió a como estaban sentados ambos.

—Bien.

La niña con su guardaespaldas admiraba el paisaje mañanero, con aquellos rayos del sol que eran muy bien protegidos de los mismos por la agradable sombra del árbol.

—¿Y ahora esta que hace? — cuestiono Verosika —Se suponía que nos vendría con información, no que se quedara mirando el horizonte con él.

—Es una niña ¿Qué tanto podíamos pedirle? — respondió rindiéndose Linda tomando su comida, dejando de ver por la ventana e irse al comedor.

Verosika hizo lo mismo, imitando la misma acción de la pelimarron.

Desde en balcón, un hombre joven de cabello azul miraba agraciado como su hija pasaba tiempo de caridad con Blitzø, para él era fascinante como su chiquita vinculo una gran amistad con su guardaespaldas. Su amado guardaespaldas.

—Aaahh~ — dejo escapar Stolas un suspiro de encanto, eran esos pequeños placeres de la vida que hacia que la vida valiera la pena. Pero aún faltaba algo, quería que Blitzø se olvidara de su mal episodio, la pregunta de: "¿Cómo lo haría?" No dejaba su cabeza — Si yo fuera Blitzø...¿Qué es lo que me alegraría? — se interrogo así mismo. Intentado meterse en la cabeza de ese chico que tantas mariposas provocaba en él. Trono los dedos con victoria, pensando por fin su tan esperada idea.

.

.

.

—¿A donde vamos papi? — cuestiono la pequeña niña. Estando ella y su padre en la parte trasera del auto, siendo claramente Blitzø quien conducía.

—Un lugar relajante que disfrutaremos los tres — respondió él.

—¡¿A Loo Loo Land?! — hablo con emoción la niña.

Blitzø se puso pálido.

—Jaja, no, no. Cruza por la Avenida Lando la derecha, Blitzø — dirigió al chico y este hizo caso — Es un lugar donde reina la fauna animal, y su flora es indudablemente hermosa — explicaba escasamente Stolas para forma cierta idea en ambos.

Blitzø estaba a nada de decirle: "¡Déjese de sus chingones misterios y hable claro!"

El sendero que los llevaba, hizo que pararan en una granja. Una muy bien cuidada y poblada. Llenas de cultivos, enormes áreas verdes, y sobre todo, de animales magníficos.

—¿Es aquí? — pregunto Blitzø, bajándose del auto para ayudar a bajar al padre e hija del mismo.

—Así es — asintió —¿Les gusta? — pregunto.

La cara de encanto y alegría misma era todo lo que podía reflejar el pelinegro al ver como los caballos del establo corrían sin preocupación alguna.




Teaser Trailer (Capítulos 35 - 40)




Todo marchaba muy bien. Era como si cada rastro de infelicidad que había en el joven guardia se esfumaran con cada minuto que pasaba con aquellos animales.



—¿Por que te gustan tanto los caballos, Blitzy? — pregunto Stolas aprovechando el momento de soledad que tenían entre ellos.



It always seems more quiet in the dark

It always feels so stark

How silence grows under the Moon




—¡¿Qué?! — exclamo en un grito Stolas teniendo todavía en su manos su celular — ¡Oh no, Stella, te estas pasando de la raya! — volvió a vociferar con muchas más ira. Blitzø quien estaba del otro lado de la puerta, se callo para estar más atento a su conversación, por alguna razón le llamo la atención — ¡No me quitaras la custodia de mi hija! — eso lo decía todo; haciendo que Blitzø se separara de la puerta del asombro.

Por más raro que se escuchara, le atemorizaba la idea de que Octavia no volviera más.



Constellations gone so soon
I used to think that I was bold
I used to think love would be fun

Now, all my stories have been told except for one



—Yo no hago el amor, Stolas — lo miro con una sonrisa arrogante —yo cojo — termino simplificándose seriamente, esfumando su sonrisa — y si no has notado la diferencia con una cosa de la otra, sera mejor que lo empieces hacer — aclaro severo.

El peliazul se quedo callado, sintiendo como cada gramo de esperanza se esfumaba, acompañado de su corazón roto por tantas ilusiones que así mismo se había hecho.



As the stars start to alignI hope you take it as a sign

That you will be okay

Everything will be okay



—¿Algún día volverá mamá? — cuestiono la pequeña a su progenitor.

—Ella...claro que volverá mi amor, solo que...ahora esta ocupada con unas cosas.

—Tu siempre estas ocupado con cosas, pero no me haz dejado — de repente la niña abre los ojos del miedo — ¡¿No me dejaras verdad?! — se levanto levemente de la cama con terror en sus ojos.

—¡¿Qué?! No. No, nunca me atrevería — la abrazo, acorralado contra su pecho — jamas — susurro con apego —no importa lo que pase, yo siempre estaré con mi pequeña y dulce estrellita fugas — dijo, besando su frentesita con todo el amor del mundo para calmarla.

—Te amo papi — dijo Via volviéndolo abrazar.

—Y yo a ti, mi linda muchulita.

Todo fue captado por Blitzø, sintiéndose tan conmovido como fatal.

Alguna vez soñó con la gran fantasía de que su padre le cantara así cuando era pequeño a él y a su hermana. Fantasía que nunca se cumplió.



And if the seven rings collapse

Although the day could be my last

You will be okayWhen I gone you will be okay



Estaba solo. Llorando en uno de los muebles pequeños de la planta alta, teniendo su cara en sus manos, siendo sus codos apoyados en sus rodillas. Ahogaba sus lamentos en sus mismas extremidades, las mismas que cubrían sus rostro.

Desde lejos Blitzø lo miraba, atento y serio. Esto paresia algo tan raro y tan...horrible. Ver a ese joven adinerado de cálida sonrisa, llorar a lagrima viva por primera vez, era algo que corrompería el corazón de cualquiera, ablandando su alma así como su gesto de seriedad.

Se sentía mal, muy mal por él; y fue hay donde recordó como podía poner a ese privilegiado de un mejor humor. 



—Te amo — confeso sin más Stolas, agarrando de imprevisto a Blitzø, este ultimo estaba atónito



Él joven pelinegro llego al puesto de Stolas, mirando a este por encima al estar él sentado y llorando. Stolas con sus ojos irritados lo miro hacia arriba, desplegando un gesto de tristeza para después secarse las lagrimas y serenarse al ver como era algo vergonzoso llorar delante de la persona que amas, y más si esa persona solo tenia una cara al estilo de "Poker Face"



Blitzø tomo con la iniciativa, optando en sujetarle del mentón para inclinarse un poco y besarlo con delicadeza en sus labios, acción que Stolas no desaprovecho en ningún momento, aunque sintiera de una de las tristezas más inaguantables como ser humano.



—Tu no puedes amarme...



And when creations goes to die
You can find me in the sky
Upon the last day
And you will be okay








Wou, 4533, creo que es el cap más largo hasta ahora ":3

Los saludos de hoy son para:

@PalomaCejuarez 

@KKDVAKADebo 

No se porque carajos unas letras se me ponen en anaranjado y otras en negritas...a bueno, wattpad siempre controlando todo :b

Gracias por sus votos chicos, son los mejores, bienvenidos a este alocado y Fic ❥ ❣



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