Continuación:

¿Oí bien? ¿Stolas de Asr Goetia me acaba de invitar a salir?...

No articule palabra alguna. Apenas gire mi cabeza para apreciar con mayor detenimiento el rostro de este riquillo pretencioso pude hablar. Claramente rechazando su oferta lo más decente posible.

— ...Vete ala mierda — como dije; era la mejor forma de contestarle. El formalizo un breve puchero con su boca, ablandando su ceño en una expresión un tanto adorable. Me recordó a los ya muy conocidos "ojos de cachorro" de Octavia.

— Por favor~ — siguió porfiando.

— Deja de insistir, que eso no sucederá — le afirme con rudeza, poniendo nuevamente el carro andar — No es una buena idea, JEFE — le recalque la ultima palabra para recordarle la posición en donde estábamos.

— Ya hemos intimado...salir como un par de amigos no seria nada malo — volvió su tono meloso y abrazador.

— Ya sabe lo que pasa cuando juega con fuego, señor. Te puedes quemar — alegue a base por tan famoso dicho — y eso no hará que te perdone tan fácilmente.

Escuche a Stolas suspirar rendido, arrecostandose en el asiento de atrás.

— ¿Entonces que tengo que hacer para ganarme tu perdón? — volvió su voz de pena. Pensé un momento la respuesta.

Si soy honesto, este tipo me puede ayudar en muchas cosas, y de verdad que son muchas. Una de esas es salir de su mandato, pero no hasta cumplir mi año, pero puedo torturarlo en tanto mi estancia aquí permanece...

— Si hay algo — sonreí demostrando mi maldad absoluta, entrecerrando la mirada al igual que mis cejas.

— ¿Y cual es? — interrogo con emoción, volviéndose a pegar en mi asiento.

(...)

— No, no, no; definitivamente no — se negaba de un lado a otro Stolas en su oficina, caminando y moviendo sus brazos un poco exaltado.

— Vamos Stolas, es un precio justo si quieres que olvidemos todo este asunto — le aclare con confianza, sentado en un mueble del mismo despacho. Mi sonrisa no se borraba al ver la alteración del narcisista adinerado.

— Lo que me pides es un precio un poco exagerado, Blitzy — por fin decidió sentarse en su gran asiento de cuero — ¿No prefieres que te de 200.000 dolares? — me cuestiono en su cambio de transacciones.

 — No todo en la vida es dinero, señor — fruncí el ceño quejumbroso — sus sucios billetes no me otorgaran el gran bienestar de lo que le estoy pidiendo. Encima, no puedo creer que este dispuesto a perder toda esa cantidad de dinero, nada más por pedirle su completo permiso de salir con Verosika y dos meses de abstinencia de cualquier contacto físico que quiera recurrir usted hacia mi — me levante, gravitando mis manos en su escritorio, teniendo superioridad de tamaño ahora.

— Estoy dispuesto a perder hasta el ultimo centavo, si eso me hace no perderte — imito mi acción, haciendo que el también se levantara. Al hacerlo acaricio gentilmente mi mejilla.

— No puedes perder algo que nunca has tenido — le aclara serio, apartando su mano de mi con la mía — y solo es una salida y ya, ni que fuera a cogérmela.

— Esa afirmación no la tengo de ella — me contradijo.

— Ni siquiera se porque te pregunto esto — me cuestione a mi mismo ya con estrés — Estoy ya muy grandesito como para tomar mis propias decisiones.

— Rechazaste mi salida ¿Solo para que quisieras una con ella? — pregunto como si eso fuera un gran insulto a su ego...y lo era.

— Mmmhh...sip, más o menos así — respondí con simpleza, sin deshacerme de mi sonrisa.

— ¿Que fue lo que dijiste hace un par de horas Blitzy?...sobre no jugar con fuego, porque te puedes quemar — eso mi frase en mi contra.

— No puedes quemar algo que ya lo está — le sigue confrontando con mi palabra que si bien era algo metodológica, podía usarse mucho a lo literal. Ya esta quemado mi ser.

— Aah — suspiro otra vez en rendición. Luego de pasar un par de segundo en silencio retomo mi oferta — de acuerdo...tu ganas, Blitzy — se sentó recto en su puesto — pero los dos meses que acordaste no se harán validos, teneos un acuerdo, que no tiene porque interferir. Por otro lado lo de ti y tu...salidita, con un gran pesar tendré que aceptar tu petición — me dijo ya terminado.

— ¡Si! — subió mis brazos de la emoción, le gane es este degenerado ¿Y saben lo mejor de todo esto? Es una simple jodida mentira. No quiero salir con Veroska, pero si me impregna un gran deseo vengativo de Stolas para fastidiarlo desde múltiples versiones de si mismo — sera hoy mismo, después de nuestra jornada de trabajo, y no se preocupe de la hora que lleguemos~ — sonreí maqueavelicamente — somos personas responsables y nuestro trabajo no quedara afectado — seguía hablando con un tono malévolo. Stolas entrecerró su mirada con cierto rencor y un gran enojo en su aura.

— Esto si que me tortura, querido~ — se inclino hacia mi cara — creo que incluso más de lo que yo te hice a ti.

— ¡¿Que putas?! — solté explosivamente por su petición — ¡Hooo noooo! ¡Que te follen así de repente no se compara a lo que te propongo — le cuestione con enojo.

— ¿En serio?~ — pregunto el muy cabrón como si fuera nada.

— ¡Ho claro que si! — me acerque yo a su rostro intentando someterlo.

— ¿Me quieres retar, Blitzy?~ — me pregunto lujurioso, jalandome a él con su dedo indice el nudo de mi corbata.

Mierda...odio que se ponga aveces así. Me convesco a mi mismo que no es nada, cuando claramente me excita el solo regular su voz así.

— Como una vez le dije a alguien que intento contradecirme~..."haré que te tragues tu palabras" — ya dicho lo mio, brinque el escritorio, esto ocasiono más emoción en Stolas, provocando así que el agarre que tenia en mi prende del cuello la jalara aún más fuerte, chocando sus labios con los míos de una forma algo hambrienta como carnal. Con una de sus manos sujetaba mi corbata ya mencionada, y con la otra acariciaba de forma deseosa mi cabello, sintiendo como me despeinaba en el proceso, detectando cada acaricia provocado en ello y las comisuras de sus dedos tocando mi cuero cabelludo — Solo que en tu caso...serán gritos~ — le aclare posicionando mi boca cerca de su oreja, repartiendo le un gran estremecimiento en su piel.

Soy yo ahora quien hizo sangrar el labio de Stolas. Soy yo quien ahora dejaba moretones por todo su cuello, y soy yo quien ahora se bajaba la cremallera de mi pantalones, y el la suya para darle una sola cucharada de su propia medicina.

— ¡Aaahhhh!~ — gemiqueo en el preciso momento cuando lo penetre de una empuñadura. Contuve los largos rugidos que quería soltar al como su interior me apretaba de una forma no antes imaginable.

No perdí tiempo, y me moví de una forma brutal. Stolas estaba arrecostado boca abajo en su escritorio, apoyando una de mis manos en su cabeza pegada a la superficie de plana, pegándolo cada vez más en ella, tocando levemente su garganta que no paraba de expeler cualquier cantidad de gemidos por su boca, y con mi otra mano sostenía su cadera.

No quería admitirlo, pero...se sentía jodidamente genial.

Estando todavía mi mano en su cabeza, le di un fuerte tiro de su cabello, haciendo que alzara su vista y su cabeza para atrás, dejándolo en una posición notoriamente incomoda, todo sin parar la velocidad y profundidad de mis envestidas. Me incline un poco, solo para poder hablarle.

— ¿Ahora que piensa, señor?~ — le pregunte en burla — ¿Que piensa ahora que siente su entrañas rompiéndose? ~

El no me respondió al momento, solo se ocupaba de gemir y gemir, sin mencionar los gritos también. Su piel pálida se volvió roja en su cuerpo, sintiéndolo incluso caliente. En su mejilla era visible la salida de una pequeña lagrima, no estaba seguro si era de placer o dolor.

El escritorio rechinaba y se movía al compás de mi actividad. Stolas giro un poco su rostro, intentando verme pero no lograndolo del todo. Esperaba un "Detente" o un "Ah~ me duele" de su parte apenas abrió la boca para hablarme, pero mi impresión fue aún más grande cuando dijo...

— Aaahh~...no t-te detengas!! — me imploro...¡¿Me imploro?!

¡Mierda! Gruñe al escucharlo. Esto no cuenta si lo disfruta ¡Maldición, eso no vale!

Lo complací, sacudiéndome a mi y a él. ¡Por mi existencia!...sentía con la punta de mi polla tocaba su estomago; ya su próstata la había llegado alcanzar un par de veces, y eso fue el costo de uno que otro alarido grave de placer por Stolas.

Sentí un liquido algo espeso escurrir por mi falo, pensé por un momento que era mi semen, ya me había corrido varias veces, sin embargo, al darme cuenta que no era transparente con algo de blanco como comúnmente lo es, era rojiza intensa. Era sangre.

¡Carajo! Eso me hizo dar cuenta de lo brusco que había llegado hacer. Stolas fue rudo conmigo, pero yo fui bestial...

Salí de Stolas al correrme por quinta vez en su orificio, acompañado de aquel espeso fluido de vida carmin.

Admito que me pase...Stolas al menos no me había provocado una hemorragia interna.

El jadeo intenso de nuestras bocas ambientaban de una forma calorica y sexual en todo el aire.

— Ok...ah~ olvidemos todo lo de hoy, solo porque ya estamos a mano — hable algo cansado sin parar mis inhalaciones.

— aaayy~ de...acuerdo — se acomodo sus pantalones, levantándose del escritorio donde estaba acostado boca abajo — eso estuvo fuerte — hablo algo atemorizado — fuiste como una vestía, Blitzy — hizo una pose un poco dramática — me asustaste — se abrazo así mismo en "consuelo" — hazlo otra vez~ — me susurro cerca de la cara sacando la lengua.

Seee, ese era Stolas.

— Eres un puto masoquista de mierda ¿Sabias? — hable sorprendido. El solo me abrazo asintiendo mi afirmación — mejor dejemos de cogernos así o terminaremos matando uno al otro...y créeme que no seré yo.

El se rió..¡Maldición! ¡Como odio esa risa relajadora!

— Me alegra estar otra vez como antes...¿Eso significa que si aceptas mi invitación? — me recordó eso.

— Dije que olvidaríamos todo esto, por lo tanto, ya no daré más quejas de lo ocurrido — acomode mi traje — pero eso no signifique que confié en ti, Stolas — le hable serio — Adiós, si me necesita, ya sabe que hacer — hable algo simple saliendo de la oficina de mi jefe, alejándome de el.

Narradora:

Un momento de silencio provoco el ruborecimiento máximo del patrón de todo, sonriendo más que a gusto por lo ocurrido.

— Aaahhh~— soltó un gran suspiro enamoradizo — al fin me tuteo sin yo pedírselo. Es un avance — dijo ya encantado.

Ya casi se podían ver los corazones flotando en la cabeza del peliazul.

En tanto Blitzø caminaba tranquilo por el largo corredor. Una fuerza lo retrocedió un par de pasos, sintiendo un gran jalón por su saco, en la parte del cuello.

— ¡Oye ¿Que mier-?! — no pudo terminar su insulto a ver como era la esposa de su jefe, con una mueca de total enojo y desagrado — uy — susurro él algo aterrorizado.

Teaser Trailer (Capítulos 25 - 30)

— ¡No puedo creer que te acostaras con un empleado en nuestra puta casa! — gritaba como loca la mujer de cabello rubio claro.

— ¡No fue mi intención, no tuve tiempo de ir a un Motel! — se "disculpo" Stolas preocupado.

— ¡Y tu — se dirigió a Blitzø — Sabia que eras una completa mierda,  ni siquiera lo admites o te disculpas — se acercaba a pelinegro con total odio — ¿Que tienes que decir en tu defensa?!

— Disculpa, me cogí a tu esposo — hablo sin importarle mucho — ¿Feliz?

La señora gruño del descontento

— ¿Cuanto tengo que pagarle para que deje esta mansión? — propuso o más bien sobornaba al guardaespaldas.

Blitzø lo pensó por un momento.

— Prométeme que nunca te iras, Blitzø — suplico la pequeña via en el torso de su guardia.

— No puedo prometerte eso, Octavia — le confeso algo cabizbajo al verla así.

— ¿Por que los adultos mienten siempre? — pregunto la chiquita con sus ojos entristecidos.

— Aveces los adultos mienten para protegerte, Via, pero algo que tu papá nunca te mentira, es diciéndote lo mucho que te quiere — le aseguro sin miedo a la pequeña de cabello azul oscuro.

— ¿Y tu me quieres a mi? — pregunto con ilusión.

— Haam...por supuesto, no me dispararon por nada aquella vez — juguete con la niña mientras ambos se reían.

— ¿Y tu quieres mi papi?

— ¡¿Perdón?! — cuestiono con impresión.

— Necesito de sus servicios...si, conozco cada movimiento del blanco, y si es posible y mucho mejor, también acabe con su guardaespaldas. No se deje engañar por su apariencia. Parece todo un enano pendejo pero es más que eso... — hablaba por teléfono una silueta indescriptible por la oscuridad de la noche — pero, necesito tiempo, quiero que suceda en un tiempo especial y acordado.

— ¡¿Perra que estás haciendo?! — hablo aterrado y nervioso el de esmoquin negro con blanco. Teniendo encima  la chica de curvas pronunciadas.

— ¿Que no es obvio? — le respondió con deseo en su mirada — divirtámonos aún más que un simple beso de la noche anterior~

Blitzø trago hondo.

Los saludos de hoy son para:

@Samy-190

@user04930523

@clearbon

@NoelietDust

@ibskugou

@alluka210

@xXLara243Xx

Les mando un gran abrazo y un gran saludito por mi humilde y baja persona. Puedo pasar más de un día en agradecerles por su hermoso apoyo. Los quiero con todo el kora y hasta el próximo cap, bye, bye.