Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 20 (Tinta)


Continuación:


Un día simplemente rogaba salir de aquel oscuro y lúgubre lugar, que era conocido como el infierno que cada quien vivía en ese reformatorio. Ahora...daría lo que fuera por volver.

¡Las ruedas del camión van girando van, girando van, girando van. Las ruedas del camión van girando van, todo el día!~ — cantaban a todo pulmón Stolas y Octavia.

Un tic ultrajo mi parpado derecho, apretando muy bien mi mandíbula para frenar cada palabra mal dicha que de seguro me arrepentiría después.

Pensaba sin cesar en como mantener mi mente ocupada y lejos del colapso.

Sip, sin importar que estuviera manejando quería tener mi mente alejada de ese sonoro, desafinado y empalagoso canto. Como si fuera una señal colándose en mi turbia y oscura mente, mire a Verosika, quien estaba a mi lado, sentada en el asiento del copiloto...justo en donde me había corrido...

Ahogue una risotada en solo pensar como la muy quejumbrosa rubia estaba literalmente posándose encima de mis hijos prematuros y subdesarrollados.

— ¿Que es tan gracioso, Blitzo? — me saco de mis perversos pensamientos.

— No, nada... - intentaba calmarme pero era tan difícil. Como intente me mordí mi labio inferior, intentando reprimir mi sonrisa.

— ¡Ok, ya me estás alterando! — se quejo dándome un pequeño golpe en mi nuca. No me quedo más que sobarme la antedicha parte de mi cuerpo. Prometí comportarme con ella y más estando a la vista de Octavia y su padre. Apenas llegamos al supermercado me baje del coche con el motivo de abrir la puerta trasera, dejando salir a mi jefe, a su hija y a Linda, evidentemente no era mi trabajo hacerlo con mi colega, debido a lo cual ella sólita se bajo. 

No se que tiene la pequeña hija de Stolas con tener que correr adentro de los lugares. Instantáneamente apenas sus pies tocaron el suelo tomo la mano de su padre para correr adentro del establecimiento, se le veía la emoción en sus ojos por la idea de comprar cosas nuevas para su perrito recién llegado, que al fin lo nombro "Max"...muy común ¿Cierto? 

Entrando al comercio me di cuenta que era una muy variada. Linda se fue por los víveres, mi jefe y su hija estaban en la área de productos caninos, y en cuanto a Verosika y a mi vigilábamos que todo estaban bien.

— Si deseas  puedes ir hacer lo que quieras, yo me encargo de mi labor — le objete al ver como se la pasaba de atrás para delante conmigo y mirando al padre e hija juntos.

— No es como que tenga otra cosa más que hacer - respondió a mi sugerencia — pero ya que insiste, averiguare cuanto vale un labial nuevo que vi hace un par de días.

— Haz lo que quieras — hable viendo como se alejaba; me cruce de brazos sin despegar el ojo a mis protegidos. Via no paraba de apreciar con suma alegría la ropa, comida, juguetes y demás para su amigo peludo. 

En un breve momento cuando la chiquita pelizul oscuro hablaba de lo lindo que se vería Max con unos zapatos de color verde con peluza acolchonada, Stolas aprovecho la ocasión para detener su vista a mi. 

Sentía como me desnudaba con sus malditos ojos carmesin intensos, guiñandome con uno de sus ojos, lleno de lubricidad. Encogí mis ojos entrecerrandolos con mis parpados, frunciendo el ceño, no era alcanzable para él ver mi reacción al poseer mis anteojos oscuros, a pesar de ello debía de haber captado mi disgusto apenas apreté mis labios y le saque sutilmente mi dedo del medio. 

Se que es contra las reglas faltarle el respeto así a nuestros jefes...sin embargo, ya he hecho el sin respeto con este jefe...

Verosika volvió a mi lado, con un gesto de que los prasios estaba horriblemente caros, sonríe a la idea y se que ella lo entendió.

— Ni se te ocurra abrir la puta boca ¿Oíste? — me amenazo. Yo no más levante los brazos, aveces me gusta joderle la vida, pero tengo otra forma más candente de como hacerlo.

— Hey — la llame — ¿En que pagina aparecen tus pechos, Verosika? — bromeo señalandole una revista que no necesariamente era para adultos, aún que si la portada era muy tentativa a algo sexual.

— ¿Tanto así te mueres por verlos? — me contraataco de una forma excelente, sonriendo de una forma sensual.

¡Carajo! si que sabe darme buena pelea. Gracias a Satan no estábamos tan cerca de Stolas.

— No es que me muera, a simple vista me arriesgo a decir que he visto y acariciado mejores — argumente con confianza.

—  No me hagas meterte al baño y hacer que te tragues tus palabras — murmuro con maldad y calentona, tomándome de la corbata con fuerza, forzándome a restar los centímetros de su rostro y el mío.

— Nadie me jala de la corbata — conmine frunciendo el ceño y riendo, así dándole un suave manotazo, logrando que me soltara — excepto mi jefe...pero el solo porque me paga — murmure para mi lo ultimo, dándole la espalda a la rubia para acomodarme bien el nudo de mi prenda profanada. 

— ¿Que dijiste? — pregunto ella.

— Nada.


(...)


Cuando todos al fin estábamos en el auto, ahora yo me encontraba dándole grandes golpes con mi brazo apoyando mi peso en ello a la cajuela para poder meter todo lo comprado. Sorprendentemente la mayoría de los productos era para el perrito de Octavia.

Ya en la carretera como me lo suponía la "muchulita" de papi hablaba y hablaba...no se donde mierda he desarrollado mucha paciencia. Cuando la tortura auditiva había pasado y ya estábamos en la mansión, toco a Linda y a mi cargar las cosas, bajando de una en una las bolsas, para mi sorpresa Stolas se dispuso en ayudarnos. No le discutí el hecho de que ese era nuestro trabajo, por la simple razón de que es el jefe. Podría ir por toda la mansión en calzoncillos y nadie le diría nada por estar al mando de todo.



Era de noche. El día paso más rápido que Moxxie teniendo sexo con Millie...

¿Hace cuanto fue que pensé en ellos? Donde quiera que estén, espero que se encuentren bien...y mi familia también. 

Mi familia...

¿Que sera de ella?

Entre a mi cuarto para poder guardar mis productos personales que acababa de comprar. Abriendo la puerta sufrí una especia de pasmo al ver como la pequeña Via estaba encima de mi cama, con sus manos sujetando la propiedad más valiosa de toda mi vida. Tinta.

— ¡Oye, oye, oye! — entré tan rápido al dormitorio que sorprendí a la niña, casi asustandola — No puedes tocar eso — la confronte intentando quitarle mi amigo.

— ¿Esto es tuyo? — se bajo de la cama, escapando de mi agarre con su pregunta — ¿O tienes una hijo?—

— No — dije simple, aun intentando quitarle mi caballo de felpa — es...haamm — buscaba la respuesta correcta en mi cabeza pero todas las opciones no eran para nada coherentes  — es de mi...hermana y...yo se lo cuido porque ella, heee...¿No lo quiso? — me encogí de hombros por lo patético de mi mentira. Ella poso su cara de duda a una ligera inclinación, sabia que no me había creído — Esta bien, esta bien, me atrapaste — caí rendido y en mi cama también, arrecostandome en ella de golpe — es mi peluche, y mi mejor amigo — me senté en el colchón para darle la cara — así que me harías un gran favor si me lo devuelves — extendí mi mano.

— Oww ¿No me lo puedes prestar? — me rogó, abrazando más fuerte el caballo.

— Heee...— dude. No dejo que nadie toque mis cosas y mucho menos ese caballo tan importante para mi — ¿Estás segura que no quieres tomar prestada otra cosa? — sonreí nerviosamente luego de mi pregunta. Ella en respuesta puso sus malévolos y mortales ojos de cachorro regañado. Brillando cada vez más y más por mi permiso — Ahg, de acuerdo, juega con el ¡Pero! Cuando te duermas me lo devuelves, no lo ensucias, no lo arrastres, no lo babees, no lo pintes, ni lo maquilles, no lo escupas, no lo llenes de comida y por favor ¡Por favor! No le digas a nadie que es mio - es un viejo secreto que comparto solo con mis allegados más cercanos, y al parecer mi mini-jefecita se volvió parte de ese grupo.

— ¡Yey! — festejo abrazando a mi caballo...¿Es normal que me sienta muy celoso en este momento? — Gracias por prestármelo, sino, no me fuera tocado de otra más que despedirte — sonrió con ternura ante su amagar.

— Espera ¿Que? — alce una ceja por lo dicho. 

Aaahhhgggg...niños.

— Te voy a llamar...Lulu—

— Un momento - pare su platica entre ella y mi hermoso bebe — el ya tiene un nombre y es Tinta — le explique.

— ¿Tinta? Que nombre tan raro...¿Por que se llama así? — se sentó a mi lado en la cama.

— ¿En serio quieres saber porque? — asintió con la cabeza — Vale...comenzare con eso con una pregunta: ¿Sabes porque un bolígrafo es mejor que un lápiz? Porque con cada palabra plasmada en un papel, no importa lo que hagas, no se podrá borrar la tinta escrita en el lienzo de la vida, así como las cosas buenas — la encare con una sonría — sin importar lo que los demás hagan o actúen, siempre tendremos presente los buenos momentos de nuestros pasado, aunque sean pocos, hay uno que otro que amamos. Los tiempos horribles que...por lo general son los que me aplagan, se pueden borrar como un grafito es desechado por un borrador, pero la tinta nunca, no importa los correctores, hay estará presente los bellos momentos. Tatuados, Impresos, y muy trazados como la tinta en el papel — no pude evitar soltar otra sonrisa, sonora cursi pero...era cierto.

¡Mierda! Una intensa sensación de querer llorar me abarco. Me negaba rotundamente a volver a llorar por mi pretérito, y menos teniendo a Via a mi lado. 

— Wouu~ — expreso la chiquita, haciendo que volviera a la realidad.

— O bueno...— tosí algo incomodo — eso era lo que solía decir mi madre antes de morir...en palabras de mi hermana claro — hable rápido, un tanto entristecido. Maldición...no recuerdo la ultima vez que me sentía así — Como sea, sera mejor que aproveches el tiempo con el Señor Tinta — cambie de tema, levantándome de mi cama y la pequeña imito mi movimiento.

— Lo haré, gracias Blitzø — me agradeció alegre, corriendo feliz a otro sitio.

— ¡Y ni se te ocurra dárselo a Max ¿Hee?! - Le notifique en alto mientras ella corría por el pasillo. Me reí al verla tan alegre, de cierta forma, me recordó a mi cuando tenia su edad.

— Eso fue muy hermoso~ — escuche una voz que hizo sobresaltarme.

Me eche para atrás apenas vi de quien se trataba, pero era más que claro quien era.

— Un día de estos llegara a darme un infarto, señor - me queje algo molesto.

— Sabes que odio la formalidad entre nosotros, Blitzy — abrió la boca como siempre lo hace; coqueto y determinado — y más si estamos solos~— eliminaba cada centímetro que nos separaba — tutéame, por favor — me rogó.

Biieen — hable entre dientes — TU eres alguien muy molesto cuando te lo propones — fruncí el ceño — ¿Acaso estudiaste para eso o tuviste algún tipo de curso?—

— Ho jo jo jo...eres alguien muy gracioso — Poso su brazo en la pared, apoyándose de este, acorralándome en el resultado — ¿Ya te lo he dicho?~

— Como un millón de veces — le respondí todavía serio — mejor vallase antes de que su esposa lo vea conmigo sin ningún motivo y se vuelva más loca — descanse mi espalda en la pared susodicha, intentando apartar a Stolas con mi mano en su cara, antes de siquiera poder retirarla de sus facciones, me la sostuvo, para acariciarla con suavidad.

— Es muy precioso el significado del nombre de tu lindo peluche~ — comento con una larga sonrisa, sin dejar de acariciar mi mano.

— ¿Que? ¿Peluche? ¿Cual peluche? Digo...— me trabe de la pena — ¡buaaggh! ¡Mierda! ¡¿Que acaso no puede haber algo de privacidad por estos lados?! - vocifere con ira.

— Puede...pero no cuando yo no pueda saberlo~ — dijo como si de un canto fuera con un tarareo.

— Stolas eres un- 



*Crrraasshh*



Mi insulto quedo en el aire al oír un fuere estruendo en la parte trasera de la casa. Más específicamente de una vidrio rompiéndose. 

Eso no era buena señal...

Ese ruido me ayudo a separarme de Stolas, poniéndome en alerta apenas lo oí, sin esperar un segundo más, corrí donde provenía el ruido, con un gran pavor y asombro visualice dos figuras oscuras y desconocidas colándose por la ventana que a la vista era claro que fueron los responsable del bullicio. 

— ¡Al cuarto de pánico! — le indique a Stolas con intranquilidad bordando en mi expresiones. Hizo caso a mi mandato, ayudando a los demás a ponerlos a salvo.

Dejándome a mi a lo que verdaderamente vine a esta casa. Proteger a esta familia.




Teaser Trailer (Capítulos 21 - 25)




— Para esto fue mi entrenamiento — susurro con audacia el joven guardaespaldas.



— ¡No quiero que le hagan daño a Blitzø! - pidió en suplica la niña pequeña de la casa, con lagrimas en sus ojos.



— ¡Ordene un ataque cuando yo no estuviera, inútiles! - dio la queja la señora de la residencia a un par de matones.



— ¿Verdad o reto? — pregunto la maestra de canto a la sirvienta de la casa.

— Verdad — respondió ella.

— ¿Es verdad que te gusta Blitzo? — propuso esa incógnita en medio del juego, haciendo que el (mal) nombrado casi se ahogara con su bebida y dejando a la chica de cabello marrón participante del juego más roja que un tomate — Tienes que responder con total franqueza, sino tu castigo sera besarlo — puso las cosas más complicadas para la pobre chica.



— ¿Te haz enamorado alguna vez, Blitzy? — le formulo esa interrogante su superior después de comerse a besos los labios del más bajito.

— Jamas — respondió sin titubear y con desinterés. 



— Reto — pidió el chico del grupo.

— Te reto...a que me beses — hablo sin pena la más alta de entre ellos tres.








Si me preguntan ¿Que rayos es lo de arriba y por que lo puse? Pues son pequeños diálogos de los futuros capítulos 21 hasta el 25. Ahora me acostumbrare hacer esto de cinco en cinco, para que tengan una pequeña idea de lo que se viene, sin más que decir, me despido, espero que les haya gusta y hasta la próxima, Byee
































Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro