
Capítulo 12: El juego peligroso
Han pasado dos semanas desde que Yusuke ayudó a Kuwabara, y desde entonces, Himemiya notó un cambio en su comportamiento. Yusuke había estado extrañamente pensativo a veces, ella no lo ha molestado al respecto porque está contenta de tener un momento de silencio entre sus quejas de aburrimiento y sus peleas habituales. Esperaba que empujarlo a ayudar a Kuwabara le enseñara cómo resolver problemas que no se podían resolver simplemente con violencia e introduje la idea de usar habilidades espirituales, pero me pregunto si lo desanimó de ayudar a los demás.
Yusuke estaba pensando en cómo podría ayudar a otros con las habilidades que aprendió durante su tiempo como espíritu. La última vez tuvo suerte porque pudo poseer a alguien que conocía, pero sabía que no podría salirse con la suya la próxima vez que surgiera algo así. Sin mencionar que durante la semana pasada nadie que él conociera personalmente necesitaba ningún tipo de ayuda. Necesitaba hacer algo bueno para evitar que un monstruo saliera de su huevo y se lo tragara. Tal vez podría ver si alguien más que conocía necesitaba ayuda.
–¿Cómo le estará yendo a Shouta? –Se preguntó Yusuke en voz alta mientras miraba hacia la ciudad. Himemiya parpadeó ante su abrupto anuncio después de su silencio pensativo. ¿Eso estuvo en su mente todo el tiempo?
–¡Vamos a verlo! –Propuso Botan con entusiasmo. También había notado la actitud pensativa de Yusuke y que Himemiya mostraba una preocupación que no había visto antes. Aunque no comprendía completamente la fuente de su inquietud, intuía que, a pesar de sus diferencias, había una conexión significativa entre ellos. Himemiya, con su actitud fría y profesional, parecía distante, pero había una profundidad en su relación con Yusuke que trascendía lo evidente.
Botan sabía que Himemiya tenía un pasado complejo y misterioso del que ella misma no era consciente debido a la pérdida de su memoria. Aunque había olvidado su verdadera identidad como la diosa del antiguo sello que había aprisionado a Lucifer hace 3,000 años, su esencia aún reflejaba una conexión más allá de lo ordinario. Este vínculo, que se había forjado a lo largo del tiempo que habían pasado juntos, revelaba una interrelación profunda y significativa, más allá de las apariencias y las circunstancias actuales.
A pesar de la aparente frialdad de Himemiya, su relación con Yusuke había sido moldeada por experiencias compartidas y desafíos enfrentados juntos. Esta conexión, a pesar de los secretos y el olvido, era un testimonio de la profundidad del vínculo entre ellos, algo que incluso Botan podía percibir a pesar de las complejidades involucradas. Ella está más que feliz de superar la incomodidad de ambos –¿Tienes alguna idea de dónde estaría?
–Si vamos a la escuela, probablemente lo encontremos allí. –Sugirió Himemiya, señalando la escuela primaria que Shouta había frecuentado. Volaron hacia el lugar y encontraron a Shouta interactuando alegremente con sus compañeros, incluyendo a los chicos que solían acosarlo.
–¡Se lo ve muy bien! –Respondió Yusuke, con orgullo al ver lo mucho que había avanzado Shouta desde que dejó de ser un objetivo fácil.
–Mhh... –Dijo Botan, con un toque de preocupación en su voz.
–Parece que tu intervención realmente ha tenido un impacto positivo. –Observó Himemiya, mientras observaba a Shouta y sus amigos reír juntos.
–¡Por supuesto! ¡Fue mi plan! –Se jactó Yusuke, cruzando los brazos con una sonrisa satisfecha.
Himemiya, con una sonrisa irónica, comentó –Cuidado, tu ego podría crecer tanto que se saldrá de tu cuerpo.
–Eso está bien y todo, pero hay una sombra extraña detrás de él. –Dijo Botan, interrumpiendo la conversación con una expresión preocupada.
Himemiya miró más de cerca a Shouta y notó una aura inusual que lo rodeaba –Tienes razón, Botan. Observa su sombra.
Ambas compartieron una mirada cargada de preocupación, dándose cuenta de que algo extraño estaba ocurriendo con Shouta.
–Entonces eso debe significar... –Dijo Botan, dejando la frase colgando en el aire mientras su mirada se tornaba más seria.
–¿Qué está pasando? –Preguntó Yusuke, acercándose para ver qué había captado la atención de sus compañeras. Notó una figura oscura acechando detrás de la sombra de Shouta– ¿Qué es eso?
–No podemos estar seguras aún. –Respondió Botan, aunque su tono revelaba una inquietud subyacente– Necesitamos investigar esto más a fondo.
–Sí, es mejor seguir a Shouta y averiguar qué está pasando. –Afirmó Himemiya. Ambas asintieron y comenzaron a seguir al niño mientras él y sus amigos se dirigían hacia su casa.
–Oigan, ¿me van a decir qué está pasando o seguirán ignorándome? –Se quejó Yusuke mientras los seguía– ¿Qué sucede con la sombra de Shouta?
Sin responder a Yusuke, Botan y Himemiya continuaron observando. Mientras Shouta y sus amigos caminaban, Shouta notó a una joven asomada a una ventana y le saludó alegremente.
–¿A quién saludas? –Preguntó uno de sus amigos, extrañado.
–A una chica. –Respondió Shouta apresuradamente, no queriendo dar la impresión de que le gustaba románticamente la chica.
–¡No vive nadie en esa casa! –Señaló el otro amigo, confundido.
–¿Eh? Ya no está... –Exclamó Shouta, confundido.
–Es justo lo que temía. –Afirmó Botan solemnemente. Himemiya asintió, su expresión reflejando una preocupación palpable que puso ansioso a Yusuke.
–¡Oigan, dejen de ignorarme y díganme qué está pasando con Shouta! –Exigió Yusuke, interrumpiendo la discusión.
–Parece que un espíritu atado a este mundo ha estado siguiendo a Shouta-chan. –Explicó Himemiya, apartando a Yusuke para continuar observando al niño de cerca.
–¡¿Lo persigue un fantasma?! –Preguntó Yusuke, intentando enfocar su atención.
–En realidad le gusta a un fantasma. –Aclaró Botan, desestimando la actitud despreocupada de Yusuke– Suelen acercarse a los chicos buenos. Seguramente Shouta no se le está resistiendo.
–¿No viste cómo la saludaba? –Respondió Yusuke.
–Es verdad. –Confirmó Himemiya– Los niños suelen ser más sensibles a lo espiritual y pueden percibir cosas que los adultos no pueden. Los fantasmas suelen persistir en estos casos a menos que el niño afirme claramente que no quiere su presencia.
–Entonces, ¿qué debemos hacer? –Preguntó Yusuke, interesado en saber cómo planeaba Himemiya abordar la situación.
–Primero, necesitamos entender las intenciones del fantasma. –Decidió Himemiya– Tal vez esté buscando compañía o simplemente sintiendo curiosidad por Shouta-chan. Si tenemos suerte, podemos persuadir al espíritu para que lo deje en paz.
–¿Y cómo hacemos eso? –Preguntó Yusuke, aún curioso sobre el método de Himemiya.
–Lo más probable es que el espíritu se manifieste durante la noche, cuando su vínculo con el mundo espiritual es más fuerte. –Explicó Himemiya– Mientras tanto, Botan, ¿podrías buscar información sobre esa chica en tus registros espirituales?
–¡Buena idea! –Respondió Botan– Veré qué puedo encontrar y regresaré lo antes posible. –Con eso, Botan se dirigió rápidamente hacia el Mundo Espiritual en busca de más información.
–Eso está bien, pero ¿qué vamos a hacer mientras tanto? –Preguntó Yusuke, inquieto por la situación y la posible demora.
–No te preocupes por Shouta-chan; él estará bien. –Aseguró Himemiya con una sonrisa tranquilizadora– Mi trabajo es manejar situaciones como esta, y prefiero asegurarme de que todo esté bajo control. Evaluaremos la situación antes de actuar.
Yusuke asintió, aunque seguía inquieto por no actuar con rapidez.
~
El sol comenzaba a ocultarse en el horizonte, y la tranquilidad de la tarde se transformaba lentamente en la penumbra de la noche. Yusuke, Himemiya y Botan estaban reunidos en la pequeña sala de estar del hogar de Shouta, preparándose para lo que sabían que sería una noche de vigilancia.
–¿Cómo te fue? –Preguntó Yusuke, con un tono de inquietud en la voz. Había estado esperando ansiosamente el regreso de Botan.
–Descubrí algo importante. –Respondió Botan mientras se dejaba caer en el sofá, exhausta– El espíritu que sigue a Shouta es una joven llamada Sayaka. Era una chica muy solitaria. Pasó toda su vida en un centro de recuperación, sólo pasó los últimos seis meses con su familia antes de murir. Encima sus padres casi nunca estaban en casa.
–Eso explica mucho. –Comentó Himemiya, que había estado observando el perfil de Shouta mientras Botan hablaba– El hecho de que Sayaka haya pasado tanto tiempo en aislamiento puede ser la razón de su necesidad de compañía, especialmente de alguien tan inocente como Shouta-chan.
–Sí, pero eso no responde por qué se siente tan atraída por él en particular. –Dijo Yusuke, rascándose la cabeza en señal de confusión.
–Podría ser que Shouta-chan le recuerde la compañía que deseaba tener en vida. –Especuló Himemiya– O tal vez su espíritu se siente atraído por su energía positiva. Es vital que entendamos sus intenciones para poder manejar la situación de la mejor manera posible. Un espíritu aferrado a la tierra ha encontrado su lugar en la vida de Shouta-chan. –Explicó Himemiya mientras examinaba al niño con una mirada evaluadora.
–Espera, ¿entonces un fantasma lo persigue? –Preguntó Yusuke mientras volvía a poner su rostro a la vista.
–Sí y no. –Respondió Botan– El fantasma no lo sigue en el sentido tradicional, sino que está buscando consuelo y conexión. Mientras Shouta no se asuste ni se dé cuenta de la presencia de Sayaka, él debería estar a salvo.
–No creo que Shouta vaya a asustarse tan fácilmente. –Dijo Yusuke, observando al niño que jugaba cerca, ajeno a la conversación– Parece que el fantasma se ha integrado en su vida cotidiana. Además, si la casa en la que se encuentra no tiene residentes, tal vez Shouta la vea como una parte de su mundo imaginario.
–Pero no es tan simple. –Advirtió Himemiya– Los niños pequeños tienen una sensibilidad especial hacia los espíritus. A menudo, pueden ver y sentir cosas que los adultos no pueden. Es crucial que actuemos con rapidez antes de que la situación se complique.
–Entonces, ¿qué debemos hacer? –Preguntó Yusuke, sintiendo una mezcla de urgencia y curiosidad.
–Primero, necesitamos observar cómo se manifiesta Sayaka durante la noche. –Explicó Himemiya– La presencia de los fantasmas suele intensificarse en la oscuridad. A partir de ahí, decidiremos cómo proceder.
–Bien, ¿y cómo manejamos esto hasta entonces? –Inquirió Yusuke, inquieto.
–Observaremos a Shouta-chan y Sayaka, y si es necesario, tomaremos medidas para asegurar la tranquilidad del niño. –Respondió Himemiya– Botan, necesito que revises los registros de Sayaka para cualquier detalle adicional que pueda ayudarnos.
–Voy a ver qué más puedo encontrar. –Asintió Botan, preparándose para regresar al Mundo Espiritual.
~
La noche avanzó y, como se esperaba, Sayaka apareció. Su figura etérea se materializó cerca de Shouta, que estaba jugando con sus juguetes. La niña fantasmal, con una expresión melancólica, se acercó lentamente a él.
–Shouta... –Llamó Sayaka con una voz que apenas era un susurro– Vamos a jugar, Shouta...
Shouta, sintiendo una presencia extraña, levantó la vista y miró alrededor con curiosidad. No mostró miedo, pero su expresión revelaba una mezcla de sorpresa y duda.
Himemiya y Yusuke, ocultos en la penumbra, observaban atentamente. La tensión en el aire era palpable mientras esperaban que Sayaka hiciera el próximo movimiento. La tranquilidad de la noche estaba a punto de enfrentarse a la delicada interacción entre un niño inocente y un espíritu atrapado en el limbo entre la vida y la muerte.
–Entonces, ¿por qué está rondando a Shouta? –Preguntó Yusuke– Podría estar buscando algún lugar más adecuado, como un parque infantil.
–Si Sayaka estuvo enferma, es posible que sienta que está atrapada en esta habitación. Además, Shouta, al ser tan joven, es más susceptible a los espíritus. También podría ser que sus recientes encuentros con otros espíritus y el shinigami, aunque fueran en sueños, han aumentado su sensibilidad. Y hay una superstición que dice que las personas con gafas pueden tener una percepción más aguda de lo sobrenatural. –Explicó Himemiya.
–¿De verdad crees que las gafas tienen algo que ver con ver fantasmas? –Dudó Yusuke– Eso suena raro.
–Es una creencia antigua que sugiere que las gafas pueden ayudar a ver lo que no es visible para otros, pero no es una ciencia exacta. La percepción espiritual también juega un papel importante. –Respondió Himemiya, luego cambiando de tema– De todos modos, ahora tenemos una mejor idea de por qué Sayaka podría estar interesada en Shouta-chan, pero es mejor verificarlo antes de actuar. Gracias, Botan.
–No hay problema, me alegra saber que estás en esto. –Contestó Botan, sonriendo– Aunque parece que nunca te tomas un descanso.
–No puedo dejar pasar algo así, incluso si ya estoy ocupada con el cuidado de Shouta. –Dijo Himemiya con una ligera sonrisa.
–¡Hey! –Yusuke frunció el ceño ante el tono familiar de la conversación.
–¿Estás segura de que puedes manejar esto en tu forma de shikigami? –Preguntó Botan, preocupada– No te sobrecargarás demasiado, ¿verdad?
–¿Por qué no puedes crear un shikigami adicional para ayudar? –Preguntó Yusuke, intrigado– ¿Eso no haría las cosas más fáciles?
–No es tan sencillo. Crear un nuevo shikigami lleva tiempo y requiere una gran concentración. Cada shikigami tiene una función específica, y no siempre es posible crear uno nuevo en el momento. –Aclaró Himemiya.
–Entendido. –Asintió Yusuke– Entonces, hagamos lo que podamos con lo que tenemos.
Con la noche aún en curso, el desafío de enfrentar a Sayaka y proteger a Shouta se mantenía, mientras los guardianes del equilibrio se preparaban para la inevitable confrontación con el espíritu atormentado.
Himemiya continuó –Un shikigami no puede crear otro shikigami, al menos no uno tan complejo. Este shikigami actúa como una extensión de la mente y necesita una conexión directa con su creador. Solo mi cuerpo físico puede crear otro shikigami de este tipo, y si se rompe, tomará tiempo antes de poder enviar un reemplazo.
–Entiendo, pero eso suena complicado. Sería útil tener más shikigami para manejar la situación. Aunque, con dos de ustedes ya es bastante raro. –Comentó Yusuke.
–Más shikigami significaría más problemas. La energía espiritual no es suficiente para mantener a todos, especialmente si son versiones fragmentadas. Es mejor usar lo que tenemos de la manera más eficiente –Respondió Himemiya– Por eso necesitamos observar antes de actuar.
La declaración de Hinemiya estaba dirigida a Yusuke, quien resopló. –Está bien, está bien. Esperaremos. Aunque, ¿cuánto más vamos a esperar?
La noche avanzó, y todos se quedaron dormidos. Era casi medianoche y aún no había señales de actividad.
–¿Crees que ese fantasma vendrá finalmente? –Preguntó Yusuke– ¿O vamos a estar aquí toda la noche sin hacer nada?
En ese momento, el espíritu de Sayaka apareció. Se acercó a Shouta y lo llamó con una voz suave –Shouta... Vamos a jugar, Shouta... Vamos a jugar... Por acá... –Sayaka empezó a atraer el espíritu de Shouta hacia la casa abandonada del vecindario– Rápido... –El espíritu de Shouta entró en la casa y subió las escaleras, donde el fantasma de una niña lo recibió con juguetes flotando a su alrededor– ¡Hola! ¡Juguemos! –Los dos comenzaron a jugar, llenando el aire con risas despreocupadas.
–Su alma se escapa para jugar con ella. Y solo es de noche. No tiene nada de malo... –Comentó Yusuke, aliviado al ver que la situación no parecía demasiado grave.
–Podría parecer inofensivo, pero el espíritu de Shouta está siendo extraído a la fuerza –Explicó Himemiya, con una expresión grave– El vínculo entre su espíritu y su cuerpo se está debilitando. ¡Si esto sigue así, su cuerpo no va a resistir!
–¡Entonces, tenemos que actuar! –Gritó Yusuke, frustrado– ¿No podemos hacer algo para detener esto?
–Ya que viven el mismo mundo... Podes entrar en sus sueños y detenerlo. –Comenzó Himemiya, pero antes de que pudiera explicar su plan, Yusuke ya se había lanzado hacia la ventana del dormitorio.
–¡Ey, Shouta! –Gritó Yusuke con urgencia– ¡Tenes que volver a tu cuerpo ahora mismo!
–¡Ese idiota acaba de entrar de golpe! ¡Shouta no sabe quién es y va a asustar al fantasma!
–¿Quién sos? –Preguntó Shouta, confundido por el extraño que acababa de irrumpir.
–Sólo estamos jugando. –Respondió Sayaka con una falsa inocencia.
Yusuke no aceptó la respuesta y miró a Sayaka con el ceño fruncido –¡Shouta no puede seguir jugando! ¡No le hace bien al cuerpo! ¿Entiendes, nena?
El atmósfera alegre que antes reinaba se tornó en una tensión sofocante. El aura de la niña se volvió oscura, su cabello se erizó y sus ojos brillaron con una amenaza latente –¿Nos querés separar? ¡Odio a la gente que hace eso!
Yusuke no se rindió y sujetó a Shouta por el brazo –¡Ódiame si querés, no me importa! ¡Vamos, Shouta!
–¡No, –Shouta apartó el brazo del agarre de Yusuke– voy a quedarme a jugar con Sayaka! ¡Soy el único amigo que tiene!
–Shouta… –Yusuke quedó atónito por la respuesta de Shouta.
–¡Estuvo muy sola todo este tiempo! explicó Shouta– ¡Quiero ayudarla por todo lo que sufrió!
–Maldita sea, esto debe ser lo que intentaba decir Himemiya. ¡Esto es más complicado de lo que pensaba! –Yusuke no esperaba que Shouta tuviera una comprensión tan profunda de la situación, mucho menos que quisiera quedarse con Sayaka– Entiendo que te sientas mal por ella, pero si seguís así tu cuerpo...
Yusuke fue interrumpido por Sayaka, que concentró energía espiritual en las palmas de sus manos –No nos molestes más... ¡Andante! –Ella envió una ráfaga de energía hacia Yusuke, quien se preparó para el impacto. Cerró los ojos y se cubrió la cara con los brazos, pero nada lo golpeó.
–¿Q-Qué?
Yusuke abrió los ojos y vio un trozo de papel rectangular flotando frente a él, emanando una energía brillante que lo protegía de la explosión.
Reconoció el papel como el ofuda que Himemiya había escrito la primera vez que se conocieron, que ahora estaba pegado a su espalda. Cuando la explosión cesó, la energía del talismán se desvaneció y el papel cayó al suelo, inerte.
–¡No sé cómo bloqueaste el primer ataque, pero apuesto a que no podrás detener el siguiente! –Dijo Sayaka, cargando otro ataque.
–¡Mierda! –Yusuke no tenía idea de cómo defenderse. Era demasiado tarde para esquivar; Sayaka ya había lanzado la segunda ráfaga.
Con determinación, Himemiya extendió las manos hacia adelante y pronunció con firmeza:
–¡Moonlight Reflection!
Al instante, dos círculos plateados de energía espiritual aparecieron en sus manos. El primero se posicionó frente a ella, brillando intensamente y bloqueando el nuevo ataque devastador lanzado por Sayaka.
Mientras tanto, el segundo círculo se dirigió rápidamente hacia la espalda de Sayaka. Recibió el ataque absorbido y lo devolvió con una fuerza incrementada, golpeando a la niña fantasma con precisión.
Yusuke aprovechó el momento en que Sayaka estaba aturdida por el contraataque para actuar. Se dirigió rápidamente hacia Shouta, que estaba paralizado por la confusión y el miedo, y lo tomó por los hombros con firmeza.
–¡Shouta, tenemos que irnos! –Le dijo Yusuke, tratando de sonar tan calmado como fuera posible mientras guiaba al niño hacia la salida.
Shouta, aún con la mente nublada, miró a Yusuke con incertidumbre. Sus ojos, llenos de lágrimas, reflejaban su deseo de quedarse con Sayaka.
–¡No! ¡Quiero quedarme aquí! –Protestó Shouta, sacudiéndose ligeramente.
–¡Shouta, escúchame! –Dijo Yusuke con más urgencia– ¡No puedes quedarte aquí! ¡Ella está tratando de hacerte daño!
Sayaka, aún tambaleándose por el impacto del contraataque, se recuperó y giró hacia ellos con una mirada furiosa. Sus ojos resplandecían con un brillo amenazador mientras extendía las manos hacia ellos.
–¡No! ¡No te la lleves! –Gritó Sayaka, y comenzó a reunir energía para un nuevo ataque.
Himemiya, viendo que la situación estaba a punto de volverse aún más peligrosa, no dudó en intervenir. Con un movimiento rápido, hizo aparecer un tercer círculo de energía espiritual que se desplegó entre Sayaka y los dos.
–¡No te acerques! –Gritó Himemiya mientras el círculo formaba una barrera protectora frente a ellos.
La barrera bloqueó el ataque inminente de Sayaka, disipando la energía antes de que pudiera alcanzarlos.
–¡Yusuke, lleva a Shouta-chan afuera y asegúrate de que esté a salvo! –Ordenó Himemiya, su tono era firme y autoritario.
Yusuke asintió rápidamente y, con Shouta todavía en sus manos, se dirigió hacia la salida de la casa abandonada.
A medida que se acercaban a la puerta, Shouta seguía resistiéndose, pero Yusuke no le dio oportunidad para discutir. Con un último vistazo hacia Himemiya, que seguía enfrentando a Sayaka, Yusuke y Shouta salieron corriendo de la casa y se dirigieron a un lugar seguro.
Mientras tanto, Himemiya continuó enfrentando a Sayaka, su concentración y habilidades en el máximo nivel. Aunque no podía recordar todos los detalles de su propia identidad, su objetivo seguía siendo claro: proteger a Shouta y liberar al espíritu atormentado.
–¿Quién eres tú? –Preguntó Sayaka, con furia y confusión en su mirada mientras observaba a Himemiya.
–No importa quién soy ahora. –Respondió Himemiya con calma, su voz llena de determinación– Lo que importa es que estoy aquí para ayudarte a encontrar la paz y evitar que sigas causando daño.
Sayaka, perturbada por la presencia de Himemiya y su resistencia persistente, reflejaba una mezcla de enojo y desesperación. La barrera de energía espiritual creada por Himemiya aún se interponía entre ellas, pero el esfuerzo de mantenerla estaba agotando rápidamente a la onmyoji. Las fisuras comenzaron a aparecer en la barrera, revelando la creciente debilidad de su protección.
Sayaka, al ver las fisuras en la barrera y percibir la debilidad de Himemiya, se enfureció aún más. La niña fantasma reunió una intensa energía, dispuesta a lanzar un ataque final.
–¡No me detendrás! –Gritó Sayaka, canalizando toda su furia en un nuevo ataque devastador.
Himemiya, con el rostro pálido por el agotamiento, intentó reforzar la barrera con la última reserva de energía que le quedaba. A pesar de su esfuerzo, la barrera estaba al borde del colapso.
–¡Sayaka, detente! –Imploró Himemiya con la voz entrecortada, tratando de mantener el escudo lo suficiente para proteger a Yusuke y Shouta.
El ataque de Sayaka impactó la barrera debilitada, rompiéndola en pedazos. La explosión resultante lanzó a Himemiya al suelo, exhausta y casi inconsciente. La barrera se desintegró por completo, y la fuerza del ataque de Sayaka desató una ola de energía que sacudió la casa abandonada.
Sayaka, al ver las fisuras en la barrera y la debilidad creciente de Himemiya, se enfureció aún más. La niña fantasma reunió una poderosa energía, preparándose para un ataque final devastador.
–¡No me detendrás! –Gritó Sayaka, con furia acumulándose en sus manos.
Himemiya, exhausta y con la barrera parpadeando, intentó reforzarla con sus últimas fuerzas. Sin embargo, la presión de mantener el escudo estaba agotando rápidamente su energía.
–¡Sayaka, detente! –Imploró Himemiya, tratando de mantener la barrera frente a Yusuke y Shouta.
El ataque de Sayaka rompió la barrera debilitada, la explosión resultante la lanzó al suelo, dejándola completamente agotada. La casa tembló con la fuerza del impacto, y el escudo de energía se desintegró por completo.
Yusuke, al ver el estado crítico de Himemiya, se apresuró a su lado, sosteniéndola con delicadeza mientras Shouta, tembloroso, se aferraba a su brazo. La preocupación y la angustia eran evidentes en su rostro, reflejando la desesperación por la gravedad de la situación. Con Himemiya semiinconsciente y casi sin fuerzas, Yusuke sabía que debía actuar rápido para buscar ayuda.
~
Tras el colapso de la barrera de Himemiya y el ataque devastador de Sayaka, la escena en el templo de la luna azul es una mezcla de caos y esperanza. Yusuke, con Shouta en brazos y Himemiya agotada a sus pies, mira con desesperación a los miembros del equipo que se apresuran a asistir a la onmyoji.
Yuichiro, dirige a los demás para garantizar que Himemiya reciba la atención que necesita.
–¡Rápido! –Ordena Yuichiro– Necesitamos estabilizar a mamá y prepararnos para cualquier otra amenaza.
Aqua se acerco a la onmyoji con un enfoque decidido. Sus manos resplandecen con energía curativa mientras empieza a trabajar en la recuperación de Himemiya.
–Tranquilo, Yusuke. Ella está en buenas manos. –Le dice Aqua con firmeza– Nuestro objetivo ahora es asegurarnos de que no haya más sorpresas.
Kuronue se encargó de fortalecer el escudo protector alrededor del templo para prevenir cualquier intrusión. Mientras tanto, Chihaya se mantenía alerta, lista para enfrentar cualquier peligro adicional.
–Voy a verificar el perímetro. –Anuncia Shirayuki– No podemos permitir que Sayaka o cualquier otra amenaza se acerque mientras estamos ocupados aquí.
A medida que el equipo trabaja en la recuperación de Himemiya, el ambiente se llena de una tensa calma. Yuichiro se acerca a Yusuke, ofreciendo una mirada alentadora.
–Debemos estar preparados para cualquier eventualidad. Sayaka podría tener aliados o incluso nuevas estrategias para atacar. –Explica Yuichiro– Mientras tanto, asegúrate de que Shouta esté bien. Es crucial que se mantenga a salvo.
Yusuke asiente, cuidando de Shouta con atención. El niño pequeño, aunque asustado, parece encontrar consuelo en la presencia protectora de Yusuke.
Himemiya comienza a recuperar la conciencia lentamente. Sus ojos se abren, mostrando una mezcla de fatiga y gratitud.
–Gracias a todos. –Murmura Himemiya, su voz apenas audible– Lo siento por todo esto...
Yuichiro la mira con empatía.
–No es el momento de disculparse. Lo importante es que te recuperes y que estemos listos para el próximo desafío. Sayaka no se detendrá, y debemos estar preparados para enfrentarnos a ella.
Aqua y Kuronue continúan con el proceso de curación, y la energía restauradora comienza a surtir efecto. Himemiya parece más estable, aunque aún necesita tiempo para recuperarse completamente.
Mientras tanto, en un rincón del templo, Yusuke reflexiona sobre los eventos recientes y lo que les espera. La batalla contra Sayaka es solo el comienzo, y el equipo debe enfrentarse a nuevos desafíos con renovada determinación y fuerza.
–Nos enfrentaremos a lo que venga. –Dice Yusuke, con una determinación renovada– Esta vez, no dejaremos que nos derroten.
Con Himemiya recuperándose y el grupo preparado para futuras amenazas, la historia avanza hacia un nuevo capítulo lleno de desafíos y peligros. La combinación de fuerza, estrategia y unidad será esencial para superar los obstáculos que se avecinan en la búsqueda de paz y justicia.
El aire en el templo de la luna azul estaba cargado de tensión y anticipación. Con las barreras espirituales en su lugar y Shouta bajo protección, el equipo se preparaba para el inevitable enfrentamiento con Sayaka. La calma aparente contrastaba con el creciente sentido de urgencia mientras los miembros del grupo ajustaban sus estrategias y se aseguraban de que todo estuviera en orden.
Yuichiro, con su mirada fija en la distancia, reunió al grupo para dar instrucciones finales.
–Sabemos que Sayaka está desesperada y potencialmente peligrosa. No subestimen su determinación. Nuestra prioridad es mantener a salvo a Shouta y asegurarnos de que Sayaka no logre lo que busca.
Yusuke, empuñando su energía con determinación, se dirigió al grupo.
–Estamos listos. Si Sayaka quiere pelear, entonces nos aseguraremos de estar preparados para enfrentarla. Vamos a demostrarle que no tiene cabida aquí.
Mientras el grupo se dirigía hacia el área exterior del templo, donde se había detectado una perturbación en las barreras, la atmósfera se volvía cada vez más tensa. Las sombras comenzaron a moverse, y una presencia ominosa llenó el aire.
De repente, Sayaka apareció frente al grupo, su apariencia fantasmal envuelta en una aura de ira y desesperación. Sus ojos, llenos de una tristeza infinita, se fijaron en el templo y en Shouta, quien estaba protegido en el interior.
–¡No puedo permitir que sigas interfiriendo en mi búsqueda! –Gritó Sayaka, su voz resonando con una mezcla de furia y dolor– ¡Voy a encontrar la paz que merezco, incluso si tengo que destruir todo en mi camino!
Himemiya, ahora recuperada en parte y reforzada por el apoyo de sus aliados, dio un paso adelante con una expresión de resolución.
–Sayaka, no entiendes lo que estás haciendo. No obtendrás la paz a través de la destrucción. Debes encontrar una manera de liberarte del sufrimiento sin dañar a otros.
Sayaka, enfurecida, levantó sus manos, cargando una poderosa energía espiritual que iluminó el área. La batalla estaba a punto de comenzar.
–¡No me hables de paz! –Exclamó Sayaka– ¡Tu compasión no tiene lugar en mi mundo!
Yusuke estaba nervioso ante la revelación de que sin darse cuenta había causado que esto sucediera y un poco frustrado consigo mismo por complicarlo aún más al intervenir. Estaba honestamente sorprendido de que Himemiya le estuviera gritando ahora mismo por eso.
Shouta asintió con la cabeza con confianza y determinación en sus ojos –Quiero ayudarla a pasar a la otra vida.
–No… –La energía oscura comenzó a acumularse alrededor de Sayaka y un viento helado comenzó a girar a su alrededor. El viento retorcido se aceleró rápidamente hasta convertirse en un tornado que rodeaba a Sayaka– ¡No quiero ir sola! ¡Vas a dejarme como lo hicieron todos los demás!
La energía que rodeaba a Sayaka estalló, derribando a todos. Himemiya rápidamente cubrió a Shouta de la explosión. La habitación se llenó con un torrente de la angustia de Sayaka y la energía negativa.
–¡¿Qué está pasando?! –Gritó Yusuke. Justo cuando pensaba que todo iba a estar bien, las cosas se volvieron cada vez más fuera de control.
–¿Qué le pasa a Sayaka? –Preguntó Shouta, preocupado por la oscuridad que la rodeaba. Sayaka se hizo un ovillo mientras la oscuridad la envolvía. Sentimientos de terror y soledad llenaban el aire que se retorcía alrededor de la habitación.
–Sus poderes se alimentan de las emociones negativas de su corazón. –Explicó Botan, preocupado– A este ritmo, su corazón será consumido por esta energía oscura y no podrá ascender al Mundo Espiritual.
–¿Qué hacemos ahora? ¡No podemos dejarla así! –Gritó Yusuke, ahora realmente deseaba poder regresar y dejar de apresurarse– ¿Cómo vamos a salvar a Sayaka?
–Puedo usar okyou. –Respondió Himemiya, pero la mirada sombría en su rostro le dijo a Yusuke que no era algo bueno.
–¿La ayudará? –Preguntó Shouta.
–¿Y qué hace? –Inquirió Yusuke.
–Podría ser. Es una técnica que destierra a los espíritus atados a la tierra al Mundo Espiritual. –Explicó Himemiya con gravedad mientras rápidamente arrastraba a todos detrás de ella y desviaba un látigo de energía– Pero no puedo controlar a dónde será desterrada, es una técnica que desterrará a un espíritu en función de la calidad del corazón. Con la cantidad de energía oscura que rodea su corazón, podría terminar en el Infierno o peor aún, en el Limbo.
–¡Espera! ¿No hay otra manera? –Gritó Shouta, agarrando la camisa de Himemiya– ¡Por favor, Sayaka no es una mala persona! ¡No puede ir al infierno!
Himemiya no respondió, su mente corría a mil por hora antes de llegar a una conclusión y miró a Shouta –Sí, pero voy a necesitar tu ayuda, Shouta.
–¿Qué? –La petición de Himemiya sorprendió a todos.
–¿Estás loca? –Bromeó Yusuke enojado– Sé que arruiné esto, pero ¿qué pasó con lo de actuar con cuidado?
–Sayaka está abrumada por la soledad y buscó un amigo en Shouta. –Respondió Himemiya de buena gana a Yusuke antes de volverse hacia Shouta– Sé que ahora da miedo, pero puedes llegar al corazón de Sayaka como su amigo. Ella confía en ti y se preocupa por ti. Necesitas hacerle saber que no está sola.
Shouta quería ayudar a Sayaka, realmente lo quería, pero también era aterrador. Entonces recordó a Jirō, no quería que Sayaka fuera arrastrada al infierno solo porque estaba demasiado asustado para ayudar. Pero no sabía cuánta ayuda sería –¿Qué puedo hacer?
–Eres amigo de Sayaka, si puedes llegar a su corazón y hacerle saber que te importa, entonces debería despejar la oscuridad que la rodea. Entonces detendrá este torbellino y ella podrá avanzar hacia el Mundo Espiritual. Puedo llevarte al ojo del tornado. –Explicó Himemiya con calma– No dejaré que ni tú ni Sayaka resulten lastimados, ¿de acuerdo?
–¡Bien, entonces puedo hacerlo! –Declaró Shouta con determinación.
–Yo también voy a necesitar tu ayuda, Yusuke. –Himemiya se volvió hacia él con una mirada seria que llamó su atención– Puedo llevarnos al centro de ese caos, pero existe la posibilidad de que Sayaka tome represalias. Puedo crear una barrera para soportar el daño, pero si este cuerpo resulta dañado, no puedo proteger a ninguno de los dos. Así que necesito que protejas a Shouta y lo lleves de vuelta a su cuerpo en caso de que Sayaka intente arrastrarlo al Mundo Espiritual.
Yusuke asintió –No te preocupes, lo llevaré allí. Solo asegúrate de no explotar en medio de todo.
Himemiya asintió –Botan, voy a necesitar que estés en este cuerpo para que se disperse. Necesito que lo transmitas a mi cuerpo físico y especifiques la situación.
–Por supuesto. Solo tengan cuidado los tres. –Botan se estabilizó sobre su remo y se preparó para volar en cualquier momento.
–Está bien, voy a despejar el camino para ti, así que hasta que te dé el visto bueno, quédate detrás de mí. –Himemiya se puso de pie y se enfrentó a Sayaka. Una energía azul calmante envolvió el cuerpo de Himemiya y luego expandió su toque a Yusuke y Shouta. Pronto la habitación se llenó con la energía en conflicto de Sayaka y Himemiya. Himemiya concentró su energía, desplegándola a su alrededor. La energía se formó en un punto dirigido a Sayaka antes de salir en espiral, encapsulándolos a los tres. Un taladro en espiral se formó a su alrededor.
Yusuke nunca había visto algo así y nunca pensó que Himemiya tendría un poder como este. Tal vez debería molestarla más para ver qué más puede hacer, para que ella pueda devolverle esas geniales habilidades.
Himemiya agarró la mano de cada uno de los chicos antes de avanzar hacia el torbellino. El taladro atravesó las primeras capas de energía con facilidad, pero cuanto más se acercaban al centro, más lento eran. Esforzándose por no dejarse llevar, concentró la energía en la punta del taladro, empujándolo más allá de la última capa de viento. Se hizo una abertura hacia el otro lado y Himemiya tiró rápidamente de los chicos hacia adelante.
–¡Vayan rápido! –Ordenó Himemiya– La barrera no durará mucho.
–¡Bien! ¡Vamos, Shouta! –Yusuke y Shouta se dirigieron rápidamente al ojo del tornado, donde Sayaka se agachaba, envuelta en la oscuridad que la rodeaba. La situación era crítica, y el torbellino seguía siendo implacable. Shouta, a pesar del miedo, avanzó decidido hacia Sayaka.
–¡Sayaka! –Gritó Shouta, su voz llena de desesperación– ¡¿Puedes oírme?!
Sayaka, al escuchar la voz de Shouta, levantó lentamente la vista. Sus ojos, bañados en lágrimas, se encontraron con los de Shouta.
–Shouta… –Dijo Sayaka, su voz quebrada– ¿Por qué sigues aquí? ¿No deberías irte?
–¡Sayaka! –Exclamó Shouta con más fervor– Yo no puedo ir ahora... ¡Pero cuando vaya al cielo, vamos a poder ser amigos por siempre!
Sayaka parecía confundida por las palabras de Shouta, pero el calor y sinceridad en su voz comenzaron a tocar su corazón. Los vientos del torbellino empezaron a flaquear. Shouta, aferrándose a su promesa, extendió su dedo meñique hacia Sayaka.
–¡Lo prometo! –Dijo Shouta, extendiendo su dedo para unirlo al de Sayaka.
Sayaka, con lágrimas en los ojos, extendió su dedo meñique y lo unió al de Shouta. La conexión simbólica entre ellos parecía calmar la tormenta interna de Sayaka.
La oscuridad comenzó a disiparse y el torbellino se desvaneció lentamente. Himemiya, que había estado luchando para mantener la barrera, aprovechó el momento para retirarla. El campo de batalla se volvió tranquilo y la energía negativa se disipó.
–¡Lo lograron, llegaron hasta ella! –Dijo Himemiya, visiblemente agotada, mientras Botan la asistía para mantenerse de pie.
–¿Estás bien? –Preguntó Botan, con preocupación evidente.
–Estaré bien, –Respondió Himemiya– pero mi cuerpo físico se enojará por usar tanta energía espiritual. Pensé que este cuerpo seguramente iba a estallar.
Sayaka se levantó lentamente, aún conmocionada, y miró a Himemiya y Botan.
–¿Me llevarás al Mundo Espiritual ahora? –Preguntó Sayaka, con una mezcla de esperanza y tristeza.
Botan intercambió una mirada con Himemiya antes de responder suavemente.
–Es obvio que todavía tienes ganas de jugar antes de irte.
Sayaka se sonrojó y asintió tímidamente, una sonrisa pequeña apareciendo en su rostro.
–Puedes jugar, pero ya no puedes sacar el espíritu de Shouta de su cuerpo. –Añadió Himemiya– Su cuerpo ya no puede separar su espíritu a la fuerza de esta manera.
–Entonces, ¿cómo vamos a jugar? –Preguntó Sayaka, preocupada.
Botan intervino con una solución.
–¡Puedes visitar a Shouta en sus sueños!
Shouta y Sayaka se miraron, sorprendidos y emocionados.
–¿En serio? –Preguntaron al unísono.
–Sí, podrán seguir jugando juntos en los sueños. –Confirmó Botan– Pero no olvides que no puedes hacerlo por siempre. Visitar los sueños de Shouta todas las noches seguirá afectando su cuerpo, aunque no de forma tan peligrosa como antes.
–Querés que yo te juegue con vos hasta que te vayas? Yo ya soy un fantasma... –Dijo Yusuke mientras levantaba a Sayaka y la ponía sobre sus hombros– ¡Voy a reemplazar a Shouta hasta que te canses! ¿Querés?
–¡Con lo que costo convencerla de que venga conmigo! –Exclamó Botan, sorprendida.
–¡Quería que la pasara bien hasta que se fuera! –Refutó Yusuke– No sé cómo será el Cielo. Pero si no tiene recuerdos felices de acá va a sentirse sola igual. ¿No puede quedarse a jugar un rato más?
Sayaka comenzó a llorar de nuevo, pero estas eran lágrimas de alegría.
–Es la primera vez que alguien me regaña y la primera vez que alguien me carga sobre sus hombros. Estoy muy contenta... –Dijo Sayaka, con una sonrisa.
Himemiya extendió la mano y le frotó la parte superior de la cabeza para consolarla.
Sayaka y Shouta jugaron durante tres días más antes de que ella decidiera dejarlo. Como prometió, Sayaka dejó a Shouta en paz y Yusuke tomó su lugar como compañero de juegos. Aunque Yusuke subestimó lo apegada que estaba a él, han pasado más de dos semanas desde que empezó a jugar con él y no parecía que fuera a irse pronto.
–¡Vamos a jugar, Yusukeeeeee-niisan! ¡Haz caballito!
–¡Andate al cielo de una vez!
Bueno, al menos Yusuke obtendrá algunas buenas acciones de esto, y Sayaka tuvo la oportunidad de encontrar un poco de consuelo antes de finalmente seguir adelante.
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