Grusha x tu
T/n estaba en su habitación, en un hotel en Sierra Napada. Estaba de vacaciones de invierno. Ella provenía de Galar. Miraba por la ventana el paisaje nevado. Árboles cubiertos de nieve, un telesilla y una pista nevada para esquiar se veían desde su ventana. Decidió ir a hacer snowboard un rato así que se puso su abrigo y salió de su cuarto. Salió del hotel y se dirigió hacia la cabaña cerca del telesilla en la que prestaban tablas para snowboard y esquís. Tomó prestada una tabla y comenzó a bajar la cuesta. La gente bajaba rápida la montaña a su lado y ella al ser principiante iba lenta e inclinándose hacia un lado. Finalmente lo que no debía pasar pasó. Se chocó contra un chico de cabellos azules y bufanda azul y roja que también hacía snowboard y ambos bajaron la montaña rodando.
-Uy perdón,-dijo t/n poniéndose en pié y tomando su tabla. Le tendió la mano para ayudarlo a levantarse-culpa mía, no se me da bien el snow.
-Hm... No importa-el chico se levantó sin la ayuda de ella. El peliazul también tomó su tabla y se dirigió hacia el telesilla.
T/n al ver que él se iba lo siguió. Los dos se pararon a esperar los siguientes asientos del telesilla.
-No nos hemos presentado, mi nombre es t/n-dijo la chica sonriendo.
-Yo soy Grusha-se presentó el chico sin siquiera mirarla.
Se subieron al telesilla y subieron lentamente la montaña en silencio. Sin previo aviso t/n comenzó a hablar rápidamente.
-¿Traes algún pokémon?¡Yo traigo a mi growlithe! Lo tengo desde que era una niña y le tengo mucho aprecio. Es un amor. ¿Tu quieres mucho a tus pokémon? Si tienes, claro. Si no pues no-dijo atropelladamente.
-Traigo un altaria.
-Buenooo... ¿Haces snowboard desde hace mucho? Perdón por haberme chocado, yo soy principiante, así que no tengo mucha destreza. ¿Te gusta la nieve? ¡Yo la amo! Me encanta hacer muñecos de nieve, hacer snow, jugar con mi pokémon, patinar sobre el hielo...-t/n agitaba sus piernas que colgaban del asiento del telesilla como una niña emocionada.
-Hago snow hace ya bastante...
-No eres de muchas palabras, lo pillo. Pero bueno, a mí me encanta hacer snow aunque no se me da bien. Lo descubrí hace algo más de un año, cuando vi una competición por casualidad y me enamoré de este deporte y...-de pronto el telesilla se paró.-¿Se acaba de parar el telesilla? Ay que emoción, es la primera vez que me pasa. ¿Pasa muy a menudo?
Grusha miraba al horizonte. La bufanda le tapaba la boca. Desde allí arriba podían ver todo el bosque nevado y muy a lo lejos se podía ver el gimnasio de Sierra Napada.
-No suele pasar.
Por una vez t/n guardó silencio. No era un silencio incómodo, era uno de esos silencios necesarios.
Pocos minutos después el telesilla se puso en marcha. Cuando llegaron se bajaron del sus asientos y la chica por poco se cae de cara contra la nieve.
Grusha miró un reloj de muñeca que traía y comenzó a irse. T/n dejó su tabla en la caseta donde las prestaban rápidamente y luego alcanzó al chico.
-¿Te vas?-preguntó t/n acercándose a él-Venga, vamos ¿Te apetece ir al hotel a la cafetería a por un chocolate caliente? ¿Te gusta el chocolate caliente verdad? ¿A quien no le gusta?
-Hm... Si me gusta, pero yo...-el peliazul trató de zafarse pero t/n lo tomó del brazo y prácticamente lo arrastró hacia el hotel.
Los dos se sentaron en una mesa de la cafetería del hotel. Tan pronto como se sentaron la chica comenzó a acribillarlo a preguntas.
-¿Cuál es tu tipo de pokémon favorito?¿Que teratipo tiene tu altaria?¿Te gustan los combates? ¿Usas a tu altaria en combate?¿Se te dan bien?No me has respondido a si te gustaba en chocolate caliente.
-Pues...
-¿Que vais a pedir?-dijo un camarero que pareció salir de la nada.
-Dos chocolates calientes-pidió t/n sin siquiera preguntarle a su acompañante.
El camarero sonrió y se retiró. Entonces t/n continuó agobiando al peliazul a preguntas.
Cuando Grusha iba a responder vió su reloj, se levantó y se fue rápidamente.
Poco después el camarero trajo dos tazas de chocolate.
-¿Se ha ido tu acompañante?-preguntó
-Parece que si.
-En ese caso me llevo una taza y no te la cobraré.
-Gracias.
El camarero se llevó una de las tazas y dejó que t/n se bebiese en silencio su chocolate.
Mientras tanto, unos chicos hablaban en la cafetería.
-¿Te has enterado? Un entrenador prodigio ha conseguido terminar el eslalon gigante y va a retar al líder en el gimnasio de Sierra Napada-decía uno
-Que dices, va a ser una pasada.
-Lo mejor de todo es que va a ser hoy, en media hora
-¿Porque no me has avisado con más antelación?-el chico se levantó y se fue hacia la salida.
-¡Acho, esperame!
Los dos chicos habían salido de la cafetería.
T/n tenía curiosidad sobre el combate así que fue a pagar su chocolate y de paso le preguntó al camarero.
-Disculpe, ¿Sabes dónde queda el gimnasio de Sierra Napada?
-Claro, hay una carretera que da al gimnasio a la derecha de la salida.
-Muchas gracias.
T/n consiguió un chófer que también iba en esa dirección que la llevó al gimnasio.
Al lado del mismo había un área de combate donde había gente esperando.
-¿Aquí es el combate?-preguntó t/n a los dos chicos que había visto antes en la cafetería.
-Si, aquí es.
Parecían emocionados.
La chica esperó poco rato hasta que un chico algo pequeño de uniforme blanco y naranja llegó al área y fue al centro.
Entonces llegó Grusha.
Ambos sacaron sus pokemon y combatieron.
Ganó el chico de uniforme.
Grusha se estaba retirando hacia el gimnasio cuando t/n lo tomó del brazo.
-No me habías dicho que eras líder de gimnasio-comentó ella
-No tenía por qué decirlo, solo es mi trabajo.
-Pero bueno, ¿Si te hubiera preguntado por tu trabajo me lo habrías dicho?
-Supongo que si.
Los dos caminaron hacia el gimnasio.
-¿Te gusta tu trabajo?¿Y los combates?¿Te molesta tener público?¿Aquí hay alto mando?¿Que clase de pokémon es tu cetitan?¡No sabía que eras el experto de tipo hielo! Te pega mucho, eres tan frío pero hermoso... Uy yo no he dicho eso-t/n estalló en risas
Grusha caminaba en silencio mientras la otra se partía de risa.
T/n apresuró el paso para alcanzarlo.
Entonces llegaron a la puerta del gimnasio.
-Bueno, tengo trabajo-dijo el de cabellos azules.
-¿Tienes mucho trabajo?¿A qué hora sales?¿Que haces en tu trabajo?
-Salgo a las siete y media
-¡Vale, te espero a las ocho en la cafetería del hotel!
-No, gracias.
-Pero bueno, primero me dejas tirada con el chocolate y ahora no quieres venir conmigo.
-No tengo porque hacerlo. Apenas te conozco.
-Si no pasamos tiempo juntos no nos conoceremos nunca.
-Hm...
Grusha entró al gimnasio y t/n se quedó fuera en la puerta.
Desde entonces, todos los días, cuando Grusha salía del trabajo se encontraba en la puerta a t/n, esperándolo. Y todos los días ella le preguntaba que tal había ido su día, si está cansado y si le apetecía quedar con ella a tomar algo.
Grusha cada vez le decía que no tenía ganas de tomar nada y se iba. Hasta que un dia, harto de encontrarla en la puerta aceptó.
-¡Ya sabía yo que aceptarías!
-Hm... Acabemos esto cuanto antes.
Un rato después estaban en la cafetería del hotel tomando un café y como siempre, t/n hablando por los codos.
-...de verdad los combates se me dan de pena. Intenté combatir con mi growlithe y acabamos los dos agotados. ¡Los combates necesitan mucha habilidad y estrategia! Te admiro por eso, yo de pequeña quería ser líder de gimnasio pero es un sueño que nunca alcanzaré.
-Entiendo
-¿Y tu? ¿Porque eres líder de gimnasio?¿Te gusta tu trabajo?
-Me entretienen los combates, aunque antes me dedicaba al snowboard de manera profesional.
-¡Hala! ¿Por eso estabas el otro día haciendo snow cuando nos chocamos?
-Practico para no oxidarme.
-Tiene sentido-le dió un sorbo a su bebida- Y bueno... ¿Que más te gusta hacer?
-Hm... Ahora que lo pienso entre el trabajo y las prácticas de snow no hago gran cosa
-¿No?
-No
-¿Y que te gustaría hacer?
-La verdad no lo se.
Grusha miró la taza de café que tenía delante sin empezar. Entonces se bajó la bufanda, tomó la taza con sus manos y dio un sorbo a su bebida.
-¡Hala Grusha!
-¿Que?
-¡Eres muy apuesto!
-Hm... Gracias por el cumplido-un ligerísimo rubor coloreó las pálidas mejillas del chico
-Te lo digo muy en serio, si quisieras conquistarías a medio mundo.
-No creo que sea para tanto.
-Pues yo creo que si.
-Respeto tu opinión equivocada.
T/n sonreía como una pequeña niña emocionada.
-Eres gracioso Grushi
-¿Como me has llamado?
-Grushi
-¿Por qué?
-Por nada-dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
-No se te ocurra llamarme así nunca más
Ella río.
-Vale, vale. No lo haré más.
-Tengo una pregunta para ti.
-Dime
-¿Porque estabas tan empeñada en que fuera contigo a tomar algo?
-Quería tener una cita o algo así contigo.
-¿Una cita?¿Por qué?
-Pues...-t/n se detuvo al hablar y se replanteó lo que iba a decir-Me has caído muy bien y quería pasar tiempo contigo.
Grusha suspiró y miró con sus ojos fríos a la chica
-Está bien...
T/n tomó un sorbo de su bebida y se le iluminó la mirada.
-¡He tenido una idea!-dijo ella mirándolo sonriente
-¿Qué pasa ahora?
-Primero que nada, ¿Hay algún día que no trabajes?
-Hm... Si, este domingo.
-¡Perfecto!¿Te parece quedar ese día por la tarde para hacer snow juntos?
-La verdad preferiría tener un día de descanso en mi casa... Pero bueno. Vale.
-¡Muchas gracias por acceder Grushi!-el mencionado volvió a suspirar-Entonces nos vemos el domingo a las cuatro enfrente de la cabaña en la que prestan las tablas de snow.
-De acuerdo.
Pasan un par de días y llega el domingo.
Eran las cuatro menos cuarto y t/n ya estaba esperando frente a la cabaña con su tabla de snowboard.
Poco después llegó Grusha también con su tabla.
-¡Grushi!-ella lo llamó a pleno pulmón a pesar de que estaban apenas a un par de metros-¡Llegas justo a tiempo!
-Hm... Hola.
-Hace frío, pero cuando te veo se me pasa.
-No entiendo qué quieres decir con eso pero bueno. Si tienes razón en que hace frío, por algo está todo nevado-
-Bueno, ¿Bajamos la montaña?
Grusha asintió y con su tabla comenzó a deslizarse lentamente montaña abajo.
T/n hizo lo mismo.
Mientras bajaban la cuesta la chica perdía a menudo el equilibrio y por poco se cae varias veces. Pero al final consiguió bajar sin mayor problema la montaña.
-¡Esta vez no me he chocado con nadie ni me he caído!-exclamó t/n cuando llegaron abajo.
-Te doy mi enhorabuena
-Tu tan frío como siempre. Me gusta.
A Grusha se le colorearon sus mejillas.
-Bueno, vamos al telesilla-el chico caminó hacia el telesilla que estaba a la entrada de un bosque nevado. T/n lo siguió pero escuchó un ruido y se detuvo. Entonces ella pasó de largo el telesilla y se adentró en el bosque-¿T/n? Vuelve aquí ¡T/n!
Él dejó tirada en el suelo nevado su tabla de snowboard y corrió tras la chica.
Siguió las pisadas en la nieve de ella y rápidamente la alcanzó. Entonces comenzó a nevar.
-¿T/n?-dijo Grusha acercándose a ella-¿Por qué has salido corriendo?
-Me había parecido ver un conejo.
-No tenías que salir corriendo así. Anda, volvamos a la pista de snow, no querría perderme.
-Oh vale.
Él buscó las huellas que habían dejado pero no consiguió encontrarlas.
-¿Donde estaban las huellas?
-Tienen que estar por aquí-un copo de nieve cayó en la nariz de ella.-Y si...
-¿Y si, qué?
-¿Y si la nieve ha ocultado nuestras huellas?
El de pelo azul abrió los ojos como platos.
-Puede ser...
-Ya que estamos los dos solos quisiera decirte algo...
-¿Que?
-Creo que me he enamorado de ti...
-T/n esa broma no es graciosa, además, no es el momento.
Ella bajó la mirada.
-N-no... No es una broma
-¿No?
-No-jugueteó con sus dedos.
Grusha se llevó las manos a la cabeza.
-No puedo creer que nos hayamos perdido y lo primero que se te ocurre decir es que te has enamorado de mi.
-Bueno... Esque pensé que si nos vamos a perder y jamás encontrar la civilización me gustaría que sepas cómo me siento, aunque me rechaces...-Un estruendo se escuchó montaña arriba-¿Que ha sido eso?
-Lo que faltaba... Una avalancha.
Un ruido ensordecedor y estruendo de árboles partirse se escuchaba que bajaba la montaña. En breve los alcanzaría.
Entonces t/n hizo caso a sus instintos, le bajó la bufanda a Grusha y depositó un beso en sus labios. Esto sorprendió al chico, pero no sé separó, de hecho correspondió al beso.
Los dos se abrazaron al tiempo en el que la nieve se abalanzaba sobre ellos.
Y allí murieron, sintiendo un amor sincero.
Fin
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