Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

23 - ¿A dónde nos vamos cuando morimos? [final]

Su cabello era ondeado por el poco viento que hacía allí, tenía esa expresión tranquila y las veía con una indiferencia poco común en ella. Momo estaba pensando en cómo es que Dahyun todavía tiene fuerzas para seguir llorando, si toda la noche lo estuvo haciendo.

Ella sabía de ese dolor, ella dejó que lo pasara, nunca lo detuvo, tampoco lo redujo.

¿Era una mala novia? Muy probablemente. Había pensando en la felicidad, estando consciente que este momento llegaría y la más afectada sería Dahyun. Se sentía una idiota, pero pronto no iba a sentir nada.

Como Sana y Dahyun se quedaban en silencio, Momo alzó su mano y el arma fue a apuntar a la sien del director Yang, quien intentó gritar pero demasiado tarde; Momo apretó le gatillo hasta el fondo, viendo como aquel cuerpo perdía la vida.

Sana y Dahyun dieron un salto hacia el pequeño sonido, vieron lo que acababa de suceder. Sana se volteó, teniendo arcadas, mientras Dahyun desvió la vista, teniendo una especie de necesidad por ignorar lo que ocurría... de nuevo.

— Mi propósito terminó — Momo sonrió feliz. entre un suspiro. Su pecho se llenó de felicidad. Por lo que había luchado, lo había logrado.

Se giró con el arma en mano, caminó hasta el borde para querer terminar con todo, pero Dahyun no quería dejar todo esto así, no podía soportar verla y no hacer nada.

— Momo... por favor — Momo se detuvo al escucharla, volteando su cuerpo para ver a su novia cerca de ella, suplicando por que no lo hiciera, por que se quedara más tiempo con ella — Por favor... — su voz era tan débil, estaba a punto de llorar. No sabía exactamente qué pedía, si más tiempo o que simplemente le quitara el dolor.

Tal vez si nunca se hubiera enamorado, si nunca esperara como un perrito en la ventana para ver a su hermosa vecina, si nunca sus ojos se iluminarán cuando admiraban su cuerpo de vestimenta rosa, si nunca la hubiera conocido, Kim Dahyun no estuviera sintiendo tanto dolor.

Pero tampoco hubiera sentido la correspondencia de un amor de adolescente muy fuerte y dedicado.

— Te amo tanto, Dae... — Momo confesó, haciendo a Dahyun apretar los labios y sentir su garganta tensarse por el llanto que la quería atacar — Mi destino siempre fue morir por decisión, cuando acabara con todo, pero fuiste quien me hizo desear quedarme — Momo también quería estallar en llanto, pero lo controlaba mejor.

Nunca tuvo otro propósito para vivir, lo único que la motivaba era que haría hacer que Mina descanse, que su hermana lograra tener la venganza en compensa por no tener justicia. A Momo la movía el odio en la vida, el odio hacia la religión, que pronto se había vuelto más un odio contra sus fanáticos hipócritas.

Dahyun le había enseñado que no todos en la religión eran malos, no todos te destruían, no todos te despreciaban, no siempre la religión era lo malvado.

Se supone que su progenitor Hinata hizo todo aquello para crearle odio, la hizo ver a su hermana en lamentable estado, para que vea lo que se "merecían" los homosexuales, para que les tome un odio a estos, para que pueda ver que eso debía ser normal.

A Hinata le salió muy mal, pues cavó su propia tumba y la de los demás, creó a un ser lleno de rencor y vengativo, hizo a una persona llena de amor a una llena de odio. Su propia hija le había dado lo que ella consideraba necesario para que su hermana descansara. Momo lo había acabado a él y a todos los iguales o parecidos que encontrara.

Pero antes, ellos la habían acabado a ella.

— No puedo quedarme, porque hice la promesa de volver con Minari, reencontrarme con ella para descansar — Momo tragó saliva, sintiendo cómo el dolor se propagaba en su cuerpo como una enfermedad. No creyó que le iba a doler tanto irse, porque no tendría razones para quedarse.

Su error fue enamorarse, fue lo que truncó el plan. Pero en igual de un ataque de ira, le trajo mucho amor.

Pero Momo en ese pensamiento negó, porque enamorarse no fue un error realmente. Si le darían la oportunidad de nunca conocer a Dahyun para no causar dolor, la desaprovecharía, porque Dahyun fue quien hizo sus últimos días más felices.

Se seguía sintiendo egoísta, pero como había escrito en su diario, había decidido serlo.

Momo desvió su vista hacia el paisaje que se veía, no queriendo ver como su novia lloraba por sus palabras. Le hacía tener una necesidad de decirle que se quedará, de mentirle, una dulce mentira. Siempre ha sido dulce, quería que seguía siendo así para Dahyun.

Pero había momento donde inevitablemente todo será agrio, y Momo debía aprenderlo... de nuevo.

Las sirenas de policía no se hicieron esperar, estaban cerca. Momo pudo ver desde ahí como se estacionan y rápidamente se adentraba en el instituto. Tuvo un atisbo de sonrisa cuando el detective Min también salía de un vehículo.

Ya habían notificado del cuerpo de la secretaría.

— Tal vez en otra vida, o en otro universo, podríamos estar juntas... Pero en esta no se puede — Momo retrocedió hasta sentir su espalda chocar con el barandal, sintiendo el frío metal estremecer un poco su cuerpo.

— Momo — Dahyun se acercó, mientras Momo parecía decirle que no se acercara.

Dahyun sacó el dibujo que tenía guardado, estaba arrugado, en una bola hecha muy desordenada, pero Momo lo tomó aún así.

Momo desdobla cuidadosamente, quitando cada arruga un poco para dejar ver un dibujo de una princesa con un vestido de color rosa. Estaba a medio pintar, pero eso le seguía gustando mucho.

— ¡Oh, mira! — su rostro se iluminó en emoción, dando un pequeño salto con su hermosa sonrisa dulce — Está muy hermoso, como siempre. Todo tú eres un ser hermoso, así como lo que haces, Dae — sus palabras solo hicieron a Dahyun restregar sus ojos y apenas sonreír un poco. Momo dió otra pequeño salto, dando una gran sonrisa — El rosa es mi color favorito — entusiasmada volteó la hoja para enseñársela a Dahyun, como presumiendo y Dahyun quiso reír en medio del dolor.

Como si nadie supiera que ese color siempre fue su favorito.

Momo dobló la hoja, tomándola bien con su mano. Se cruzó el barandal de manera rápida, quedándose del otro lado mientras Dahyun volvía acercarse alterada.

— Lo quiero siempre conmigo — Momo apuntó al dibujo, sonriendo audazmente. La traducción a eso era como 'Lo quiero en mi tumba o en mi ataúd'.

— M-Momo, espera — Dahyun quiso acercarse, con las lágrimas ya deslizándose por sus mejillas de nuevo, pero detuvo su caminar cuando Momo alzó el arma y se apuntó a sí misma, en el lado izquierdo del pecho.

— Por favor, bonita... Por favor, no mires — Momo pidió, sonriendo dulcemente aún si las lágrimas fluyendo la hacían ver triste en igual de feliz. Pero estaba serena, tranquila, al borde del edificio con el cuerpo inclinado y el arma amenazando su existencia.

Sana, quien se había mantenido de rodillas más atrás, alzó la cabeza al escucharla también, mostrando su rostro expresivo de desastre y llanto.

Momo apretó la hoja del dibujo en su mano, así como también apretó el gatillo y una bala perforó su pecho, quitándole la vida al instante al darle en el órgano latente. Su mirada perdió el brillo, su respiración se cortó, y por la inclinación su cuerpo cayó hacia atrás, varios metros hacia abajo hasta el suelo.

— ¡Momo! — no se podía distinguir de quién de los tres fue el grito.

¿Tres? Sí, tres.

Simultáneamente a su muerte, Dahyun caía de rodillas con sus manos tapando su rostro en llanto desgarrador, Sana llena de incredulidad tenía arcadas nuevas, y la puerta se abría con el detective Min apuntando con un arma y viendo al cuerpo de Momo caer

Simultáneamente, la asesina serial de la cuidad perdida la vida, la cuidad se liberaba de lo que consideraban muy peligroso, las personas podrían tranquilizarse y sonreír felices.

Aún así, Momo en el suelo seguía apretando el dibujo como si nunca lo quisiera soltar, aferrándose a lo último que la hizo feliz en su corta vida.

Momo no sabe si lo imaginó, si alucinó, si tal vez es algo que la mente hace al último instante de morir, pero puede jurar que sus ojos vieron a Mina recibiendola y sonreírle, como tanto quiso y extrañó. No sabe si fue real o no. Solo sabe que la hizo poder aceptar su descanso eterno a donde sea que su alma fuera cuando su cuerpo se apagaba.

¿A dónde nos vamos cuando morimos?

[ . . . ]

UN AÑO DESPUÉS.

CARTA EXTENSA DE DAHYUN:

'Ha pasado ya un tiempo, Momo.

Estoy indecisa de qué escribir. Tengo mucho y nada sobre qué escribir para ti. Tu ausencia ha traído una revolución, realmente. Una revolución en todo el mundo, pero te voy a contar primero de la revolución que hiciste en mi ser, desde hace un año completo.

Es el aniversario de tu muerte. Un día como hoy, hace un año, a plena luz del sol, la chica más preciada de mi vida hizo mucho y se fue finalmente de mi lado. Me encanta pensar que irte de mi lado es el sacrificio para que estés con Mina, porque así tu puedes ser feliz mientras llego a ti.

¿Me estás esperando? Espero que sí, porque yo espero ir contigo en algunos años, cuando viva mi tiempo aquí, cuando en la vida me detenga y diga 'Ya he hecho todo lo que he querido hacer', cuando esté satisfecha. Bueno, si no me voy por accidente. La vida es caótica, ¿no?

Debo admitir que he pensado muchas veces en adelantar mi muerte, pero no creo que quieras eso para mí. Tú querrías que sea feliz, que no te olvide, pero que pueda seguir con mi vida, con una vida donde pueda superar tu muerte y lo que ocasionaste.

No puedo creer que ya haya pasado un año, pues para mí ha pasado una eternidad de tiempo. Siento como si hubiera sido una década, y solo tengo diecisiete años. Me han dicho que soy muy joven para ser infeliz, ¿pero ellos qué saben? La gente es infeliz, no hay edad para serlo, en el mundo existe gente de toda edad con emociones así.

Te contaré un resumen sobre lo que ha pasado. Hoy yo fui a verte en tu tumba, hay muchas cosas, nuestros compañeros y amigos te dejan regalos y algunas cartas también. Aunque en tu diario escribiste que hiciste una carta para Mina y la quemaste, porque así llegara a donde los muertos descansen, así que voy a quemar esta carta también.

Yo había llegado primero, luego Sana llegó con una flor rosa para ti. No te lleve nada, lo siento, pero luego fui a casa y te llevé un dibujo de tu princesa favorita, Aurora la Bella Durmiente, porque su vestido es rosa y eso te encantaba.

Hace un año, no creerás lo desastroso que fue tu funeral, porque todos lloraban. Tu madre tuvo los gastos, estuvo presente pero se fue a los minutos, parecía destrozada. Perdió a toda su familia, y ya no supe más de ella después de eso.

No muchos asistieron a ver tu sepultura. Eras la asesina, no te querían. El grupo completo de el Aula de los Fenómenos, el Grupo LGBT, asistió, te veló y lloró por ti. Aunque no muchas personas fueron a tu funeral, sí que te visitaron después de que se supo todo. ¿Estuviste presente, lo viste? ¿Viste que tu pedido sí se cumplió, el del dibujo que querías en tu ataúd? ¿Sí lo viste?

El mundo entero lo sabe y hubo mucha pelea en Internet. Me daba mucha gracia ver cómo se peleaban. Si fuiste justa o no, si te apoyaban o no, si estaban de acuerdo o no, si les gustaba o no. Después de todo, tú ya no estás. Los debates no importan, todo ya ocurrió, todo es el pasado, fue una noticia más, aunque una de las más famosas mundialmente.

El detective Min pareció simpatizar contigo después de leer el diario que hiciste como declaración. Claramente en ese no era solo una declaración, era toda tu vida escrita con sentimientos, aunque el que no excluye nada es el diario original que yo tengo. El caso se cerró, pero hiciste mucho.

¿Supiste de las marchas que se hicieron por la comunidad LGBT+? No apoyaban lo que hacías, no te justificaban, pero ponían de ejemplo la crueldad que podría haber por el odio hacia ellos. Podrías haber sido una gran persona, tener a tu hermana a tu lado, pero te lo arrebataron, te obligaron a ser el odio encarnado. Tú eras un amor, y lo convirtieron en odio, por homofobia extrema.

Las fobias mayormente las relacionan con miedo, porque lo son, pero hay muchas que son de odio y desprecio. Yo las odio.

Te compadecieron mejor porque el detective Min publicó todo el diario. ¿Eso te disgustó, te gustó o no te importó? Él solo respondió las preguntas de la gente con ese diario siendo publicado en todos lados. Claramente la gente también salió perturbada cuando lo terminó de leer, explicas tan explícita cómo torturaste y asesinaste, pero también la gente se hizo un debate por tus acciones y tu forma de ser.

Fuiste una celebridad, cariño. En todas partes escuchaba cómo hablaban de ti como la Asesina de Dios. Leí en tu diario que tampoco te gustaba el nombre, así que no te digo así, para mí sigues siendo solo Momo, o Momori, mi hermoso novia, amante mía y del rosa.

Me da celos compartirte con el rosa, Momori. Parecía gustarte más de lo que yo te gustaba.

Estoy bromeando, me hace feliz ahora que estoy llorando. Lloro porque sé que solo por cartas o en el cementerio podré hablarte, y nunca más en persona, viéndote a tus brillantes ojos o admirando tu sonrisa dulce y tierna.

Aún puedo recordar la primera vez que interactuamos, en ese limpio baño, encerradas y aburridas, pero también riendo y charlando con ánimos.

También puedo recordar la primera vez que te vi: Acababas de mudarte y saliste a comprar una chuchería, creo. Parecías una deidad, tan hermosa. Pasó por mi mente que eras una chica riquilla y malcriada, pero tu tierna sonrisa te defendió audazmente.

En aquel momento sentí tanto sentimiento involucrado, que no puedo detallar exactamente.

Fue tan confuso.

Cuando cierro los ojos, todavía puedo verte a ti, recordar cada parte de tu rostro y cuerpo. Puedo sentirte cerca mío, tu calor abrazándome para reconfortarme, tus brazos rodeandome, tus labios besándome. Pero es artificial, no real, cosas de mi mente buscando consuelo en lo inexistente.

¿Por qué me enamoraste tanto si sabías que te ibas a ir, Momori? Así lo decidiste, lo sabías, y ahora estoy llorando mientras escribo a ti sin saber si estás palabras lleguen a ti.

Voy a cambiar de tema, te hablaré sobre los demás. El Grupo LGBT te extraña, o bueno, a la Momo que conocían, no a la asesina. Te pondré en contexto, dónde están y cómo están.

Tres chicos y tres chicas ya están en la universidad, salieron y se graduaron del colegio. Beomgyu, Minho, Hyunjin, y nuestra Santísima Trinidad; Jihyo, Jeongyeon y Nayeon. Solo somos diez de la Clase Roja.

Aunque la Clase Roja no existe ya. Hay un nuevo director, deshizo esa clase y nos incluyó con los demás. No lo considero bueno, pero tampoco malo. El colegio ahora tiene una mala fama, menos prestigioso, pero sigue firme a quedarse.

Aún así, los diez restantes de lo que fue el Grupo LGBT seguimos juntos.

Tenías mucha razón de la flechada, eh, Momori. Tzuyu se le declaró (muy tímidamente) a Nayeon, le confesó que se enamoró de ella desde el primer momento que la conoció. ¿Y adivina qué? ¡Nayeon correspondió! Dijo que se había empezado a enamorar hace unos meses cuando empezó que conocerla más a fondo. No están en una relación, pero las citas y las ganas de estar en una se notan mucho.

Sana y Jihyo pues no pueden estar tanto juntas porque ya no están en la misma institución, pero se las apañan bien y siguen con la relación. Sana estuvo muy mal emocionalmente hace un año. Diciéndote que estuvo dos meses en rehabilitación, creo que entiendes la gravedad de su mente. Pero ahora mejoró, está mejor, sigue con la vida.

Shuhua y Tzuyu siguen siendo las mejores amigas. Shuhua sigue dando miedo apareciendo y desapareciendo, pero es su forma de ser, se le quiere. Seungmin es el único hombre ahora del grupo de amigos en el colegio, pero parece muy bien con eso, él está bien. Joohyun dice que conoció a alguien, se llama Yeri y están saliendo hace ya tiempo. Me llevé la sorpresa que Yuna y Yeji empezaron una relación.

Como que a todos les dió por ir bien en el amor.

Estoy feliz por ellos, pero inevitablemente se me restriega en la cara que yo perdí a mi único y fuerte amor.

Chaeyoung está soltera, tiene dieciséis, está chiquita (en cualquier sentido), sigue dibujando y es muy buena en muchos tipos de arte. Rosé se hizo más reservada después de tu muerte, le afectó de alguna manera en su perspectiva hacia los demás, pero esta mejorando y sigue siendo Rosé directa y sincera.

Es mi resumen. ¿No te gusta, Momori? Pues que mal si no, porque no sé dar resúmenes de todo. No estoy conciente de lo qué ocurre a mi alrededor, porque ni sé lo qué ocurre conmigo.

No te voy a decir que estoy bien, pero tampoco estoy de lo peor. He tenido mejores días, pero también peores. Estoy estudiando en el mismo colegio, la relación con mis padres no cambió, mis amigos están conmigo, tengo uno que otro amigo adicional.

A Misaki Haru la atraparon, pero por la amenaza que le hiciste para que te ayudara, al año pudo salir de la cárcel, con tres años de servicio comunitario. A su hermanita la tomaron en una casa hogar, y al parecer mejoró todo con ellas dos, están juntas y ajenas a lo malo del mundo esta vez.

Ryujin, tu ex compañera de trabajo, sufrió por tu pérdida y también por tus mentiras, pero la pude ver más feliz estos días. Escuché que su madre se volvió a casar y su ahora padrastro es como un verdadero padre con ella, por eso mejoró su vida diaria por la relación familiar más estable.

Sigo frecuentando el restaurante Dalkomhan, su pan con glaseado sigue siendo de los mejores. Tú sabes que ese pan es mi favorito, ahora no puedo robarlo, pero lo compro mucho y me encanta.

Estoy pensando en estudiar para ser profesora de preescolar, pero después de eso estudiar veterinaria. El de veterinaria lo haré más por gusto, pero el de maestra es el que quiero.

Creo que eso es todo lo que se me ocurre por contarte. Esto fue largo. Hice la letra chica y aún así usé las dos caras de la hoja para escribir todo. Espero esto lo puedas leer y sentirme contigo, así como yo te siento justo a mi lado, Momori.

Te siento a mi lado. En cada decisión que tomo siento que me estás viendo y apoyando. Veo a mi alrededor y no te puedo ver, pero mi cuerpo parece sentirte cerca y me compartes de tu calor. No pareces estar realmente en algún lado, tal vez porque en realidad estás en mí, en mi pecho y es la ilusión de estar conmigo. Tal vez ahora estás en mi pecho, acompañándome en mi vida diaria siempre. Así es como lo siento.

Como dice ese famoso dicho: Al morir pasas de estar conmigo, a estar en mí.

♡ corazoncito.

Saluda a Mina de mi parte, no la conozco pero con tus escritos al describirla me han hecho tomarle cierto cariño. Tú y ella tienen algo en común, se despiden con las mismas palabras dolorosas, Momori: 'Por favor, bonita... Por favor, no mires'.

Leí en tu diario que también fueron sus últimas palabras. ¿Sabes cuánto me tiene destrozada esas palabras? Algún día podré escuchar alguna de esas palabras sin que me palpita dolorosamente el pecho, pero ahora te siento a flor de piel con dolor y melancolía. Puedo sentirte por algunos días con felicidad, recordando esos momentos de alegría entre tú y yo, pero luego veo la realidad y la tristeza me invade.

No quiero hacer más triste esta carta. Me despido de ti, mi hermosa y preciada novia. Me dejaste viuda antes de casarnos, Momo. Aunque yo te dije que en mi mente ya eramos esposas, estás amarrada a mí, eh ¿qué tal eso? ¡Eres mi esposa!

Te amo tanto y por mucho tiempo más, Momori. Espero que sea recíproco todavía, cariño. Ámame como yo a ti, piensa en mi como yo en ti, sienteme contigo como yo te siento en mí.

Atte. Tu bonita Dae Dae.'

Dahyun restregó su rostro desordenadamente, quitando el rastro de lágrimas que tuvo. Con una pequeña sonrisa tomó la carta, metiendola a un sobre de color rosa.

Tenía que ser rosa, para que a Momo le gustara aún más.

La dobló bien, con delicadeza y cuidado para que quedara muy bonita. Una vez lista, Dahyun tomó el encendedor para encender la flama y acercarla al papel, encendiendo este y fueron segundos cuando el fuego devoró el material.

Dahyun pudo ver como su larga carta se convertía en cenizas, yéndose en el viento. El humo lo podía respirar, pero no le importó y sonrió observando su carta. Alzó la mirada para verse en el espejo, y vio el desastre de llanto en su rostro, haciendo que su sonrisa se fuera.

Se había prometido no llorar, pero en ese primer aniversario estaba mucho más sensible que otros días con el tema. Aún así se sentía reconfortado. Después de todo, al morir Momo sí pasó de estar con ella, a estar en ella.

[ . . . ]

MUCHOS AÑOS MÁS DESPUÉS.

— ¿M-Momo?

— ¡Dae Dae! ¡Te extrañé tanto!... ¡Ven, ven! ¡Te presentaré a Minari!

¿A dónde nos vamos cuando morimos?




F I N A L







. . . . .

AAAAAAAAAAAAAAAAA YA TERMINÓ.

DIOS, como me encanto escribir esto. No tengo mucho que decir realmente, pero lloré mucho eh.

Gracias y byebye, espero les haya gustado y entretenido.

LARTA VIDA HOMOSEXUAL.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro