21 - Un sueño imposible. ¡Gracias, Dios!
/ Momo (Prt. 5)
Dahyun se había quedado dormida. Momo solo la miró, teniéndola en su pecho mientras la película se reproducía en la televisión. La cita la habían decidido en casa de Momo, cuando su madre se fue a con vecinas y su padre a buscar empleo.
Momo no sabía si a Dahyun se le hizo aburrida la película o si estaba muy cómoda acostada encima de ella, pero le gustaba como Dahyun la abrazaba y se hundía en el hueco de su cuello, tomándola como almohada y cama.
Solo que Momo recordó una cosa que debía hacer. Se removió en busca de apartar suavemente a Dahyun de su cuerpo, viendo a ésta fruncir el ceño y quejar entre sueños.
— ¿Momo? — oh, bueno, se había despertado.
Cuando Dahyun abrió los ojos, Momo se fijó en su rostro soñoliento. No quería interrumpir su sueño, quería que estuviera cómoda y que tal vez no se diera cuenta que saldría por un momento, pero ahora le tocaba explicar un poco.
— Vuelve a dormir, Dae — Momo se acercó lo suficiente para dejar un beso suave en la frente de Dahyun — Tengo que ir a un lugar — se separó, observando a su novia restregar sus ojos.
— ¿Un lugar? — Dahyun cuestionó, frunciendo el ceño y quitando el rastro de sueño de su rostro.
Momo dudó si debía decirle algo que la hiciera entender, o solo decirle que volvería en unos minutos. Apretó los labios, viendo a Dahyun seguir cuestionando con la mirada del por qué la dejaba sola en el sofá de su casa.
— Mañana lo sabrás, estará en todas partes — Momo se decidió por darle a entender lo que verdaderamente hará. Se levantó del sofá, parándose a un lado de éste mientras veía a Dahyun procesar y entender lo que había dicho. Cuando Dahyun lo entendió, Momo se dispuso a irse.
— Momo... — Dahyun la detuvo, tomando su mano para que se voltearse a verla. Momo se tensó, volteandose a ver con casi miedo que le dijera algo en contra de sus planes. Momo sabía que Dahyun podría convencerla, y temía de eso — Ten cuidado — pero esa preocupación por parte de Dahyun la hizo acercarse para acariciar su mejilla con una delicadeza.
— No soy yo quien debe tener cuidado, Dae — Momo sonrió de lado, viendo a Dahyun desviar la mirada. Esto era lo más cerca de hablar sobre los asesinatos — Duerme. Ni siquiera duraré media hora, vendré en un momento — Momo se acercó a besarla, recibiendo a Dahyun correspondiéndole — No te preocupes — pero Dahyun no podía evitar preocuparse, por más que supiera de la inteligencia de Momo.
Aún si sabía sobre los asesinatos y los ignorara, se preocupaba por lo que le pasará a Momo en algún momento.
Momo se cambió con su ropa oscura, al igual que calzado y guantes, con Dahyun viéndola desde el sofá. Momo sabe que Dahyun había visto el arma que guardó en su ropa, pero no quiso comentar nada relacionado. Solo salió de la casa, sonriendole a su novia y solo recibiendo una mirada preocupada por parte de ella.
Momo se escondió. Ella había puesto en las notas de su padre la ruta que debe tomar, así que se escondió en el callejón, sabiendo que él pasaría en cualquier momento por ahí.
Ella se había asegurado de que no estuviera concurrido, y que tampoco hubieran cámaras alrededor que puedan atraparla.
En la oscuridad se escondió, pero dejó salir un poco su rostro para mirar quién era la persona que se acercaba, confirmando que su padre estaba pasando. El hombre caminaba cansado, su rostro reflejaba que estaba estresado.
Momo sabía que el arma tenía silenciador, así que solo fue jalar a su padre dentro del callejón, tomándolo desprevenido y cayó estrellándose con la pared. Había chocado la cabeza contra la pared, así que terminó mareado, cosa que Momo aprovechó y lo jaló aún más hacia dentro.
Momo había esperado tanto ese momento, que colocó el arma en la frente del hombre, viéndolo abrir los ojos y enfocar la vista, sin decir ninguna palabra por el miedo.
Ahora él estaba viendo que su hija, sosteniendo el arma perteneciente a él, apuntándole a la frente, con una sonrisa divertida en el rostro.
— ¿En serio creíste que olvidaría lo que le hiciste a Mina, papá? — su pregunta la dejó salir en un tono dulcemente empalagoso. Tenía tensa la mano, con las ganas de solo disparar y acabar con su vida de una buena vez.
— M-Momo... — su padre solo pudo murmurar, viendo en un estado de impacto a su propia hija amenazando con disparar en cualquier momento a su cabeza.
— Shh. Sin ruido — Momo lo calló. Podía sentir su estómago burbujear de la emoción, estaba totalmente entusiasmada ahora — ¿Creíste que podría olvidarme cómo torturaron y asesinaron a mi hermana en frente mío? ¿El cómo la abracé llorando deseando que despertara? ¿Creíste que me olvidaría de eso, Hinata? — apretó el arma en su mano, casi apretando el gatillo pero se contuvo.
— Y-Yo no recuerdo — en hombre tenía los ojos muy abiertos, asustado de la situación mientras Momo tensaba su expresión al escuchar esa excusa.
— Sí lo recuerdas — Momo afirmó muy segura — Tienes Alzhéimer, pero sé que lo recuerdas, lo recuerdas muy bien, Hinata — chocó la punta del arma con la frente de su padre, viéndolo desviar la mirada y rápidamente juntando sus manos para rogarle.
— Momo, p-por favor... — él pidió, buscando un poco de compasión en su hija, pero en Momo no había compasion si se trataba en gente como él.
La única razón por la que le dará una muerte tan indolora a su padre, será porque no pudo planear algo más que pueda torturarlo, y debía deshacerse de él lo las rápido posible antes de que lo interroguen sobre las obvias pistas que no encontró.
— Eso me recuerda a cuando yo suplicaba por que la dejaran, y solo le dieron más sufrimiento y al final un disparo en la cabeza — Momo puso una expresión pensativa, encontrando curioso el cambio de papeles que tomaban ella y su progenitor.
— Momo, hija — su padre no tenía muchos qué decir, estaba aterrorizado ante la posibilidad que su propia hija le diera un disparo certero en la cabeza.
— ¿Y quieres saber una cosa más? — Momo se acercó maliciosa a él — He manipulado todo tu trabajo, he cambiado tus notas, perdiste tu trabajo porque yo lo quise así. Ni tú, ni otros, me detendrán de hacer mi propósito contra los religiosos como tú — prometió, soltando una risa divertida por la expresión que nunca había visto en ese hombre.
— Eres la asesina — él murmura, apenas cayendo en cuenta que la persona que siempre buscó estaba viviendo bajo el mismo techo, el mismo techo que él se esforzaba en pagar para su familia.
— Sorpresa — Momo se burló — Ya sabes el final de todas mis víctimas — hizo un movimiento con el arma, viendo a su padre tragar saliva en seco, retrocediendo asustado — No es por ti, es por Mina.
Momo se llenó de gozo cuando su dedo apretó el gatillo y el hombre caía en un ruido seco contra el suelo. Le recordaba un mal momento, pero la diferencia es que ahora estaba en su mejor momento.
Lo observó, analizó y luego rió totalmente feliz de lo que había hecho. Quería quedarse más, sentarse y llenarse de satisfacción en el pecho, pero no debía ser descubierta, así que era mejor irse de ahí.
Metió su mano enguantada a su suéter, sacando la hoja que tenía el dibujo de las manos rezando. Lo dejó en la mano de su padre, haciendo que la tomara superficialmente.
Al volver a casa, Momo miró a Dahyun estando aliviada de verla ahí. Momo solo le sonrió y dejó un beso, sin decir nada. Fue al despacho de su padre, guardó el arma, limpiando ésta para dejarla en donde su padre siempre la tenía. Deberían encontrarlo pronto en aquel callejón, pero no se preocupó y se cambió de ropa para regresar con Dahyun, volviendo a la normalidad de su cita.
Dahyun ignoró todo, solo volvió a la normalidad, sabiendo lo mal que estaba, pero lo poco que le importaba si podía pasar mas tiempo al lado de Momo.
[ . . . ]
DIARIO DE MOMO:
—————
Hoy ocurrió lo que debía pasar desde hace ya mucho tiempo. Bueno, no ocurrió. Yo lo ocasioné. No puedo explicar los sentimientos que tengo, estoy tan feliz, pero demasiado.
Mi madre había actuado tan desgarradoramente, tan herida, pero no me importaba ella. La única razón por la que no la asesino era porque no quiero quedar huérfana en algún otro lugar, y también porque me cuidó cuando yo estaba muy mal. Ella solo seguía órdenes de Hinata, aunque eso no la deja sin castigo. Su castigo es sufrir todo esto, sé que estará muy mal, y eso me gustaba.
No voy a asistir a clases, no hasta al viernes para solo tomar apuntes y mostrar como si estuviera afectada por lo sucedido. Lo único que ocasionó en mí fue una gran sensación de comodidad y felicidad.
Ahora todos saben sobre mis puntos del polígono, pero ya no los necesito. Bueno, no por ahora. El nuevo detective dejó salir la información a la prensa, los patrones, las pistas nulas, lo peligroso que era, y quién sabe qué más. Igual, son cosas que yo les dejo saber, nada fuera de mi control.
Aunque me está gustando ver como culpan a Hinata de estar de lado del asesino, incriminando su imagen de buen detective. Bueno, su Alzhéimer me ayudaba, pero él no estaba consciente. El repudio hacia él y la poca pena hacia su muerte me llenaba de felicidad.
Me era difícil ocultar tener una sonrisa.
Con Dahyun no tenía por qué ocultarla, ella y yo nos juntábamos y pasábamos tiempo juntas. Cada segundo con ella lo sentía especial.
Creo que una vez recuerdo que moriré, me hace apreciar mucho mi tiempo de vida, muchísimo más mi tiempo con Dae.
—
¿Qué mierda sabe él? ¿Con qué derecho se cree que mencionarla? ¿Por qué lo tuvo que decir en medio de la maldita clase? Decir a todo el mundo que no alcé la voz cuando mi hermana murió.
El detective Min no sabe lo que puedo hacer por ella, pero afortunadamente para él, no me voy a tomar el tiempo de hacerlo pagar. Solo está haciendo su trabajo, pero aún así no me gusta para nada que hablen sobre Mina.
Mi hermana es mi hermana, no tienen derecho de hablar de ella ni de cuánto la amé. Fue la persona más importante que tenía, me la arrebataron justo en frente mío. Me arrepiento de no haber luchado más, de no haber hecho nada mas con aquel cuerpo flacucho que yo tenía de niña.
Sé que no pude hacer nada, pero me arrepiento de eso. Nunca olvidaré las últimas palabras que Mina me dijo, ni tampoco de cómo aún muy rota, me seguía viendo con esa dulzura de siempre y queriendo lo mejor para mí. Que no mirara, que no lo hiciera porque me rompería más, pero yo no hice caso. Miré todo, y también terminaré con todo.
Cada que lo recuerdo solo me dan más ganas de matarlos, de hacerlos sufrir y hacerles saber que a quien deben pedir perdón por sus actos no es a Dios, es a Myoui Mina.
Estaba casi segura que tendría un ataque en el baño, estaba tan alterada, ni siquiera lo recuerdo del todo, pero Dae había llegado y me abrazó en mi descontrol.
Yo podría hacerle daño, porque casi nunca soy consciente en mis pocos ataques de ira, pero aún así quise abrazarle y quedarme hasta morir en sus brazos.
Me había hecho la dura, pareciendo firme ante todos, pero no podía tanto con eso. Había soltado la verdad de mucho, el Alzhéimer, todo encajó bien y no me incrimina así que el detective Min se fue con las respuestas.
Yo no había hablado sobre el Alzhéimer porque no lo creía necesario, pero al parecer este detective es diferente a quien pensé que pondrían a cargo. Igual, dije todo lo que lo satisfaciera y no volviera. Me enteré que al parecer testigos sí vieron la huida del grupo de aquel edificio, es la única forma que hubieran visto el uniforme. El detective Min debe de estar investigando eso también, y investigar lleva tiempo.
Me dará el tiempo exacto para terminar.
Solo espero que una vez allá, Mina me pueda recibir, porque la quiero ver, quiero abrazarla, decirle cuánto la extraño, cuánto me esforcé por todo, y cuándo la amo.
—————
[ . . . ]
Momo dejó de escribir, restregando su cara mientras el llanto la inundaba por completo. Lloró lo más silenciosa que podía, no había llorado desde hace ya mucho, pero lo necesitaba. Todo se estaba cayendo en pedazos, ella lo ocasionó así, y le gusta porque es su plan.
Pero sabía que el proceso iba a ser doloroso.
[ . . . ]
CARTA DE MOMO:
'Hoy en el grupo hablaron de ti, Minari. Sana fue a la que más le gustabas. Pude escuchar como decía que eras la mejor bailarina. A veces he visto tus vídeos, los del grupo que formaban tú y tus amigas.
Tu talento era innegable, a veces no puedo creer que en esa pantalla esté mi hermana, pues te ves tan bonita y talentosa, que creo imposible que seas de mi sangre.
Me encanta como los demás pueden verlo. ¿Y adivina qué? Algunos también podían ver tu homosexualidad. Me da gracia. Sana dijo que, aunque no se confirmó nada, ella sabía que tú eras lesbiana. Yo no sabía si lo dijo porque para ella todas las chicas son lesbianas, o porque realmente se te notaba. Luego Sana dijo que lo suponía porque en algunos vídeos sales viéndole los atributos del torso a tus amigas, supongo que te fue inevitable. Nadie te culpa.
También hoy Beomgyu besó a Hyunjin. A Beomgyu le estaban obligando en diversión a que besara al conserje, pero Beomgyu en venganza solo se echó hacia Hyunjin y le dió un beso. Se odian, y entonces Hyunjin casi lo mató. Fue divertido, todos reímos por eso.
¿Tú ves todo eso desde donde sea que estés? Me gustaría que lo vieras. Ellos son divertidos, agradables. Son amigos y me gusta pensar que me puedo quedar más tiempo, pero no puedo.
Espero me estés esperando pacientemente, Minari. Pronto estaré contigo, y verás que podrás descansar una vez que terminé con todos los que te hicieron daño y acabaron contigo. Al pensar en estar de nuevo contigo, me dan ganas de acabar con todo ahora, pero espérame más.
La paciencia es una buena virtud, Minari. Dahyun me lo dice cuando debo esperar a veces los horarios, cuando quiero comer y no es la hora, o cuando la comida tarda en cocinarse.
¿Has visto a Dahyun, a mi Dae? Es hermosa, todo ella es precioso. Una vez soñé que ella y tú se conocían, pero porque yo te la presentaba. Tú estabas viva, aquel suceso de tu tortura y muerte no había ocurrido, así que te podía presentar a mi novia. En ese sueño no había odio en mí, había solo amor. Un sueño donde yo no estaba rota, y tú nunca lo estuviste. Tú y ella hablaban, no recuerdo ahora de qué, pero se llevaban bien.
Mis dos personas favoritas se llevaban bien, Minari. ¿Podrías imaginar lo feliz que estaba yo?
Me desperté feliz, pero me di cuenta que no era la realidad, y la felicidad se convirtió en tristeza. Eso no pasará, porque no estás aquí. Dahyun no podrá conocerte, no podré presentarte en persona.
Esta carta se vuelve larga. Te escribiré más, Minari. Nos vemos pronto, tal vez antes de lo esperado, o tal vez después. Te amo mucho.
Atte. Tu pequeña y bonita Momo.'
Momo terminó de leer su escritura en la hoja grande. La volvió a leer y terminó estando satisfecha. Su sonrisa salió y fue al baño para mandar la carta a su hermana.
Selló la carta en el sobre decorado de su color rosa favorito, para después sacar el encendedor y prender la flama. Acercó la carta hasta que se empezara a quemar, el papel pronto se hizo cenizas hasta que Momo no pudo sostenerlo en sus dedos y cayó en el suelo.
Cuando se deshizo por completo, Momo sonrió y volvió a su vida diaria, feliz de sus acciones.
[ . . . ]
DIARIO DE MOMO:
—————
Hoy fui a la Iglesia a rezar, o casi. Era hacer lo que Dahyun me dijo, era más tomarme un tiempo para reflexionar y relajarme, pero me alteró más las hormonas. Del solo pensar en Dae me hizo alterar. Algo afortunado es que anteriormente había llorado al pensar en mi hermana, y el detective Min me vió pensando que estaba alterada emocionalmente.
No hormonalmente.
Sé que él me perseguirá, me seguirá viendo, pero soy lo suficiente inteligente para esquivarlo y seguir con mis planes. Hay algo en lo que puedo atacarle, tiene un dolor interno, el cual la mínima insinuación lo hace huir, como lo hizo cuando yo insinúe eso. Se había ido tan tenso, creí que el color rojo de su cabello sería igual al de su cara.
Me hace pensar que todos tenemos un dolor interno, el cual es la debilidad más grande y también algo que protegemos con vehemencia y a la defensiva.
Él quiso averiguar sobre mi vida fingiendo preocupación, aunque sé que es muy poco empático. Solo es detective porque parece gustar de resolver problemas, ecuaciones, para así sentirse eficiente y satisfecho, no para ayudar a la gente.
Una vez él se fue, esperé algunos minutos para irme también.
No me funcionó relajarme, pero una buena noche con mi novia creo que sí me funcionará.
—
Asistiré a la fiesta de aniversario del colegio, junto a Dahyun. No se necesitaba acompañante, pero le había dicho que fuera conmigo y aceptó. Habrá comida y no sé qué más, pero aún así sólo voy porque parece que a Dahyun y los demás se emocionan por la comida que habrá.
A mí solo me emociona que Dahyun esté más tiempo a mi lado.
—
Dios, nunca creí en ti, pero gracias. Dahyun volvió a ser mía de la manera de nuestra primera vez, pero ahora no había alcohol, y fue en el baño de un colegio de tus fanáticos cristianos. Espero no haya inconvenientes. Otro gracias.
—————
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro