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Capítulo 36 - Descubriendo la verdad, suposiciones acertadas

El rayo de escarcha era tan frio que parecía quemar todo su cuerpo. Por suerte, no fue más que la sensación inicial y no pasó a mayores. Gracias al salto de Xin Yuan, juntos pudieron rodear al dragón y pasarlo de largo. La mayor parte del ataque impactó de lleno contra el dragón de fuego que venía por atrás, y lo mismo sucedió con el ataque de fuego; la explosión fue tan poderosa que ambas criaturas se terminaron derrotando mutuamente.

—Eso fue... peligroso —expuso Xiang Shen, aún aferrado al hombre.

—Funcionó.

Los rugidos y gruñidos rabiosos ya no se escuchaban, en su lugar quedó el triste, pero glorioso, eco del golpe y alarido ocasionado por las criaturas. Y de un momento a otro, todo sonido cesó.

—Es un alivio, pero no debemos quedarnos... aquí... —Xiang Shen frenó su hablar, pues Xin Yuan, luego de dejarlo en el suelo, lo abrazó muy fuerte, cosa que lo sorprendió—. ¿Xin Yuan...?

—Estás helado...

En realidad, ambos estaban congelados. La escarcha quebró parte de la matriz del escudo, lo que fue suficiente para que sus cuerpos se sintieran como si estuvieran dentro de la nieve, incluso sus cabellos estaban algo humedecidos por el frio. Si se hubiese partido el escudo, ¿no serían un cubo de hielo?

—Ayúdame a calentarme —murmuró en el pecho del hombre, devolviendo ese abrazo con una feliz sonrisa.

—Sí, acércate más.

Xin Yuan ya no se movía, y Xiang Shen, asustado, subió la mirada.

—¿Xin Yuan? —volvió a llamar.

El rostro del otro era complicado, sus ojos estaban sorprendidos, tanto que Xiang Shen se dio la vuelta para ver lo que miraba. «¡Es esa espada!». El exmaestro, al percatarse, se separó del abrazo de inmediato.

—¿Qué hace ella aquí? —El demonio se acercó, como si tuviera miedo de que la hoja del arma saliera por si sola a atacar.

En la habitación oscura había tres antorchas y, por detrás, una espada rodeada de una espesa niebla negra. Amenazante y tenebrosa, posada sobre un porta espadas hermoso, decorado de dorado y negro, podía hacer temblar a cualquiera que la viera. Una espada con tal poder espiritual no era usual de ver.

—Es la espada que tenía mi hermano en su poder. Me atacó con ella, no debemos tocarla.

—¿No la reconoces?

No era raro que Xiang Shen no se diera cuenta de lo que era, y es que no se lograban ver sus decoraciones originales o su forma real siquiera. Con tanta energía negativa en sus alrededores, se apreciaba que era una espada, y esa capa negra impedía ver cualquier detalle. Xiang Shen la observó más de cerca.

—Sin dudas, es esa espada que tenía mi hermano en el palacio Xiang, ¿qué demonios hace aquí?

—¿Ella estaba allí?

—Sí, en ese entonces, Xiang Feng me pidió que la tocara. Ella quemó mi mano y me hizo rebotar lejos al hacerlo. ¿Por qué está aquí? ¿Qué significa? ¿Acaso Xiang Feng tiene algo que ver con esto? ¿Se la habrá robado Wu He?

—¿De verdad no la reconoces? —Xin Yuan lo hizo dudar.

—¿Mmm? ¿Reconocerla...? —Meditó con la cabeza inclinada—. ¿Debería? Nada más recuerdo esa ocasión.

—Sellé esa espada hace nueve años, estaba bajo un altar que se encontraba cerca de la ciudad del palacio. No quería que descansara en otro lugar más que en tu montaña, además, la sellé con la intención de que nadie que no sea su amo pueda tocarla. Cuando... Cuando tú volviste a la vida, sentí que ese sello se rompía y perdí contacto con ella.

—No lo sabía... —Xiang Shen bajó su mirada, afligido por escuchar el sufrimiento que su discípulo tuvo que atravesar, luego prosiguió—: Si es mi espada, ¿por qué me rechazó?

—Debió sentir que la semilla del demonio en tu interior ya comenzaba a colocarse.

—Todavía no me has contado nada sobre eso.

—Fue gracias a ese demonio que quiso poseerte, Nangong Ju, que has regresado a la vida. Él tenía la parte de tu alma que busqué por años, y la otra mitad, la que yo poseía, se escapó siguiendo a su otra parte, a tu nuevo cuerpo. Gracias a eso es que estás aquí.

—¿Qué significa eso?

—Cuando despertaste por primera vez... Nangong Ju, el dios demonio, llegó a ti antes que yo, y yo no me di cuenta.

—Xin Yuan, explícame esto con más detenimiento, por favor.

Xin Yuan le contó lo que ocurrió con anterioridad. El dios demonio trató de poseer su cuerpo en su otra vida, lo atormentó hasta que consiguió poseerlo y manejarlo en algunas ocasiones. Cuando Xiang Shen murió y su alma se quebró, el demonio necesitó tiempo de recuperación por toda la energía gastada, quedándose además con un trozo del alma de Xiang Shen, trozo que le robó a los dioses.

Los demás fragmentos quedaron dispersos, esos fueron los que Xin Yuan consiguió reunir. Aunque siguió buscándolos hasta la actualidad, Nangong Ju le había ganado, recuperó algo de poder y consiguió esconder ese trozo. Todo esto fue pensado y calculado con la intención de poseer cada gota espiritual que Xiang Shen le otorgara al nuevo cuerpo. También mencionó lo poco que sabía sobre Bao Ming y su hermano, tema que no tocó mucho por falta de información.

—¿Esa es la historia completa? —preguntó Xiang Shen, sin saber cómo sentirse o qué pensar.

—Esa es... Lamento no haberlo mencionado, la situación, nosotros... No me excusaré por nada —afirmó Xin Yuan.

—No necesitas excusarte. —Negó con la cabeza—. Comprendo lo sucedido y no voy a darle vueltas, no era yo quien sufría cada día, ni era yo quien cargaba con la culpa, Xin Yuan. No te disculpes conmigo, yo debería estar agradecido por todo lo que has hecho.

Los labios de Xin Yuan se apretaron, quería llorar, mas estaba negado a hacerlo. Todo ese tiempo, esos nueve años sufriendo por fin tenían sentido. Ese momento era la recompensa que necesitaba, quería tener a su maestro junto a él, darle una nueva vida y estar juntos. El tener presente que Xiang Shen sabía y entendía por el sufrimiento que pasó, lo hacía sentir comprendido, amado y cuidado.

—Ze Ming tenía algo de razón —agregó Xiang Shen, como queriendo cambiar el tema.

—¿Él... te contó algo? —inquirió el demonio.

—Me contó muchas cosas, algunas sobre ti, cabe aclarar —mencionó en tono gracioso, con un rostro pícaro.

—Ya veo. No voy a quejarme, es bueno que lo haya hecho. Solo podía confiar en que él te cuidaría en ese momento. Hice bien, es un tipo justo. Ahora soy yo quien le debe un favor.

—¿Por qué no se llevan bien?

—No es que no nos llevemos bien. Es que, la vez que más hablamos, fue en esa ocasión en el pueblo pesquero, antes apenas habíamos hablado. Creo que ese día no fue el mejor para intercambiar palabra... Una espina de rencor quedó en ambos, ya se pasará.

—Entiendo, es comprensible... Él me ha ayudado bastante, me explicó lo de la semilla y sobre lo que colocaste dentro para destruirla, no supo decirme qué cosa era, pero, ¿tú puedes decirme qué es?

Xin Yuan no parecía querer decirlo del todo, aunque no hubiera nada malo en eso.

—Hay un pequeño trozo de mi núcleo espiritual contigo, él está luchando y protegiéndote de esa semilla.

—¡¿Qué?! Es decir... ¿una parte de ti? ¡¿Cómo pudiste dividir tu núcleo así como así?! —Los nervios de Xiang Shen se le subieron hasta los cielos, quedó más que ansioso. ¡Por eso Xin Yuan estaba tan débil, no era en sí esa herida lo que le bajaba las defensas!

Xin Yuan asintió, apenado, a lo que Xiang Shen se sintió muy avergonzado. Algo tan importante como un núcleo, ¿cómo iba a darlo así?

—Lo recuperarás, ¿verdad?

—Mi núcleo se regenerará, no te preocupes por eso. Soy un demonio, mi regeneración es superior que cuando era humano.

Todo cobraba sentido, Xin Yuan quedó débil y herido por la lucha contra el dios demonio y le entregó ese trozo de núcleo a él. Claro que el demonio de niebla lo capturaría sin mucho esfuerzo, incluso se le hacía raro que Nangong Ju, siendo tan poderoso, no lo hubiera buscado y encontrado, pues sería fácil de matar. Eso le hizo recordar y volver a la realidad.

—¿Crees que ese demonio de niebla esté trabajando con mi hermano?

—No es imposible. De hecho, él mencionó que no permitiría que Nangong Ju tomara tu cuerpo. Por eso creo que es muy factible y, viendo que mantiene oculta la espada aquí... Eso aumenta las probabilidades.

—Mi hermano me tiene mucho odio por la muerte de mis padres... ¿Sabrá que estoy vivo?

—Eso creo, pero no te sientas culpable por la muerte del rey y la reina. Él no te odia solo por eso —explicó Xin Yuan—. Lo que te voy a contar hay que tomarlo con cuidado, pues es información que el dios demonio soltó en un arranque de ira. Quizás pensó que mi vida llegaría a su fin y que no tendría cómo transmitirlo.

Xiang Shen se quedó en silencio y asintió. Xin Yuan no tenía planeado hablar mucho sobre eso, mas, viendo cómo estaban las cosas, lo mejor sería decírselo; estaba cansado de los secretos.

—Cuando luché con él en el mundo demonio, me dijo que había una maldición sobre él, impuesta por los dioses. Según, ellos tienen una especie de juego de apuestas, algo como "que gane el mejor humano". Por lo visto, quiso participar, y los dioses lo castigaron con una maldición de putrefacción y debilidad. Desde ese entonces, cada cierta cantidad de años debe, y necesita, cambiar de cuerpo, de lo contrario, colapsará y morirá.

—¿Qué demonios? ¿Nuestros dioses? ¿Cómo van a hacer algo así? ¿No se supone que nos protegen?

—Si tomamos esto como cierto, no todos los dioses son respetables. Después de todo, han sido humanos imperfectos, como tú y yo.

—A ver... ¿Nangong Ju intentó participar? ¿O acaso se metió con un humano que no debía y por eso lo reprendieron?

—No estoy seguro, mas, tomando en cuenta que necesita cuerpos de humanos poderosos para que soporten su alma de dios, muy probablemente ya les haya arruinado el juego a uno o dos de ellos. No conozco el tiempo en el que este juego se ha llevado a cabo, lo que sé es que algo sucedió contigo y ese juego, hay una relación de la que no estábamos enterados.

Eso tenía mucho sentido, Xiang Shen era un futuro inmortal, alguien quien hubiera llegado a ser un dios en el futuro, por eso Jun Nangong lo deseaba. Nunca se esperó que su plan pudiera fallar. Jamás pudo terminar de poseer a Xiang Shen gracias a su resistencia y a los cuidados de Xin Yuan, por lo que se quedó sin cuerpo para poseer. Y como nadie más en el mundo humano sería capaz de albergar su alma, no tuvo más alternativa que esperar y ayudar en su renacimiento.

Xiang Shen era su última oportunidad de seguir con vida, esa era la razón por la que lo perseguía sin descanso. No se rendiría.

Fin capítulo 36.



Holiiiisss, por fin terminaron las pruebaaas aahh *colapsa*, y también hubo explicaciones, ¿qué seguirá? Jiji PD: no sé que decir SJJSJ

¡Muchas gracias por seguir leyendo hasta aquí, les mando un abrazoteee! 💖💖💖

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