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((🌺))' O2O

grown up: encantador amanecer




El sol del ventanal de JungKook se coló por mis ojos. Fruncí el ceño por puro reflejo y me removí entre las sábanas. Definitivamente ya era de día, pero me encontraba tan cansada que simplemente quería estar echada en cama por el resto del día. 

Con mis manos acomodé algunos mechones que se habían pegado al rostro y estaba por acomodarme y seguir con mi sueño. De no ser porque entonces recordé que, para empezar, ni siquiera estaba en mi casa. 

Estaba en la de JungKook. 

Había dormido con él. 

Espera, ¿qué?

La verdad cayó en mi cabeza como un balde de agua fría. Lo sucedido ayer. Los besos. Las caricias. 

Un hormigueo me recorrió entera al recordarlo. La sangre subió por toda mi mejilla y me reincorporé de su mullida cama al instante. No estaba desnuda. Mi cuerpo estaba cubierto por una sudadera extremadamente grande y que no recordaba haberme puesto ayer. 

¿De verdad todo esto había ocurrido? 

Sería una mentira decir que me encontraba arrepentida porque la verdad no lo hacía ni un poco. Pero es que, la carga de consciencia era demasiada como para poder soportarla. Mi voz interior no dejaba de repetirme una y otra vez que todo esto era un error, que no debí haberme dejado llevar por las emociones ni mucho menos haber aceptado. 

Sin embargo, la ignoré por completo. Porque no, no lo había sido y tampoco pensaba considerarlo un error. La noche que tuve con JungKook simplemente había sido... nueva. De un buen sentido. La manera en que me tocaba, la manera en que me besaba, en sus genuinas caricias. Todo me pareció algo completamente nuevo y agradable. 

Tal vez, demasiado agradable. 

Unos suaves toques a la puerta me asustaron de una manera que creí imposible. Como un cachorrito, volteé a la persona que se encontraba en el umbral de la puerta. Era JungKook. Y me observaba burlón, seguramente mofándose de mis pobres reflejos. Con su cabello despeinado, una camisa suelta y unos buzos negros, aún me seguía preguntando cómo es que se veía tan malditamente apuesto sin siquiera ponerle esfuerzo alguno. 

—Por fin despertaste. —su voz estaba más ronca de lo normal. Mi corazón aumentó el pulso un poco y solo me bastaba con observarlo para que, de nuevo, recordara las cosas sucedidas ayer y me ponga más roja de lo que ya estaba. Jamás me había considerado alguien avergonzada a decir verdad, pero es que siempre era JungKook quien sacaba este lado mío e incluso otros de los que ni yo misma había conocido. 

—Hola... —respondí y no tardé ni dos segundos para ponerme de pie. Estaba descalza y eso provocaba que me viera aún más pequeña al lado de JungKook pero poco me importó. Caminé hasta quedar frente suyo y le sonreí un poco.— ¿Cuánto tiempo me dormí? ¿Qué hora es?

—Las tres de la tarde.  —informó. Se escuchaba tan calmado, como si en realidad no fuera la gran cosa cuando yo quería morirme por dentro. Mis ojos estaban por desbordarse de sus órbitas y mi boca se abrió a más no poder. 

¿Qué? ¡Eso no podía ser posible!

—Dime que estás jugando. —y aunque traté de estar calmada, desde mi reacción era obvio que JungKook ya podía hacerse la idea de que lo creía. Porque entonces comenzó a reírse y solo pude fruncir el ceño. 

—Es mentira, bebé. Si fuera tan tarde entonces te hubieras perdido el desayuno que hice. —asentí, dando media vuelta para buscar las pantuflas que JungKook ayer me había prestado. Pero me detuve en medio del camino. 

Hasta que repasé, esta vez, con la consciencia ya despierta, lo que me acababa de decir. 

Casi me atraganto con mi propia saliva al escucharlo. Volteé a ver a mi vecino horrorizada. ¿Cuánto tiempo me había dormido? ¿Por qué JungKook se tomó la molestia de hacerlo?

No pensaba permitirlo. Me sentía bastante culpable por no haberme despertado temprano o haberlo ayudado. Y cómo no sentirme así a decir verdad. Había hecho un desayuno para los dos, ¡los dos! y yo ni siquiera estaba despierta. 

—¿Qué horas es? —volví a preguntar con insistencia. Mis mejillas coloreándose de un rosa pálido y seguramente con el cabello revuelto. Ni siquiera entendía cómo es que en esos momentos JungKook me observaba con una boba sonrisa en su rostro, si yo lucía como un desastre. 

—Las once de la mañana. 

—¿Hace cuánto te levantaste? —cuestioné otra vez. JungKook desvió la mirada y frunció los labios, carraspeando levemente. Sus ojitos no se veían en lo absoluto recién despertados y, aunque ya sabía de antemano la respuesta, de todos modos quería saber su respuesta.

—Uhm... no mucho, hace unos minutitos la verdad... 

—¡Yah, eres un mentiroso! —las comisuras de mis labios ascendieron. La regalé la mejor sonrisa del día a JungKook y enarqué una ceja. Él siempre era tan bueno mintiendo que ahora parecía como si hasta lo hacía obvio con tal de que pueda descubrirlo.—  ¿Sabes lo vergonzoso que es saber eso, JungKook? Debí haberte ayudado... 

Dije, sin tener la necesidad de guardarme nada. Pero era como si mis palabras hayan sido anticipadas por él, porque, tal y como imaginaba, JungKook entonces caminó hasta el umbral de la puerta, ignorándome por completo. 

Después se dio la vuelta, y con esa sonrisita socarrona acompañando su rostro, dijo:

—No pude despertarte cuando ayer te dejé muy exhausta. 

Y así, con pocas palabras pero con el significado suficiente para dejarme anonadada, cerró la puerta tras suyo y salió de la habitación. 

Parpadeé como una idiota, observando por segundos la misma puerta donde él había desaparecido.  JungKook... realmente era otra cosa. Jamás en mi vida había imaginado que un hombre tan completo como él pudiese existir, que a veces pueda convertirse en el cuerpo de un adolescente tímido y otras en donde, simplemente, tomaba el papel de un hombre seguro de sí mismo y que me dejaban completamente atontada. 

Mis pies caminaron lentamente hasta el baño y por poco ahogo un chillido al verme por completo. Despeinada, los labios hinchados y mis ojos más rasgados de lo normal eran la prueba viviente de que, tal vez, JungKook estaba en lo cierto. Ayer había estado muy cansada. 

Y cómo no...

Cerré los ojos por inercia. ¿En qué estaba pensando? 

Acerqué mi rostro al lavabo y lo humedecí cuanto pude. Con mis manos traté de arreglar el desastre mañanero que siempre adoptaba al despertar y, cuando me sentí ya medianamente presentable, salí de la habitación. 

De inmediato, el dulce olor de café recién hecho acarició mi nariz y caminé incluso más rápido por el pasillo hasta llegar a la cocina. El cuerpo de JungKook estaba de espaldas, concentrado en lo que parecía ser freír un huevo, pude contemplar en silencio su ancha y ejercitada espalda, ese mandil que se había puesto o el cómo la más mínima cosa lo hacía ver encantador. 

Recorriendo la cocina con los ojos, finalmente pude darme cuenta de aquella mesa que se encontraba a unos cuantos metros míos. Y que tenía absolutamente todo. Café, tostadas, frutas y en su centro estaba dulcemente acomodado un pequeño florero.

Sonreí como una boba al darme cuenta de aquello.

—¿Será que puedo ayudarte en algo? —pregunté, paseando por la cocina hasta tocar suavemente su hombro. JungKook volteó por un segundo asustado, pero al darse cuenta que se trataba de mí, siguió con lo suyo y negó firmemente con la cabeza. 

Si había alguien más terco en este mundo además de mí, estaba demasiado segura que se trataba de JungKook. 

Bufé. 

—Uhm... no hay necesidad bebé. —dijo con calma, mientras servía el huevo frito encima del plato. Sentí la sangre acumularse en mis mejillas al escuchar de nuevo ese nombre. Aun así, traté de ser más insistente incluso. No pensaba dejar que él se saliera con la suya por ningún motivo del mundo. 

—¿Nada de nada? —una sonrisa se escapó de los labios de JungKook y asintió. Apagando ya la hornilla.— ¿De veritas? 

—Bueno, si quieres, puedes servir los cubiertos pero realmente n-

Sin embargo, mi vecino no pudo terminar cuando yo prácticamente corrí con tal de cumplir mi cometido. Saqué los cubiertos de inmediato y los puse encima de la mesa con el mejor orden del mundo. 

—Listo. ¿Algo más? —pregunté con sorna. La calma fue apoderándose de mí poco a poco al saber que ya no me sentía tan culpable. Por la más mínima ayuda que había hecho, mi consciencia ahora se sentía libre. 

—Solo siéntate. —por un segundo, esos brazos tatuados de nuevo acapararon mi atención y lo contemplé mientras él iba sirviendo la comida en distintos platillos. Lo puso con paciencia encima de la mesa y así, en un silencio que en realidad no era para nada incómodo, comenzamos a comer. 

En el transcurso, JungKook me fue comentando algunas cosas que habían sucedido mientras yo dormía. Como por ejemplo, el hecho de que él haya tenido que ir al supermercado y en el trayecto se haya encontrado esas preciosas flores que ahora le daban el toque perfecto a nuestro desayuno. O cómo se había encontrado a mi papá en el estacionamiento y mi profesor había prácticamente corrido de su presencia. 

Mis sonrisas se volvieron cada vez má frecuentes, mi corazón latía con una intensidad del que ni yo misma pude haber imaginado y el revoltijo en mi estómago ya no se sentía como una mariposa, sino como una estampida de animales que me hacían flotar en una realidad alterna que deseaba fuese eterna.  

Lo cierto es que ya me había resignado. 

Sería muy tonto de mi parte retener los sentimientos que estaba sintiendo por JungKook. Porque sí, comenzaba a sentir algo aunque no del todo. 

Pero esta vez, dejaría que las cosas fluyeran. 


🌺🌺🌺

probablemente este sea el capítulo más corto que escriba en el ff pERO ES QUE, realmente, en estas últimas semanas me vino una inestabilidad emocional tan horrible que ni siquiera me dejaba hacer la cosa que más disfruto, o sea, escribir.

me bloqueé mal y tampoco tenía ganas de nada asjnkasjasj así que perdón, fue solo que las palabras no fluían y no quería escribir de manera forzada :( ahora mismo no puedo decir si ya me siento mejor pero lo importante fue que escribí este capítulo y ya está listo para ustedes <3 si hay algún error, discúlpenme, no tengo ganas ni de corregir lol pero espero estar mejor pronto~

en otras noticias, hABLEMOS DE DYNAMITE. gente, fue arte, no me lo pueden negar y pLUS, me di cuenta que llegamos a 6k lecturas y aAAAAAAAA ES QUE NO ME LO CREO, GRACIAS POR ESPERARME, POR TODO, LOS AMO CHAU <3













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