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((🌺))' O28

grown up: boyfriend

Si tuviera una palabra exacta para describir todas las cosas que habían sucedido esta última semana, sería: caótica. 

Aún recordaba el día en que JungKook había asignado la formación de grupos y cómo yo terminé al lado de alguien que, en los primeros días, realmente detesté con todo mi ser. Pero ahora, nuestra necesidad por hacer este proyecto bien y sin discusiones cada dos minutos, terminó obligándonos a alzar bandera blanca y aprender a soportarnos. 

Ya no discutíamos... o bueno, no tanto como antes. 

Hoy, por ejemplo, era una tarde de aquellas. JaeHyun y yo sentados en una biblioteca, ambos con distintos libros abiertos mientras iba tecleando en el portátil la información que mi compañero dictaba. 

—Espera, no hables tan rápido. —refunfuñé al perderme por tercera vez con las rápidas palabras de JaeHyun—. No soy una máquina de escribir y mis dedos son lentos. 

Lo escuché bufar y yo traté de mantener calma. 

—¿Qué? Yo ni siquiera estoy hablando tan rápido, pero bueno... —su tono modesto, pretendiendo ser inocente, me hizo virar los ojos. Me aparté del portátil tan rápido como pude hasta cruzarme de brazos. 

—Bien. Entonces hazlo tú y yo hablo ¿te parece? —dije, sonando más competitiva de lo que me hubiese gustado. Mi compañero se quedó callado, entrecerrando los ojos en el acto.

Al instante agarró el portátil y empezó teclear cada letra. Pasamos así un buen rato, él escuchando atentamente mis palabras mientras yo me hallaba concentrada leyendo a voz alta. Las horas comenzaron a volar y, sin siquiera darnos cuenta, el sol había desaparecido hasta que la luna destilara en su reemplazo. 

Fue ahí cuando, completamente hastiada de libros y estrés, me paré de la mesa solo para estirarme a medida que iba bostezando, con JaeHyun imitándome. Mañana era el famoso día, donde ambos tendríamos que presentarle nuestro trabajo al profesor Jeon y aún seguía abrumada por todo. Esta última semana apenas había tenido tiempo de ver a JungKook, por no decir que no lo había visto casi nada, y aunque él me hubiese llamado de vez en cuando, con la esperanza de encontrarnos, al final, era yo quien terminaba rechazándolo para seguir con mis encuentros de estudios con JaeHyun. 

Su voz reventó mi burbuja de pensamientos, y lo observé un tanto perdida. Ya había guardado todas las cosas, incluso las mías, listo para irse. Lo imité, recogiendo mi mochila del suelo y ambos comenzamos a caminar en silencio hacia la salida de la biblioteca. 

Solo bastó con salir un poquito del lugar para sentir que pequeños copos de nieve caían sobre nosotros. Mi cara fue de pequeño horror al saber que la nueva estación ya había iniciado, porque yo ni siquiera había traído un abrigo. Perfecto. El día había comenzado con un enorme sol y ahora terminaba en nieve, realmente el calentamiento global no podía sorprenderme más. 

Y JaeHyun pareció notar el terror en mi rostro, porque enseguida me miró de arriba abajo y frunció el ceño. 

—¿No has traído nada? —preguntó, refiriéndose a la ropa y yo negué. Solo traía un jean holgado, una camiseta manga corta y eso era todo, tampoco pensé que nos quedaríamos tanto tiempo en la biblioteca a decir verdad. 

—No. ¿Cómo iba a saber que nevaría? 

—¿Pues viendo las noticias meteorológicas? —un bufido escapó de mis labios. Ahí venía otra vez, su tono sarcástico que tanto odiaba con esa pequeña sonrisa socarrona adornando sus labios— Ya. No seas tan obvia con tu cara de irritada, déjame te ayudo a abrigarte mientras tomamos un chocolatito, ¿qué te parece?

Fingí pensarme su propuesta pero no tardé en asentir, ¿rechazar una chocolatada cuando nevaba? Eso jamás, y no importaba si era con el mismísimo JaeHyun. Las chocolatadas eran sagradas. 

—Ya qué. 

Él me sonrió al saber el trasfondo de mis palabras, que fingían desdén cuando realmente me agradó la idea, y hablando un poquito, comenzamos a caminar hacia aquel pequeño local que se encontraba a tan solo unas cuadras de la biblioteca. JaeHyun hizo el ademán de querer abrirme la puerta pero yo solo me adelanté, busqué la mesa más próxima a la chimenea que había allí como decoración y, en cuestión de segundos, ambos ya nos habíamos sentado. 

Reposé mi celular encima de la mesa mientras JaeHyun me extendía la pequeña carta del menú. 

—¿Qué vas a pedir? —me preguntó, un tanto curioso a medida que yo iba leyendo el menú. Solo eran bebidas y postres más que nada. 

—Chocolatada, obviamente. 

—¿Te gusta el chocolate? —asentí en respuesta, luciendo más como una niña de lo que imaginaba. 

—La verdadera pregunta es ¿a quién no? Es imposible, a todo el mundo le gusta el chocolate. —traté de explicar, como si fuera la cosa más obvia del mundo, pero entonces, él comenzó a reírse bajito. 

—Yo lo odio. —mis ojos casi salen de sus órbitas ante su confesión y fruncí el ceño. 

—¿¡Qué!? Eso es imposible. 

—Pues créeme que sí. Es empalagoso y hostigante, ¿qué hay de bonito en eso? 

—¡Exactamente eso! Que es tan deliciosamente hostigador y empalagoso. —mi compañero frente mío hizo una mueca de disgusto que me hizo reír. Y a los pocos segundos, una señora de mediana edad se nos acercaba con su libreta en mano, con un gesto enternecedor acaparando su rostro apenas nos vio. 

—¿Qué desean pedir, chiquitos? —ella preguntó y observé al instante a JaeHyun, él ojeaba unas cuántas veces las cosas que tenía el menú hasta que finalmente lo cerró y sonrió un poquito a la señora. 

—Un pastel de queso con café americano y para ella —me señaló por cortos segundos—. Una chocolatada y un brownie con almendras. 

Fruncí el ceño al escucharlo. ¿Brownie? Eso yo no lo había pedido en ningún segundo y la sola idea de pensar que JaeHyun me lo estaba invitando, dañaba la relación de odio que tenía hacia él. Se supone que era egoísta y ladino. No amable y educado. 

—Pero yo no quiero un brownie... —traté de decir, en un tono tranquilo para hacerle saber que estaba rechazando la oferta. Pero él no entendió mi señal. 

—¿Ah no? ¿Entonces qué deseas? Dime, yo invito. 

—Nada. Con una chocolatada está bien, gracias. 

—Vamos Lisa... elige algo, no pasa nada. —insistió tal como yo insistí en rechazarlo. 

—Lo sé, es solo que yo quie- 

—Te lo digo en serio Lisa, siéntete libre de elegir.

—Pero no es nece-

—Puedes elegir cualquier cosa. —me volvió a interrumpir y no supe si fue a propósito o no pero quedé totalmente frustrada, por puro reflejo me crucé de brazos y un puchero adornó mis labios. 

—¡Pero yo solo quiero un chocolatito! —exclamé lo suficientemente alto para que los dos me escucharan, sin embargo, me arrepentí al instante. Porque cuando vi una extraña sonrisa en los labios de JaeHyun y una alegre mirada en la mesera quedé confundida. Se supone que había prácticamente gritado, ¿por qué se veían tan enternecidos?

Debían verme con miedo, no cariño. 

—Ay, ustedes me recuerden a mi juventud chicos, ¡hacen una pareja perfecta! ¿cuánto tiempo llevan juntos? —dijo ella, totalmente ensimismada a sus propias conclusiones, pero yo la observé casi que horrorizada, sintiendo a la sangre subir por mis mejillas de la vergüenza. 

—¿Pa-pareja... perfecta? —pregunté, ocultando mis ganas de querer reír como desquiciada. Ay, si tan solo ella supiera.  Sonreí burlona ante su comentario y moví mis manos, a punto de aclarar las cosas—. No somo-

Sin embargo, mis palabras quedaron al aire cuando JaeHyun se me adelantó, teniendo al parecer, una idea completamente opuesta a la que yo había planeado. 

—Dos meses. Llevamos dos meses juntos. 

¿Qué?

Enarqué una ceja, observándole inquisitiva. Solo dejé que la pobre señora se creyera la mentira y sonriera con más intensidad.

—¡Pues les deseo todos los éxitos! Y si me disculpan, debo ir a encargar sus pedidos. —dicho eso, se dio media vuelta no sin antes guiñarnos un ojo, y una vez que me aseguré que se había ido, fruncí los labios. 

—¿Qué fue eso? —pregunté, pero JaeHyun ni pareció inmutarse por mis palabras. 

—No quería romperle las ilusiones de la señora. —dijo, encogiéndose de hombros, restándole importancia al asunto cuando, yo, simplemente quedé en blanco, casi que pensando. Pero tal y como él había dicho, sabía que aquello no era la gran cosa, así que decidí olvidarlo. 

Los segundos pasaron en completo silencio, pero nada que fuese incómodo. Después, la señora volvió con los pedidos, una pequeña sonrisa abarcaba su rostro mientras me entregaba el chocolate que tanto había pedido. 

—Gracias. —fue lo único que murmuré antes de acercar la taza a mis labios, y solo bastó con querer probar un poco cuando, de pronto, un timbre extraño llamó la atención de JaeHyun y el mío. Bajé la vista a nuestra mesa, y por un segundo juro que parecí un fantasma al leer el remitente de la persona que me llamaba. 

Y no solo por el hecho de que me haya llamado tan repentinamente, sino, por la manera en que lo tenía agendado. Casi me atraganto cuando vi que JaeHyun leyó el nombre también, y no dudé ni dos segundos en agarrar mi teléfono para ponerme de pie como una cobarde, sonriendo nerviosamente ante la inquisitiva mirada de mi compañero de trabajo. 

Mierda. 

—D-disculpa, iré al baño, ahorita... ahorita vuelvo. —fue lo último que dije antes de prácticamente correr y atender la llamada. El corazón me palpitaba a mil por hora, y aunque normalmente recibir llamadas suyas era algo que solo me traía una felicidad inmensa, ahora maldecía por haber sido en el momento menos indicado—. ¿JungKook? ¿Hola?

Sin embargo, esta no era una llamada usual de las muchas que él solía darme, y lo supe cuando de fondo escuché música bastante alta, risas y sonidos molestosos. Si mal no me equivocaba, lo más probable era que estuviese en una fiesta. ¿Pero entonces por qué me había llamado? 

—¿¡Hola!? —escuché del otro lado, pero fruncí el ceño al saber que esa no era la voz de JungKook—. ¿¡Eres Lisa!?

Tuve que alejar un poco el móvil de mi oído cuando escuchaba su voz casi como si me estuviera gritando por culpa de la fuerte música, así que decidí alzar un poco la voz yo también para que no se le dificultase escucharme. 

—Sí. ¿Con quién estoy hablando? 

—Ah, disculpa, soy YugYeom, amigo de JungKook. —y cuando escuché eso último, comencé a preocuparme casi que de manera automática. ¿Por qué él tenía su celular?

—¿Pasó algo? ¿JungKook está bien? —pregunté al instante y solo pude escucharlo reír un poquito. Arrugué la nariz. Yo no había dicho nada gracioso. 

—SÍ, sí, bueno, no. Digamos que tomó un poquitooo más de lo que debería y lo estamos llevando a su casa. —tal y como imaginaba, mis suposiciones no estuvieron del todo erróneas, después de todo, era un viernes y él era libre de lo que quisiese. Pero aún me seguía preguntando por qué su amigo tuvo la necesidad de llamarme, es decir, me traía una inquietud innecesaria pensar que JungKook hubiese hecho algo y las ganas de correr a su lugar no me faltaban. 

—Del 1 al 10, ¿qué tan mal está?

—¿Quieres que te diga la verdad? —y con eso, lo escuché reírse un poco, como si estuviera compadeciéndose de su amigo—. Pues está fatal. No dejaba de contarnos sobre ti y otras cosas más que... creo que él debería decírtelo. No sabe que te llamé, pero creo que sería mejor si lo acompañas antes de que cometa cualquier tontería. 

—Voy a estar ahí. No te preocupes.

—Perfecto, entonces iré llevándolo. —por último nos despedimos y cuando aparté el teléfono de mi oreja, un sentimiento bastante confuso me invadió entera. Una sensación más bien. JungKook me preocupaba más de lo que debería, y si pudiera, ya hubiera corrido hacia él solamente para cuidarlo.

Eso era lo extraño.

¿Qué me pasaba? ¿Por qué tenía la necesidad de estar a su lado?

¿Por qué... mi estómago sentía mariposas al pensarlo?

[...] 


—¿Realmente tienes que irte? —preguntó por tercera vez JaeHyun, mientras íbamos caminando hasta encontrar el taxi que ya había pedido minutos atrás. Asentí sin hesitar, tratando de parecer calmada aunque seguramente la ansiedad me delataba. 

—Sí, lo siento, pero gracias por la comida. ¿Nos vemos el lunes? —pregunté amablemente, a lo que él respondió con una afirmación. Y después, con un pequeño abrazo de despedida que le regalé en forma de agradecimiento, me adentré al taxi, recostando mi espalda en el asiento y suspirando. 

JaeHyun no preguntó nada al respecto cuando leyó quién fue aquella persona que me había llamado, y para ser honesta, me había aliviado bastante que no dijese nada. Tal vez, ni siquiera se le pasó por la cabeza que se trataba del profesor Jeon y yo era la única paranoica. 

Y entré tanto pensar, no me di cuenta que ya habíamos llegado hasta que el señor taxista esperaba su paga. Bajé del vehículo rápidamente y mis pies tomaron vida propia. Fue en cuestión de unos cuantos segundos para que ahí estuviera yo, frente a la puerta de mi vecino, con un nudo formándose en mi estómago que había estado tratando de ignorar todo el viaje, pero ahora mismo me resultaba asfixiante. 

Mis nudillos apenas tocaron dos veces, para que un rostro que me parecía un tanto familiar apareciera en mi campo de vista. Recordaba haberlo visto... pero no sabía en dónde. 

—Dime que eres Lisa. —suplicó casi, como si a estas alturas ya estuviese desesperado y bastante cansado. Tuve que asentir varias veces para confirmarlo y él inmediatamente me dio el pase a la casa de su amigo. El lúgubre ambiente de la estancia, ya me resultaba cálido por todas las veces que había estado allí, aunque sabía que esta sería diferente. Jamás lidié con un JungKook ebrio ni tuve la oportunidad de conocerlo, así que el momento me parecía, de cierta manera, intrigante—. Bien. Dejé a Kook en su habitación, me quedaría un rato pero... ya me tengo que ir. 

—Ah, no te preocupes, estaré aquí un rato y ya luego me iré. Gracias por traerlo. —respondí un tanto calmada, y YugYeom me sonrió de vuelta. 

—De acuerdo, bonita. Fue un gusto por fin conocer a la chica del que JungKook tanto hablaba. —el rubor no tardó en aparecer por mis mejillas al escucharlo. ¿JungKook había estado hablando de mí? Ahora me daba vergüenza siquiera mirarle a los ojos, pero lo seguí con la mirada cuando finalmente salió del apartamento después de despedirnos. Y cuando cerré la puerta tras de mí, podía sentir los latidos de mi corazón ir a mil por hora con tan solo saber lo que aún me esperaba. 

Mis pies daban lentos y sigilosos pasos por el pasillo cuando finalmente llegué a la misma habitación grisácea que, a estas alturas, ya me encontraba un tanto familiarizada. Mis ojos bajaron hacia JungKook, quien estaba tirado en la cama mirando el techo sin siquiera dormir, y cuando me vio, extendió su mano con la intensión de que me sentase a su lado. Le hice caso en silencio, agarrando su cabeza para reposarla en mi regazo mientras que detallaba la pequeña sonrisa que de sus labios surcaban. Jamás había lidiado con un JungKook ebrio, y la curiosidad de conocerlo me ponía tan nerviosa como emocionada en partes iguales. Así que preferí que él iniciase la conversación. 

—Bebé, ¿eres tú cierto? —su voz se escuchaba pastosa, un tanto bajita haciendo contraste con el oscuro ambiente en el que ambos nos encontrábamos, pues no me había molestado en encender la luz de su pieza tampoco y lo único que veía era la ventana. Escucharlo me trajo una pequeña corriente por todo mi cuerpo y asentí poco a poco.

—Uhm. Tu amigo me llamó y aquí estoy,  también me dijo que querías decirme algo ¿lo recuerdas? —y cuando terminé de hablar, instantáneamente lo escuché suspirar, como si estuviera sopesando mis palabras.

—¿YugYeom?

—Él mismo. —respondí con una pequeña sonrisa. Sin embargo, volví a insistir con la misma pregunta solo porque realmente la curiosidad me estaba consumiendo—. ¿Y... qué querías decirme?

—Ah, sí, eso. Bueno... uhm... —pasaron los segundos, pero JungKook seguía viéndose incapaz de siquiera mirarme a los ojos mientras fingía recordar algo que él claramente sí recordaba. Fue entonces que fruncí el ceño, ¿por qué evitaba mi mirada? ¿qué era tan vergonzoso como para que él reaccionase así? Quise esperar un poco más, con la esperanza de que tuviera la valentía de decírmelo, pero cuando finalmente habló, la decepción me consumió poco a poco al saber que, definitivamente, él había cambiado de tema—. Hoy vi a SeoJoon.

Suspiré. Bueno, tampoco era como si pudiera obligarle a decirme algo que él no andaba preparado, así que, simplemente, decidí seguirle el juego.

—¿SeoJoon? ¿Qué tiene?

—Estaba en el bar, ¿no te parece un poquito extraño? —reí suavemente al escucharlo, acariciando sus cabellos.

—¿En el bar? Eso es imposible, él es menor de edad y además se quedó en casa todo el día. —aclaré como si fuese la cosa más obvia del mundo. No podía confiar en el testimonio de JungKook cuando él no andaba en sus cinco sentidos y bueno, tampoco era como si me importase mucho hablar del chico que me había traído muchos dolores de cabeza desde que había vivido en mi casa.

—¡Te lo juro! Créeme bebé, hasta me acerqué y todo. —viré los ojos al escucharlo, sonriendo como una tonta solo por ver la carita sonrojada de un JungKook ebrio. Su boca estaba un tanto hinchada, sus mejillas teñidas de un bonito carmesí, y su cabello tan despeinado que lo hacía ver terriblemente adorable—. Pero bueno, dado a que no me crees... dime qué hiciste tú hoy.

—Pues hoy estuve con JaeHyun casi todo el día, ya sabes... por el proyecto. —y solo bastó con mencionar ese nombre para que mi querido vecino de pronto se removiera un poco, frunciendo el ceño en el acto.

—Uhm... últimamente andas mucho con él. —habló, pero se sintió más como una afirmación que un simple comentario. Asentí rápidamente, dándole la razón.

—¡Pues claro! Si nuestro excesivamente meticuloso profesor revisa cada detalle de un trabajo para encontrar algún error. —comenté con sorna, totalmente ajena a la reacción de JungKook. Pero al parecer, fui yo la única que había tocado del asunto de una forma divertida, y lo supe cuando sus ojos me miraron fijamente, y en un tono que pretendía ser calmado y pacífico, me confesó:

—¿Sabes bebé? No es necesario que te sacrifiques tanto por el trabajo, yo... yo  podría ayudart...

—Deja de hablar. —lo interrumpí sin hesitar de tan solo saber lo que había estado tratando de insinuar. Fruncí el ceño y alejé mi mano de su rostro, para hacerle saber mi disconforme. Y es que, ¿realmente había tratado de darme el camino fácil? No quería pensar que había sido con una mala intención, es más, hasta sabía que no fue así, pero eso no quitaba el hecho de que me sentía completamente ofendida—. ¿Por qué harías eso JungKook? No necesito tu ayuda.

Y él pareció darse cuenta de su error, porque 5ntonces sus ojos bajaron la mirada un tanto avergonzados.

—Lo siento. Pero es solo que... a veces... yo también quisiera pasar el tiempo contigo... —murmuró, y me recordó tanto a un niño consentido que solo pude sonreír mientras acariciaba su cabeza.

¿Lo que veía frente a mí era un JungKook celoso?

Adorable, demasiado adorable.

—Yo también moriría por pasar más tiempo contigo, JungKook. Pero sabes que no puedo, tengo que esforzarme igual o mejor que los demás estudiantes para saber que merezco una buena nota, no tener el camino fácil solo por ser el "ligue" de un profesor. —expliqué calmadamente, haciendo énfasis hacia aquella palabra que, a pesar de no ser del todo cierta, me dolía un poco pensar que sí lo era en parte.

Pero entonces encontré la mirada de JungKook, y hasta pude decir que se veía ofendido.

—¿Qué dijiste? —preguntó él, como si tuviera que asegurarse de haber escuchado bien. Sin embargo, yo estaba tan absorta en mis pensamientos que no me di cuenta del rostro de JungKook, porque de ser así, entonces seguramente podría haber dejado de meter la pata y ahorrado la discusión que después enfrentamos—. ¿Dijiste "ligue"?


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hOLA GENTE

soy una mujer de palabra
(adjunto evidencia)

desde mi última actualización en grown up no volví a usar wattpad pq me sentía muy culpable por hacer promesas vacías ok? soy 1 falla, no es mi culpa 😭😭😭😭

pero me sorprendió que gente aún se acuerde de esta historia y me leyera es q nKWKFOEIDAI MUCHAS GRACIAS LES AMO MUCHO 💏

en otras noticias andamos de aniversario familia 😋 mañana esta chika cumple años y este es mi regalo para ustedes a que soy lo +

lo cierto es que estos días ando muy ocupada y estresada bc uni y beca de uni pero me tomé un tiempito para escribir esto <3 no quiero asegurar cuándo publicaré el próximo capítulo pq luego cuando no cumpla mi promesa me sentiré muy mal, pero sí puedo decir que NO me tomará muchooo tiempo así que por mientras celebremos este capítulo ♡♡♡♡♡♡♡ gracias por siempre esperarme y leerme, ahora que recién entré a wattpad me di cuenta que voy a llegar a 1k seguidores o sea wtf??¿¿¿ tANTOS AÑOS ACÁ Y PENSÉ Q NUNCA LLEGARÍA DOFOFOSOSLW pa la gente que me sigue muchas gracias les amo y pa la gente q me lee... q haces q no me sigues?

aHRE MENTIRA

en fin me voy muchas gracias por todo les amo chapemos 💏🙇‍♀️

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